![]() ![]() ![]() |
Creencias y textos funerarios |
![]() |
En los Textos de las Pirámides, el dios Osiris recibe un trato ambivalente. Como es bien sabido, en la doctrina de la realeza Osiris es el dios con quien el rey se identificaba al morir (mientras que en vida se identificaba con Horus, hijo de Osiris). Así, el credo helipolitano respeta e incorpora a Osiris en tanto que dios de la realeza, identificado con el rey difunto. |
![]() |
(Orión es la constelación con la que Osiris se asimilaba.) Pero Osiris es también el dios de los muertos, el señor de un mundo de ultratumba ctónico, subterráneo, opuesto al solar. Y en este sentido, Osiris es despreciado por los teólogos heliopolitanos. |
|
Para comprender esta ambivalencia con respecto a Osiris, conviene tener presente, una vez más, el principio de la "multiplicidad de aproximaciones". El desprecio con que los Textos de las Pirámides tratan a Osiris en tanto que dios de los muertos ilustra la polarización de las creencias funerarias durante el Reino Antiguo. Surgida de un fondo neolítico-agrario, la realeza del Alto Egipto predinástico compartía con sus súbditos un más allá de tipo ctónico, que prefiguraba el mundo osiríaco. Fue a partir del contacto de esa realeza con el clero de Heliópolis, durante la unificación, cuando las ideas solares en relación con el más allá fueron ganando terreno entre los faraones. Durante el Reino Antiguo se consumó la ruptura: los reyes, enterrados en pirámides, tenían un más allá celeste y solar, mientras que el resto de los mortales, enterrados en pozos, fosas o mastabas tradicionales, tenían un más allá terrestre, gobernado por Osiris, dios de los difuntos. Las dos soteriologías eran opuestas y parecían irreconciliables. Además de los textos dedicados al ciclo de la ascensión mítica del rey al cielo, el corpus de los Textos de las Pirámides contiene composiciones de otros géneros o sobre otros argumentos, como mitos (por ejemplo, alusiones al ciclo mitológico de Osiris, Set y Horus), rituales, himnos, textos cosmogónicos, textos teológicos, textos astrales, textos iniciáticos, etc. Todos ellos formaban parte del formulario recitado y cantado durante la sepultura del rey y están acompañados de acotaciones sobre las ofrendas que había que depositar en cada caso. 2.4 Textos funerarios privados del Reino Antiguo. Los textos funerarios regios del Reino Antiguo eran, pues, textos mitológicos con acotaciones rituales (en relación con las ofrendas). Los textos funerarios de los particulares eran completamente diferentes. Se hallan esculpidos en las entradas y en las paredes exteriores o interiores de sus tumbas en forma de mastaba o de hipogeo, y también en estelas, como la llamada "estela de falsa puerta", colocada tras el altar de ofrendas, en la cámara de ofrendas de la tumba. Obviamente, se trata de sepulcros de funcionarios y de nobles, de las clases pudientes. Las sepulturas más sencillas carecían de textos. Los textos funerarios de los particulares pueden clasificarse en dos grandes grupos: textos de ofrendas y textos "autobiográficos". |
![]() |
A partir de la IV Dinastía, queda fijada una fórmula estereotipada de ofrendas que se repite en todas las tumbas, normalmente sobre estelas. Se trata de la fórmula conocida como hotep-di-nesu, es decir, "una ofrenda que da el rey". La fórmula empieza invariablemente con esta expresión, que significa que toda ofrenda funeraria destinada a un particular procede siempre, en última instancia, del rey. Es el rey, en tanto que garante de armonía cósmica y dispensador de abundancia, el que simbólicamente concede las ofrendas a sus súbditos difuntos. Junto al rey, pueden aparecer desempeñando la misma función, los dos principales dioses funerarios: Osiris y Anubis. Osiris es el soberano del reino subterráneo de los muertos, que en esta época constituye el destino último de todos los mortales excepto el rey. Al más allá osiríaco se accede por las montañas del Occidente; de ahí que a Osiris se le llame Jentiamentiu, es decir, "el que está al frente de los occidentales", que son los muertos. Anubis es, en cambio, el dios del embalsamamiento y es también un dios psicopompo, que acompaña a los difuntos desde las necrópolis, de las cuales es "señor", hasta el más allá por los difíciles senderos de las montañas del Occidente. Osiris y/o Anubis, pues, pueden aparecer junto con el rey en los textos dispensando ofrendas a los difuntos. En este caso, sus nombres suelen ir acompañados de sus principales epítetos. |
![]() ![]() ![]() |