La habilidad para inventar opciones es una de las posesiones más valiosas que puede tener un negociador.
Diagnóstico
En la mayoría de las negociaciones hay cuatro grandes obstáculos que inhiben la invención de opciones abundantes:
- Juicio prematuro
. Nada es tan dañino para la inventiva como un sentido crítico que está esperando abalanzarse sobre los inconvenientes de cualquier nueva idea. Dictaminar sobre algo entorpece la imaginación. Parece que una negociación práctica requiere una forma de pensar práctica.
- En busca de la respuesta única
. Como sea que el producto final de la negociación es una única decisión, algunas personas creen que una discusión libre sólo retrasará y confundirá el proceso. Si el primer impedimento para el pensamiento creativo es la crítica prematura, el segundo es la conclusión prematura. Cuando se busca, desde el inicio, la única y mejor respuesta, es probable que provoquéis un "cortocircuito" en un proceso de toma de decisiones más sensato y sabio, en el que hacéis una selección de entre un gran número de respuestas posibles.
- La asunción de un pastel fijo
. Una tercera explicación de por qué hay tan pocas buenas opciones sobre la mesa es que cada lado ve la situación como una de "o…o…": "o consigo lo que está en disputa o lo consigues tú".
- Pensar que "solucionar su problema es su problema"
. Un obstáculo final para la invención de opciones realistas reside en la preocupación que cada una de las partes siente, únicamente, hacia sus propios intereses. Para que un negociador alcance un acuerdo que satisfaga su propio egoísmo, necesita desarrollar una solución que también sea atrayente para el egoísmo del otro. Sin embargo, la involucración emocional de una de las partes hace difícil conseguir la objetividad necesaria para pensar en modos acertados de satisfacer los intereses de ambos lados. Así pues, una imprudente autopreocupación conduce a un negociador a desarrollar únicamente posturas partidistas, argumentos partidistas y soluciones unilaterales.
Receta
Para inventar opciones creativas, necesitaréis:
- Separar, inventar y decidir.
Separad el acto creativo del crítico. Primero inventad, luego decidid. Una sesión de invención o brainstorming puede separar de forma eficaz la invención de la decisión. La regla básica clave es posponer cualquier crítica y evaluación de ideas. El grupo, sencillamente, inventa ideas sin detenerse a considerar si son buenas o malas, realistas o no. Deberíais amoldar estas sesiones a vuestras necesidades y recursos, pero hay que tener en consideración algunas directrices.
Pensad en hacer una sesión de brainstorming con la otra parte. Las sesiones conjuntas tienen la gran ventaja de producir ideas que tienen en cuenta los intereses de todos los involucrados, lo que crea un clima de solución conjunta de los problemas y se educa a cada parte sobre las preocupaciones de la otra. Para protegeros, indicad muy claramente que el brainstorming es muy distinto de una sesión de negociación, donde se habla de forma oficial y se manifiestan opiniones oficiales. Para reducir el riesgo de que parezca que os comprometéis con cualquier idea que se manifiesta, podéis acostumbraos a presentar, por lo menos, dos alternativas a la vez.
- Aumentar las opciones.
En esta fase de la negociación, no deberíais buscar el camino adecuado, sino que estáis creando un espacio para negociar.
La clave para tomar decisiones sensatas y prudentes reside en seleccionarlas de entre una gran cantidad y variedad de opciones.
- Multiplicad las opciones viajando continuamente entre lo concreto y lo general: la figura del círculo. La tarea de inventar opciones incluye cuatro tipos de pensamiento.
- Examinad el asunto a través de los ojos de varios expertos.Considerad, por turnos, cómo diagnosticaría la situación cada uno de los expertos, qué clase de enfoques podría sugerir y qué sugerencias prácticas podrían surgir de estos enfoques.
- Inventad acuerdos de distintas intensidades.Podéis multiplicar el número de acuerdos posibles que se encuentran sobre la mesa al pensar en versiones más "débiles", que es posible que queráis tener a mano en caso de que se demuestre que el deseado acuerdo está fuera de vuestro alcance. Si no podéis poneros de acuerdo en la esencia, quizá podáis hacerlo sobre el procedimiento.
- Cambiad el alcance o ámbito del acuerdo propuesto. Considerad la posibilidad de cambiar no sólo la intensidad del acuerdo, sino también su alcance.
- Buscar el beneficio mutuo.
Además de un interés compartido para evitar una pérdida conjunta, casi siempre existe la posibilidad de una ganancia conjunta.