Fundamentos de fiscalidad

  • Fernando Álvarez Gómez

  • Rafael Berenguer Segalàs

  • Amelia Díaz Álvarez

  • Mar Sabadell i Bosch

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Primera edición: febrero 2012
© Fernando Álvarez Gómez, Rafael Berenguer Segalàs, Amelia Díaz Álvarez, Mar Sabadell i Bosch
Todos los derechos reservados
© de esta edición, FUOC, 2012
Av. Tibidabo, 39-43, 08035 Barcelona
Diseño: Manel Andreu
Realización editorial: Eureca Media, S. L.
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Introducción

Como resultado de un largo proceso histórico, el sector público ha ido ganando peso en las diferentes economías.
La economía pública se ocupa de estudiar cómo las actividades del sector público afectan al comportamiento y al bienestar individual, cómo el mismo sector público toma sus decisiones y cómo las habría de adoptar cuando su actuación persigue el bienestar social máximo.
No hay un acuerdo generalizado sobre lo que se ha de entender por sector público y cuáles son sus elementos integrantes, aunque se suelen diferenciar dos elementos fundamentales, las administraciones públicas y las empresas públicas. Las actividades, objetivos y maneras de financiación de los dos elementos son completamente diferentes, así como las operaciones que hacen, por lo que es necesario analizarlas separadamente.
La actividad financiera del sector público se realiza dentro del marco legal del presupuesto.
El presupuesto puede ser definido como un documento financiero en el que se refleja el conjunto de gastos que se pretenden hacer en un periodo determinado, y también el detalle de ingresos necesarios para su financiación.
El proceso presupuestario muestra el ciclo vital del presupuesto por vía de cuatro fases, por las que necesariamente pasarán la elaboración, la discusión y aprobación, la ejecución y el control. De estas cuatro, únicamente la tercera coincide exactamente en el tiempo con el ejercicio presupuestario.
Al tratar el contenido de los presupuestos es necesario diferenciar entre las dos grandes vertientes de este contenido: los ingresos y los gastos. Las clasificaciones diferentes de los dos ponen a disposición de la ciudadanía una información muy variada. De este modo:
  • la clasificación orgánica muestra quién es el responsable del gasto,

  • la económica muestra la naturaleza del gasto y, finalmente,

  • la funcional muestra la finalidad del gasto.

Tanto el documento como el ciclo presupuestario están sujetos a unos principios que se pueden clasificar en tres grandes bloques: políticos, contables y económicos. Establecidos por los clásicos, la mayoría de estos principios continúan vigentes actualmente y se reflejan en la normativa presupuestaria.

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