Una vez que tenemos claro cuáles son las necesidades de información que nuestro sistema necesita cubrir tenemos que centrarnos en las necesidades del propio sistema.
A continuación, ofrecemos una guía básica para llevar a cabo este análisis.
Las primeras preguntas que nos podemos hacer son:
Para conocer las necesidades físicas del sistema, el soporte que se le dará a la captura, tratamiento, almacenamiento y distribución de la información, el sistema tiene que ser capaz de describir los flujos de información y la estructura de datos que se usan o deben usarse.