Uno de los fenómenos más relevantes, por no decir el más importante, de la actividad
económica mundial en la actualidad es el proceso de globalización económica. Por globalización
económica entendemos la capacidad que la actividad económica, es decir, la producción,
la distribución, el intercambio y el consumo, tiene para actuar a escala mundial y
en tiempo real. La globalización es la última fase de la dinámica expansiva del sistema
capitalista en su búsqueda del mercado ideal, sin barreras de espacio y tiempo. A
pesar de que el proceso de expansión capitalista ha pasado por diversas fases, a partir
de las dos últimas décadas del siglo XX la economía mundial presentó un conjunto de cambios radicales, entre los que destacan
el declive de las economías socialistas, el auge de los procesos de integración económica,
la irrupción de las economías emergentes y la revolución digital, que abrieron las
puertas del proceso de globalización.
Por muy pequeñas que sean las empresas donde trabajéis, por muy local que parezca
el consumo, o por muy cerca que esté la oficina bancaria donde gestionáis vuestras
finanzas personales, todos los aspectos económicos de nuestra vida están influenciados
por la fuerza de la globalización. Solo hay que levantar la vista y dar un vistazo
a nuestro entorno inmediato para darnos cuenta de que la mayoría de objetos que podéis
observar mientras leéis esta introducción o bien son diseñados, o bien financiados,
o bien producidos, o bien vendidos, o bien distribuidos, a través de alguna organización
o mercado de alcance global. Y, todavía más, a pesar de que no es nuestro objetivo
de estudio, el proceso de globalización extiende claros efectos sinérgicos hacia el
resto de actividades no económicas de las personas. La globalización es cultural,
es política, es ideológica, es educativa y es institucional. La globalización incide
sobre la mayoría de las dimensiones de la vida humana.
Así pues, a lo largo de estos materiales didácticos nos proponemos analizar el proceso
de globalización, los fundamentos sobre los que se sustenta, y algunas de sus principales
manifestaciones, en especial en el terreno de las dimensiones más vinculadas con la
dirección de empresas y la organización del trabajo. En este sentido, cabe señalar
que, como el resto de los fenómenos económicos, la globalización por sí sola no es
ni buena ni mala. Es un recurso que el sistema pone a disposición de la actividad
económica y que manifiesta sus resultados, positivos o negativos, en función del uso
concreto que se haga del recurso. Por consiguiente, las posiciones a favor o en contra
de la globalización no se pueden hacer, únicamente, a través de la crítica al concepto,
sin analizar sus usos económicos concretos. Si pretendemos hacer un análisis detallado,
certero, con conocimiento de causa, sobre la globalización, es absolutamente necesario
saber cuáles son sus fundamentos, cómo ha sido su evolución y cuáles son sus principales
manifestaciones. Precisamente esto, un análisis detallado sobre la globalización,
que pretende dotar de competencias transversales para trabajar, dirigir y hacer negocios
en el nuevo contexto, es lo que pretendemos realizar en estos materiales didácticos.
Hemos dividido la asignatura en dos módulos. En el primer módulo, al que hemos llamado
“Fundamentos de la economía global”, se revisarán los fundamentos económicos, históricos,
institucionales y políticos de la globalización, en especial los aspectos vinculados
con la dirección de los métodos de producción y la organización del trabajo. Una vez
realizado este análisis, ya estaremos en disposición de abordar el verdadero núcleo
de este contenido sobre el entorno global de los negocios: el análisis de la competitividad
de las empresas ante la irrupción y consolidación de los mercados globales. El segundo
módulo de la asignatura, al que hemos llamado “Globalización, empresa red y competitividad”,
lo analizaremos teniendo en cuenta una doble premisa. En primer lugar, a través de
la constatación que el proceso de globalización está estrechamente vinculado con un
nuevo modelo de crecimiento económico, la economía del conocimiento, y con una nueva
forma estratégica y organizativa de articular los negocios: la empresa red. Y en segundo
lugar, constatando la importancia de la economía real, de las nuevas fuentes de competitividad
en la empresa, como objetivo principal de la dirección de empresas.
En este contexto, hay que señalar que las concepciones más recientes se aproximan
a la competitividad desde una perspectiva amplia, que va más allá de la capacidad
tradicional que tienen las economías para penetrar en los mercados internacionales.
Las nuevas aproximaciones a la competitividad, entendida como la capacidad que tiene
una economía para crecer sosteniblemente a largo plazo, nos conducen a preguntarnos
cuáles son las fuentes de productividad y del crecimiento económico. En este sentido,
es importante destacar que, contrariamente a lo que habitualmente se dice, la competitividad
no es un juego de suma cero. Las mejoras de competitividad de una economía, de un
sector o de una empresa no deben estar necesariamente vinculadas a la pérdida de capacidad
competitiva de otras economías, sectores o empresas.
Desde la perspectiva empresarial, la aproximación tradicional a la competitividad,
entendida como la capacidad que tiene una empresa para ampliar cuotas de mercado,
también se ha visto modificada por la naturaleza cambiante de las fuentes de eficiencia
y la estructura de los mercados, derivados del proceso de globalización. Actualmente,
la competitividad empresarial se relaciona con la presencia continuada en los mercados,
la obtención de beneficios y la capacidad de adaptación de la producción a la demanda.
Con este objetivo, y ante la emergencia de la economía global del conocimiento y sus
nuevos determinantes de crecimiento, las empresas consolidan nuevas fuentes interrelacionadas
de competitividad, como la estrategia global, los usos intensivos de la tecnología
y el conocimiento, la innovación, las nuevas prácticas de recursos humanos y de organización
del trabajo, las operaciones en red o la inversión en intangibles.
Precisamente, la asignatura Entorno global de los negocios pretende analizar los nuevos determinantes de la competitividad empresarial ante
el nuevo contexto competitivo, que definen la economía global basada en el conocimiento
y la empresa red. Sin un buen entendimiento de las nuevas fuentes de competitividad
empresarial, difícilmente la toma de decisiones en el interior de la empresa se adaptaría
con éxito a las nuevas condiciones de competencia.