Grant (1991) presenta una estrategia que utiliza las capacidades y recursos centrales de la organización, entre otras cosas, para comprender el entorno competitivo y los factores externos que le afectan, tanto a ella como a las demás empresas del sector. La estrategia que diseñe la organización tiene que ser capaz de capacitarla para un desempeño superior incluso que el de aquellas organizaciones con una estructura similar.

Los recursos son los recursos tangibles y de calidad que la empresa ha ido acumulando a través de los años y que generalmente tienen forma física y se pueden contar y valorar económicamente, mientras que las capacidades son una mezcla de habilidades y conocimientos que la empresa ha obtenido en el ejercicio de sus actividades sobre productos y servicios a lo largo de la cadena de valor usando sus activos y en el proceso continuo de aprendizaje y mejora. Estas capacidades, al contrario que los recursos, no son tangibles y están inmersos dentro de la cultura, los sistemas y procedimientos de la empresa, por lo que imitarlos es muy difícil.