Localizar el conocimiento tácito
Inicio Atrás Adelante

De las tres actividades mencionadas en la cabecera de estos apartados, localizar, almacenar y estructurar el conocimiento, la más factible en el caso del conocimiento tácito es la primera. Es difícil que este conocimiento, desarrollada por las personas a través de sus propias experiencias y formas de entender el entorno, se almacene y se estructure en bases de datos o cualquier otro soporte (quizá el más viable sería el video). El personal de la organización tiene sus propios métodos para alcanzar este tipo de conocimientos, entre los que se encuentran las relaciones personales.

Uno de los métodos más habituales de cualquier organización para localizar el conocimiento necesario para llevar a cabo el trabajo consiste en preguntar a los compañeros quién sabe solucionar un problema determinado.

En esta búsqueda nos podemos guiar por:

  • El organigrama de la empresa: el cargo que ocupa cada uno en la organización puede indicarnos quién tiene determinados conocimientos, pero no siempre es así.

  • La formación académica de cada empleado: al igual que el organigrama, no siempre nos sirve ni nos son útiles los conocimientos de alguien que posea la formación académica que nos hace suponer que nos ayudará a resolver algún problema determinado.