Economía del conocimiento, empresa red y competitividad

Índice
Introducción
Objetivos
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Estudiar las diferentes aproximaciones al concepto de competitividad, en especial entender cómo ha evolucionado desde las aproximaciones basadas en las relaciones exteriores y la ventaja comparativa hasta la aproximación, más aceptada actualmente, y basada en la productividad del trabajo y la ventaja competitiva.
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Entender las diferencias explicativas de la competitividad para los niveles agregado, regional y empresarial.
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Analizar las diferentes interpretaciones de la competitividad que ha llevado a cabo el análisis económico.
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Estudiar las nuevas fuentes agregadas y regionales de la competitividad en la economía global del conocimiento, y comprender sus principales modelos e instrumentos de medida.
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Investigar las nuevas fuentes coinnovadoras y en red de la competitividad empresarial, y comprender sus principales modelos e instrumentos de medida.
1.Competitividad agregada, regional y empresarial
1.1.El concepto de competitividad: de las relaciones exteriores y la ventaja comparativa a la productividad del trabajo y la ventaja competitiva
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Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la competitividad es:
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Por su parte, la Comisión Europea define la competitividad como:
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Finalmente, una definición más reciente, elaborada por Xavier Sala i Martín, en el contexto del World Economic Forum Global Competitiveness Index, es la siguiente:
“La productividad es el principal determinante a largo plazo del nivel de vida de una nación porque es la causa radical de la renta nacional per cápita. La productividad de los recursos humanos determina los salarios, mientras que la productividad del capital determina el rendimiento que se otorga a la inversión. El único concepto significativo de la competitividad a escala nacional es la productividad nacional. Un creciente nivel de vida depende de la capacidad de las empresas de una nación para lograr altos niveles de productividad y para aumentarla con el transcurso del tiempo”.
M. E. Porter (1991). La ventaja competitiva de las naciones (pág. 28-29). Barcelona: Plaza & Janés.
“La ventaja competitiva se crea y se mantiene mediante un proceso altamente localizado. Las diferencias a escala nacional en estructuras económicas, valores, culturas, instituciones e historias contribuyen profundamente al éxito competitivo. La mayoría de las teorías anteriores se habían propuesto explicar o bien el comercio o bien la inversión directa. Una nueva teoría, en cambio, debería explicar por qué una nación es la base central de unos competidores mundiales de mucho éxito en un determinado sector, de manera que este éxito explica tanto el comercio internacional como la inversión extranjera”.
M. E. Porter (1991). La ventaja competitiva de las naciones (pág. 45). Barcelona: Plaza & Janés.
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Entre los factores básicos encontramos el clima y los recursos naturales, la situación geográfica, la disponibilidad de mano de obra no especializada y semiespecializada, y la disposición de recursos ajenos a largo plazo.
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Entre los factores avanzados encontramos los elementos vinculados con la ciencia y la investigación, la tecnología y la disposición de personal científico y técnico altamente especializado.
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Entre los factores generalizados encontramos las infraestructuras básicas o el personal con formación universitaria.
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Entre los factores especializados encontramos el personal con formación muy específica, con bases de conocimiento particulares, o las infraestructuras con propiedades especiales, como por ejemplo los puertos, los aeropuertos y las infraestructuras de telecomunicaciones.
1.2.El territorio y la competitividad regional
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Una fuerte especialización productiva a escala local, acompañada de una importante división del trabajo.
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Una multiplicidad de empresas, sin que haya una empresa dominante respecto al sistema local.
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Un sistema de información eficaz para el conjunto del área, de manera que, mediante una rápida comunicación, los conocimientos de cada agente se convierten en patrimonio común del área.
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La existencia de una profesionalidad difusa por parte de los trabajadores, resultado del conocimiento común y de una rotación elevada de empresas y del trabajo dentro del distrito.
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Una difusión elevada de las relaciones directas entre los agentes locales, en especial en el terreno de los aprovisionamientos y de los servicios a las empresas, que favorece la eficiencia del conjunto del distrito.
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Incrementando la productividad de las empresas ubicadas en el área.
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Dirigiendo el ritmo y la dirección de los procesos de innovación.
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Estimulando la aparición de nuevas empresas, que encontrarían un ambiente favorable en el clúster y contribuirían a reforzarlo.
“Las empresas pueden ser altamente competitivas en cualquier industria –calzado, agricultura o semiconductores–, si usan métodos sofisticados y tecnología avanzada, y ofrecen productos y servicios singulares. Todas las industrias pueden usar tecnología avanzada, todas las industrias pueden ser intensivas en conocimiento. Los gobiernos no deberían elegir entre los clústeres, porque cada uno ofrece oportunidades de mejorar la productividad y de ofrecer salarios crecientes. No todos los clústeres tendrán éxito, pero son las fuerzas del mercado y no las decisiones gubernamentales las que deberían determinar los resultados”.
M. E. Porter (1998, noviembre y diciembre). “Clusters and the New Economics of Competition”. Harvard Business Review (pág. 77-90).
1.3.La competitividad en el análisis económico y empresarial
A pesar de que la literatura sobre la competitividad es muy extensa, encontraréis dos buenos resúmenes sobre la problemática de la competitividad en:
E. Reig (2007). Competitividad, crecimiento y capitalización de las regiones españolas. Bilbao: Fundación BBVA.
P. de Grauwe (2010). Dimensions of Competitiveness. Cambridge (MA): MIT Press.
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por un lado, la acumulación de factores productivos, como el capital y el trabajo, y
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por otro, la innovación en la actividad económica, es decir, el progreso tecnológico.
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el coste de desplazamiento de bienes y servicios, y
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los costes derivados del hecho de que los procesos de producción no operen a la escala adecuada.
Para un análisis detallado y reciente de la economía y la teoría de la empresa, podéis ver:
M. Ricketts (2002). The Economics of Business Enterprise. An Introduction to Economic Organisation and Theory of the Firm. Cheltenham/Northampton: Edward Elgar.
Un buen compendio de la historia económica de la empresa y de su evolución reciente es el siguiente:
J. M. Valdaliso; S. López (2000). Historia económica de la empresa. Barcelona: Crítica.

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Las actividades de operaciones.
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Las actividades de marketing y servicio posventa.
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Las actividades de aprovisionamiento, o sea, las asociadas a la recepción, almacenamiento y puesta a disposición de la actividad productiva de materias primas y semielaboradas.
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Las actividades de producción, es decir, las asociadas con la transformación de recursos en productos finales.
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Las actividades de distribución, esto es, las de almacenamiento y distribución física del producto final.
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Las actividades de marketing y ventas, o sea, las relacionadas con la puesta a disposición de los compradores de un medio por el cual puedan comprar el producto o inducirlos a hacerlo, como la publicidad, la fuerza de ventas, el canal y el precio.
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Las actividades de servicio, es decir, las asociadas con la prestación de servicios para mantener o aumentar el valor del producto, como la instalación, la reparación y el ajuste del producto.
E. Brynjolfsson; A. Renshaw; A. van Alstyne (1997, invierno). “The matrix of change - A tool for business process reengineering”. Sloan Management Review (pág. 37-54).
E. Bueno (2002). “Globalización, sociedad red y competencia. Hacia un nuevo modelo de empresa”. Revista de Economía Mundial (núm. 7, pág. 23-37).
H. Mintzberg (1984). La estructuración de las organizaciones. Barcelona: Ariel.
J. E. Navas (1994). Organización de la empresa y nuevas tecnologías. Madrid: Pirámide.
M. E. Porter (1985). Competitive Advantatge. Creating and Sustaining Superior Performance. Nueva York: The Free Press.
J. Torrent y otros (2008). La empresa red. Tecnologías de la información y la comunicación, productividad y competitividad. Barcelona: Ariel.
Para un análisis detallado de la introducción de la tecnología, de los esquemas de producción flexible y de los efectos de la competitividad global sobre la organización en red de las empresas, podéis ver los trabajos siguientes:
P. Milgrom; J. Roberts (1993). Economía, organización y gestión de la empresa. Barcelona: Ariel.
M. J. Piore; C. F. Sabel (1990). La segunda ruptura industrial. Madrid: Alianza Editorial.
V. Salas Fumás (1987). Economía de la empresa. Decisiones y organización. Barcelona: Ariel.
2.La economía del conocimiento, y la competitividad agregada y regional
M. Castells (2000). La era de la información (Vol. 1: La sociedad red). Madrid: Alianza.
J. Torrent (2004). Innovació tecnològica, creixement econòmic i economia del coneixement. Barcelona: Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya (CTES).
J. Torrent; P. Ficapal (2009). TIC, conocimiento, redes y trabajo. Barcelona: Edicions de la UOC.
J. Vilaseca; J. Torrent (2005). Principios de economía del conocimiento. Hacia la economía global del conocimiento. Madrid: Pirámide.
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En primer lugar, por un proceso de revolución tecnológica, liderado por la inversión y la utilización masiva de las TIC.
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En segundo lugar, por una dinámica de ampliación temporal y espacial de los mercados de factores y productos, o proceso de globalización, que significa la capacidad de situar la esfera económica a escala planetaria y en tiempo real.
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Y en tercer lugar, por un nuevo patrón de las pautas de demanda de los agentes económicos, que se pueden caracterizar por la importancia creciente de los intangibles en la estructura de gasto e inversión de familias y empresas.
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por la interconexión en red;
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por la inversión, caída de precios y uso persistente e innovador de las TIC, y
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por la presencia creciente de los flujos de información, comunicación y conocimiento en la esfera económica, en un contexto dominado por la globalización de las relaciones económicas.
2.1.La macroeconomía del conocimiento

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La primera revolución industrial habría empezado durante la segunda parte del siglo XVIII y se fundamentaba en la máquina de vapor y, en general, en el proceso de sustitución de los instrumentos por máquinas.
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La segunda revolución industrial, cuyo inicio podría situarse a finales del siglo XIX, se fundamentaría en la electricidad, el motor de combustión interna y el desarrollo de las tecnologías de la comunicación (telégrafo y teléfono, especialmente).
Ciclos |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
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Periodo |
1770-1780 a 1830-1840 Revolución industrial |
1830-1840 a 1880-1890 Prosperidad victoriana |
1880-1890 a 1930-1940 Belle époque |
1930-1940 a 1980-1990 Edad de oro del crecimiento |
Desde 1990 Paradigma de las TIC. Economía del conocimiento |
Descripción |
Primera mecanización |
Energía del vapor. Ferrocarril |
Electricidad. Ingeniería pesada |
Producción fordista en masa |
Información, comunicación y conocimiento |
Métodos de transporte y crecimiento sectorial inducido |
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Factor productivo de oferta abundante |
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Organización de empresas y formas de cooperación y competencia |
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una variación de los costes relativos;
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un aumento de la eficiencia productiva y la competitividad económica;
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un cambio en la estrategia y la organización empresarial;
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la aparición y la consolidación de nuevas actividades económicas, y
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el uso de estos nuevos bienes y servicios por parte del resto de las actividades y de los agentes económicos.
W. Dolfsma; L. Soete (2006). Understanding the Dynamics of a Knowledge Economy. Cheltenham/ Northampton (MA): Edward Elgar.
D. Foray (2004). The Economics of Knowledge. Cambridge (MA) / Londres: MIT Press.
D. Rooney; G. Hearn; A. Ninan (2006). Handbook on the Knowledge Economy. Cheltenham/Northampton (MA): Edward Elgar.
J. Torrent (2002). “De la nueva economía a la economía del conocimiento. Hacia la tercera revolución industrial”. Revista de Economía Mundial (núm. 7, pág. 39-68).
J. Torrent (2008). “TIC, conocimiento y actividad económica: hacia la economía del conocimiento”. En: S. Berumen; K. Arriaza (ed.). Evolución y desarrollo de las TIC en la economía del conocimiento (pág. 35-74). Madrid: Ecobook - Editorial del Economista.
2.2.La microeconomía del conocimiento
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Primero, el hecho de que el conocimiento está relacionado con la acción humana.
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Segundo, el hecho de que la generación de conocimientos es dinámica, dado que se crea en interacciones entre individuos, grupos, organizaciones y sociedades.

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el saber qué (know-what),
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el saber por qué (know-why),
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el saber cómo (know-how) y
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el saber quién (know-who).
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En relación con el saber qué, es fácil observar que esta tipología de conocimiento se identifica con la información, dado que puede ser segmentada y representada fácilmente por medio de flujos de bits. El saber qué se refiere, pues, al conocimiento sobre hechos.
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El saber por qué es un tipo de conocimiento extremadamente importante para el desarrollo tecnológico de algunas áreas productivas. La producción y reproducción de este tipo de conocimiento se lleva a cabo en el marco de organizaciones especializadas, como, por ejemplo, la universidad. En suma, el saber por qué se refiere al conocimiento científico sobre las leyes de desarrollo de la naturaleza, la mente humana y la sociedad.
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El saber cómo está relacionado con el desarrollo de las aptitudes y las actitudes de las personas. Se refiere a las capacidades de los individuos que interactúan en la actividad económica para hacer cosas útiles (skills). Esto incluye un conjunto amplio de características que tienen las personas y que pueden ir desde las habilidades y las capacidades hasta la destreza y el talento.
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Finalmente, el saber quién hace referencia a un tipo de conocimiento que va adquiriendo progresiva importancia y que se basa en una combinación de habilidades, en especial la posibilidad de actuación social. Actualmente, este tipo de conocimiento es muy importante, dado que, en la economía del conocimiento, se plantea la necesidad de acceder a un conjunto muy heterogéneo de conocimientos (quién sabe qué y quién sabe hacer qué) que además son muy dispersos. En resumen, el saber quién se refiere al concepto de red de conocimiento y al uso de este conocimiento, de manera que relaciona y hace interactuar los tres anteriores.
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En primer lugar, el conocimiento será económicamente relevante siempre que se manifieste en la actividad económica.
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En segundo lugar, la actividad económica siempre ha incorporado el conocimiento como recurso: el empresario innovador y el capital humano son dos de los ejemplos más ilustrativos. En efecto, la visión del empresario innovador, que acumula conocimiento sobre la producción y el mercado de su nuevo producto, o los esfuerzos de capitalización del trabajo, vinculados a la educación y la formación de las personas, son dos ejemplos significativos de la incorporación del conocimiento a los esquemas de producción.
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La primera vía ha sido un aumento notable del conocimiento observable utilizado. Es muy evidente que la mejora espectacular del acceso y la gestión de los flujos de información, comunicación y conocimiento ha permitido una relajación notable de las barreras en la difusión y el uso productivo del conocimiento observable.
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La segunda vía es la transformación del conocimiento tácito en observable y el cambio en los requisitos y las habilidades formativas y de experiencia que la economía del conocimiento pide a la fuerza de trabajo.
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en un aumento de la dotación de conocimiento observable;
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en la transformación de conocimiento tácito en observable, y
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en el desarrollo de nuevas capacidades y competencias de la fuerza de trabajo, lo cual ha acabado generando un círculo virtuoso entre la producción de conocimiento y los usos económicos y sociales de este conocimiento.
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las propiedades económicas de las mercancías conocimiento fácilmente reproducible u observable, derivadas de la aplicación económica del saber qué y del saber por qué, y
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las propiedades de las mercancías conocimiento difícilmente reproducible o tácito, derivadas de la aplicación económica del saber cómo y del saber quién.
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Primera, por el hecho ya comentado de que la dificultad de reproducción provoca que estas mercancías no estén tan presentes en los mercados digitales como las mercancías fácilmente transformables en información.
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Segunda, por el hecho de que las mercancías conocimiento tácito se vuelven prioritarias para el desarrollo de la actividad económica, lo que fomenta la demanda.
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Primero, igual que en el conocimiento observable, por el aumento de la utilidad que genera un incremento del número de usuarios (externalidades - red de uso).
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Segundo, por las mismas características del saber, con una importante representatividad del conocimiento relacional (el saber quién), que incorporan este tipo de mercancías (externalidades - red intrínseca).
Tipo de conocimiento |
Facilidad de reproducción |
Tipo de bienes |
Propiedades económicas |
Ejemplos |
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Saber qué |
Conocimiento observable |
|
|
|
Saber por qué |
Conocimiento observable |
|
|
|
Saber cómo |
Conocimiento tácito |
|
|
|
Saber quién |
Conocimiento tácito |
|
|
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2.3.Competitividad agregada y regional en la economía del conocimiento
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La primera es la dependencia del capital, el crecimiento del input capital por hora trabajada que refleja la sustitución de capital y trabajo.
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La segunda es la mejora de la calidad del trabajo y captura la proporción de horas de trabajo que implican un incremento del producto marginal.
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La tercera es el crecimiento de la PTF, que tiene una contribución punto a punto respecto al incremento de la productividad del trabajo.
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En cuanto al crecimiento económico, y en el periodo 1995-2002, la inversión en TIC ha supuesto 0,64 puntos porcentuales del incremento del PIB, lo que representa un 17,8% del crecimiento económico del periodo, ante una participación del 15,2% en el periodo 1989-1995, del 11,8% en el periodo 1973-1989 y del 2,8% en el periodo 1948-1973.
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En cuanto a las fuentes de la productividad del trabajo, la investigación corrobora la importancia de las TIC no solo en la intensificación del capital, sino también en la PTF. Del incremento medio de la productividad del trabajo en el periodo 1995-2002, cifrado en un 2,4%, la contribución de las TIC ha sido del 55,5%: 0,88 puntos porcentuales en la dependencia del capital y 0,47 puntos porcentuales en la PTF. Finalmente, también debemos señalar que la aceleración importante de la PTF en el periodo 1995-2002, cifrada en un 0,71% (ante el 0,26% del periodo 1989-1995), es en gran parte atribuible al impacto de las TIC, que explican, nada más y nada menos, que dos terceras partes de la mejora de eficiencia de la economía de Estados Unidos.
Puntos porcentuales de crecimiento |
1948-2002 |
1948-1973 |
1973-1989 |
1989-1995 |
1995-2002 |
---|---|---|---|---|---|
Crecimiento económico |
|||||
PIB Contribución de las TIC: – Ordenadores – Software – Equipos de comunicación Contribución de otras tecnologías: – Inversión en tecnologías no digitales – Consumo en tecnologías no digitales |
3,46 0,28 0,13 0,07 0,08 3,18 0,69 2,49 |
3,99 0,11 0,03 0,02 0,07 3,88 1,05 2,82 |
2,97 0,35 0,18 0,08 0,09 2,62 0,44 2,18 |
2,43 0,37 0,15 0,15 0,08 2,05 0,21 1,85 |
3,59 0,64 0,34 0,19 0,11 2,95 0,41 2,54 |
Productividad del trabajo |
|||||
PIB Horas trabajadas Productividad del trabajo: – Dependencia del capital – TIC – Tecnologías no digitales Calidad del trabajo PTF: – TIC – Tecnologías no digitales |
3,46 1,23 2,23 1,23 0,33 0,90 0,33 0,67 0,17 0,50 |
3,99 1,06 2,93 1,49 0,14 1,35 0,43 1,00 0,05 0,95 |
2,97 1,60 1,36 0,85 0,34 0,51 0,23 0,29 0,20 0,09 |
2,43 1,02 1,40 0,78 0,44 0,34 0,36 0,26 0,23 0,03 |
3,59 1,16 2,43 1,52 0,88 0,64 0,20 0,71 0,47 0,24 |
Productividad total de los factores (PTF) |
|||||
PTF TIC: – Ordenadores – Software – Equipos de comunicación Tecnologías no digitales |
0,67 0,17 0,10 0,02 0,04 0,50 |
1,00 0,05 0,02 0,00 0,03 0,95 |
0,29 0,20 0,13 0,03 0,05 0,09 |
0,26 0,23 0,13 0,06 0,04 0,03 |
0,71 0,47 0,33 0,06 0,08 0,24 |
Puntos porcentuales de crecimiento y porcentajes de variación |
EE. UU. |
Canadá |
Reino Unido |
Francia |
Alemania |
Italia |
Japón |
---|---|---|---|---|---|---|---|
PIB |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
3,38 2,43 3,76 |
3,10 1,39 3,34 |
2,69 1,62 2,74 |
2,38 1,30 2,34 |
1,99 2,34 1,18 |
2,51 1,52 1,90 |
3,98 2,39 1,89 |
Horas trabajadas |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
1,79 1,02 1,53 |
1,87 0,20 1,93 |
0,82 –1,17 1,03 |
–0,66 –0,41 0,91 |
0,11 –0,71 –0,11 |
0,15 –0,57 0,99 |
0,95 –0,51 –1,14 |
Productividad del trabajo |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
1,58 1,40 2,23 |
1,23 1,19 1,41 |
1,87 2,79 1,71 |
3,04 1,71 1,43 |
1,88 3,05 1,29 |
2,36 2,09 0,92 |
3,04 2,90 3,03 |
Dependencia capital TIC |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
0,40 0,44 0,92 |
0,35 0,48 0,79 |
0,22 0,29 0,71 |
0,19 0,20 0,39 |
0,19 0,28 0,46 |
0,23 0,28 0,45 |
0,45 0,39 0,85 |
Dependencia capital no-TIC |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
0,37 0,34 0,55 |
0,42 0,16 –0,14 |
1,20 2,11 –0,21 |
2,29 1,15 0,25 |
1,20 1,33 0,70 |
2,25 1,06 0,61 |
0,86 1,37 0,96 |
Calidad del trabajo |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
0,30 0,36 0,23 |
0,40 0,55 0,18 |
0,12 0,49 0,30 |
0,24 0,61 0,19 |
0,26 0,33 0,23 |
0,23 0,38 0,35 |
0,72 0,31 0,37 |
PTF TIC |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
0,23 0,23 0,48 |
0,14 0,14 0,17 |
0,23 0,32 0,82 |
0,29 0,29 0,56 |
0,28 0,43 0,65 |
0,32 0,38 0,68 |
0,19 0,20 0,43 |
PTF no-TIC |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
0,29 0,03 0,06 |
–0,08 –0,14 0,41 |
0,11 –0,43 0,09 |
0,03 –0,55 0,04 |
–0,05 0,69 –0,75 |
–0,68 –0,01 –1,17 |
0,82 0,63 0,42 |
Promemoria (dependencia capital TIC + PTF TIC / productividad del trabajo) |
|||||||
1980-1989 1989-1995 1995-2001 |
39,9% 47,9% 62,8% |
39,8% 52,1% 68,1% |
24,1% 21,9% 89,5% |
15,8% 28,7% 66,4% |
25,0% 23,3% 86,0% |
23,3% 31,6% 122,8% |
21,1% 20,3% 42,2% |
-
el capital físico (Kf),
-
el capital humano (Kh) y
-
el capital conocimiento (Kk).
-
En cuanto a la variable dependiente, el indicador de productividad empleado ha sido el PIB per cápita en edad de trabajar (esto es, entre 15 y 64 años) y en términos reales.
-
Los indicadores elegidos para las variables independientes son la tasa de crecimiento de la población en edad de trabajar como proxy al crecimiento de la población activa, la participación de la inversión (FBCF) sobre el PIB real como indicador del capital físico, el porcentaje de población en la educación secundaria sobre la población en edad de trabajar como proxy del capital humano y el gasto en TIC sobre el PIB en términos reales como indicador del capital conocimiento.

R. Capello y otros (2008). Modelling Regional Scenarios for the Enlarged Europe. European Competitiveness and Global Strategies. Berlín: Springer-Verlag.
E. Reig (2007). Competitividad, crecimiento y capitalización de las regiones españolas. Bilbao: Fundación BBVA.
![Fuente: Comisión Europea (2003). A Study on the Factores of Regional Competitiveness (pág. 36) [disponible en línea]. Bruselas: Oficina de publicaciones de la Comisión Europea. http://ec.europa.eu/regional_policy/sources/docgener/studies/pdf/3cr/competitiveness.pdf](http://materials.cv.uoc.edu/daisy/Materials/PID_00210580/html5/img/m2813_m1_031z.gif)


![Fuente: Comisión Europea (2003). A Study on the Factors of Regional Competitiveness (pág. 37) [disponible en línea]. http://ec.europa.eu/regional_policy/sources/docgener/studies/pdf/3cr/competitiveness.pdf.](http://materials.cv.uoc.edu/daisy/Materials/PID_00210580/html5/img/m2813_m1_034.gif)
3.La empresa red y la competitividad empresarial
3.1.De la red de empresas a la empresa red
J. Torrent (2010). “Crisis, redes y empresa: implicaciones directivas y de gestión del cambio estructural”. Harvard Deusto Business Review (vol. 3, núm. 10, pág. 71-79) [disponible en línea]. http://i2tic.net/media/hdbr_2010.pdf
J. Torrent y otros (2008). La empresa red. Tecnologías de la información y la comunicación, productividad y competitividad. Barcelona: Ariel.

-
el modelo de redes multidireccionales aplicado por empresas pequeñas y medianas, y
-
el modelo de producción basado en la franquicia y la subcontratación bajo la cobertura de una gran empresa.
Fuerzas competitivas y elementos de valor |
Red de empresas |
Empresa red |
---|---|---|
Estrategia |
||
1) Mercados |
Nacionales e internacionales |
Globales: mundo las 24 horas |
2) Ventaja competitiva |
Economías de escala y costes |
Diferenciación/adaptación/calidad |
3) Relación stakeholders |
Aislada |
Alianzas y colaboraciones |
Organización |
||
4) División del trabajo |
Atomización y ejecución |
Equipos variables por competencias |
5) Coordinación trabajo |
Centralización y jerarquía |
Descentralización y autonomía |
6) Estructura |
Organización científica y toyotismo |
Organización horizontal en red |
Operaciones |
||
7) Tecnología |
Tecnologías manufactureras (skills manuals) |
TIC. Ampliación/sustitución (skills mentals) |
8) Inputs básicos |
Capital físico y trabajo manual |
Flujos intangibles: información, comunicación y conocimiento |
9) Esquema producción |
Producción flexible (red de empresas) |
Negocios en red (cadena desintegrada de valor) |
Valores y cultura |
||
10) Trabajo |
Seguridad vía especialización |
Flexiseguridad vía creatividad y polivalencia |
11) Empresa |
Crecimiento vía acumulación |
Crecimiento vía coinnovación |
12) Contrato social |
Productividad por salarios fijos |
Competitividad por gestión colaborativa |
-
la capacidad de conexión, es decir, la capacidad estructural que tenga para determinar la comunicación de sus componentes, y
-
la consistencia, es decir, el grado con el que se comparten los intereses de la red y de sus componentes.
E. Josserand (2004). The Network Organization. Cheltenham / Northampton (MA): Edward Elgar.
P. Ficapal (2008). “L’organització en xarxa del treball: una aproximació empírica per a l’empresa catalana” [disponible en línea]. UOC Papers (núm. 6, pág. 14-30). http://www.uoc.edu/uocpapers/6/dt/cat/ficapal.html
-
una intraorganizativa, cuando se refiere a un modo específico de organización, y
-
otra interorganizativa, cuando se refiere a un grupo particular de empresas que cooperan entre sí.
-
la reconsideración del posicionamiento estratégico;
-
la creación de valor mediante el aprendizaje;
-
la manera de afrontar las demandas paradójicas, como la continua adaptación a las necesidades del consumidor y la economicidad de los productos de calidad; y
-
el concepto de cultura organizativa, que se convierte en un elemento fundamental para entender integralmente las organizaciones y para incorporar los recursos humanos al análisis de las estructuras.
-
el establecimiento de fronteras, de límites internos y externos, permeables;
-
el allanamiento de estructuras;
-
la orientación a proyectos;
-
la comunicación directa, y
-
el compromiso y la confianza.

3.2.La empresa red, la coinnovación y la competitividad empresarial
J. Torrent; P. Ficapal (2010). “Nuevas fuentes co-innovadoras de la productividad empresarial” [disponible en línea]. Innovar Journal (vol. 20, núm. 38, pág. 111-124). http://www.fce.unal.edu.co/media/files/documentos/innovar/v20n38/revista%20Innovar_0%283 8%29_bajaRESOLUCION.pdf
J. Torrent; P. Ficapal (2010). “TIC, co-innovación y productividad empresarial: evidencia empírica para Cataluña y comparación internacional de resultados” [disponible en línea]. Revista de Economía Mundial (núm. 26, pág. 203-233). http://i2tic.net/media/rem_2010.pdf
-
En primer lugar, se ha constatado una contribución directa de las TIC sobre los avances de productividad y el crecimiento empresarial.
-
Y, en segundo lugar, se ha constatado una contribución indirecta mediante la generación de innovaciones complementarias que mejoran la eficiencia del conjunto del sistema empresarial (o productividad total de los factores, PTF).
-
las tasas de retorno de la inversión digital son relativamente más elevadas que los hechos en otros componentes físicos, y
-
esto es así porque, en muchas ocasiones, la inversión y los usos digitales van acompañados de otros esfuerzos, generalmente la mejora del capital humano y el cambio en las estructuras organizativas. Es, precisamente, mediante este proceso de coinnovación como el efecto transformador de la inversión y el uso digital sobre los resultados empresariales se hace más evidente.
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las TIC y el cambio organizativo no determinan incrementos de valor añadido si se adoptan independientemente;
-
las TIC determinan un incremento significativo de la productividad del trabajo en la empresa solo si se combinan con la adopción de prácticas que favorecen la delegación de responsabilidades y una autonomía más grande de los trabajadores, y, más generalmente, prácticas que transformen las técnicas de trabajo, y
-
se aprecia un efecto complementario muy significativo sobre la productividad empresarial del trabajo en aquellas empresas donde interactúan la extensión de la formación y el adiestramiento, así como el uso de las TIC.
-
la inversión en software incide directamente en la productividad, y
-
la inversión en hardware y telecomunicaciones tendrían un efecto indirecto sobre la productividad mediante la generación de innovaciones de producto y proceso.
-
la inversión en inputs TIC ha hecho una contribución positiva y significativa en la explicación del crecimiento del output y la productividad empresarial (cercana a una tercera parte del total), y
-
esta contribución se ha acelerado a partir de la segunda mitad de la década de los noventa.
País |
TIC |
Nuevas formas organizativas (ORG) |
Cualificación del trabajo (CUALIF) |
Complementariedades (coinnovación) |
---|---|---|---|---|
EE. UU. |
||||
Black y Lynch (2001; 2004) |
Positivo |
Positivo |
No significativo |
No significativo |
Bresnahan y otros (2002) |
Positivo |
Positivo |
Positivo |
ORG/TIC; CUALIF/TIC |
Brynjolfsson y Hitt (2003) |
Positivo |
No significativo |
No considerado |
ORG/TIC |
Australia |
||||
Gretton y otros (2004) |
Positivo |
Positivo |
Positivo |
ORG/TIC; CUALIF/TIC |
Alemania |
||||
Hempell (2005) |
Positivo |
No considerado |
No significativo |
CUALIF/TIC |
Hempell y Zwick (2008) |
Positivo |
Positivo |
Positivo |
CUALIF/TIC |
Reino Unido |
||||
Bloom y otros (2005) |
Positivo |
No considerado |
No considerado |
No considerado |
Clayton y otros (2007) |
Positivo |
No considerado |
Positivo |
CUALIF/TIC |
Italia |
||||
Cristini y otros (2003) |
No significativo |
No significativo |
No significativo |
CUALIF/TIC |
Suiza |
||||
Arvanitis (2005) |
Positivo |
Positivo |
Positivo |
CUALIF/TIC |
Francia y Reino Unido |
||||
Caroli y Van Reenen (2001) |
No significativo |
Positivo |
No significativo |
ORG/CUALIF |
Alemania, Francia y Reino Unido |
||||
Matteucci y otros (2005) |
Positivo |
No considerado |
No considerado |
No considerado |
España |
||||
Hernando y Núñez (2004) |
Positivo |
No considerado |
No considerado |
No considerado |
López-Sánchez y otros (2006) |
Positivo |
No considerado |
Positivo |
No considerado |
Badescu y Garcés (2009) |
No significativo |
No considerado |
No considerado |
No considerado |
Cataluña |
||||
Total muestra |
Negativo |
Positivo |
No significativo |
ORG/TIC (+); ORG/CUALIF (+); CUALIF/TIC (–) |
Empresas intensivas en tecnología y conocimiento |
Negativo |
Positivo |
No significativo |
ORG/TIC (+); ORG/CUALIF (–); CUALIF/TIC (–) |
Empresas no intensivas en tecnología y conocimiento |
Negativo |
No significativo |
Positivo |
ORG/TIC (–) |
Resumen
-
incrementando la productividad de las empresas ubicadas en el área,
-
dirigiendo el ritmo y la dirección de los procesos de innovación y
-
estimulando la aparición de nuevas empresas, que encontrarían un ambiente favorable en el clúster y contribuirían a reforzarlo.
-
las regiones como lugares de producción;
-
las regiones como fuentes de rendimientos crecientes, y
-
las regiones como centros de conocimiento.