Una vez terminada la entrevista, conviene hacer un resumen de las impresiones que hayáis extraído sobre el candidato. No confiéis en la memoria, ya que podéis omitir detalles importantes. Resumid los puntos fuertes y los puntos débiles del candidato: motivación, actitudes, habilidades, etc.
Comprobad sus referencias: con qué personas ha trabajado o qué subordinados ha tenido. No deleguéis esta tarea, ya que sólo vosotros sabéis qué necesidades conviene aclarar.
Se recomienda utilizar una matriz comparativa sobre los candidatos. Haced una lista de los criterios de éxito del puesto de trabajo en un eje, y en otro, de los nombres de los candidatos.