Estrategias para una ciudad abierta

  • Marta Continente Gonzalo

    Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales (UB). Responsable de Smart Cities del Área Metropolitana de Barcelona y creadora de redes de profesionales de innovadores y de alto rendimiento en la creación de valor público mediante las TIC. Tiene más de 35 años de experiencia en el sector de las administraciones públicas - ha sido directora general de Atención Ciutadana; secretaria de Telecomunicacions i Societat de la Informació i Consell del CTTI, Generalitat de Cataluña; directora de Internet del Ayuntamiento de Barcelona; asesora ejecutiva del ministro de Cultura, Administración General del Estado; adjunta a la Gerencia del Instituto de Cultura de Barcelona, Ayuntamiento de Barcelona. Ha impulsado los proyectos Open Data de la Generalitat de Catalunya, del Ayuntamiento de Barcelona y del Área Metropolitana de Barcelona. Su pasión es trabajar por la mejora de los servicios públicos y la conectividad de los ciudadanos, Internet, Open Data y en la construcción de ciudades más inteligentes. En la UOC es profesora de “Innovación en la gestión de la ciudad” de los programas de Ciudad y urbanismo.

  • Antón Queralt

    Socio director de Connex Staff S. L. Ha sido subdirector de la Dirección General de Atención Ciudadana de la Generalitat de Cataluña; ha dirigido el departamento de Organización, Sistemas de Información y el Área de Servicios Generales del Ayuntamiento de Reus; formó parte (consejero) del primer Consejo de Administración de la Agencia Catalana de Certificación (CATCert) en el marco del proyecto Administración Abierta de Cataluña y ha trabajado en el Instituto Municipal de Informática (IMI) del Ayuntamiento de Barcelona como jefe de proyectos en tareas de modernización; en el mismo periodo, ha participado en proyectos de modernización a nivel nacional (Ministerio de Administraciones Públicas, proyecto Pista Ventanilla Única y Ventanilla Única Empresarial) y a nivel europeo (Proyectos de promoción y dinamización empresarial).

  • José María Subero Munilla

    Doctor ingeniero de Caminos en Infraestructuras del Transporte y Territorio por la Universidad Politécnica de Cataluña y máster en Gestión Pública por la Universidad de Zaragoza. En la actualidad desempeña el puesto de asesor técnico en Nuevas Tecnologías del Gobierno de Aragón coordinando el proyecto Aragón Open Data. Ha desempeñado los puestos de jefe de sección de estudios territoriales y técnico en el Consejo de Urbanismo de Zaragoza dentro del Gobierno de Aragón. Además ha realizado trabajos de dirección y jefatura de obra en el Grupo Aransa, trabajos como freelance y ha pertenecido al Grupo de Investigación de Decisión Multicriterio de la Universida de Zaragoza. En la UOC es profesor de “Transporte y movilidad sostenible” en los programas de Ciudad y Urbanismo y ha sido profesor del curso de “Territorio e infraestructuras” del máster de Gestión de la Ciudad.

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1.Estrategia en línea

Ciudadanía en la sociedad red

“La revolución de las tecnologías de la información y la comunicación ofrece una oportunidad extraordinaria para la renovación del Gobierno y de la gobernanza.

Las redes digitales de comunicaciones y los sistemas de información informatizados permiten la transferencia de información rápida y eficiente entre los organismos del Gobierno y entre el Gobierno y la ciudadanía. La comunicación interactiva abre el camino a la participación de la ciudadanía en una escala sin precedentes. La interconexión de las bases de datos y la informatización de los procedimientos rompen las barreras burocráticas internas y mejoran la transparencia de la Administración. Los usos de Internet y de las intranets dentro del proceso de gobernanza constituyen la base material para una reforma de las burocracias públicas que podría convertirlas en organizativamente más eficientes y en políticamente más responsables

Es evidente que el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación en la Administración es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo del Estado red. La estructura de la organización debe pasar de los procedimientos de mando y control verticales a una forma de organización en red. Es necesaria la formación adecuada de los administradores y de los trabajadores, y también se debe negociar la transformación de las condiciones de trabajo con los encargados de activar las redes de información y de toma de decisiones, pero sin un buen diseño de los sistemas tecnológicos y organizativos de interacción dentro del Gobierno y entre el Gobierno y la ciudadanía, el resultado de la reforma será escaso. […]

Establece niveles avanzados de interactividad entre el ciudadano y un organismo del Gobierno que busca en nombre de éste la información necesaria en cualquiera de las bases de datos existentes en toda la red de la Administración. Así pues, las necesidades de la ciudadanía se encuentran en el centro del sistema, las redes de información cruzan toda la estructura administrativa y sus datos se combinan en la gestión interna (back office) para dar servicio a la gestión externa (front office), que es la que presta el servicio a la ciudadanía.

La implantación de un principio tan sencillo es, de hecho, muy compleja, tanto tecnológica como organizativamente. Ello ha exigido una reforma en profundidad de la Administración, así como un proceso de negociación y ajuste políticamente inteligente para superar la estrechez de miras burocrática y trabajar juntos por el bien común”.

“La auténtica innovación no es sólo tecnológica, sino también organizativa y cultural”.

Manuel Castells. Profesor y director del Instituto Interdisciplinario de Internet, Universitat Oberta de Catalunya, y miembro de la Real Academia Española de Economía y Finanzas.

1.1.C3Cat: Gobierno electrónico centrado en la atención ciudadana en Cataluña

El Gobierno autonómico de la Generalitat de Cataluña ha desarrollado C3Cat (2005-2011), un nuevo modelo de gobierno electrónico basado en un enfoque centrado en la atención ciudadana. La metodología desarrollada es el resultado de una implantación real y a gran escala de un cambio radical que capacita a la ciudadanía y asegura todos los procesos posibles necesarios para garantizar que se tienen en cuenta las necesidades y sugerencias de los ciudadanos en el desarrollo de unos servicios públicos nuevos y mejorados.
Al hacerlo, el centro de atención se ha desplazado de una visión centrada en la ciudadanía pura y convencional hacia una perspectiva más innovadora en la cual el énfasis se transfiere a la interacción entre la ciudadanía y la Administración pública. Es un ejercicio de evolución desde lo más específico hasta lo más general a la hora de organizar la manera de conceptualizar y desarrollar los servicios públicos, de tal manera que continúen sometidos a un escrutinio objetivo centrado en el valor que generan para la ciudadanía.
El enfoque implica reconocer la importancia de ampliar y enriquecer la interactividad entre la ciudadanía y la Administración. Dicha interactividad es a menudo obligatoria, y normalmente hace referencia a los derechos de la ciudadanía compensados por la obligación de la Administración pública de prestar los servicios necesarios. Desde esta perspectiva, la cuestión adecuada es cómo (y bajo qué servicio de modelo organizativo) se realiza esta prestación, y así se ayuda a aumentar el valor percibido por la ciudadanía y a generar, a la vez, confianza y condiciones para la transparencia y la participación.
La metodología C3Cat supone la implicación más profunda de todas las partes interesadas necesarias (ciudadanía, Administración pública y otros agentes públicos o privados relacionados). Su intervención se incrusta en el centro del modelo como componente crítico para el aumento de la eficiencia y la efectividad, y también como base para la capacitación de la ciudadanía, pero el modelo también implica la construcción de una estructura organizativa y operativa sólida capaz de satisfacer las necesidades de una interacción muy exigente y en evolución entre la ciudadanía y la Administración pública.
El Gobierno autonómico de la Generalitat de Cataluña ha implantado satisfactoriamente el modelo C3Cat, operativo desde el año 2005. Su implantación ha dado como resultado un crecimiento espectacular del uso de los servicios públicos por parte de la ciudadanía y un aumento en las interacciones de un orden de magnitud (si tenemos en cuenta que la cantidad e interacciones en 2010 ya es de 142,8 millones al año, representa un aumento comparativo del 350% desde el año 2005), mientras que los costes operativos de la ejecución de los servicios se han reducido en más de un 50%, el índice de satisfacción de la ciudadanía ha crecido y el índice de satisfacción ha alcanzado un nivel muy elevado en el 90% de los usuarios de servicios de atención a la ciudadanía.
C3Cat también ha influido positivamente en el desarrollo de servicios nuevos, ya que el tiempo de acceso al mercado se ha reducido en más de un 50% y el coste unitario de la construcción y el despliegue de servicios nuevos se ha reducido en un 50%. Todo ello permite fomentar un desarrollo sostenido del esfuerzo en servicios independientemente de si estos son más o menos difíciles o complejos, ya que el modelo ha permitido incluso el desarrollo satisfactorio y el despliegue piloto de la implantación de los historiales médicos electrónicos (HME, uno de los servicios más complicados por su alcance), que se ha integrado sin fisuras dentro de todo el conjunto de los servicios públicos de la Generalitat de Cataluña.
Las tres lecciones más destacadas aprendidas del diseño y la implantación operativa del modelo C3Cat son las siguientes:
  • El modelo es una manera creíble de conseguir un aumento espectacular en el número de interacciones entre la ciudadanía y la Administración pública (un orden de magnitud en una escala muy alta de servicios prestados), y a la vez ha conseguido una reducción importante del tiempo de acceso al mercado, de los costes de desarrollo y de los costes operativos.

  • La innovación en el desarrollo de servicios de gobierno electrónico tiene un apoyo mayor si se emplean enfoques de colaboración en red, ya que permiten establecer conexiones entre personas a través de estructuras formales (y normalmente jerárquicas), con lo cual se superan los problemas organizativos más importantes.

  • Las actividades y los esfuerzos de comunicación y divulgación son críticos. Para que el enfoque de gobierno electrónico eficiente o eficaz alcance su máximo potencial, será imprescindible realizar campañas de comunicación profesionales (tipo campañas al consumidor), cuyo coste deberá tenerse en cuenta para incluirlo como parte de los recursos de despliegue del servicio.

1.2.Evolución del gobierno electrónico: más allá de un enfoque centrado en la ciudadanía

La evolución del gobierno electrónico se puede enmarcar dentro del cambio desde las fases preliminares basadas en ganar eficiencia y efectividad (centradas en la Administración pública) hacia una nueva situación en la cual

“la atención de las actividades del sector público para los siguientes años se centrará en la creación de valor público y de capacitación para los usuarios. La ciudadanía debe estar en el centro del proceso, que pasará de ofrecer unos servicios hechos a medida del usuario a buscar la implicación en el proceso político. Las nuevas tecnologías permiten que los organismos públicos puedan realizar esta oferta en colaboración con otros actores de la sociedad y que puedan aumentar la confianza de los usuarios en la Administración pública mediante una transparencia y una responsabilidad mejores”.

Informe “Value for citizens. A vision of public governance in 2020”. Prefacio de Mechthild Rohen, jefe de la Unidad ICT para gobierno y servicios públicos, sociedad de la información y directorio general de medios. Comisión Europea. Diciembre de 2008.

Este camino de evolución se ha articulado en diversos estudios para iniciar debates sobre el futuro del gobierno electrónico. Las reflexiones subsiguientes sobre los objetivos políticos en evolución para el gobierno electrónico se describieron de la manera siguiente:
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Como consecuencia de ello, el centro de atención se ha situado de manera firme en el enfoque centrado en la ciudadanía con el objetivo de explorar cuidadosamente sus necesidades y poder ofrecer así unos servicios rentables, personalizados y pertinentes que a la vez mejoren el diálogo democrático. Todo ello ha implicado un esfuerzo importante por parte de las Administraciones públicas para garantizar que el desarrollo de los servicios del gobierno electrónico se centrase en las necesidades de los usuarios, que los servicios fueran amigables con el usuario y que la ciudadanía saliese ganando al máximo posible con su implantación.
El informe “A Handbook for Citizen-centric e-Government” describía los servicios centrados en la ciudadanía como aquellos que

“están diseñados para prestar unos servicios a la ciudadanía cada vez más rentables, personalizados y pertinentes, pero que también sirven para mejorar la relación democrática y para construir un mejor diálogo democrático entre la ciudadanía y su Gobierno, lo cual mejora la práctica de la ciudadanía dentro de la sociedad”.

Hasta la actualidad, se ha puesto mucho énfasis en el uso de los recursos para avanzar en esta dirección. El objetivo final del desarrollo de unos servicios públicos “apropiados” (nuevos y adaptados) se ha visto afectado negativamente por las barreras existentes a la hora de conocer las necesidades de servicios asociadas. Cuando se hallaban estas necesidades, también quedaba claro que el esfuerzo para desarrollar y desplegar los servicios relacionados era mucho mayor que el esperado, y que el mantenimiento de un contacto continuado y próximo a los usuarios (incluida su necesaria capacitación) también formaba parte del reto.
El supuesto implícito de colocar al ciudadano en el centro del proceso como fundamento para la e-licitación de servicios nuevos o mejorados ha sido de gran ayuda en las primeras fases de desarrollo de servicios públicos. Sin embargo, la experiencia ha puesto rápidamente de manifiesto la necesidad de reenfocar el proceso de análisis de estas necesidades junto con la incorporación de la voz de la ciudadanía, es decir, sus aportaciones como parte capacitada e interesada en el desarrollo de servicios públicos. En este sentido, el reto no es solo tener en cuenta las aportaciones de la ciudadanía, sino también refinarlas incorporando las consecuencias de la experiencia asociada de los usuarios cuando obtienen acceso al uso de los servicios públicos.
La necesidad de reenfocar el “punto de observación” para entender mejor las necesidades de la ciudadanía surgió en el momento en el que quedó claro que los servicios públicos dependían del tipo de interacción entre la Administración pública y la ciudadanía (los “momentos de contacto”) y también del tipo de canal de prestación correspondiente (el “mismo” servicio prestado por un centro de contacto necesita un desarrollo diferente al prestado de manera presencial o a través de internet), con lo cual un único servicio se transforma en un paquete de servicios relacionados (aunque desarrollados de manera autónoma).
La consecuencia que suponía el mayor reto era que con este tipo de enfoque el número y el tipo de servicios públicos, así como la complejidad de su implantación, crecían de una manera significativa. Por suerte, el aspecto positivo es que los servicios futuros son más próximos a las necesidades de la ciudadanía, responden mejor a ellas y son mucho más apreciados, con lo cual aumenta considerablemente la percepción de calidad, exhaustividad, eficiencia y efectividad de unos servicios más personalizados y mejor adaptados.
Esta dimensión fue identificada por el Gobierno autonómico de la Generalitat de Cataluña en las fases más avanzadas del desarrollo de un enfoque centrado en la ciudadanía, de manera que se enfrentaba a las dificultades mencionadas más arriba. El esfuerzo sostenido para disponer de una medida objetiva del éxito o el fracaso (basada en unas unidades métricas apropiadas y en encuestas públicas) llevó a la identificación de la riqueza del hecho de centrar el análisis en los “momentos de contacto”, aquellas ocasiones en las que la ciudadanía y la Administración pública interactúan (la ciudadanía obtiene acceso a la prestación de los servicios públicos que necesita). El incremento de servicios nuevos, la precisión de su identificación o el margen para la mejora se transfirieron a las correspondientes políticas vinculadas a la génesis de servicios públicos nuevos o adaptados.

1.3.Potenciar el gobierno electrónico desde una perspectiva de la atención ciudadana

Como consecuencia, el Gobierno autonómico de la Generalitat de Cataluña tomó la decisión de desarrollar un enfoque metodológico nuevo (C3Cat) basado en un enfoque explícito centrado en la atención ciudadana. Al hacerlo, el centro de atención pasó de una visión convencional centrada en la ciudadanía a una perspectiva más innovadora en la cual el énfasis se transfería al análisis y la comprensión profundas de la manera como interactúan la ciudadanía y la Administración pública, y más concretamente el modo como la ciudadanía utiliza y entiende los servicios públicos que necesita.
Dicho enfoque implicó el reconocimiento de la importancia de mejorar y ampliar la interactividad entre los usuarios y la Administración. Esta interactividad es muy a menudo obligatoria y hace referencia a los derechos de la ciudadanía contrapesados por la obligación de la Administración pública de prestar los servicios necesarios.
Desde esta perspectiva, la pregunta adecuada es cómo (y bajo qué modelo organizativo) se realiza esta prestación de servicios para ayudar a aumentar el valor percibido por la ciudadanía y generar a la vez la confianza y las condiciones para la transparencia y la participación, componentes básicos para la capacitación ciudadana.

1.4.Implantación pragmática de un enfoque innovador en el gobierno electrónico

El enfoque que ha cristalizado en la metodología C3Cat se basa en una implantación pragmática de un enfoque innovador en el gobierno electrónico, y proviene de la experiencia práctica del desarrollo y la implantación de servicios públicos. No es un ejercicio teórico, sino que se basa en la experiencia empírica reunida para hacer frente a implantaciones reales de servicios públicos en condiciones reales y a gran escala.
Cuando hablamos del diseño, desarrollo y despliegue de servicios públicos, la escala es importante, y más aún si tenemos en cuenta que cada uno de los servicios desplegados está sujeto a un escrutinio serio y objetivo de su éxito (o fracaso) en términos de las formas de uso, las reacciones y las sugerencias de mejora de la ciudadanía.
El modelo C3Cat se dirige a toda la población de Cataluña (más de 7,4 millones de habitantes) a través de un enfoque multicanal y multimodal para la prestación de servicios públicos.
El aumento ya mencionado en el número y en la idoneidad de los servicios públicos nuevos y mejorados debe verse como una política concreta basada en un “contrato de servicios” de la Administración pública con la ciudadanía para responder a las aportaciones y las valoraciones recibidas sobre la cartera de servicios existentes.
Sin embargo, y dado que se ha puesto la atención en el enfoque centrado en la atención ciudadana, tras haber examinado los modo como se realizan y se necesitan las interacciones, se llevó a cabo un gran esfuerzo para incorporar medidas con el fin de llegar a audiencias muy segmentadas, y de esta manera se refinó el acceso a sectores de la población considerados como muy sensibles por el Gobierno autonómico de la Generalitat de Cataluña.
Una dimensión que se ha visto especialmente potenciada bajo la visión del modelo C3Cat es la de la salud por el hecho de ser un área que afecta a toda la ciudadanía. En este sentido, y mediante un instrumento de “carpeta de salud personal” totalmente integrado en un acceso multicanal y multimodal (presencia física, en línea a través de internet, teléfono, TDT, móvil), existe una audiencia objetivo de ocho millones de ciudadanos que se encuentran en proceso de verse capacitados para poder acceder a sus datos médicos personales (esta es una primera implantación del HME, el historial médico electrónico). Los datos médicos incluyen información en formato digital multimedia (documentos, diagnósticos, análisis, rayos X, IRM, etc.) con un acceso totalmente autenticado y están protegidos con los medios de privacidad y confidencialidad más altos, igual que se aplicaría al acceso a estos mismos datos por parte de los profesionales de la sanidad.
Las personas en situación de paro son un sector especialmente sensible de la población, y todavía más debido a la situación socioeconómica y de recesión global actual. Bajo la visión del modelo C3Cat se concibió un tratamiento específico para hacer frente a sus necesidades concretas, lo cual se refleja en el desarrollo y despliegue de servicios nuevos específicos para esta población que hacen que dejen de ser necesarias las interacciones presenciales, con lo cual se facilita de la manera más eficaz posible el acceso directo a la información y los servicios asociados. En este sentido, se dio prioridad a transferir la mayoría de las interacciones al teléfono de atención a la ciudadanía (012), donde un sistema automático desatendido puede ofrecer la mayoría de los servicios requeridos, incluida la validación mensual necesaria para obtener la prestación social. El efecto inmediato fue una reducción drástica en el número de visitas a los puntos presenciales (oficinas de atención a la ciudadanía) y un aumento considerable en la percepción de valor por parte de este colectivo en concreto.
También se consideró que la situación socioeconómica a la cual ya hemos hecho referencia exigía la activación de servicios específicos, y por ello se creó un nuevo portal especializado dedicado a las “Herramientas para la crisis”. Este portal se puso en marcha como medida activa para facilitar la prestación de servicios de la manera más fluida posible a una audiencia específica.
Dicho enfoque también se ha aplicado a los grupos socialmente desfavorecidos, es decir, a los ciudadanos con riesgo de exclusión social. Se diseñaron unas medidas y unos servicios de acompañamiento pensados de manera específica para estas personas y se transfirieron a operaciones a través de todos los canales disponibles, pero dando prioridad a aquellos apropiados para ser utilizados en términos prácticos por los ciudadanos en riesgo de exclusión social.
Este mismo enfoque también se ha aplicado a un elevado número de colectivos y grupos de ciudadanos, como por ejemplo los inmigrantes (sitio web guía para la acogida, en diez idiomas y con servicios especializados a través del teléfono 012), los servicios sociales para la crisis (subvenciones, nuevas oportunidades, ayudas sociales, apoyo personal), la comunidad educativa (portales nuevos sobre educación, patrimonio territorial, multimedia), los ciudadanos en movimiento (información de movilidad, atención a incidencias, oportunidades) o las familias (subvenciones, apoyo a familias con niños en riesgo de exclusión social).
Esta descripción no exhaustiva, de hecho, señala cómo se pueden tener en cuenta las necesidades específicas de grupos de ciudadanos en cuanto a la forma en la que deben mantener su interacción con la Administración pública.
La dimensión más crítica e importante de los ejemplos anteriores es que muestran un impulso impresionante del gobierno electrónico, solo posible tras haber cambiado la perspectiva de observación, hecho que ha permitido analizar la manera como la ciudadanía usa los servicios públicos y obtiene acceso a ellos. Este impulso está vinculado específicamente a una política concreta de prestación de los servicios públicos lo más personalizada posible y adaptada a las especificidades.

1.5.Industrializar la producción de servicios públicos

La riqueza y exhaustividad del enfoque C3Cat en términos del margen para el desarrollo y la mejora de los servicios públicos son tan amplias que la Administración pública se ve casi inmediatamente enfrentada a la necesidad de responder de manera eficaz a la obligación de ejecutar un número mucho más alto, más complejo y más ambicioso de proyectos por año, lo cual deriva en la necesidad de gestionar un número mayor de proyectos en paralelo bajo una fuerte presión en cuanto a los plazos para pasar a explotar servicios públicos nuevos o adaptados.
La solución que se ha implantado bajo la metodología C3Cat es la de incorporar un “enfoque industrializado” al desarrollo de servicios públicos, con lo cual se pueden activar proyectos sumamente complejos que exigen una gran cantidad de recursos. En estas condiciones, la Administración pública se convierte en un “productor industrial” de servicios públicos y de esta manera sale ganando tanto en términos de tiempo de acceso al mercado y calidad como en capacidad general para hacer frente a diversos retos simultáneos identificados a lo largo de toda la organización de la Administración pública.
El concepto de industrializar la producción de servicios públicos se ha implantado hasta niveles en los cuales el enfoque general se podría comparar con otros ejemplos industriales. La metodología se basa en un “concepto de fábrica” formado por la cadena de producción (encargada del desarrollo de servicios nuevos altamente personalizados y relacionados con canales de prestación específicos), un juego de herramientas que ofrece todas las herramientas necesarias para la producción de estos servicios públicos y un laboratorio-taller donde se producen o se adaptan herramientas nuevas cuando surge una necesidad nueva.
Otro aspecto importante de esta analogía de la fábrica es que la “fábrica de servicios públicos” se basa en un enfoque de centro de servicios compartido (una “planta de producción” centralizada y sumamente eficiente) que se puede replicar en forma de “fábricas de servicios públicos” satélite que funcionarán con las mismas políticas de producción y usando exactamente los mismos componentes del juego de herramientas y la misma “distribución de la cadena de producción”. El resultado es una constelación de centros de producción de servicios públicos operativos coordinados que comparten las mismas herramientas de producción y el mismo enfoque conceptual. Gracias a ello, todos los progresos o las mejoras en los procesos de producción están disponibles para toda la organización.

1.6.weGov

En los últimos años, las Administraciones públicas han desarrollado sistemas de modernización de la actividad administrativa incorporando las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC). La e-Administración o eGov representa el concepto que enmarca la mayoría de los proyectos de modernización (1) .
El principal propósito, en los últimos tiempos, se ha centrado en conseguir la máxima eficacia con la máxima eficiencia en la gestión de los procedimientos administrativos entre la ciudadanía y la Administración pública.
En paralelo ha surgido la necesidad de estructurar una demanda en dos direcciones. Por un lado, el interés en que la ciudadanía participe más en el modelo de gestión pública y, por otro, la voluntad de las Administraciones públicas para consolidar una gestión basada en el buen gobierno (gobernanza). La irrupción de los medios tecnológicos que han facilitado la estructuración cultural de las redes sociales se han convertido en el catalizador de líneas de actuación dirigidas a la participación ciudadana, la transparencia de la gestión pública y una progresiva transformación de los sistemas de comunicación entre los diferentes actores sociales. El gobierno abierto (oGov) representa este nuevo paradigma de servicios, de empoderamiento de la ciudadanía y rendición de cuentas. Este espacio de colaboración con la ciudadanía se caracteriza por la construcción de relaciones entre todos los agentes sociales. Estos nuevos espacios relacionales proporcionan un enorme potencial de oportunidades.
Las estructuras sociales y de gestión pública se adaptan buscando las oportunidades que los nuevos espacios sociales y tecnológicos les ofrecen. La gestión de la ciudad y del territorio también ha visto cómo se han incorporado nuevas herramientas e innovadoras tecnologías que han permitido una gestión cada vez más eficiente. El incremento de la complejidad inherente a la gestión de las ciudades ha motivado la búsqueda de soluciones innovadoras que vayan más allá de las soluciones especializadas y compartimentadas. Podemos observar cómo los servicios públicos, la gestión de ciudad y del territorio se ven afectadas por una gran cantidad de variables interrelacionadas. Para superar esta dificultad, los nuevos retos tecnológicos deben proponer el desarrollo de soluciones que permitan la interoperabilidad entre áreas de gestión, las diferentes administraciones y la integración de datos provenientes de sensores, actuadores, contadores y datos de sistemas externos. Estos sistemas buscan integrar la funcionalidad especializada en un nuevo espacio de decisión integrada.
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Estos movimientos de transformación pivotan sobre las diferentes tecnologías que las administraciones públicas van incorporando a su modelo de gestión. Podemos observar cómo el eGov (administración electrónica) se apoyó con la irrupción de internet, el mGov (gobierno móvil) con la irrupción de los dispositivos móviles y el oGov con el cambio cultural que se está produciendo en la sociedad con la popularización de medios de participación ubicuos. Podemos observar que la transformación de los modelos de gestión de los gobiernos y de las ciudades no se produce en función de un parámetro único, sino que está vertebrada por las innovaciones tecnológicas retroalimentadas por tendencias funcionales como las descritas anteriormente (eficiencia y eficacia, relaciones, valor público). Consideramos que el factor clave que debemos considerar en estos movimientos de transformación se encuentra en el acercamiento de la ciudadanía a los asuntos de la gestión pública. Empezamos a observar cómo algunas administraciones públicas consideran la integración de la ciudadanía en el modelo de gestión pública, sin limitarse a una mera participación puntual (coaprobación de presupuestos, respuesta a preguntas puntuales, etc.).
La organización ciudadana no es novedosa, pero sí los medios y el alcance de los objetivos de estas organizaciones populares. El nivel de conocimiento, la agilidad para movilizar a grandes colectivos y el uso de medios tecnológicos avanzados refuerzan la tendencia de estas organizaciones a participar activamente en el día a día de la gestión pública. Como Administración pública, podemos optar por una posición reactiva a medida que sea requerida nuestra intervención o podemos anticiparnos con modelos de gestión que consideren la participación de la ciudadanía de una manera cada vez más integrada. Hablamos entonces del concepto de weGov, en el que la creación de espacios de relación bidireccional (Administración pública, ciudadanía, empresas, otras Administraciones públicas, etc.) va a ser extremadamente importante para aprovechar una nueva fuente de recursos públicos.
La energía que emana de la organización social, la información y el conocimiento que fluye entre la ciudadanía y la capacidad de innovación de nuevas fórmulas organizativas constituyen una oportunidad que las Administraciones públicas deberán descubrir. Podemos posicionarnos en retener o controlar esta nueva fuerza social u optar por conducirla a espacios de libertad donde el encuentro de intereses construya nuevas respuestas de valor público.

2.Open data, los datos de todos

2.1.¿Qué es open data?

“Los datos son el nuevo petróleo”. Con esta frase de Neelie Kroes, comisaria de la Agenda Digital Europea, comienzan un buen número de las intervenciones que se realizan hoy en día para hablar de open data o de cualquiera de los nuevos negocios basados en datos. Se ha hablado mucho de datos hasta el momento, pero no hay que perder de vista una cuestión que no ha quedado tan clara, y es que los datos tienen dueño. Entonces, si se sigue el razonamiento lógico, si los datos tienen dueño, el nuevo petróleo debe tener dueño también.
Así es, los datos son de sus propietarios y ese factor es un limitante para la democratización del conocimiento y el acceso universal a la información. Sin embargo, hay un número importante de datos cuyo dueño son los gobiernos y las Administraciones públicas, y ese conjunto de datos puesto a disposición de todo el mundo en formatos que permitan su reutilización se conoce como open data o datos abiertos. Este factor resulta fundamental para entender la importancia de la información del sector público y su papel central en la nueva sociedad del conocimiento. La sociedad del conocimiento puede darse sin open data, pero la difusión universal y gratuita del conocimiento difícilmente puede darse sin datos públicos o abiertos.
En este contexto, open data es una iniciativa a nivel global que persigue que los datos y la información, especialmente la que poseen las Administraciones públicas, estén disponibles para el conjunto de los ciudadanos. La publicación de la información se realiza además de manera abierta y reutilizable, de modo que tanto ciudadanos como empresas puedan utilizarla para su consulta, para enriquecerla con nuevos datos o para generar aplicaciones y servicios con ella.
A partir de esta definición, el movimiento de apertura de los datos por parte de las Administraciones públicas surge de manera generalizada a través del memorando de Barack Obama de 2009 en el que se inician las políticas de transparencia y gobierno abierto en Estados Unidos. En ese 2009 surge el portal de datos abiertos de Estados Unidos y le sigue rápidamente el de Reino Unido.
Las iniciativas open data se popularizan y la iniciativa CTIC muestra la existencia de 289 catálogos (a 17 de julio de 2015) de datos a nivel mundial, cifra que realmente se queda corta respecto a la realidad por la imposibilidad de abarcar todas las iniciativas locales.
En España, por poner un ejemplo, destacan la iniciativa nacional, las iniciativas de Aragón o Euskadi y, a nivel local, la iniciativa de Zaragoza.
Desde el punto de vista legal, en Europa la base que sustenta estas políticas es la Directiva 2003/98/CE relativa a la reutilización de la información del sector público modificada por el Consejo de la Unión Europea el 15 de abril de 2013. Como se observa, la norma es bastante anterior al memorando de Obama, pero la verdadera tracción para las iniciativas open data llegó con el citado memorando.

2.2.Acceso a la información pública

El anterior subapartado muestra de una manera general y teórica lo que las iniciativas de datos abiertos promueven; sin embargo, la realidad no siempre es tan idílica. Si en un primer momento se decía que los datos son el nuevo petróleo, entre los profesionales de los datos y usuarios de internet que manejan datos lo que se dice es que “los datos son el nuevo carbón” porque son “abundantes, sucios y difíciles tratar”. Esta anécdota es representativa del gran trabajo que queda por delante en las iniciativas de datos abiertos para hacer que la información, los datos, sean materias primas realmente útiles.
Por el propio devenir de los gobiernos y las administraciones, instituciones con cientos de años no siempre proclives a la transparencia, el estado de la información en muchos casos no es el deseable para formar parte de las iniciativas de datos abiertos. Las Administraciones públicas han ido recogiendo una ingente cantidad de datos a lo largo de la historia pero en gran parte esa información se encuentra en papel, digitalizada en formato PDF o en sistemas de información que no están pensados para que la información sea pública.
Visto esto, se entiende que las iniciativas open data se encuentren en un estadio inicial de madurez. Hasta el momento se han abierto numerosos portales que contienen la información que se ha podido publicar. Sin embargo, de cara al futuro esto debe avanzar hacia una situación en la que toda la información se encuentre dentro de repositorios open data para su utilización, con lo que se convierta open data en una capa más de los sistemas administrativos pensada para prestar servicios basados en datos propios o de terceros. En este ámbito que está por venir, los datos deben servir para proveer nuevos servicios, por ejemplo, cuadros de mando de control sobre la actividad (business intelligence), recomendadores de contenido, servicios hiperpersonalizados para cada uno de los diferentes usuarios, etc.
En este punto es importante introducir dos conceptos. El primero es el de publicación por defecto. Para que open data tenga éxito se debe publicar la información por defecto, es decir, que cualquier información que sea almacenada por una base de datos dentro de un Gobierno automáticamente debería ser pública. La publicación por defecto es un elemento central porque diseñar pensando en los datos y no en los procesos internos de la Administración es lo que puede conseguir la auténtica interoperabilidad de los sistemas. Por tanto, los sistemas de los gobiernos deben transformarse para que la información que usen provenga de open data y no sea información capturada ad hoc para cada proceso.
El segundo concepto importante que hay que introducir es que la información ha de ser legible por máquinas. Es decir, para que la información se pueda tratar de manera masiva los datos deben poder ser manipulados por programas informáticos y para ello hay que establecer unas determinadas condiciones de interoperabilidad y de consensos semánticos que permitan el correcto procesamiento de la información. Hasta la actualidad la información se ha suministrado pensando que hay un humano que la va a leer en una pantalla o en un informe, pero esto ya no vale para open data y hay que establecer protocolos para que las máquinas sean capaces de entender los datos.
A partir a de ahí, es interesante seguir buenas prácticas en la publicación de la información para garantizar su capacidad de reutilización:
  • Unicidad del dato: El dato debe ser único. Esto implica que las copias de información no son deseables, ya que se quedan obsoletas y pueden inducir a errores por confusión con las versiones. El dato único supone que siempre se sabrá dónde consultar la información.

  • Acceso en tiempo real a la información: La información hay que proveerla en tiempo real, ya que esto maximiza su valor. Un dato de hace meses puede haber perdido gran parte de su valor aunque su calidad sea máxima.

  • URI únicas y persistentes: Los datos tienen que encontrarse en un lugar fijo. Cada conjunto de datos posee una dirección igual que cada vivienda posee una dirección en un plano. En internet esas direcciones se llaman URI o IRI y deben permanecer fijas, de modo que cuando se publica un dato debe publicarse en su correspondiente dirección, que pasa a formar parte del ADN del propio dato.

  • Licencias abiertas: Deben existir licencias que permitan la reutilización de los conjuntos de datos. De nada sirve el esfuerzo de publicación si finalmente estos conjuntos de datos se licenciaran bajo copyright. Las iniciativas open data promueven las licencias abiertas, cuyo estándar internacional es la licencia Creative Commons 4.0 con reconocimiento al creador de los datos

2.3.Consideraciones legales

Desde el punto de vista legal, el mundo de la explotación de los datos en general y el de los datos abiertos en particular se encuentra en un momento especialmente interesante, ya que la disciplina de open data es nueva y la legislación existente se está adaptando a las nuevas herramientas tecnológicas recién surgidas.
Los elementos de debate provienen fundamentalmente del choque entre dos cuerpos jurídicos que hasta cierto punto están enfrentados y que están comenzando a engranarse: la protección de datos (de carácter personal) frente a la transparencia y al derecho de acceso a la información pública.
Por un lado, la regulación de la protección de los datos de carácter personal se asienta en la Directiva 95/46/EC del Parlamento Europeo y del Consejo y en el ámbito español en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Por otro lado, la normativa sobre acceso a la información pública y su reutilización tiene su base a nivel europeo en la Directiva 2003/98/CE relativa a la reutilización de la información del sector público modificada por el Consejo de la Unión Europea el 15 de abril de 2013, que al ámbito español fue trasladada mediante la Ley 37/2007, de 16 de noviembre, sobre Reutilización de la Información del Sector Público, y a la que se le ha sumado la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno.
El punto mayor de conflicto entre la normativa es la determinación de qué es un dato de carácter personal y, gracias a ello, saber cuándo una Administración puede publicar ese dato. Para clarificar esta situación, la Agencia Española de Protección de Datos y el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno han emitido un criterio interpretativo (2) conjunto en el que siguiendo lo establecido en la ley de protección de datos, que en muchos casos deriva directamente de derechos constitucionales, se considera que tienen la máxima protección:
1) Datos reveladores de la ideología, afiliación sindical, religión y creencias.
2) Datos de carácter personal que hagan referencia al origen racial, a la salud y a la vida sexual.
3) Datos de carácter personal relativos a la comisión de infracciones penales o administrativas.
(2) Agencia Española de Protección de Datos y Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (2015): Criterio Interpretativo, Asunto: Aplicación de los límites al derecho de acceso a la información.
Para el resto de los datos que puedan contener información de carácter personal se habrá de seguir el criterio de ponderación que establece la legislación de acceso a la información pública. Esto quiere decir que, para el resto de los datos no incluidos en la lista anterior, en cada conjunto de datos que contuviera cuestiones relativas a datos de carácter personal debe ser valorada su publicación. A este respecto, una buena práctica es la elaboración de informes jurídicos ponderando el beneficio de la publicación de la información frente al posible perjuicio que se pudiera causar a las personas que presentan algún dato de carácter personal.
Ejemplo
Como ejemplo se podría mencionar el “Informe sobre la publicación en el portal de datos abiertos del Gobierno de Aragón de datos referidos a los arrendamientos urbanos y a las prestaciones de la PAC”, de Muñoz (2015), que valora beneficios y perjuicios de la publicación de algunos datos provenientes de bases de datos de la Administración.
Estas consideraciones en cada país tienen un tratamiento diferente y, de hecho, cada país marca unos límites distintos para la protección de datos de carácter personal. Como se ha comentado, este es un debate abierto; como ejemplo de ello, el 9 de junio de 2015 recogía la agencia Reuters las siguientes declaraciones de la canciller alemana Angela Merkel:

“Los alemanes necesitan superar su tradicional miedo a la recogida masiva de datos personales por las empresas, en su lugar deberían abrazar las oportunidades que ofrecen o el riesgo de quedar marginados en una economía global”.

A. Merkel (2015). Merkel urges Germans to put aside fear of big data (traducción propia). Reuters. [Fecha de consulta: 17 de julio de 2015].

Debate político aparte, es interesante ver cómo a nivel europeo se comienzan a establecer bases jurídicas alrededor de este conflicto entre acceso y privacidad. En este sentido, el grupo de trabajo de protección de datos de la Unión Europea, el 5 de junio de 2013, emitió su “Opinion 06/2013 on open data and public sector information (PSI) reuse”. En ella se puede observar igualmente que es necesario llegar a un entendimiento entre aquellos datos que no pueden mostrarse bajo ningún concepto y aquellos otros que aportan valor sin dañar la integridad de los sujetos. Algunas de las conclusiones más importantes al respecto son las siguientes:
  • La protección de datos desde el diseño y por defecto. Lo que viene a proponer que es necesario pensar en el contenido de las bases de datos desde su diseño para evitar problemas a posteriori.

  • Realizar valoraciones respecto al impacto de la publicación de los datos en cuestión de datos de carácter personal y de reutilización de la información.

  • Valorar los riesgos de reidentificación de los sujetos en datos anonimizados.

  • Identificar las medidas adecuadas para minimizar riesgos en materia técnica, legal y organizacional.

  • Incluir en las licencias cláusulas de salvaguarda sobre datos con carácter personal.

Como se observa, el debate en torno a este tema es apasionante y se están sentando en estos años las bases del tratamiento de los datos. No hay que olvidar que la diferencia entre ahora y hace unos años es que en la actualidad las grandes cantidades de datos permiten reidentificar a sujetos a través de la conexión existente entre toda la información. Anteriormente por anonimización se entendía simplemente el poner típex sobre los datos conflictivos; hoy en día esto ha cambiado y la interrelación entre la información permite reconstruir perfiles personales con relativamente pocos tipos de datos relacionados. Todo ello conduce a un gran reto para definir legalmente los límites de aquello que es posible realizar a nivel técnico.

2.4.Calidad de los datos

Ya se ha comentado anteriormente que los datos deben aumentar de calidad para que realmente sean útiles y las iniciativas open data lleguen a modificar la relación de los ciudadanos con la información. Un elemento que siempre hay que tener en cuenta es el formato en el que se ofrece la información.
La calidad de la información según su formato se ha dividido en cinco categorías, establecidas por el creador de la web, Tim Berners Lee. Esta categorización se realiza según dos variables fundamentales, la propiedad del formato y la interoperabilidad del mismo, según se explica a continuación:
  • 1 estrella: El dato se publica en la web pero no es interoperable y puede ser propietario. El ejemplo paradigmático es un PDF subido a la web. Esto no se considera open data dentro de la mayoría de las iniciativas, ya que son formatos que no se pueden reutilizar.

  • 2 estrellas: En este caso la información es reutilizable pero el formato es propietario. Ejemplos de estos formatos serían XLS y SHP, que contienen información reutilizable pero son propietarios: el primero es de Microsoft para hojas de cálculo y el segundo de Esri para información cartográfica.

  • 3 estrellas: El dato es interoperable y además no es propietario. Un ejemplo de este tipo de formatos sería CSV, que está formado por texto plano separado por comas y puede ser entendido por cualquier tipo de software.

  • 4 estrellas: La información está estructurada. Un ejemplo de este formato sería RDF. RDF es un formato en el que la información está definida de manera explícita mediante propiedades y atributos que permiten, por ejemplo, establecer relaciones de jerarquía o de temporalidad dentro de la propia información.

  • 5 estrellas: La información está enlazada con el resto del mundo. Serían datos denominados linked data; su característica fundamental es que respetan vocabularios a nivel internacional de manera que un tema determinado se denomina igual en cualquier sitio del mundo y una máquina puede entender en diferentes lugares del planeta que se está hablando de ese mismo tema.

Esta caracterización de la información en función de los formatos en los que esta se presenta resulta útil para identificar el grado de madurez de las iniciativas de datos abiertos, pero hay otras cuestiones que hemos de abordar a la hora de garantizar la calidad de los datos.
Posiblemente uno de los elementos más importantes que se debe tener en cuenta sea la metainformación que acompaña a los propios datos. Metainformación es la información que se añade a los conjuntos de datos para que sea posible trabajar con ellos.
Dentro de las iniciativas open data y de manera muy especial dentro del ámbito europeo el estándar con el que se está trabajando la metainformación es DCAT.
DCAT es un vocabulario que identifica los metadatos que hay que añadir a cada conjunto de datos publicado. Gracias a DCAT se especifica cómo ha de denominarse un conjunto de datos, cómo indicar el idioma en el que está escrito o cómo indicar la licencia que permite la reutilización del dato. Esta capa de información permite homogeneizar a nivel internacional la catalogación de los conjuntos de datos abiertos existentes y es una pieza importante para permitir la interoperabilidad de los catálogos de los conjuntos de datos.
Ejemplo
Ejemplo de metadatos de un conjunto de datos de Aragón Open Data, publicados en formato RDF y usando el vocabulario DCAT.
Fuente: Carlos Iglesias.
Fuente: Carlos Iglesias.

2.5.Segmentación de usuarios

Finalmente, hay que explicar que open data tiene un usuario final que se debe tener muy en cuenta y al que hay que esforzarse por llegar. Dada la juventud de la iniciativa, los portales de datos abiertos no han conseguido identificar las diferencias entre usuarios y esto ha sido un problema para el propio uso de los datos. Las iniciativas más avanzadas empiezan a plantearse la segmentación de usuarios como un elemento más asociado al éxito de las propias iniciativas. Esto es muy importante porque las políticas de datos abiertos todavía no han conseguido una tracción suficiente en comparación con el potencial que poseen, y esto tiene que ver con la inespecificidad con la que muchos proyectos se han planteado de cara a los usuarios.
A la hora de atender a distintos tipos de público de los datos abiertos se pueden considerar tres categorías principales:
  • Ciudadanos. En primer lugar se encontrarían los ciudadanos en general, que no tienen ningún tipo de habilidad especial en el tratamiento de la información y que simplemente demandan información para ser utilizada de manera muy local.

  • Infomediarios. En segundo lugar se encuentran los infomediarios, que son aquellos profesionales que viven del tratamiento de la información y entre los que se encuentran, entre otros, periodistas de datos, investigadores, científicos de datos, estadísticos y empresas que transforman y comercializan la información.

  • Desarrolladores informáticos. Finalmente se encuentran los desarrolladores informáticos, que aunque se podrían englobar dentro del grupo de los infomediarios presentan algunas características por las que conviene ubicarlos en un grupo independiente.

Esta segmentación en tres tipos de usuarios permite identificar los objetivos y las necesidades de cada uno de ellos de manera independiente para ofrecer productos de datos abiertos coherentes con esas necesidades. En primer lugar, los ciudadanos en general no poseen habilidades especiales en el tratamiento de los datos y lo que exigen es información clara y fácil de entender. Esto choca con algunos de los principios de open data que se han comentado anteriormente, como son los formatos entendibles por máquinas o la información enlazada a nivel global; por tanto, una primera cuestión que tener en cuenta es que la teoría, ideada por expertos en tecnología, muchas veces choca con el interés real de las personas.
Para solucionar esta contradicción, la principal estrategia pasa por realizar webs basadas en la usabilidad en las que un ciudadano sin un interés real en poner en valor los datos pueda desenvolverse sin demasiadas complicaciones. En este campo entran en juego estrategias de visualización de la información (dataviz) que lo que intentan es ponérselo fácil a los usuarios finales, tomando un conjunto de datos que en principio no es entendible por el público y transformándolo en algo intuitivo y por el que resulta fácil navegar.
Ejemplo
En este punto se puede poner como ejemplo la web de presupuestos del Gobierno de Aragón, que muestra de un rápido vistazo la distribución de sus gastos e ingresos, tal y como se puede ver en la figura.
Presupuesto del Gobierno de Aragón
Fuente: Aragón Open Data. [Fecha de consulta: 17 de julio de 2015].
Fuente: Aragón Open Data. [Fecha de consulta: 17 de julio de 2015].
Esta estrategia está muy relacionada con aquellas que tienen que ver con la transparencia de las organizaciones, pues no hay que perder de vista que los datos necesarios para mejorar la transparencia de las Administraciones públicas y para ejercer un control de los gobiernos deberían provenir de datos abiertos. Por tanto, en la forma de relacionarse los ciudadanos en general con los datos abiertos hay que estar muy atento a crear webs amigables y a explicar los conceptos de manera adecuada.
En segundo lugar, los infomediarios son usuarios que ya disponen de una serie de herramientas para acceder a la información y tratarla. En general, los infomediarios buscan información de calidad y para ellos el contenido de los datos es fundamental. Una buena fuente de datos puede dar lugar a noticias o artículos científicos de interés y, por tanto, en este caso, lo que hay que promover es la información de calidad.
Dentro de este grupo de usuarios es interesante destacar la existencia de empresas cuyo negocio está en la manipulación de la información y la venta de productos de valor añadido.
Ejemplo
Un ejemplo de este tipo de empresas podría ser Euroalert, que se dedica a recopilar información sobre contratación en el sector público y eso le permite ofrecer servicios basados en esa información, como alertas sobre publicación de contratos o informes sobre la situación de la contratación pública.
Finalmente, estaría el grupo de los desarrolladores informáticos. Este tipo de usuarios podrían englobarse dentro de los infomediarios, pero parece adecuado sacarlos fuera porque tienen algunas características diferenciales que se deben tener en cuenta. Fundamentalmente son usuarios con conocimientos informáticos avanzados y que, además de contenido de interés, requieren acceso a la información que permita la automatización de los procesos. Se puede decir que los desarrolladores informáticos siempre requieren herramientas informáticas que a veces los infomediarios no necesitan.
En este sentido, los desarrolladores fundamentalmente buscan la existencia de interfaces de programación de aplicaciones, generalmente conocidas como API. Estas herramientas permiten hacer preguntas a los conjuntos de datos a través de parámetros y con ello se consigue un acceso directo a los datos. Otros métodos habituales de consulta a los datos abiertos por parte del desarrollador informático son puntos de consulta SPARQL o servicios web de consulta de datos.
La aplicación de estas herramientas permite crear aplicaciones para móviles o para el ordenador. Esto es posible porque a través de las API se pueden obtener únicamente los datos que se necesitan; así, se puede descargar un único dato del total de los que se disponen. Por tanto, se pueden refrescar en una aplicación únicamente los datos que han cambiado y es posible ahorrarse el descargar la base de datos entera, con el consiguiente ahorro de tarifa de datos para el usuario final, y a partir de ahí buscar el dato que interesa. Este problema está resuelto a través de las API de consulta.
Ejemplo
El uso de API permite la aparición de aplicaciones web como visual aragopedia, que permite ver información de los diferentes municipios de una región como Aragón, o aplicaciones para móvil como ebolets, que facilita la búsqueda de setas en el monte, basadas en la utilización de datos públicos.
API del Área Metropolitana de Barcelona
En el caso del Área Metropolitana de Barcelona se ha optado por construir API de todas las aplicaciones del portal, de tal modo que se puede consumir todo mediante servicios en línea.
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Los principales retos son los siguientes:
  • Interiorizar que los datos son de los ciudadanos y que el único límite está en abrir información que desproteja sus derechos.

  • En muchos casos los datos están ubicados en sistemas de información antiguos, como se ha mencionado, que no permiten la construcción de API/webservices para abrirlos y facilitar datos de manera automática. Un reto importante es llegar a soluciones que permitan construir apps a desarrolladores de forma autónoma.

  • Otro reto importante es ser capaces de priorizar los cambios tecnológicos que faciliten la construcción de API, de acuerdo con la voluntad ciudadana para abrir primero los datos que tienen más demanda.

La producción de información, el almacenamiento, su control y la reutilización estarán en el corazón del futuro de la ciudad del mañana. La ciudad del mañana se llama inteligente y colaborativa para que sea más productiva y democrática.
Proyecto Snapi-Open Data
Si nuestro objetivo es que los usuarios, de diferentes perfiles, se muevan ágilmente entre datasets, es imprescindible fomentar programas de formación que permitan adquirir habilidades en este campo al conjunto de los actores interesados.
Un ejemplo, aunque modesto pero interesante, es el proyecto Snapi-Open Data, impulsado por Ctilab y AMB, basado en formar a los alumnos en horario escolar en la gestión de datos.
La formación desde la escuela en la gestión de los datos y la programación permitirá que las nuevas generaciones estén formadas en el conocimiento y el trato con grandes cantidades de datos, abriendo los dataset de AMB en un entorno de trabajo.
El entorno Snapi es una herramienta educativa que creó el MIT y Stanford, con el que está colorando el Citilab.
Mapa de densidades de población de los municipios metropolitanos
Fuente: Población en Barcelona

Bibliografía

Referencias bibliográficas
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Iglesias, C. (2014). Guía técnica para la interoperabilidad de Catálogos de Datos. Aplicación del estándar DCAT, la NTI de Reutilización de Recursos de Información y otras buenas prácticas. http://opendata.aragon.es/public/documentos/Guia_Tecnica_v1.02.pdf [Fecha de consulta: 17 de julio de 2015].
Kroes, N. (2012). “Digital Agenda and Open Data”. http://europa.eu/rapid/pressrelease_SPEECH-12-149_en.htm [Fecha de consulta: 17 de julio de 2015].
Muñoz Soros, J. F. (2015). “Informe sobre la publicación en el portal de datos abiertos del Gobierno de Aragón de datos referidos a los arrendamientos urbanos y a las prestaciones de la PAC”. Para Aragón Open Data. http://opendata.aragon.es/public/documentos/20150518_Infome_PAC_y_fianzas_arrendamientos.pdf [Fecha de consulta: 17 de julio de 2015].
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Enlaces de interés
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ebolets: http://www.ebolets.com/es/index.html [Fecha de consulta: 17 de julio de 2015].
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