La persona no asertiva vive en la duda entre lo que ella ha de hacer por los demás y lo que ella quiere de los demás. Generalmente actúa con rigidez, y pocas veces piensa en cómo se sienten y lo que necesita. Cuando hay un conflicto, lo afronta con inquietud más que con seguridad en uno mismo.
Es verdad que no por el hecho de querer algo lo conseguimos. A menudo salen impedimentos y dificultades, pero no podemos olvidar que cuanto mejor sabemos a dónde vamos, más fácil nos es llegar.
Hay tres etapas importantes para ser decidido: