Una vez que hayamos decidido cuáles son aquellos objetivos principales que la organización debe alcanzar, deberemos decidir hasta qué niveles de objetivo descenderá el análisis y, por lo tanto, qué usuarios serán los elegidos para indicar sus necesidades de conocimiento para lograr los objetivos que se les han marcado.
La idea que subyace es que cada usuario hace uso de unas fuentes de conocimiento y que, juntando las fuentes de los distintos usuarios podríamos concluir el rompecabezas y localizar el conocimiento explícito necesario.
Para poder hacerlo podemos realizar encuestas a los usuarios para conocer qué tipo de conocimiento utilizan (para esto también podemos acudir a la descripción del puesto de trabajo, si la tenemos) y a qué fuentes acuden. Luego veremos cómo estructurar todo esto para poder usarlo.
Algunas posibles fuentes de conocimiento explícito son: