Lo que exponemos a continuación es una propuesta para el diseño de cualquier página de portada. Una guía que os permitirá diseñar páginas completamente personalizadas para cada caso pero, a la vez, asegurar que cumplen con los requisitos exigidos para un buen marketing.
Una puerta de doble salida
La página de portada, como hemos comentado en la unidad anterior, debe ser útil a visitantes noveles y repetidores. A los primeros, debe captarlos. A los segundos, llevarles lo más rápidamente posible a la sección a la que se dirigen. Pongamos, pues, dos formas distintas de salir de la misma para penetrar en el sitio web por dos vías distintas.
La salida de los repetidores...
Una de éstas, la dedicada a los repetidores, es clásica. Consiste en situar un menú de secciones y subsecciones, probablemente en un lateral, para que cada uno pinche la sección que le interese para acceder a la misma directamente. Este sistema es claro y sencillo.
...y la de los nuevos visitantes
La otra forma de salir de la portada para adentrarse en el sitio web debe estar pensada para los neófitos. ¿Cómo captar su atención y conseguir que entren? La respuesta es "poniendo un espejo que les devuelva su propia imagen". ¡Eso es! Si el visitante se ve retratado en la página pensará "¡Ése soy yo! Aquí hablan de mí y de lo que yo busco. Éste es el sitio que yo buscaba".
¿Queréis un ejemplo? Imaginemos una tienda virtual de ciclismo. Podríamos identificar a varios tipos de clientes potenciales: el profesional, el aficionado y el cicloturista, que sólo quiere una bicicleta de montaña para salir de vez en cuando con sus amigos.
Lo que proponemos es presentar una llamada explícita a cada uno de ellos en nuestra portada. Para el tercer cliente pondríamos, por ejemplo, "¿Te gusta el cicloturismo? Haz clic aquí y pasa a nuestro ciclomundo, o bien "encuentra todo lo que necesitas" o "tenemos unas páginas que te encantarán". Yo creo que difícilmente, un visitante que responda a este perfil dejará de entrar.
Estructura del sitio web
Bien, ya tenemos nuestra portada con la doble vía de salida. También disponemos de todas las páginas de contenidos previamente definidas (artículos, catálogo, página de pedidos, enlaces, foros, etc.). Bien, pero como consecuencia de la portada que hemos creado, nos falta algo. La forma de enlazar de la portada a los contenidos de una manera clara, sencilla y comprensible -evidentemente, sería una mejor descripción del resultado que queremos obtener- para quienes no han estado nunca en nuestras páginas. Para conseguir este efecto crearemos un nuevo grupo de páginas.
Las páginas de orientación
En efecto, volviendo a nuestro ejemplo, una vez que el cicloturista ha pulsado el botón que le correspondía debemos llevarle a una página íntegramente dedicada a él, a los cicloturistas.
En esta página debemos presentarle todas las opciones, productos y servicios que pueden ser de su interés de entre las que contiene nuestro sitio web. Por ejemplo, un sitio como éste debería ofrecer el catálogo de bicicletas y accesorios, pero también información de rutas cicloturistas, un foro de contactos para intercambio de materiales usados, un tablón de anuncios para la organización de excursiones conjuntas, etc.
Por lo tanto, en esta página, que llamo de orientación, se trata de contarle a nuestro nuevo visitante cicloturista todas las secciones de que dispone en nuestro sitio y qué le ofrece cada una. Desde esta página de orientación nuestro cicloturista podrá acceder directamente a la sección que elija.
Cuando este mismo cicloturista regrese a visitarnos, probablemente ya accederá directamente a la sección que busque desde el menú de la portada. Claro, ahora ya es un visitante repetitivo.
Recapitulemos
Hasta aquí mi propuesta. Para concluir, resumiremos el planteamiento. Se trata de disponer de un sitio web con páginas de tres niveles:
- La portada, que contendrá un menú de secciones para los visitantes habituales, así como un reclamo para cada tipo de cliente objetivo que permitirá captar a todos y cada uno de los nuevos visitantes que se acerquen a nuestras páginas.
- Unas páginas de orientación, cada una dedicada a uno de los perfiles de cliente tipo que nos interesa. En ella, este tipo de cliente encontrará una guía de todo lo que el sitio web ofrece para él.
- Las páginas de contenidos.
Conclusión
La aplicación de este modelo no sólo sirve para mejorar sustancialmente los resultados de vuestro sitio web, sino que tiene la virtud de cambiar la forma que teníais de concebirlo. El solo hecho de intentar aplicar este modelo os obligará a pensar en los tipos de clientes que tenéis, o queréis tener, en los contenidos que podéis ofrecer a cada uno de ellos y, en definitiva, os ayudará a replantear desde una óptica más adecuada al medio Internet toda vuestra presencia en la Red.