Por desgracia, en el mundo empresarial, y en cualquier otro contexto, los recursos con los que contamos son limitados y tenemos que gestionarlos, lo que quiere decir que tenemos que decidir a qué necesidades vamos a dedicar cuántos recursos.

En la gestión del aprendizaje esto quiere decir que tendremos que seleccionar aquellos problemas que consideremos más importantes y centrar nuestros esfuerzos en ellos.

El criterio más utilizado para la selección de estos problemas es la incidencia que estos tienen en la consecución del objetivo empresarial. Para medir esa incidencia, a su vez, podemos fijarnos en otros criterios como las condiciones socio económicas del entorno, la capacidad con la que contamos, la dificultad que supone, etcétera.