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La muerte en el Antiguo Egipto |
Tres términos deben tenerse en cuenta a la hora de intentar comprender cómo adquiere realidad la supervivencia del individuo tras la muerte: ka, ba y aj. Los dos últimos son atribuibles al individuo sólo en tanto que hombre muerto. Se trata de las "aptitudes" y de los "modos" de interacción del individuo con el mundo, tanto de los muertos como de los vivos. |
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El ka se define como "fuerza vital". Los egipcios entienden la muerte, el hecho en sí de la extinción de la vida, como el momento en que el ka abandona el cuerpo, pero puesto que el hombre sobrevive a la muerte, el ka deberá necesariamente unirse de nuevo al difunto en el más allá. |
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El ba, que tiene forma de pájaro con cabeza humana, se traduce generalmente como "alma" y es el elemento que posibilita el contacto con el mundo de los vivos: puede entrar y salir de la tumba pero, para mantener su identidad, necesita un contenedor: la momia o la estatua. |
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El aj suele traducirse como "espíritu transfigurado" y se utiliza para definir al muerto en tanto ser sobrenatural. Designar a un difunto como aj, es decir, como transfigurado, significa que ha quedado integrado en el orden cósmico. El individuo ha alcanzado una existencia duradera y no sujeta a cambio. |
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