Es la fuerza y la lealtad de los vínculos de la organización con sus clientes. Se encuentra tanto en la imagen de marca como en la reputación de la empresa, en la relación que establece con los canales como en los contratos especiales, en la satisfacción del cliente como en la vida media de los clientes con la empresa, en el poder negociador de clientes y proveedores como en la solvencia de sus clientes.