Los estudios de incidencia son estudios descriptivos longitudinales y prospectivos. Estos estudios tienen como objetivo estimar la incidencia de una enfermedad en una población determinada.
La incidencia se define como el número de casos nuevos de una enfermedad que se desarrollan en una población a riesgo durante un período de tiempo determinados (habitualmente un año).
La incidencia y la prevalencia son medidas estrechamente relacionadas. La prevalencia depende de la incidencia y la duración de la enfermedad.
Para la estimación de la incidencia se utilizan dos tipos de medidas: la incidencia acumulada y la densidad de incidencia:
La incidencia acumulada es la proporción de sujetos sanos que a lo largo de un período de tiempo determinado desarrolla la enfermedad. Mide el riesgo de un individuo a contraer la enfermedad en un período de tiempo específico.
En general los períodos de seguimiento de cada individuo son diferentes en duración y no se dan en el mismo momento en el tiempo. Para tener en cuenta estas diferencias en cuanto al tiempo de seguimiento se calcula la densidad de incidencia. Se trata de una medida de la aparición de una enfermedad en un punto en el tiempo.
* Suma de los periodos de riesgo de cada uno de los sujetos expuestos durante el período de tiempo especificado