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Longitud de los documentos

La longitud de los documentos es un aspecto muy importante que muchas veces no se tiene en cuenta. El W3C, dentro de su guía de estilo, recomienda dos tipos diferentes de longitudes:

  • Para las páginas que sean de índice, ayuda, menú u otras cuestiones pequeñas, no más de 24 líneas.
  • Para documentos puramente textuales, el equivalente a entre media página y cinco páginas en formato DIN-A4.

Cuando pensamos cómo queremos distribuir nuestra información, hay que valorar distintos aspectos y decidirnos por aquellos que sean los más adecuados a nuestras pretensiones.

Por una parte, los documentos cortos favorecen el dinamismo del hipertexto, se cargan rápidamente en el ordenador cliente y no cansan al lector. Esto es importante, porque un texto demasiado largo no acostumbra a ser leído en su totalidad y, además, mucha gente no utiliza las barras de desplazamiento de los navegadores, por lo que ignora en muchos casos los contenidos más allá de lo que se muestra físicamente en pantalla.

Esto no implica, sin embargo, que todos nuestros documentos deban ser cortos. Cortar ideas de un mismo texto en diferentes páginas puede comportar muchos problemas e incluso cansar al usuario, que quiere ver de una sola vez el contenido global de alguna información. En lo que concierne a nuestra futura acción sobre un documento, es más fácil actualizar o modificar uno que está metido en una sola página que otro partido en diferentes páginas.

La opción de hacer documentos largos no es de por sí negativa, pero hay que tener presentes algunos consejos, como por ejemplo crear un índice al principio que remita a diferentes partes del texto o incluir un pequeño resumen del tema sobre el cual trate el documento. De esta manera, el usuario podrá decidir si le interesa o no el contenido al que se hace referencia, sin que tenga que leérselo entero o en diagonal para averiguarlo. Esta opción es muy bien recibida y valorada por los usuarios. De esta manera, también podemos atraer la atención del usuario y animarlo a seguir en la lectura. Como todo el mundo sabe, la lectura larga en pantalla es muy cansada y dificultosa, por lo que se recomienda indicar un lugar donde descargar la versión texto entera para facilitar su impresión. De la misma forma, si hemos decidido partir un documento muy largo en diferentes partes, conviene crear un fichero entero que contenga todas las partes unidas para descargarlo.

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