Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Huelva y profesora
de Creación de empresas desde 1998 en esta universidad. Desde el año 2006 desarrolla
su tarea docente e investigadora en el Departamento de Economía de la Empresa de la
Universidad Autónoma de Barcelona.
David Urbano
Doctor en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Autónoma de Barcelona.
Economista y antropólogo por la misma universidad, donde ejerce como profesor en el
Departamento de Economía de la Empresa desde el año 1998. Actualmente ejerce también
como consultor de creación de empresas.
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La idea clave que subyace en el presente módulo podría resumirse en la frase “no hay
nada gratis”. Así, desde la perspectiva de la sociedad del consumo exacerbado, el
hecho de que nada de lo que encontramos en este mundo, de lo que disponemos o podemos
llegar a poseer, sea gratuito, parece ser una de las realidades más tajantes con las
que nos encontramos diariamente.
En el contexto empresarial, la obtención de recursos ha sido siempre una de las principales
preocupaciones del emprendedor. Es más, según los propios emprendedores, la imposibilidad
de obtener dichos recursos ha sido lo que, en ocasiones, ha provocado la desidia y
el abandono de la idea de poner en marcha el proyecto empresarial. No obstante, no
siempre ha ocurrido así. Hay muchos emprendedores que comenzaron sin apenas recursos
y que, poco a poco, fueron consolidando su idea de negocio y su proyecto. Empresas
en la actualidad tan conocidas como Google, Lladró o AC Hoteles son algunos de los muchos ejemplos que podemos encontrar.
Antonio Catalán y AC Hoteles, ejemplo de empresas de éxito que comenzaron con pocos
recursos
Antonio Catalán es un claro emprendedor con éxito, con una amplia trayectoria profesional.
Sus comienzos se remontan a un pequeño hotel en Pamplona, pero había trabajado antes
en la gasolinera de su padre ayudándole al mantenimiento del pequeño hotel que allí
se ubicaba. Su primer gran pequeño hotel, que salió adelante a base de créditos y
mucho esfuerzo personal, desembocó en la creación de la cadena hotelera NH y en su
último proyecto fundado en el año 2000: la cadena de hoteles AC.
En el presente módulo, abordaremos los recursos clave en el contexto emprendedor,
sus características más significativas, así como el modo de obtenerlos. Más allá de
los recursos monetarios, ampliamos nuestra perspectiva de análisis a las relaciones
sociales y planteamos la consideración de la información como recurso estratégico.
Objetivos
El estudio de este módulo didáctico, centrado en la obtención de recursos, permitirá
al estudiante:
Identificar cuáles son los recursos clave en el proceso emprendedor
Conocer cuáles son las principales fuentes de financiación a las que acudir para obtener
los recursos financieros.
Entender la importancia de las redes sociales en el proceso emprendedor y en la actividad
empresarial.
Conocer los aspectos clave para construir y mantener una adecuada red social.
Valorar la importancia de la información como recurso.
1.La importancia de los recursos en la iniciativa emprendedora
En el contexto del emprendimiento, no cabe ninguna duda de la importancia que poseen
los recursos para el emprendedor. Seguramente, todos habremos visto u oído a algún
emprendedor que reclama más recursos para llevar a cabo sus ideas de negocio. Da igual
que unos tengan más o menos, o que se encuentren en el momento de creación, consolidación
o crecimiento de su empresa. En cualquier caso, parece ser que tener una mayor cantidad
de recursos se relaciona con la obtención de mejores resultados. ¿Pero es siempre esto cierto? ¿Qué tipo de recursos son necesarios? Estos interrogantes constituyen el núcleo de atención del presente apartado.
1.1.Los recursos clave
Cuando hablamos de recursos necesarios para poner en marcha una iniciativa empresarial,
en general, solemos pensar en recursos financieros. Lógicamente, identificar los recursos
financieros necesarios para comenzar la actividad empresarial es uno de los primeros
pasos que deben dar los emprendedores durante el proceso de creación. Sin embargo,
recursos de carácter no económico suelen ser más importantes de lo que a priori imaginamos. Dejando a un lado los recursos humanos, los cuales hemos personalizado
en la figura del emprendedor o equipo fundador y de los que ya hemos hablado en módulos
previos, hay que destacar aquí la importancia de la red social del emprendedor como recurso clave que facilita el desarrollo de su actividad y que, a su vez, lo
ayuda a conseguir otros recursos. Así pues, identificar y utilizar adecuadamente los
conocimientos, los consejos, los apoyos y las sugerencias de personas clave en el
funcionamiento de una empresa, como son los responsables de entidades financieras,
las instituciones públicas, los clientes, los empleados o los proveedores, puede condicionar
en gran medida el desarrollo futuro del proyecto empresarial.
Recursos clave en la actividad empresarial
Además, en la era de la información en la que nos encontramos, no podemos olvidar
el valor que ésta posee como recurso. Vivimos en un mundo pletórico de datos, frases
e iconos. La accesibilidad de cualquiera de nosotros a todos ellos es rápida y fácil,
con independencia del lugar del mundo en el que nos encontremos. De ahí que identificar
y gestionar adecuadamente la información, en lugar de disponer de ella, sea básico
en el proceso emprendedor. La información, por tanto, ha de entenderse como un recurso
estratégico, junto con los recursos monetarios y la red social.
Era de la información
Es el nombre que se le ha dado al período que, aproximadamente, sucede a la era industrial
y antecede a la economía del conocimiento y va ligada a las tecnologías de la información
y la comunicación. La era de la información es un término que se empezó a utilizar a partir de 1980, y se aplica al período en
el que el movimiento de información es más rápido que el movimiento físico. Fue acuñado
por el sociólogo Manuel Castells. Para más información, podéis consultar http://www.manuelcastells.info/es.
1.2.Poseer o utilizar recursos, ¿cual es la clave?
Para el emprendedor, los recursos son algo parecido a lo que podrían ser la pintura
y el pincel para el artista. A pesar de ser indispensables, son inertes y permanecen
inertes hasta que el talento creativo del artista, o del emprendedor en el ámbito
empresarial, hace uso de ellos. Por lo tanto, son las habilidades del emprendedor,
sus estrategias y las técnicas que emplea lo que permite que los recursos sean el
medio adecuado para lograr el éxito empresarial. Ahora bien, poseer recursos no es
el aspecto fundamental. La clave tampoco está en la cantidad de recursos que tenga
el emprendedor. Por el contrario, se ha demostrado que los emprendedores más exitosos
tratan de controlar y utilizar los recursos de otras personas. Buscar los mejores
consejeros e involucrarlos en el proyecto empresarial es una buena manera de intentar
conseguir recursos ajenos. Además, la máxima “minimizar recursos” suele ser la práctica
más habitual entre los emprendedores destacados. Pensemos, por ejemplo, cuánto podríamos
ganar si cada vez que tomamos una decisión valoramos cómo se podría conseguir “más
con menos”.
2.Los recursos financieros
La mayoría de los proyectos empresariales necesitan financiación para llevarlos a
la práctica, al igual que la creación de una nueva empresa requiere recursos financieros
desde el momento en el que va a iniciar su actividad. Por ejemplo, en la etapa de
puesta en marcha de una empresa, el emprendedor debe llevar a cabo los trámites burocráticos
requeridos para su constitución, lo que implica tener que realizar determinados pagos.
Igualmente, los suministros de los proveedores, el alquiler o la compra del local
en el que se desarrolla la actividad, la compra de inmovilizados, etc., constituyen
acciones propias del contexto empresarial que, con independencia de categorizarse
como coste, gasto o inversión, requieren en un momento determinado recursos financieros.
La obtención de recursos financieros ha sido una de las principales dificultades a
las que han hecho referencia los emprendedores en el momento de poner en marcha su
propia iniciativa. También ha sido reconocido como uno de los factores que en mayor
grado desaniman a potenciales emprendedores a iniciar una aventura empresarial. Indudablemente,
podemos entender esta realidad, sobre todo, si tenemos en cuenta que las entidades
financieras han sido durante mucho tiempo las únicas fuentes de financiación a las
que podían acudir los emprendedores. Además, dichas entidades, tradicionalmente, han
sido más propensas a financiar otro tipo de actividades, como son por ejemplo la compra
de una vivienda, que la puesta en marcha de un proyecto innovador.
No obstante, hay que decir que, en términos generales, es el entorno más cercano el
que se implica más en el nuevo proyecto empresarial; así pues, serán los amigos y
los familiares quienes proporcionarán la primera financiación (lo que se conoce como
las tres efes de la financiación (friends, family y fools). Esta modalidad de financiación se caracteriza por ser relativamente rápida de conseguir,
pero de reducidas cantidades (para más información, podéis ver: http://www.forbes.com/sites/martinzwilling/2011/12/19/early-stage-startups-need-friends-family-and-fools/).
Sin embargo, las modalidades financieras existentes para iniciar una nueva actividad
empresarial se han multiplicado en los últimos años. Así, entre otras instituciones,
las administraciones públicas, conscientes de la fuente de empleo, riqueza e innovación
que suponen las pymes y las nuevas empresas, han aumentando el número y la tipología
de ayudas y subvenciones con el fin de estimular el emprendimiento entre la sociedad.
Dejando a un lado las fuentes de financiación internas, en el presente apartado abordamos
las principales fuentes de financiación externas utilizadas por los emprendedores
en la actualidad.
Tipos de fuentes financieras
2.1.Las fuentes de financiación externas
En los últimos años han sido varios los instrumentos financieros de carácter privado
que se han puesto en marcha para facilitar la financiación de proyectos empresariales
innovadores. La mayoría de los emprendedores acuden a entidades privadas de financiación
para sufragar los gastos e inversiones que implica el inicio y el desarrollo del proyecto
empresarial. En algunos casos, el pago de intereses suele ser el coste de acudir a
tal fuente. En otros, la cesión temporal de parte de la empresa puede ser el precio
que se debe pagar. Comentaremos a continuación algunas de las fuentes externas más
importantes en la actualidad.
2.1.1.La banca comercial y las intervenciones desde la Administración pública
La banca es una de las fuentes financieras a la que con más asiduidad acude el emprendedor
para financiar el comienzo y desarrollo de su actividad. En principio, se trata de
una fuente financiera a la que únicamente pueden acudir aquellos emprendedores que
estén en disposición de presentar avales o garantías, personales, hipotecarias o de
cualquier otro tipo. Preguntas tales como ¿cuánto dinero necesita?, ¿qué uso va a
dar a estos fondos?, ¿cuándo se necesita el dinero?, ¿por cuánto tiempo se necesita
el dinero? o ¿cómo se van a devolver los fondos prestados? son habituales en el momento
de acudir a la banca comercial.
Para los emprendedores que tienen su proyecto en funcionamiento, muchas entidades
financieras han creado departamentos específicos que facilitan el ejercicio de la
actividad empresarial. Entre los servicios ofrecidos por dichas entidades, se encuentran
la financiación de activos fijos, la financiación de operaciones de exportación, los
créditos para campañas agrícolas, etc. Dichos servicios son implementados por medio
de diferentes modalidades de productos financieros como son los créditos, los préstamos,
las líneas de crédito, las líneas de descuento, etc. Normalmente, el emprendedor es
asistido por una persona especializada que le propone soluciones financieras para
las diferentes necesidades que tiene la empresa.
Activos fijos
Son aquellos que no varían durante el ciclo de explotación de la empresa (o el año
fiscal). Por ejemplo, el edificio donde una fábrica monta sus productos es un activo
fijo porque permanece en la empresa durante todo el proceso de fabricación y venta
de los productos. Los activos fijos son poco líquidos, dado que se tardaría mucho
en venderlos para conseguir dinero. Lo normal es que perduren durante mucho tiempo
en la empresa. Cuando una empresa, sin embargo, tiene bienes con idea de venderlos
o de transformarlos en otros para su venta, o derechos de corta duración (créditos),
entonces se trata de activo circulante.
En este mismo contexto, aunque en algunos países más que en otros, es importante destacar
el papel que desempeña la administración como elemento canalizador de las políticas
de apoyo a determinadas actividades consideradas estratégicas por los gobiernos. Por
ejemplo, la creación de instrumentos financieros para dar soporte a la internacionalización
de las empresas, a la modernización de los procesos productivos o a la inversión en
nuevas tecnologías son actividades bastante frecuentes en el marco de la banca pública.
Estos productos financieros suelen contar, además, con muy buenas condiciones para
los emprendedores, por lo que constituyen un importante apoyo para el desarrollo de
la actividad empresarial.
Concretamente en el caso de España, la Administración, por medio del Instituto de
Crédito Oficial (ICO), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la banca pública (Argentaria),
cuenta con varias medidas de apoyo financiero para las pymes consistentes, fundamentalmente,
en la instrumentación de líneas de préstamo preferente y subsidiación de tipos de
interés para acometer inversiones productivas.
Banco Europeo de Inversiones
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) fue creado en 1958 por el Tratado de Roma como
banco de préstamo a largo plazo de la Unión Europea. El BEI presta dinero a los sectores
público y privado para proyectos de interés europeo como, por ejemplo, los proyectos
de cohesión y convergencia de las regiones de la Unión Europea, las ayudas a las pequeñas
y medianas empresas, los programas de sostenibilidad del medio ambiente, la investigación,
el desarrollo y la innovación, los transportes y la energía.
2.1.2.El capital-riesgo
De una manera muy simple podemos definir el capital-riesgo como un método de financiación
que consiste en la toma de participación en el proyecto empresarial, con carácter
temporal y normalmente minoritaria.
Más específicamente, la Asociación Española de Entidades de Capital-Riesgo (ASCRI)
lo define como una actividad financiera desarrollada por entidades especializadas,
consistente en la aportación de capital (fondos propios), de manera temporal (3-5
años) y generalmente minoritaria, a empresas no financieras, de naturaleza no inmobiliaria
y que no cotizan en primeros mercados de valores (Bolsa). Su principal propósito es
contribuir al desarrollo y a la expansión de la empresa (capitalizarla, profesionalizarla
y asesorarla) para que su valor aumente.
Así pues, el objetivo básico del capitalista de riesgo es ayudar con su aportación
a que la empresa crezca y aumente su valor en el mercado con el fin de vender posteriormente
su participación y obtener alguna plusvalía. De esta manera, el capitalista invierte
en el potencial del proyecto empresarial, con la intención de obtener ganancias, aunque
tal inversión no se encuentre garantizada.
Teniendo en cuenta lo anterior, las principales características del capital-riesgo
son:
Esquema
Características del capital-riesgo
1) La inversión que se realiza es de capital fundamentalmente.
2) El objetivo de la inversión es aumentar el valor intrínseco del dinero invertido
por medio del crecimiento que se espera obtener en la empresa. Precisamente, la finalidad
de crecer justifica, en gran parte, la falta de reparto de dividendos en empresas
participadas por entidades de capital riesgo.
3) La inversión se realiza después de haber alcanzado un acuerdo entre el emprendedor
y la entidad de capital-riesgo. Dicho acuerdo suele materializarse en un plan de negocio,
que marca las pautas de actuación del proyecto empresarial desde el momento en el
que el capitalista realiza la inversión.
4) El horizonte temporal en el que se trabaja con el capital-riesgo es siempre el medio-largo
plazo.
5) El capital-riesgo implica “ceder” una parte de la empresa al capitalista de riesgo,
quien, aunque no asume la gestión propia de la nueva empresa, sí interviene en el
desarrollo de su actividad, colaborando en la definición de las estrategias, su puesta
en marcha y control.
6) El capitalista de riesgo obtiene beneficios si, llegado el momento, es capaz de desinvertir
en la empresa y el valor de ésta se ha incrementado en el mercado.
Como se ha apuntado anteriormente, el emprendedor tiene necesidades financieras en
el momento de puesta en marcha del nuevo proyecto. No obstante, como podemos intuir,
no será únicamente en ese momento cuando el emprendedor necesite liquidez. A lo largo
de la vida de una empresa, los requisitos financieros son constantes. En este contexto,
diremos que el capital riesgo constituye una fuente financiera a la que el emprendedor
puede acudir durante las distintas etapas del proceso empresarial (gestación, creación,
lanzamiento, consolidación y expansión). Además, en función de la fase de desarrollo
en la que se encuentre el proyecto, existen distintos tipos de capital riesgo:
1) Capital semilla: la aportación financiera se realiza durante el proceso de creación de la nueva empresa.
Normalmente, el emprendedor dispone de un proyecto de producto/servicio/negocio y
necesita recursos, por ejemplo, para concluir su diseño, realizar prototipos de prueba
o desarrollar de manera más amplia el concepto de negocio.
2) Capital arranque: la aportación financiera se efectúa cuando la empresa comienza su actividad. Por
tanto, el capital arranque está destinado a empresas de reciente creación que ya tienen
un modelo de negocio elaborado y, en cierta medida, probado en mercado. El emprendedor
suele acudir a esta fuente financiera para sufragar los gastos que se generan durante
el desarrollo inicial y la primera comercialización del producto o servicio.
3) Capital expansión: la aportación financiera se realiza en el momento en el que la empresa decide ampliar
su actual mercado o lanzar nuevos productos/servicios. De este modo, acuden a esta
fuente financiera los emprendedores que se encuentran, por ejemplo, en proceso de
internacionalización o de consolidación de nuevos mercados.
4) Capital sustitución: la aportación financiera se lleva a cabo con la finalidad de comprar, literalmente,
la empresa. Dicha aportación puede realizarse por personas internas o ajenas a la
empresa; estas operaciones se clasifican en financiación MBO (management buy out), en las que los adquirientes pertenecen al equipo directivo de la propia empresa,
y MBI (management buy in), en la que los adquirientes pertenecen al equipo directivo de una empresa distinta.
5) Capital reorientación: la aportación financiera sirve para impulsar nuevamente a una empresa que está pasando
por un período de crisis, motivado generalmente por deficiencias en la gestión. No
obstante, el producto o mercado en el que opera la empresa tienen el potencial necesario
para obtener beneficios en el futuro.
6) Capital puente: son operaciones financieras dedicadas a invertir en empresas que van a salir a Bolsa
y se realizan para permitir la salida de algún anterior accionista.
Así pues, como acabamos de ver, el capital-riesgo proporciona al emprendedor una gran
variedad de posibilidades para satisfacer las necesidades financieras que pudieran
surgirle, tanto durante la puesta en marcha de la empresa, como en las fases posteriores.
No obstante, conviene poner de manifiesto que en España el desarrollo de esta fórmula
financiera es bastante reciente y aún no ha alcanzado las dimensiones logradas en
países como Estados Unidos o Reino Unido. Las entidades que desarrollan la función
de capital-riesgo en España pueden adoptar las siguientes estructuras jurídicas:
1) Sociedad de Capital-Riesgo (SCR): sociedad anónima que se dedica a invertir sus propios recursos en la financiación
de empresas no cotizadas, aportando valor añadido en forma de apoyo gerencial.
2) Sociedad Gestora de Entidades de Capital-Riesgo (SGECR): sociedad formada por un grupo de especialistas con experiencias y prestigio en inversiones
en empresas no cotizadas, dedicada a promover la constitución y desarrollar la gestión
de fondos de duración temporal o ilimitada, a cambio de unos honorarios y una participación
en las plusvalías generadas en las desinversiones.
3) Fondos de Capital-Riesgo (FCR): patrimonio aportado por diferentes partícipes que ceden la administración de una
SGECR a cambio de la remuneración que ésta reciba.
2.1.3.Inversores privados (business angels)
Con una filosofía parecida a la fórmula del capital riesgo, los inversores privados
(business angels) desempeñan también un importante papel a la hora de facilitar recursos financieros
a los emprendedores. Es más, su traducción literal del inglés ‘ángeles de los negocios’
nos da una idea del significado que tales fuentes financieras tienen para los emprendedores,
quienes llegan a considerar los recursos obtenidos por este medio como “dinero caído
del cielo”. Y es que gracias a los inversores privados algunos proyectos empresariales
de pequeña envergadura que no captarían la atención de las entidades de capital-riesgo
consiguen salir adelante.
Silicon Valley y el inicio de los inversores privados
Al inicio del desarrollo del Silicon Valley (Estados Unidos) en el año 1938, Frederick
Terman, entonces decano del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Stanford,
dejó 500 dólares a dos de sus licenciados, Bill Hewlett y Fred Packard, a fin de que
pudieran desarrollar su proyecto empresarial, que con el paso del tiempo se convertiría
en una de las industrias de referencia a escala mundial dentro de la industria electrónica:
Hewlett Packard. En aquella ocasión Terman, además de dejarles 500 dólares, también
ayudó a los dos licenciados a desarrollar su negocio y los apadrinó en los primeros
años de su carrera como nuevos empresarios. Para información general sobre Silicon
Valley, podéis ver “Silicon Valley: cómo logró California hacerlo tan bien” (Neil
Koenig, BBC): http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/02/140213_como_replicar_exito_silicon_valley_finde_bd. Para ver información sobre inversores del contexto español en Silicon Valley, podéis
consultar: https://spain2sv.wordpress.com/inversores-en-sv/.
En un sentido amplio, los inversores privados hacen referencia a aquellos inversores
particulares, normalmente empresarios o directivos de empresas, que aportan a título
privado su capital, así como sus conocimientos técnicos y su red de contactos personales,
a los emprendedores que desean poner en marcha un proyecto empresarial, o que lo acaban
de poner en marcha, y a las empresas en crecimiento. El objetivo que pretenden con
tal inversión es obtener una plusvalía a medio plazo. Las inversiones suelen oscilar
entre los 25.000 y los 250.000 euros y los sectores en los que invierten son conocidos
y se localizan en zonas geográficas cercanas a la residencia habitual de los inversores.
Por ello, también se suele identificar a los profesionales que invierten mediante
este medio como “inversores de proximidad”.
De lo anterior se desprende que, al igual que ocurría con el capital-riesgo, las inversiones
que realizan los business angels pueden destinarse a emprendedores que aún no han puesto en marcha el proyecto empresarial
(capital semilla), a los que acaban de iniciar la actividad (capital de inicio o desarrollo)
o a empresarios consolidados que vayan a afrontar una fase de crecimiento y expansión.
Sin embargo, los inversores privados también poseen características particulares que
los diferencian del capital-riesgo y de otras fuentes de financiación. Entre ellas,
cabe destacar las siguientes:
Los inversores pueden ser personas individuales o grupos reducidos de personas.
Los inversores suelen asignar su propio dinero (mientras que las entidades de capital-riesgo
suelen invertir recursos de terceros –inversores institucionales, entidades financieras,
empresas, etc.–).
Los inversores están más dispuestos a invertir en las etapas más tempranas de la vida
de una empresa.
El capital invertido es sustancialmente menor al promedio invertido por las entidades
de capital-riesgo.
Los inversores, en relación con la desinversión, suelen ser más pacientes que aquellos
de capital-riesgo.
Los procedimientos con los que actúan son más informales y los inversores, por tanto,
suelen ser más ágiles a la hora de tomar decisiones de inversión.
Aceptan rentabilidades esperadas inferiores a las de las entidades de capital-riesgo.
Las decisiones de inversión pueden venir motivadas por finalidades económicas o sociales
(desarrollo económico de su zona de residencia, satisfacción profesional, vinculación
familiar, etc.).
Aunque en los últimos años su uso se ha generalizado en España, aún no se ha alcanzado
el nivel que los inversores privados han logrado en otros países de Europa o en Estados
Unidos.
2.1.4.Otras vías alternativas de financiación
Además de las fuentes financieras analizadas anteriormente, también hay otras alternativas,
entre las cuales podemos destacar el micromecenazgo o crowdfunding, el leasing, el factoring y el bootstrapping.
Dada la importancia que tiene el micromecenazgo en la actualidad, a continuación le
dedicaremos unos cuántos párrafos.
En los últimos años se ha puesto muy moda el micromecenazgo, que consiste en la financiación
de proyectos de nuevas empresas mediante la cooperación colectiva de personas que
crean una red para la obtención de dinero u otros recursos. En la actualidad, la mayoría
de las redes se crean en plataformas de Internet (bien sea en redes sociales o bien
en páginas web), puesto que facilita la agrupación de un gran número de personas y
la reducción de los costes de transacción. Este tipo de financiación en masa no solo
tiene finalidades empresariales, sino que también puede tener diferentes objetivos
(ayuda humanitaria, campañas electorales de los partidos políticos, proyectos artísticos,
etc.).
Como ejemplos destacan los siguientes:
1) Relojes Pebble E-Paper: proyecto norteamericano que nació en la incubadora de innovaciones Kickstarter. Produce
relojes inteligentes con interfaz personalizable. Se comunica con móviles iOS y Android
mediante Bluetooth, el cual emite notificaciones sobre noticias y redes sociales,
entre otros. Según la incubadora Kickstarter, Pebble ha obtenido 68.929 patrocinadores
y 10.266.845 $ para llevar a cabo el proyecto.
2) Bitvore Corp.: empresa norteamericana fundada en 2009. Ofrece soluciones de minería de datos (data mining) para que otras compañías puedan gestionar y analizar grandes volúmenes de información
y así tomar decisiones de manera más acertada. Según Forbes, Bitvore ha conseguido
recursos financieros mediante el micromecenazgo por valor de casi 4.500.000 $.
3) Scanadu Scout: compañía basada en aplicaciones tecnológicas enfocadas al sector de la salud, creada
en California (Estados Unidos) en 2010. Esta iniciativa emprendedora ofrece soluciones
de gestión o control constante sobre indicadores de salud a sus clientes. El dispositivo
móvil identifica los signos vitales, como temperatura, ritmo cardíaco y estrés, entre
otros, para después enviar informes vía móviles. Según Forbes, Scanadu Scout consiguió
1.664.574 $ en sesenta días en 2014, con lo que se situó entre los proyectos emprendedores
más relevantes en términos de micromecenazgo.
En España también ha llegado el micromecenazgo, a pesar de que con un volumen muy
menor tanto en cuanto a los patrocinadores como a las cantidades conseguidas de financiación.
Algunos de los ejemplos más relevantes son los siguientes:
4) L’endemà: proyecto cinematográfico catalán con formato de película-documental enfocado a explicar
el proceso de independencia de Cataluña. Detrás se encuentra la productora, guionista
y directora de cine, Isona Passola, quien impulsó la iniciativa haciendo partícipes
a un gran número de personas mediante plataformas de micromecenazgo. De acuerdo con
elperiodico.com y elconfidencial.com, L’endemà fue uno de los proyectos cinematográficos
catalanes que batió récords en las plataformas de financiación colaborativa, no solo
en España, sino también en toda Europa. Consiguió casi 350.000 euros (mediante la
plataforma de micromecenazgo Verkami).
5) HeroQuest 25 aniversario: proyecto creado en 2014, trata sobre un juego de mesa que hace homenajee al tradicional
juego de rol HeroQuest. La empresa ofrece, además de libros, tres niveles ascendentesForm or substance: the role of business plans de juego. Según Lanzanos.com, plataforma de micromecenazgo, HeroQuest 25 aniversario
consiguió el apoyo de 12.052 personas, con un total de 680.037 euros recaudados, por
lo que fue uno de los proyectos de micromecenazgo más importantes de España.
Sabíais que...
El primer proyecto de micromecenazgo se produjo en 1997, cuando la banda de rock británica,
Marillion, financió su gira por Estados Unidos (casi 60.000 euros) a través de donaciones
en línea.
Las plataformas pioneras de micromecenazgo fueron Artistshare (2000) (financiación
de obras y artistas), https://www.artistshare.com/v4/; Kiva (2005) (microcréditos en economías en desarrollo), http://www.kiva.org, y Kickstarter (2009) (proyectos creativos –películas independientes, música, videojuegos,
etc.–), https://www.kickstarter.com.
En el ámbito español también existen plataformas dedicadas al micromecenazgo, como
es el caso de Verkami, dedicada al mundo de la cultura. Se fundó en el año 2010 en
Mataró por la iniciativa privada de un padre y sus hijos. Mediante Verkami se han
financiado más de 3.700 proyectos (http://www.verkami.com).
Seguiremos a continuación con el resto de las fuentes alternativas de financiación
que mencionamos anteriormente (el leasing, el factoring y el bootstrapping).
1) El leasing es un instrumento financiero que permite al emprendedor la financiación de activos
fijos, mobiliarios e inmobiliarios, a medio y largo plazo. Es, en definitiva, un contrato
de alquiler que incluye una opción a compra en unas condiciones previamente prefijadas.
Por medio del leasing se puede financiar la totalidad del bien objeto del contrato. Sin embargo, el emprendedor
ha de soportar unos intereses superiores a los existentes en otros productos financieros.
2) El factoring, en cambio, es una fuente potencial de financiación que puede servir a las pequeñas
empresas para cobrar y asegurar los créditos de dudoso cobro. De una manera muy simple,
podemos decir que por medio del factoring el empresario puede “vender” los ingresos pendientes. De esta manera, obtiene ayuda
en cuestiones relacionadas no sólo con la financiación, sino también con la cobertura
de riesgos, el cobro de facturas y la administración de éstas.
3) En cuanto al bootstrapping, término anglosajón que significa empezar algo sin o con escasos recursos, en el
contexto de los negocios se refiere a desarrollar actividades emprendedoras con muy poco o ningún capital. Dicho de otra manera, el bootstrapping hace referencia a utilizar únicamente los medios que se tienen a disposición.
Además de las fuentes financieras comentadas, los emprendedores suelen hacer uso de
muchos otros métodos con la finalidad de conseguir recursos monetarios y algo más
de liquidez. Entre los más conocidos, hemos de destacar el uso de las tarjetas de
crédito personales, el uso compartido de servicios externos, el retraso en los pagos,
la minimización de inventario, la compra o el alquiler de mobiliario y maquinaria
usada, la utilización de ayudas públicas como becas de investigación u otras becas
gubernamentales, el adelanto de clientes, la reducción o posposición de los sueldos
de los empleados, el trabajo en casa, la realización de compras conjuntas con otras
empresas, etc.
Así pues, podemos decir que, en muchas ocasiones, “la necesidad es la madre del ingenio”
del emprendedor a la hora de encontrar los recursos necesarios para llevar a cabo
las ideas de negocio. Empresas de éxito como Dell Computers, Apple computer, Coca
Cola, Hewlett-Packard o Microsoft inicialmente se financiaron de este modo.
2.2.Medidas de apoyo a la creación de empresas
En varias ocasiones, a lo largo de éste y otros módulos, hemos apuntado que el acceso
a los recursos financieros se presenta como uno de los principales obstáculos que
deben afrontar los emprendedores en el proceso de creación de una empresa. Así pues,
con el fin de impulsar el emprendimiento, las administraciones públicas, desde todos
los ámbitos (local, regional y estatal), han diseñado numerosos mecanismos para facilitar
la puesta en marcha de nuevos proyectos empresariales. Dentro de estos mecanismos
destacan las ayudas económicas y subvenciones, así como las incubadoras de empresas
y los parques tecnológicos.
2.2.1.Ayudas económicas y subvenciones
Pocos son en la actualidad los emprendedores que no analicen las ayudas públicas a
las que pueden acceder para crear su propia empresa. El número de éstas, así como
de los organismos que las gestionan, se ha multiplicado drásticamente en los últimos
años.
En términos generales, las subvenciones son aportaciones a fondo perdido que las administraciones
otorgan a los emprendedores y empresas para fomentar el cumplimiento de algún objetivo
determinado.
Así pues, dependiendo del objetivo que el empresario tenga, podrá recurrir a distintos
tipos de subvenciones. Por ejemplo, hay subvenciones encaminadas a fomentar la contratación
de personas sin empleo cuyo objetivo es generar ocupación, subvenciones dirigidas
a facilitar las inversiones productivas, en particular, en nuevas actividades empresariales,
subvenciones centradas en aumentar el uso de las nuevas tecnologías, etc. En este
contexto, la creación de nuevas empresas, la modernización de las ya existentes, el
desarrollo de algún sector empresarial en particular, como el de las nuevas tecnologías,
de alguna forma jurídica, como las cooperativas o sociedades laborales, o la contratación
de personas con perfiles específicos, como los jóvenes, las mujeres o los desempleados,
suelen ser subvencionables.
De esta manera, las ayudas y subvenciones se han convertido, sin lugar a dudas, en
la vía de financiación más atractiva para los emprendedores que quieren crear una
empresa, ya que, por su naturaleza, no sólo no llevan asociado un coste financiero,
sino que no han de ser devueltas ni a corto ni a largo plazo. A pesar de este optimismo,
las subvenciones deben tener un papel residual, puesto que el hecho de que sean otorgadas
es discrecional por parte de la Administración y están sujetas a la existencia de
disponibilidad presupuestaria. Además, en muchos casos, pese a que la subvención se
conceda, su cobro suele venir acompañado de un retraso considerable, lo que puede
suponer graves problemas para el emprendedor que haya previsto disponer de esa cuantía
con anterioridad. Por lo tanto, cuando se consideran las subvenciones como fuente
de financiación se recomienda ser prudente.
2.2.2.Incubadoras de empresas y parques tecnológicos
El papel de las incubadoras o viveros de empresas y de los parques tecnológicos en
el fomento del emprendimiento ha ido ganando protagonismo con el tiempo. En estas
incubadoras las administraciones suelen ofrecer suelo industrial a bajo coste a los
emprendedores que desean poner en marcha su propia iniciativa. Asimismo, los proveen
de servicios administrativos y los ayudan en la gestión empresarial. La especialización
sectorial de tales incubadoras dio lugar a la creación de los parques científicos
y tecnológicos, centrados en fomentar las empresas de base tecnológica.
Así pues, un parque tecnológico estimula y gestiona el flujo de conocimiento y tecnología
entre universidades, instituciones de investigación, empresas y mercados, impulsa
la creación y el crecimiento de empresas innovadoras mediante mecanismos de incubación
y de generación centrífuga (spin off), y proporciona otros servicios de valor añadido así como espacio e instalaciones
de gran calidad.
3.La red social del emprendedor
A pesar de que convertirse en empresario y decidir poner en marcha una idea de negocio
han sido generalmente percibidos como un acto solitario, impulsado con cierta frecuencia
por la necesidad del emprendedor de imponer su individualidad e independencia en su
carrera personal y profesional, las relaciones sociales que ha de mantener a lo largo
de su actividad son fundamentales. De ahí, que “relacionarse”, en el sentido de formar
y mantener una red social adecuada (ya sea tradicional o de tipo virtual), se conviertan
en elementos clave para el desarrollo de su negocio. En el presente apartado nos centraremos
en este recurso estratégico para el emprendedor.
3.1.Concepto y tipos de redes sociales
Si partimos del concepto genérico de red, podemos decir que se trata de un tipo específico
de relación que une a un grupo de personas, objetos o acontecimientos. La red está
asociada con la persona que mantiene relaciones, y, por tanto, es una formación social
que existe sólo cuando la persona conoce y usa la red.
En el contexto emprendedor, estas relaciones abarcan procesos sociales que giran alrededor
de una actividad comercial. Concretamente, en estos casos, la red social se define
como el conjunto de relaciones directas e indirectas que el emprendedor mantiene con
distintas personas de su entorno socioeconómico y familiar. Así pues, los intercambios
del emprendedor con las personas que integran su red poseen a la vez una dimensión
social y de negocios, y únicamente con estas dos dimensiones puede entenderse su funcionamiento.
Por medio de su red social, el emprendedor puede obtener los recursos y el apoyo que
necesita para poner en marcha su proyecto empresarial. Además, en algunos casos, la
red social es la que proporciona al emprendedor la idea del producto o servicio con
el que trabajar. De este modo, los contactos directos e indirectos que mantiene el
emprendedor pueden contribuir tanto al desarrollo conceptual del negocio, como a la
implementación del nuevo proyecto.
Con carácter general, se pueden distinguir dos tipos de redes:
Esquema
Tipos de redes
Red formal: incluye los organismos y las instituciones públicas de un determinado ámbito, tales
como la Administración central, los organismos de desarrollo local, las entidades
financieras, las cámaras de comercio, etc.
Red informal: está integrada por miembros de la familia, amigos, antiguos compañeros de trabajo
o jefes, etc.
3.2.La formación y el mantenimiento de la red social
Si tenemos en cuenta que la red social del emprendedor puede proporcionarle los recursos
que necesita para la puesta en marcha de su proyecto, diremos que la red social es
también uno de sus principales recursos estratégicos. De ahí que la formación de una
red social sea considerada una actividad clave en el ámbito empresarial. En este contexto,
las relaciones personales que el emprendedor establece con su red social han de entenderse
como el resultado de una serie de actividades que implican:
1) la busca de las personas adecuadas,
2) la planificación de las relaciones que se pueden establecer con ellas, y
3) la “conquista” de tales relaciones.
Así pues, establecer una red social dista mucho de ser algo espontáneo y propio únicamente
de personas con carácter extrovertido. Por el contrario, se trata de una actividad
que debe llevar a cabo el emprendedor y que es susceptible de ser planificada, implementada
y evaluada. Además, tiene la particularidad de ser indelegable, pues se basa esencialmente
en relaciones personales.
Por lo tanto, para construir una red social el emprendedor ha de adoptar una actitud
sistemática y proactiva. Un buen comienzo, entonces, pasa por la determinación de
las competencias clave del emprendedor y la identificación de aquellos ámbitos en
los que necesita ayuda externa. Personas expertas en tales ámbitos constituyen valiosos
componentes de la futura red social. No obstante, como las necesidades del emprendedor
irán variando a lo largo del tiempo, también es importante realizar las previsiones
oportunas sobre la red de personas que necesitará en el futuro.
Por otra parte, dado que todo proyecto empresarial supone desarrollar una actividad
comercial en la que existen compras y ventas, establecer relaciones con clientes potenciales,
proveedores, entidades financieras, administraciones públicas, e incluso con la competencia,
son algunas de las acciones básicas durante la formación de la red social.
Como en cualquier relación personal en la que cada uno de nosotros nos encontremos
inmersos, las relaciones personales que el emprendedor establece con cada miembro
de la red son, en esencia, únicas. Así pues, igual que no mantenemos la misma relación
con nuestros padres, hermanos, parejas, hijos o amigos, las relaciones que establezca
el emprendedor con los diferentes integrantes de la red serán diferentes en contenido
e intensidad. Por ejemplo, con los potenciales clientes el emprendedor tratará de
crear una relación estable y fluida con el fin de obtener un alto grado de fidelización;
con los proveedores, las administraciones y las entidades financieras la confianza
para el cumplimiento de los acuerdos será crucial, y con la competencia, en ocasiones,
será necesario llegar a relaciones basadas en la cooperación y cordialidad.
Una vez constituida y creada la red social, su mantenimiento también llega a ser una
cuestión de vital importancia para el funcionamiento de la empresa o proyecto. Las
relaciones con los distintos miembros de la red pueden variar a lo largo del tiempo
y es posible que durante algunas etapas se mantengan relaciones más frecuentes con
unas personas que con otras. Asimismo, es importante evaluar, en términos de coste,
lo que al emprendedor le supone gestionar su propia red social. Las relaciones, como
todos sabemos, hay que cuidarlas y alimentarlas para que no se pierdan. Y, del mismo
modo que en cualquier otro ámbito, en el contexto emprendedor el objetivo es lograr
que las relaciones sean duraderas, predecibles y que estén basadas en la confianza,
lo que supone invertir tiempo, esfuerzo e incluso dinero.
Finalmente, el progreso tecnológico y la posibilidad de establecer relaciones por
medio de nuevos canales de información, como Internet, facilita al emprendedor el
establecimiento de nuevas redes sociales. En el próximo apartado nos centramos en
la información considerada como recurso y no sólo como medio.
4.La información como recurso clave de la empresa
Cada vez es más relevante disponer de información de calidad para poder tomar decisiones.
También es cierto que cada vez es más fácil y rápido disponer de tal información.
En la actualidad, el uso de ordenadores y otras tecnologías de la información se ha
extendido y se ha intensificado su empleo como soporte de otras actividades empresariales.
Sin embargo, muy poco podría hacer un emprendedor que dispone de mucha información
si no cuenta con un método que le permita seleccionarla, clasificarla y sistematizarla
adecuadamente. Es quizá en este punto donde la mayoría de los emprendedores permanecen
ajenos. Así, mientras los emprendedores se concentran y preocupan por el desarrollo
del proyecto en su conjunto, con frecuencia dejan de lado lo concerniente al recurso
información. Sin embargo, en el ámbito empresarial, disponer de la información adecuada
en el momento preciso, y saber hacer un buen uso de ella, puede ser crucial para el
éxito del proyecto. A continuación abordamos algunos aspectos relacionados con la
busca y gestión de la información.
4.1.Los tecnologías de la información y comunicación (TIC)
En la actualidad, son pocas las personas que no estén familiarizadas con las tecnologías
de la información y comunicación (TIC). Para los emprendedores, éstas se han convertido
en el instrumento básico para llevar a cabo sus iniciativas empresariales. Bien implementadas
se convierten, además, en una poderosa arma competitiva para el negocio.
Las tecnologías de la información y la comunicación son un conjunto de servicios,
redes, software y aparatos que tienen como fin la mejora de la calidad de vida de
las personas dentro de un entorno y que se integran en un sistema de información interconectado
y complementario.
Como ya hemos comentado en otros módulos, las nuevas iniciativas empresariales han
de disponer de algún componente innovador que les permita diferenciarse de los competidores.
En este contexto, tener una infraestructura de TIC adecuada a las necesidades particulares
del emprendedor puede convertirse en una de las mejores formas de lograrlo. Entre
otras cosas, las TIC permiten al emprendedor reducir el tiempo de respuesta a las
necesidades de los consumidores, predecir posibles problemas y disponer de información
sobre todas las tareas relevantes para el ejercicio de la actividad empresarial. Y,
lo que es más importante aún, le facilita la toma de decisiones, una constante en
la vida de cualquier emprendedor.
Además, las TIC potencian la actividad emprendedora continua, en el sentido de que
permiten al emprendedor analizar y encontrar nuevas oportunidades de negocio, basadas
en la realización de actividades similares con costes más reducidos.
El incremento de efectividad de las actividades que integran el proyecto o empresa
una vez puesto en marcha es claro, dado que facilita el análisis de las tareas que
están generando valor, para así poder potenciarlas, y de las que no lo están generando,
para poder eliminarlas.
En definitiva, gestionar adecuadamente la información por medio del uso apropiado
de las nuevas TIC es una tarea vital para cualquier emprendedor. De ahí que más a
menudo de lo que nos pudiéramos imaginar se pueda aplicar la expresión “quien tiene
la información, realmente tiene el poder”.
Resumen
La puesta en marcha de un nuevo proyecto empresarial es una actividad que requiere
múltiples recursos. Pero, además, las necesidades de recursos no acaban una vez que
el emprendedor inicia la actividad empresarial. Por el contrario, en las distintas
etapas por las que pasará a lo largo del ejercicio de su función, las necesidades
de recursos serán constantes y apremiantes, y en numerosas ocasiones condicionarán
las decisiones que se deban tomar y el futuro de la empresa.
Entre los múltiples recursos que son determinantes para el emprendimiento, los recursos
económicos, las redes sociales y la información constituyen recursos estratégicos.
Gestionar adecuadamente tales recursos, más que su posesión en sí misma, es la clave
para afrontar con grandes posibilidades de éxito de la actividad empresarial.
Los recursos financieros son indispensables para afrontar los gastos y las inversiones
que requiere cualquier negocio. Mientras que obtenerlos ha sido uno de los problemas
más destacados por los emprendedores, en los últimos años se han creado una gran variedad
de instrumentos que facilitan su obtención. Por un lado, la banca comercial, el capital
riesgo o los inversores privados han contribuido a aligerar las dificultades financieras
de los pequeños proyectos. Por otro lado, el micromecenazgo, el leasing, el factoring y el bootstrapping se han convertido en instrumentos adecuados para quienes disponen de pocos medios
a la hora de iniciar la actividad empresarial. Desde el ámbito público, a pesar de
la crisis económica, numerosas administraciones han promovido subvenciones y otros
tipos de ayudas para facilitar y estimular la actividad emprendedora entre la sociedad.
Asimismo, las redes sociales del emprendedor (tanto las tradicionales como las virtuales)
constituyen un elemento de vital importancia. Ejercen un papel estratégico en la obtención
de otros recursos (humanos, materiales, información, asesoramiento, etc.), que, a
su vez, permiten al emprendedor actuar con cierta ventaja.
Finalmente, el poder que tiene la información la sitúa en el núcleo de cualquier negocio.
Y por ello, tener los datos apropiados en el momento justo constituye uno de los recursos
más valorados en el mundo empresarial, más si cabe en el contexto actual de las tecnologías
de la información y la comunicación.
Actividades
Cuestiones para el repaso
¿Cuáles son los recursos estratégicos de un emprendedor?
¿Cuáles son las fuentes financieras a las que un emprendedor puede acudir para financiar
su proyecto empresarial?
¿Cuáles son las similitudes y diferencias entre el capital-riesgo y los business angels?
¿Por qué hablamos de Silicon Valley como un ecosistema o contexto emprendedor?
¿Qué es el bootstrapping? Poned un par de ejemplos. ¿Por qué adquiere todavía más importancia durante la crisis
económica?
¿Cuáles son las características fundamentales del micromecenazgo?
¿Se deberían tener en cuenta las subvenciones que recibe un emprendedor a la hora
de realizar un plan de empresa o hacer el análisis del modelo de negocio?
¿Cuál es el papel de las redes sociales (tanto las tradicionales como las virtuales)
en el desarrollo de un proyecto empresarial? Poned algún ejemplo.
Glosario
banca comercial f
Instituciones de crédito autorizadas por el gobierno para captar recursos financieros
del público y otorgar a su vez créditos destinados a mantener en operación las actividades
económicas.
capital-riesgo m
Método de financiación que consiste en la toma de participación en el proyecto empresarial,
con carácter temporal y normalmente minoritaria.
business angels m pl
Inversores particulares, normalmente empresarios o directivos de empresas, que aportan
a título privado su capital, así como sus conocimientos técnicos y su red de contactos
personales, a los emprendedores que desean poner en marcha un proyecto empresarial,
o que lo acaban de poner en marcha, y a las empresas en crecimiento.
leasing m
Instrumento financiero que permite al emprendedor la financiación a medio y largo
plazo de activos fijos mobiliarios e inmobiliarios.
factoring m
Producto financiero que los bancos o las cajas de ahorro ofrecen a las empresas. Supone
dar dos servicios: administración de cobros y financiación. Mediante esta operación,
una empresa o comerciante contrata con un banco o entidad financiera la gestión de
todos sus cobros y el adelanto de éstos a cambio de un interés.
red social del emprendedor m
Conjunto de relaciones directas e indirectas que el emprendedor mantiene con distintas
personas de su entorno socioeconómico y familiar.
spin off universitária
f
Empresa promovida por uno o varios investigadores, que se crea con el apoyo de la
Universidad, con la finalidad de explotar los resultados y el conocimiento que estos
investigadores han obtenido en un proceso de investigación. Por lo tanto, los investigadores
pasan a desarrollar una actividad empresarial.
subvención f
Entrega dineraria o en especie entre los distintos agentes de las administraciones
públicas, y de éstos a otras entidades públicas o privadas y a particulares, sin contrapartida
directa por parte de los entes beneficiarios; afectada a un fin, propósito actividad
o proyecto específico, con obligación por parte del destinatario de cumplir las condiciones
y los requisitos que se hubieran establecido para su obtención, o, en caso contrario,
proceder a su reintegro.
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