- Apertura de la entrevista
Al empezar a preparar la entrevista, normalmente recibís la hoja de datos personales o un currículum, que os permitirán familiarizaros con algunos datos relevantes de la persona que tenéis que entrevistar. Lo primero que conviene hacer es agradecer al candidato el tiempo que os dedica. Depués empezad a hablar de algún tema irrelevante que rompa el hielo. Podéis decir algo como: "Veo que tiene una hija adolescente, ¿cómo lo lleva?". Se trata de que el entrevistado se sienta cómodo y no tenga la sensación de que le hacen un examen. Es muy importante crear un clima positivo y franco. Una forma fácil de empezar la entrevista en sí es leer de forma conjunta la hoja de datos personales y tratar de resumir sus hechos más relevantes.
- La entrevista semiestructurada
A menudo, las entrevistas semiestructuradas son la clave del éxito en el proceso de selección. La experiencia nos demuestra que con este tipo de entrevista hay muchas posibilidades de alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto.
Básicamente, una entrevista semiestructurada, o entrevista con patrones, es un procedimiento en el que a cada entrevistado se le preguntan las mismas cosas en el mismo orden en un periodo de tiempo determinado. Esto no significa que no podáis preguntar otras cosas, sino que con un orden determinado de preguntas iguales obtendréis un número de respuestas y una información de cada individuo que os permitirán establecer una comparación. Las preguntas estructuradas son las preguntas que vosotros mismos y vuestro equipo preparáis antes de la entrevista según los requisitos del puesto de trabajo.
Una buena forma de planificar la entrevista es agrupar las preguntas fáciles al principio y dejar para el final las que requieran un grado mayor de razonamiento. El primer juego de preguntas conviene que sea amplio, o que las preguntas hagan referencia a cuestiones generales. Os damos algunos ejemplos:
– |
¿Qué sabes sobre nuestra compañía? |
– |
¿Qué te interesa de nuestra compañía? |
– |
¿Cuáles piensas que son tus puntos fuertes o tus habilidades? |
– |
¿Qué te gustaría hacer de aquí a un año (o cinco años)? |
– |
¿Qué responsabilidades has tenido en los diferentes puestos de trabajo que has ocupado? |
– |
¿En qué crees que tienes más habilidad? |
Conviene no hacer preguntas que se puedan contestar con un sí o con un no. Después de hacer una batería de preguntas como éstas, tenéis que aseguraros de que habéis preguntado lo mismo a cada entrevistado según el guión que habéis preparado previamente. Es una buena idea tomar notas durante la entrevista y explicarle al entrevistado qué hacéis y por qué lo hacéis. Es importante que no hagáis argumentaciones al entrevistado o que discutáis; sólo hay que escuchar de forma activa. Tenéis que escuchar lo que dice, la forma como lo dice, y también lo que no dice. Si una persona os da una respuesta muy larga, aseguraos mediante una paráfrasis de que habéis entendido lo que realmente os ha dicho. Si alguien os da información irrelevante, reservadla para el final de la entrevista; recordad al entrevistado que no disponéis de mucho tiempo.
- Cerrar la entrevista
Cuando os acerquéis al final de la entrevista, resumid las funciones y las responsabildades del puesto de trabajo y permitid que el entrevistado pueda reforzar las cualidades que tiene. La entrevista es un proceso con dos direcciones, y éste es un buen momento para que el candidato haga preguntas. Vosotros habéis obtenido la cantidad de información que necesitabais y el candidato tiene la información necesaria sobre vuestra compañía. Es importante que haya tenido la sensación de que ha podido decir todo lo que quería decir. Es bueno que le volváis a agradecer el tiempo que ha dedicado y que hagáis énfasis en el tiempo que tardaréis en tomar una decisión.