La integración de Internet en la estrategia de marketing afecta a la política de productos de la empresa. Por una parte, proporciona nuevas oportunidades de creación de productos y servicios mejor adaptados a los requerimientos particulares de los consumidores con acceso a la Red. Sin embargo, al mismo tiempo, también introduce nuevos condicionantes en el proceso de lanzamiento e introducción de los productos.
Gracias a la comunicación más directa y personalizada con audiencias amplias de consumidores potenciales, Internet permite ofrecerles que participen en mayor medida en el diseño y la elección de las características de los productos según sus requerimientos individuales.
Aunque no siempre se pueden realizar adaptaciones del producto para cada consumidor, ya que la producción y la comercialización de productos a medida que sean competitivos no es posible en muchos casos, la empresa puede proporcionar elementos y servicios complementarios que se proporcionen por medio de la Red o introducir adaptaciones y nuevas versiones de los productos adaptados a las necesidades específicas de los usuarios.