Características de los proyectos de inteligencia de negocio

Índice
- Introducción
- Objetivos
- 1.La gestión de la información y el conocimiento
- 2.Sistemas de información para la toma de decisiones
- 3.Características de los proyectos de inteligencia de negocio
- 3.1.El proceso de adopción
- 3.2.Desarrollo de capacidades
- 3.3.Cultura de empresa
- 3.4.Talento analítico
- 3.5.Calidad y gestión de los datos
- 3.6.Gobierno de los sistemas de inteligencia de negocio
- 3.7.Proyectos de inteligencia de negocio en las pequeñas y medianas empresas
- 3.8.Enfoque y estrategia de implantación
- 4.Factores críticos de éxito en los proyectos de BI
- Resumen
Introducción
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Los proyectos de BI son, entre todos los proyectos TIC, aquéllos en que el amo del proyecto sólo puede ser “el negocio” (nunca el departamento de IT) y esta gente, en general, tienen altas expectativas, poca consciencia y conocimiento de la complejidad, mucha impaciencia y poca dedicación.
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Los proyectos de BI son, entre todos los proyectos empresariales, los más definitivamente integradores y transversales; o sea que cruzan toda la organización, sus datos, sus aplicaciones, los que desafían el embrollo de los desarrollos departamentales y la propiedad de la información.
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Los proyectos de BI, a pesar de lo anterior, son proyectos extraordinariamente técnológicos, complejos, detallados y profesionales para el departamento de IT o para sus partners: arquitecturas funcionales y técnicas, requerimientos técnicos y del negocio, análisis de los datos y sus fuentes, diseño y construcción de metadatos, procesos de ETL y cubos OLAP, minería de datos, conocimiento de las aplicaciones, gestores de bases de datos y capas de integración, herramientas y habilidades de visualización y navegación, políticas de seguridad, gestión de la infraestructura y optimización de los rendimientos...
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Los proyectos de BI requieren un tipo de proyecto y un diálogo con el usuario (¡y vaya usuario!) muy diferente, basado en prototipos, en prueba y error y en el aprendizaje por el uso. El resultado, probablemente, es menos importante que el desarrollo de capacidades internas y la credibilidad y éxitos para seguir trabajando. Son o deberían ser proyectos “ágiles”, aunque no precisamente rápidos. Y además no se acaban o no se deberían acabar nunca: la diferencia entre el “modo proyecto” y el “modo operación” se difumina en nuevas releases de más datos para más usuarios más exigentes.
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Las empresas necesitan desarrollar capacidades de liderazgo directivo, trabajo en equipo, talento analítico y una cultura de toma de decisiones basadas en los datos (a data-driven mindset) que desafía los silos departamentales y jerárquicos y las decisiones basadas en la intuición o la opinión.
Objetivos
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Establecer el marco conceptual y estratégico en el que se desenvuelven los proyectos de inteligencia de negocio, que no es otro que los principios de la gestión de la información y el conocimiento en la empresa.
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Recordar y reconocer los diferentes tipos de sistemas (y consecuentemente de proyectos) que albergamos bajo el título “Inteligencia de negocio”.
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Entender las características propias de los proyectos de inteligencia analítica, el proceso de adopción y las capacidades que deben desarrollar las empresas para abordar esta clase de proyectos. Analizaremos en particular el caso de la pequeña y mediana empresa.
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Establecer los factores críticos para el éxito de los proyectos de inteligencia de negocio o, al menos, para minimizar el riesgo de fracaso.
1.La gestión de la información y el conocimiento
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Los sistemas de gestión de contenidos y documentos (content and document management).
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Los sistemas de gestión de los procesos y circuitos de trabajo (business process management).
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Los sistemas de gestión de la información y la inteligencia de negocio (business intelligence).
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Los sistemas de ayuda a la decisión (decisión support systems).
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Los sistemas de gestión del conocimiento interno y externo (knowledge management).
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Construcción de un sistema de gestión de datos maestros (master data management).
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Construcción de un sistema de almacenamiento y gestión de datos completo (datewarehouse).
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Construcción de los sistemas de extracción, transformación, carga (ETL) e integración de datos.
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Diseño de cuadros de análisis OLAP (online analytical processing).
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Diseño de informes y reports.
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Diseño de cuadros de mando basados en objetivos.
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Diseño del cuadro de mando integral (balanced scorecard).
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Sistemas de inteligencia analítica para la toma de decisiones (analytics).
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Gestión de grandes volúmenes de datos (big data).
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Optimización de los procesos y la organización para la gestión de la información en la empresa.
1.1.Conceptos generales
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Medir: registrar lo ocurrido de forma cuantitativa, que incluye establecer una estructura de datos, etiquetas, fórmulas de cálculo, etc.
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Comparar: relacionar sucesos con otros, sean internos (por ejemplo, comparar con los objetivos o comparar entre unidades o personas) o externos (por ejemplo, comparar nuestro rendimiento con el de otros mediante la cuota de mercado).
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Reportar: presentar la información de determinadas maneras y con diferentes tipos de explotaciones, numéricas y gráficas.
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Analizar: establecer procesos cuantitativos y algoritmos para obtener mejores decisiones, a través de la creación de modelos de datos, cruzando diferentes dimensiones y estableciendo pautas y tendencias.
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Predecir: a partir del análisis anterior, establecer comportamientos predecibles de determinados sucesos o inducir determinadas decisiones.
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Avisar: establecer alarmas, automáticas o no, cuando un suceso se desvía del comportamiento previsto o se requiere una actuación.
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Colaborar: intercambiar datos, información y conocimiento entre diferentes ámbitos, dentro y fuera de la empresa.
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Saber: documentar la experiencia y aprendizaje adquirido por la organización o sus prácticas de gestión ante terceros (por ejemplo, a efectos de exigencias de la regulación).

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Los datos reflejan o registran eventos ligados a una transacción, que pueden ser observados y monitorizados, y que resultan de la automatización de los procesos operativos (un asiento contable, una venta en un comercio, un cliente que visita nuestra web, etc.).
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La información es el resultado de la interpretación humana de estos datos, a través de alguna clase de manipulación, como la agregación y la relación. Es también la capacidad de establecer un juicio a partir de los datos y tomar decisiones. La información permite encontrar patrones y tendencias (por ejemplo, a partir de los datos de cotización en el mercado monetario, es posible establecer una tendencia de precios).
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El conocimiento es experiencia, aprendizaje, entendimiento y juicio experto para intervenir en el futuro. El conocimiento se basa normalmente en la elaboración de información objetiva y el juicio experto (más o menos automatizado) a partir de un mayor número de dimensiones y variables, y aporta un nuevo entendimiento de la realidad, la capacidad de realizar experimentos y de predecir su comportamiento. Por ejemplo, a partir de las tendencias de compra de un consumidor, podemos establecer su perfil y proponerle nuevas ofertas.

2.Sistemas de información para la toma de decisiones

2.1.Inteligencia de negocio

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La máquina de ETL (extract, transform, load). Importa los datos de los sistemas y bases de datos operacionales (por ejemplo, el sistema contable soportado en un ERP cuyos datos residen en un gestor de base de datos), los convierte en datos “que tienen sentido para el negocio” y los carga en los repositorios del sistema de inteligencia de negocio.
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Los repositorios de metadatos. Contienen los datos que utilizarán los diferentes usuarios, tanto en su visión lógica (documentación y definiciones), como en su dimensión física (qué son, donde están ubicados, cuáles son las unidades de medida, etc.).
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Las aplicaciones de gestión. Las utilizan los usuarios para hacer análisis, informes, búsquedas (queries) y fabricar cubos multidimensionales (OLAP).

2.2.Los sistemas de información ejecutiva y el cuadro de mando integral
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Medición: la inteligencia de negocio debería empezar, dice Mauboussin, por elegir las métricas (las estadísticas) que mejor representan la misión y los objetivos de negocio de una empresa y establecer, después de algunas pruebas, relaciones de causa-efecto que permitan explicar de forma confiable (o sea, persistente y predecible) el comportamiento del negocio contra esos objetivos. Cuando uno hace eso, suele llevarse sorpresas. Los resultados (correlaciones) acostumbran a contradecir la intuición, los antecedentes, la comparación con otros competidores, las llamadas mejores prácticas o simplemente la inercia del statu quo.
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Responsabilidad: si se plantea claramente la misión de la empresa y se conocen los indicadores básicos del negocio, se pueden establecer objetivos individuales y de grupo, y perseguir que se cumplan. Eso es accountability: alguien que es responsable de unos objetivos que son medibles y observables, sin excusas. Establecer estándares elevados y revisar su cumplimiento permite manejar el talento, recompensar a los mejores y reorientar las carreras de los mediocres.
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Ejecución: consecuentemente, ejecución es conseguir que las cosas se hagan con ayuda de otros. Larry Bossidy resumió los principios de la ejecución en un libro excelente:
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Conoce a tu gente y tu negocio.
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Insiste en el realismo. El realismo es el corazón de la ejecución.
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Establece objetivos y prioridades claras.
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Persíguelas y asegura su cumplimiento: quién es responsable de qué y para cuándo.
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Recompensa a los que ejecutan.
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Desarrolla las capacidades de tu gente.
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Conócete a ti mismo.
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3.Características de los proyectos de inteligencia de negocio
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Foco en la tecnología en lugar de en las necesidades del negocio, las personas y los procesos.
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Falta de patrocinio directivo (al máximo nivel) y ejecutivo o gerencial (en los niveles y cuadros de mando intermedios).
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Alcance muy ambiguo o indefinido.
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Requisitos indefinidos y más difíciles de estructurar hasta que no “se ven”
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Incapacidad de estructurar una arquitectura sostenible a largo plazo.
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Incapacidad de ofrecer soluciones rápidas para directivos ansiosos de información a corto plazo.
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Imposibilidad de obtener datos de alta (o al menos, razonablemente alta) calidad.
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No pensar en el futuro y no considerar los futuros requisitos (sobre todo de datos, usuarios y fuentes o sistemas conectados) y la evolución del sistema. Falta de escalabilidad.
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Intentar que un prototipo o una solución temporal dure para siempre y se convierta en definitiva.
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Dependencia excesiva de un solo proveedor, herramienta e implantador.
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Falta o exceso de granularidad. El sistema debe responder al zoom de detalle que a veces requiere el directivo pero no puede replicar el sistema transaccional.
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Aún más que ningún otro sistema de información de la empresa, los sistemas de inteligencia de negocio no tienen otro propietario más que los ejecutivos, y esta adopción es muy difícil de obtener. La mayoría de los proyectos TIC tienen un solo propietario funcional (y frecuentemente con una implicación ligera) y un mayor control de los jefes de proyecto y analistas de IT.
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Un sistema de inteligencia de negocio corporativo es necesariamente eso, corporativo; o sea, común a toda la organización, y requiere una arquitectura de datos y procesos transversal a toda la organización y de propósito general. La mayoría de los sistemas de información están orientados a una función, un proceso o una unidad de negocio concreta.
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La construcción e implantación de un sistema de inteligencia de negocio es mucho más lenta y costosa que un sistema transaccional o funcional típico. No tiene resultados visibles durante mucho tiempo y requiere confianza y patrocionio por parte de la alta dirección difícil de conseguir inicialmente y de sostener en el tiempo. Mientras que un proyecto funcional casi siempre tiene un patrocinador que obtiene resultados a corto plazo y con una inversión más moderada.
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Mejorar la exactitud y disponibilidad de la información.
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Mejorar la información para la toma de decisiones directivas.
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Disponer de mejor información sobre los clientes.
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Reducir costes y mejorar la eficiencia.
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Poder cruzar diferentes variables o dimensiones de negocio.
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Analizar en profundidad determinados problemas o retos empresariales.
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Mantener o mejorar su posición competitiva.
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Reducir los costes de desarrollo o mantenimiento de las aplicaciones.
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Reducir los errores e interpretaciones en la calidad de los datos.
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Proporcionar mayor autonomía a los usuarios para la gestión de la información que necesitan.
3.1.El proceso de adopción
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Impedidos (analytically impaired). Compañías que, en palabras de Davenport, “vuelan a ciegas”: no tienen datos o son de poca calidad y sus sistemas no están integrados.
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Silos analíticos (localized analytics). Cada departamento, función o unidad de negocio tiene su propio sistema, a partir de la información que se recoge en los sistemas transaccionales, que es de calidad razonable. Esta es la situación más frecuente en grandes empresas.
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Aspiraciones analíticas (analytical aspirations). Compañías en que proliferan herramientas transaccionales, más o menos sofisticadas, y los usuarios se construyen sus pequeños, o no tanto, análisis de datos. Los directivos de alto nivel piden más y un proyecto de inteligencia de negocio tendría el apoyo de la dirección, pero la mayor parte de los datos y sistemas aún están desintegrados, no estandarizados o son inaccesibles. Es la típica situación, en la que cada miembro del comité de dirección va a las reuniones con sus propios datos y la integración se produce, en el mejor de los casos, por adición.
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Compañías analíticas (analytical companies). Compañías que han comenzado un proceso para desarrollar sistemas organizacionales comunes y transversales, buenas capacidades tecnológicas y procesos organizativos y de gestión para su manejo. Suele ser habitual en compañías que han implantado ERP y construyen una capa (a veces, del propio fabricante) de almacenamiento y gestión de datos por encima.
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Competidores analíticos (analytical competitors). Son compañías que explotan toda la información de que disponen para mejorar la toma de decisiones y obtener ventajas competitivas. La cultura de los datos está presente en toda la organización y se han desplegado herramientas, capacidades y una organización analítica sobre sistemas automáticos.
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Aunque un 97% de las empresas entrevistadas con ingresos superiores a 100 millones de dólares usan herramientas de inteligencia de negocio y se ha creado un sentimiento colectivo de su importancia, sólo una de cada cuatro considera que su uso ha sido “muy efectivo” para mejorar el proceso de toma de decisiones.
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Las empresas todavía se encuentran en un estado emergente, con silos de información basados en las viejas herramientas, como hojas de cálculo.
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La intuición (o la opinión del que más manda o el que conoce un área de negocio) continúa siendo la manera habitual de tomar decisiones.
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El mayor problema para la extensión de los sistemas de análisis y de una cultura de toma de decisiones basada en los datos radica en la baja calidad de la información.
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La mayor parte de las organizaciones no cuentan con talento especializado para hacer uso de los sistemas de que disponen y aplicar sus resultados.
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La cultura de empresa parece clave en la adopción y aprovechamiento efectivo de los sistemas de inteligencia de negocio.
3.2.Desarrollo de capacidades
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Disponibilidad y facilidad para capturar los datos.
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Intensidad de la inversión y uso de las TIC en la empresa (no solo la inversión en BI).
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Falta de talento y recursos para la gestión de la información.
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La inexistencia de una cultura de empresa orientada a tomar decisiones basadas en los datos (a data driven mind-set).
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Falta de calidad de los datos y falta de consistencia entre las bases de datos y las aplicaciones de gestión.
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Falta de arquitecturas e infraestructuras funcionales y técnicas o un diseño deficiente de las que existen.
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Dificultades para integrar datos no estructurados y procedentes de fuentes externas (documentos, imágenes, datos de Internet de las redes sociales).
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Estrategias e implantaciones pobres de los proyectos de datawarehouse corporativo.
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Bajo desarrollo de la función de gobierno de la información dentro de la empresa.
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Problemas de rendimiento (disponibilidad y tiempos de respuesta) de los sistemas.
3.3.Cultura de empresa
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Establece objetivos medibles.
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Establece las métricas y fórmulas de cálculo de los objetivos.
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Es capaz de descomponer los objetivos y las métricas en objetivos y métricas de nivel inferior.
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Mide y premia el rendimiento de sus empleados de forma objetiva y cuantificada.
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Toma decisiones basadas en los datos disponibles o busca nuevos datos para tomar sus decisiones.
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Valora y promueve a las personas que “cuidan” de los datos: los crean, los guardan, los relacionan, los analizan e interpretan.
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Valora y promueve la adquisición y desarrollo de herramientas y métodos de inteligencia analítica.
3.4.Talento analítico
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Los promotores o patrocinadores de la inteligencia analítica. Suelen ser altos ejecutivos, en particular, la dirección general, la dirección financiera y el director de sistemas de información. Son los promotores de la demanda de inteligencia analítica, aunque pueden surgir de otras áreas, especial y recientemente, de la de marketing y ventas. El director financiero es frecuentemente el que prepara la información para el comité de dirección y el consejo de administración, que incluye información no solo económica y financiera, sino también de ventas o de recursos humanos. Si no hay ejecutivos comprometidos es muy difícil promover la inteligencia analítica. Estos son los que hacen las preguntas, examinan las respuestas y toman decisiones basadas en ellas.
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Los analistas de datos, gente con talento y pasión por los datos. En las empresas donde la inteligencia analítica está más desarrollada, suelen ser profesionales con una formación ni de negocio ni de tecnología (matemáticos, estadísticos, especialistas en investigación operativa...), capaces de diseñar modelos, realizar pruebas y experimentos, hacer minería de datos y tener un diálogo inteligente con los que tienen que hacer las preguntas y tomar las decisiones. Sin embargo, muchas veces son técnicos o mandos intermedios del propio negocio, formados en el uso de hojas de cálculo, tablas dinámicas y bases de datos de oficina de diferente volumen. Davenport llama a los primeros “analistas profesionales” y a los segundos “analistas amateur”.
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Los arquitectos, normalmente gente del departamento de IT, que vigila y etiqueta la calidad de la información de base, la integración entre las bases de datos y aplicaciones, los componentes de la infraestructura tecnológica (hardware, software y comunicaciones) y los procesos de recogida, gestión y explotación de los datos. En realidad la arquitectura de la inteligencia de negocio es un subconjunto de la arquitectura global de los sistemas de la empresa, pero que responde a un diferente tipo de lógica (más cercana al negocio que a la tecnología) y de interacción con los usuarios finales. Este perfil es muy especial y muy difícil de encontrar, pero imprescindible para que los sistemas de inteligencia de negocio se puedan construir y mantener de forma sostenible.
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Los gestores de la información. Esta es una función nueva y compleja que se ocupa de asegurar, en organizaciones de cierto volumen y desarrollo, de la función de gestión de la información: que se establezcan las capacidades, los procedimientos, los proyectos y la infraestructura para la gestión de la maquinaria de los sistemas de inteligencia analítica.
3.5.Calidad y gestión de los datos
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Tiempo
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Puntualidad. La información está disponible cuando se necesita.
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Actualidad. La información que se proporciona está actualizada.
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Frecuencia. La información está disponible con la frecuencia necesaria.
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Periodo temporal. Se dispone de información sobre el pasado, el presente y el futuro.
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Contenido
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Precisión. La información está libre de errores.
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Relevancia. La información es relevante para el usuario al que va dirigida.
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Completitud. Se proporciona toda la información que se necesita.
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Concisión. Solo se proporciona la información que realmente se necesita.
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Alcance. Amplio o reducido, interno o externo, según se necesite.
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Rendimiento. Se proporcionan las métricas adecuadas para el seguimiento.
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Forma
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Claridad. Facilidad de comprensión y manejo.
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Detalle. Agregación y desagregación.
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Orden. Secuencia de presentación y lectura.
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Presentación. Texto, números, gráficos, imágenes.
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Medios. Papel, documentos, vídeo, web.
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3.6.Gobierno de los sistemas de inteligencia de negocio
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Clientes y usuarios finales con muy diferentes tipos de necesidades y formación.
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Datos de muy diferentes procedencias (internos y externos) y más o menos estructurados.
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Gestión de los datos y de su calidad, desde el momento de su adquisición o creación hasta su eliminación.
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Organización de los datos y creación de metadatos.
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Procesos de transformación que describan cómo se extraen los datos, se depuran, se trasmiten y se cargan en las bases de datos.
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Depósitos o bases de datos “intermedias” donde residen los datos del sistema de inteligencia de negocio y los almacenan para su utilización.
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Aplicaciones utilizadas para el análisis.
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Aplicaciones de presentación.
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Reglas de uso relativas a la seguridad, accesos, gestión de errores, archivo, privacidad, uso, tiempos, etc.
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Infraestructura tecnológica de base (hardware, software y comunicaciones) y, en particular, el software de integración.
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Hay decisiones fundamentalmente de negocio (quién puede pedir qué, por qué y para qué), decisiones fundamentalmente técnicas (las de arquitectura tecnológica) y que todas las demás son más o menos compartidas entre el ámbito de negocio, el tecnológico y los usuarios (sea cual sea su nivel de formación y poder en la empresa).
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La organización puede encontrarse en diferentes estadios de evolución de sus sistemas BI, donde tanto la demanda (el uso) como la oferta (de información y tecnología) pueden ser muy diferentes.
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La organización y sus reglas de decisión, el tipo de tecnología escogida y las capacidades y talento de los diferentes usuarios también pueden ser muy diversos.
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El rol de usuarios y tecnólogos puede cambiar de una organización a otra, como lo hará la mayor o menor influencia y compromiso de los ejecutivos.
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La participación de consultores, analistas o implantadores externos puede ser mayor o menor.
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La organización de un proyecto nuevo difiere de la organización para la gestión y mantenimiento ordinario de un sistema ya existente.
3.7.Proyectos de inteligencia de negocio en las pequeñas y medianas empresas
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Un 42% de los encuestados mostraba un crecimiento del volumen de datos respecto del año anterior, frente a un 39% en la gran empresa.
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Un 59% de los encuestados mostraba un mayor volumen de usos y usuarios funcionales, comparado con el 68% en la gran empresa.
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Un 63% de los encuestados confirmaba el acortamiento del tiempo de decisión (decisión window), solo 4 puntos porcentuales por debajo de la gran empresa.
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Un 59% de los encuestados sigue tomando decisiones basadas en la intuición.
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Un 47% de los encuestados declara que no existe suficiente visibilidad y transparencia sobre las operaciones de la compañía.
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Un 44% de los encuestados está de acuerdo en que cada vez más decisiones requieren aumentar la capacidad analítica y que los que toman las decisiones así lo necesitan y desean.
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Un 41% de los encuestados cree que la falta de inteligencia analítica les limita las posibilidades de identificar y actuar sobre oportunidades de negocio.
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Las empresas con mayor implantación de sistemas de inteligencia de datos eran capaces de integrar nuevas fuentes de datos en 8 días (47 días de media en el conjunto de la muestra) y estaban mucho más satisfechas con su sistema de información, en términos de la calidad, relevancia y puntualidad del acceso a la información (un 84% frente a un 35% de la media del conjunto).
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Un 93% de usuarios potenciales tenían acceso a las herramientas de análisis (45% de media en el conjunto de la muestra). Usuarios que, además, acudían a las herramientas con más frecuencia: un 91% las usaba una o más veces por semana (36% de media en el conjunto de la muestra).
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Por lo que respecta al acceso a la información necesaria para tomar decisiones, era mucho más rápido (94% frente al 76%), aunque curiosamente la respuesta a las peticiones de los usuarios no mostraba gran diferencia (96% frente al 90%).
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La responsabilidad del desarrollo y coordinación del sistema recae en un miembro del comité de dirección.
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El sistema llega a todas las áreas de la organización y recoge sus necesidades, pero también hace que los datos de los diferentes departamentos se integren en un reporting general, común y transparente.
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Hacen un mayor uso de herramientas de búsqueda y análisis de datos.
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Hacen una mayor inversión en tecnologías de integración de datos.
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Utilizan más intensamente herramientas de acceso, presentación y visualización comunes a las que tienen acceso un mayor número de usuarios (portales, cuadros de mando, etc.), aunque en muchos casos es una extensión del ERP o los sistemas transaccionales corporativos. También disponen de sistemas de alerta automatizados.
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Aunque el sistema cuente con un champion corporativo (normalmente procedente del área financiera), existe un mayor número de iniciativas lideradas en las diferentes unidades de negocio, o sea, el sistema se “democratiza”.
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Existe una cultura de empresa orientada a la toma de decisiones basada en los datos y un fácil intercambio de datos entre las diferentes unidades de negocio. También, seguramente, hay menos “política”.
3.8.Enfoque y estrategia de implantación
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Es fundamentalmente de negocio, pero a la vez requiere elevadas competencias técnicas.
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Se basa en datos y aplicaciones de negocio que pueden estar separadas, pero requiere un planteamiento transversal y común para toda la organización.
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El negocio tiene prisa, mucha prisa, para obtener mejores datos con los que tomar decisiones, pero su construcción e implantación es más lenta y costosa que los sistemas convencionales.
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Es una decisión a largo plazo, que evoluciona en el tiempo, pero a la vez tiene que tener un alcance y requisitos bien definidos y calendarios y costes determinados de antemano.
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Es bueno disponer de prototipos y soluciones provisionales, pero a la vez tiene que ser escalable y mantenerse en el tiempo.
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Existen grandes barreras organizativas y culturales para su implantación.
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Requiere confiar en productos y servicios externos, pero a la vez la organización necesita desarrollar capacidades y talento propio y especializado, que son escasos y difíciles de encontrar, formar y evolucionar.
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Cada organización puede encontrarse en momentos diferentes de desarrollo y no existe una solución o aproximación válida para todos.
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El proyecto no existe aislado. Requiere de un entorno de datos, procesos, aplicaciones e infraestructura que pueden encontrarse en diferentes estadios de evolución e influir radicalmente sobre la preparación para el proyecto, para su ejecución y para los resultados finales.
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El tiempo y el esfuerzo que se quiere dedicar a la implantación. Es decir, si se desea una implantación más rápida y de menos calidad y funcionalidad, o una más lenta y paciente, pero más segura, con mejores datos, procesos, funcionalidad y rendimientos. O en qué medida será lo uno o lo otro.
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El nivel de cambio en la cultura de empresa, en los procesos, en la manera de tomar decisiones y en la cultura de recompensas. Es decir, un sistema de inteligencia de negocio puede ser una colección de informes individuales, elaborados a partir de los sistemas funcionales de cada departamento, o un sistema realmente transversal y corporativo. Esto afectará a la elección de los productos, la construcción de universos de datos, cubos OLAP, la creación de ETL o los resultados de presentación y visualización, desde el punto de vista técnico. Pero, sobre todo, afectará a si el comité de dirección establece un espacio de diálogo único y compartido o cada cual va a lo suyo. O en qué medida será lo uno o lo otro.
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La orientación al producto o la orientación a la construcción de capacidades. Es decir, una empresa puede decidir que su prioridad es desarrollar un conjunto de analistas y un modelo de gobierno del sistema de inteligencia de negocio capaz de trabajar con autonomía o puede decidir que quiere tener informes y cuadros de mando inmediatamente y que luego desarrollará sus capacidades. Alguien puede querer disponer de un prototipo “rápido y sucio” sobre herramientas de oficina o puede querer un sistema de datawarehouse de muchas capas y que relacione muchos datos y aplicaciones.
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Una orientación más interna o externa, más estructurada o más desestructurada. La evolución de la cultura y el entorno de datos han hecho que muchas empresas con sistemas corporativos poco desarrollados prefieran invertir en aplicaciones de análisis de las redes sociales o la gestión de contenidos de texto, frente a la construcción de sistemas corporativos internos basados en datos numéricos. O en qué medida será lo uno y lo otro.
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Oportunidad de negocio. Evaluar la necesidad o, más bien, la oportunidad de negocio que justifica el proyecto, sus características, la capacidad o preparación (readyness) para el cambio y el retorno de la inversión. El resultado es habitualmente un estudio de viabilidad o business case.
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Estrategia de soporte a las decisiones. Se trata de analizar qué datos se deberán integrar, dónde residen, quién es el amo y cómo se construirá un nuevo sistema que cruza los confines de los silos departamentales. No es un problema de integración técnica (enterprise application integration o de soluciones de middleware o software intermedio) sino de visión de negocio, aunque requiere conocimientos funcionales y técnicos. El resultado es un análisis de la arquitectura e infraestructura de los sistemas y la planificación del proyecto.
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Requisitos de información estratégica. A diferencia de los sistemas funcionales y de apoyo o soporte de las operaciones, aquí se trata de saber qué decisiones toma quién y qué información y qué nivel de granularidad necesita para tomarlas. Se trata también de entender cómo trabaja en el día a día, qué información usa o usará, cómo la trata, cómo le gusta verla presentada, etc.
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Análisis y diseño conceptual. Como en los ERP y otros sistemas de empresa nos interesa más la situación futura (to be) que la situación actual (as is). Los proyectos en que se trata de convertir una hoja de cálculo o una tabla dinámica en un informe de gestión inteligente basado en herramientas avanzadas (o sea, “házmelo así”) no son buenos proyectos. Esta fase incluye la preparación y entrega de prototipos que funcionen sobre las nuevas herramientas o eventualmente sobre herramientas de oficina más sencillas como Excel (no PowerPoints), que el usuario puede navegar y utilizar durante un tiempo.
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Diseño y construcción. A partir de la aceptación del prototipo se realiza el diseño y construcción de la estructura de datos (creación de los repositorios o universos de metadatos), las ETL (los procesos de extracción, transformación y carga) y el desarrollo de las diferentes capas de aplicación sobre las herramientas del producto o bien a medida. La construcción incluye también las aplicaciones de integración a medida o sobre herramientas de middleware. Esta fase incluye la estrategia e implantación de los diferentes entornos de desarrollo y producción y la consulta con los responsables de infraestructura sobre los requerimientos de hardware, software de base y comunicaciones, que acostumbran a estar separados del transaccional. El cálculo de los rendimientos del sistema (sobre todo para las procesos de carga, los procesos de extracción y los tiempos y disponibilidad de consulta de los usuarios finales) son también clave.
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Pruebas. Pruebas, muchas pruebas. Los que han trabajado con sistemas de inteligencia de negocio saben dos cosas:
• Un sistema de BI es todavía una caja de sorpresas, lejos de la robustez de otros productos funcionales, que los implantadores y consultores no tienen la misma formación y experiencia, que las arquitecturas, la integración y los rendimientos son complicados y que los datos y metadatos pueden no tener nada que ver con la realidad.
• Los usuarios de nivel directivo tienen poca paciencia y no aceptan fácilmente fallos ni excusas. El tiempo y dinero invertido en pruebas no es nunca tiempo perdido. -
Uso y evaluación de la release. Aún más que en otros sistemas de empresa, será el uso efectivo de cada sistema (o de sus partes o fases o releases, según la aproximación que estamos proponiendo) la que dará la visión de si se ha acertado y cumplido las expectativas estratégicas del negocio y si el enfoque de implantación ha sido el correcto o cómo se puede mejorar en futuras versiones o fases. En mi opinión, esta fase debe incluir un proceso de difusión y promoción del nuevo sistema desde la dirección ejecutiva.

4.Factores críticos de éxito en los proyectos de BI
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Patrocinio directivo. La dirección general o un miembro del comité de dirección, con acceso y visibilidad en todos los departamentos y partes interesadas o que participarán en el proyecto, debe ser el cliente último, el patrocinador del proyecto.
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Asignación de recursos. Aunque hay de todo y con toda clase de herramientas y asesores, los proyectos de BI tienden a ser largos y caros. El comité de dirección debe tener claro y asignar recursos técnicos, económicos y humanos de nivel suficiente, y hacerlo de forma sostenida en el tiempo. La financiación es también una forma de visualizar la importancia que le concede la dirección a esta clase de trabajos. Y el patrocinio operativo (el champion o jefe de proyecto) con poder y dedicación suficiente, también.
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Gestión de interesados. El patrocinio, la delegación de funciones en un jefe de proyecto potente y la financiación son elementos que facilitan el acceso a las diferentes fuentes y usuarios de la información. Pero un proyecto de BI tiene muchas barreras (la propiedad de la información y el mejor instinto u opinión de alguien para hacer algo o tomar ciertas decisiones). La misma creación de la función, la asignación de los recursos o la contratación de analistas suele chocar con enormes resistencias por parte de algunos interesados, por no decir la discusión sobre la calidad o la interpretación de los datos.
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Proyectos sostenibles basados en el desarrollo de capacidades dentro de la organización. Aunque hay ciertas partes infraestructurales que hay que manejar y desarrollar de una forma diferente, un proyecto de BI debería ser varios o muchos proyectos, repetidos y sostenidos; historias de éxito que dan credibilidad y generan nueva demanda, nuevas capacidades y nuevos usuarios. La clave y el riesgo de los proyectos BI es su sostenibilidad a medio y largo plazo.
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Agilidad. Una vez preparada y superada la fase de crear infraestructura y dar estabilidad y credibilidad a la gestión de datos, lo más importante es poder añadir fácil y rápidamente nuevos usuarios, nuevos datos y nuevas explotaciones de los datos. Si en algún ámbito de la informática tiene sentido utilizar metodologías ágiles que permitan la interacción frecuente con el cliente son los proyectos BI. Agilidad también para aligerar la parafernalia que rodea algunas metodologías de gestión de proyectos.
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Arquitectura compleja. Pocos sistemas tienen la complejidad técnica, funcional y la necesidad de desarrollo de nuevas capacidades que acompañan a los proyectos de BI. Hay un momento inicial y muchos momentos a lo largo de la evolución del sistema en los cuales lo mejor es tener paciencia y no generar expectativas que no estaremos en condiciones de cumplir. La arquitectura y gestión de datos, la implantación inicial del software, el proyecto de integración, el establecimiento de las políticas y procesos de gobierno del BI son momentos complicados y que no tienen atajos.
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Proyectos mestizos, capacidades mestizas. En los proyectos de BI se juntan, o se deberían juntar, personas con perfiles muy diferentes, pero capaces de trabajar juntos de manera productiva: gente que puede tener un diálogo de negocio con los directivos, normalmente de alto nivel y sin bajar mucho al detalle; gente que tiene que convertir eso en indicadores, fórmulas y datos; gente que conoce bien lo que pueden hacer y no hacer los productos y los fabricantes; arquitectos y modeladores de datos, que es gente rara; diseñadores y creativos, que además entiendan la ergonomía de la presentación, el uso y la navegación que harán los usuarios; gente que conoce los sistemas transaccionales, las aplicaciones y las bases de datos de origen; gente de infraestructura, capaz de dimensionar y optimizar sistemas muy pesados a veces y obtener buenos rendimientos.
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Calidad de los datos. No hay un buen sistema de información de negocio si los datos no son de calidad, o al menos de una calidad que los usuarios y directivos estén dispuestos a aceptar que es razonable, asumiendo los márgenes y riesgos de error para trabajar con ellos. Calidad, como hemos presentado en el apartado anterior, del contenido, el tiempo y la forma de los datos. Contenido quiere decir precisión, relevancia, completitud, concisión y consistencia. Tiempo quiere decir puntualidad, actualidad y frecuencia. Forma quiere decir claridad, detalle, orden y presentación. “Decisiones de alta calidad requieren información de alta calidad” [Laudon y Laudon (2011), pág. 482].
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Desarrollo de capacidades. Si en alguna clase de sistema es importante que los clientes puedan trabajar con autonomía una vez se ha marchado el consultor o implantador, son los sistema de inteligencia de negocio (cuanto más fáciles sean los productos y más ligeras las implantaciones, más rápidamente se alcanzará dicha autonomía). En todo caso, es necesario un esfuerzo de transferencia o adquisición de capacidades funcionales y técnicas muy distintas en diferentes niveles de la organización. La inteligencia debe residir en la empresa, no puede externalizarse ni delegarse.
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Cultura de empresa orientada a los datos. Porque en realidad, al final del día, de lo que se trata es de que la gente que tiene que hacer algo con esos datos, convertidos en información y conocimiento, efectivamente lo haga. Las empresas que fallan menos en la implantación de sistemas de inteligencia de negocio, y que le extraen mayores beneficios, son aquellas que toman decisiones basadas en los datos y no en las mejores opiniones o intuiciones de unos o de otros.