La narració cinematogràfica

Índex
- Objectius
- 1.Narració i comunicació narrativa en el cinema
- 1.1.On és la instància relatora en el cinema?
- 1.1.1.La solució ascendent
- 1.1.2.La solució descendent
- 1.1.3.Altres aproximacions
- 1.2.Focalització i punt de vista en el relat cinematogràfic
- 1.3.Espai i temps en el relat audiovisual
- 1.3.1.L'espai
- 1.3.2.Definició dels espais de la representació
- 1.3.3.El temps
- 1.4.Tancant el cercle: autor, lector i gènere
- 1.4.1.Narrador, autor?
- 1.4.2.Narratari, espectador?
- 1.4.3.Gèneres i narració
- 1.4.4.Una tipologia genèrica
- 1.1.On és la instància relatora en el cinema?
- 2.Els modes històrics de la narració cinematogràfica
- Bibliografia
Objectius
-
Interrelacionar els elements narratius i els comunicatius en el discurs cinematogràfic.
-
Estudiar els modes històrics bàsics de la narrativitat cinematogràfica.
1.Narració i comunicació narrativa en el cinema
1.1.On és la instància relatora en el cinema?
1.1.1.La solució ascendent
-
El subratllat del primer pla, per proximitat o per articulació fons-figura (per exemple, fent servir el contrast entre enfocament i desenfocament).
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El descens del punt de vista per sota del nivell dels ulls (per exemple, en els plans contrapicats).
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La representació d'una part del cos en pla proper.
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La presència de l'ombra d'un personatge.
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La materialització de la imatge en un visor o qualsevol objecte que remeti a la mirada.
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El tremolor o moviment entretallat que suggereix l'existència d'un aparell que filma.
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La mirada a càmera.
1.1.2.La solució descendent
1.1.3.Altres aproximacions
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la figurativització: reconeixement de signes analògics en el text.
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la diegetització: construcció d'un món.
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la narrativització: producció d'un relat.
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la mostració: designació com a real del món mostrat.
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la creença: corol·lari de la mostració.
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l'escalonament: homogeneïtzació de la narració gràcies a la col·lusió de les diverses instàncies.
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la fictivització: reconeixement de l'estat ficcionalitzant de l'enunciador.
1.2.Focalització i punt de vista en el relat cinematogràfic

«François Truffaut: I imagine that the story [el conte de Cornell Woollrich en el qual s'inspira el guió de Rear Window] appealed to you primarily because it represented a technical challenge: a whole film from the viewpoint of a single man, and embodied in a single, large set.
Alfred Hitchcock: Absolutely. It was a possibility of doing a purely cinematic film. You have an immobilized man looking out. That's one part of the film. The second part shows what he sees and the third part shows how he reacts. This is actually the purest expression of a cinematic idea. Pudovkin dealt with this, as you know. In one of his books on the art of montage, he describes an experiment by his teacher, Kuleshov. You see a close-up of the Russian actor Ivan Mosjoukine. This is immediately followed by a shot of a dead baby. Back to Mosjoukine again and you read compassion on his face. Then you take away the dead baby and you show a plate of soup, and now, when you go back to Mosjoukine, he looks hungry. Yet, in both cases, they used the same shot of the actor; his face was exactly the same.
In the same way, let's take a close-up of [James] Stewart [a Rear Window] looking out of the window at a little dog that's being lowered in a basket. Back to Stewart, who has a kind smile. But if in place of the little dog you show a half-naked girl exercising in front of an open window, and you go back to a smiling Stewart again, this time he's seen as a dirty old man!
[...]
F.T.: [...] Another potent scene is the one in which the childless couple learn that their little dog has been killed. The thing that's so good about it is that their reaction is deliberately disproportionate. There's a great hue and cry... it's handled as if the death of a child were involved.
A.H.: Of course, that little dog was their only child. At the end of the scene you notice that everyone's at his window looking down into the yard except for the suspected killer, who's smoking in the dark.
F.T.: This, incidentally, is the only moment at which the film changes its point of view. By simply taking the camera outside of Stewart's apartment, the whole scene becomes entirely objective.
A.H.: That's right. That was the only such scene.
Truffaut, François (1983). Hitchcock/Truffaut. Nova York: Simon & Schuster».
1.3.Espai i temps en el relat audiovisual
1.3.1.L'espai
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naturalesa (espais exteriors i interiors, i dins de cadascun d'ells artificials i naturals)
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magnitud
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qualificació (espais oberts i tancats)
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identificació (espais referencials)
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definició
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finalitat (de l'espai en la història)
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relació amb altres espais
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relació amb els personatges
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relació amb l'acció
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relació amb el temps
1.3.2.Definició dels espais de la representació
"Puede ser útil, para comprender la naturaleza del espacio en el cine, considerar que se compone de hecho de dos espacios: el que está comprendido en el campo y el que está fuera de campo. Para las necesidades de esta discusión, la definición del espacio del campo es extremadamente simple: está constituido por todo lo que el ojo divisa en la pantalla. El espacio fuera-de-campo es, a nivel de este análisis, de naturaleza más compleja. Se divide en seis segmentos: los confines inmediatos de los cuatro primeros segmentos están determinados por los cuatro bordes del encuadre: son las proyecciones imaginarias en el espacio ambiente de las cuatro caras de una pirámide (aunque esto sea evidentemente una simplificación). El quinto elemento no puede ser definido con la misma (falsa) precisión geométrica, y sin embargo nadie pondrá en duda la existencia de un espacio-fuera-de-campo detrás de la cámara, distinto de los segmentos de espacio alrededor del encuadre, incluso si los personajes lo alcanzan generalmente pasando justo por la derecha o la izquierda de la cámara. Por fin, el sexto segmento comprende todo lo que se encuentra detrás del decorado (o detrás de un elemento del decorado): se llega a él saliendo por una puerta, doblando una esquina, escondiéndose detrás de una columna... o detrás de otro personaje. En el límite extremo, este segmento de espacio se encuentra más allá del horizonte."
Noël Burch (1985). Praxis del cine. Madrid: Fundamentos.
"Tomemos como ejemplo una secuencia de salvamento en el último minuto (...) la de Salvada por el telégrafo (The Lonedale Operador, 1911). El filme narra la historia de una joven que, habiendo sustituido a su padre de improviso en su cargo de telegrafista de una pequeña y aislada estación, sufre el ataque de dos malhechores que quiere apoderarse de los valores que ella guarda en su despacho. Como en la mayor parte de las películas del género, Griffith enfrenta a los tres actantes que mantienen diversos tipos de relaciones espaciales entre ellos. El primero, el actante-amenazado, es la clave del drama. Aquí es la joven telegrafista la que desempeña ese papel. Su integridad se ve amenazada por un segundo actante al que llamaremos, por estas mismas razones, el actante-amenazador. Lo representan los dos atacantes. Un tercer actante, el actante-salvador, está constituido por personajes llamados al rescate del actante-amenazado, entiéndase el amigo del alma de la telegrafista y su compañero.
En una situación de salvamento en el último minuto, a menudo el actante-amenazado no puede, al menos durante un tiempo, ejecutar su amenaza, por razones de orden estrictamente espacial. (...) El programa narrativo del actante-amenazador no es otro que el de llegar a ocupar el mismo espacio que el actante-amenazado, condición sine qua non para la ejecución de su amenaza.
El acceso a ese espacio ocupado por el actante-amenzado constituye también, de un modo absolutamente simétrico, el programa narrativo del tercer actante (...) El desafío es de envergadura puesto que, si no franquea la distancia en el tiempo requerido, su misión habrá fracasado... De modo que hay que reconocer que un filme como Salvada por el telégrafo es, en toda lógica, un drama espacial tanto como temporal."
André Gaudreault; François Jost (1995). El relato cinematográfico. Barcelona: Paidós.
1.3.3.El temps
1.4.Tancant el cercle: autor, lector i gènere
1.4.1.Narrador, autor?
"La puesta en escena ya no es un medio de ilustrar o presentar una escena, sino una auténtica escritura. El autor escribe con su cámara de la misma manera que el escritor escribe con una estilográfica. ¿Cómo es posible que en este arte donde una cinta visual y sonora se despliega desarrollando con ella una cierta anécdota (o ninguna, eso carece de importancia), se siga estableciendo una diferencia entre la persona que ha concebido esa obra y la que la ha escrito? ¿Cabe imaginar una novela de Faulkner escrita por otra persona que Faulkner? ¿Y Ciudadano Kane tendría algún sentido en otra forma que la que le dio Orson Welles?"
Alexandre Astruc. "Nacimiento de una nueva una nueva vanguardia: la Cámera-stylo". A: Joaquín Romaguera (ed.) (1993). Textos y manifiestos del cine. Madrid: Cátedra.
Extracte de "Naixement d'una nova avantguarda: la Cámera-stylo""Por ello llamo a esta nueva era del cine la era de la Cámera-stylo. Esta imagen tiene un sentido muy preciso. Quiere decir que el cine se apartará poco a poco de la tiranía de lo visual, de la imagen por la imagen, de la anécdota inmediata, de lo concreto, para convertirse en un medio de escritura tan flexible y tan sutil como el del lenguaje escrito. Este arte dotado de todas las posibilidades, pero prisionero de todos los prejuicios, no seguirá cavando eternamente la pequeña parcela del realismo y de lo fantástico social que le ha sido concedida en las fronteras de la novela popular, cuando no le convierte en el campo personal de los fotógrafos. Ningún terreno debe quedarse vedado. La meditación más estricta, una perspectiva sobre la producción humana, la psicología, la metafísica, las ideas, las pasiones son las cosas que le incumben exactamente. Más aún, afirmamos que estas ideas y estas visiones del mundo son de tal suerte que en la actualidad sólo el cine puede describirlas. Maurice Nadeau decía en un artículo de Combat; "Si Descartes viviera hoy escribiría novela." Que me disculpe Nadeau, pero en la actualidad Descartes se encerraría en su habitación con una cámara de 16 mm y película y escribiría el discurso del método sobre la película, pues su Discurso del método sería actualmente de tal índole que sólo el cine podría expresarlo de manera conveniente."
Joaquín Romaguera (ed.) (1993). Textos y manifiestos del cine. Madrid: Cátedra.
«Paradoxalment, els partidaris de la política dels autors admiren particularment el cinema nord-americà quan és en aquest on les servituds de producció són més penoses. És cert també que és aquest on el director disposa de millors facilitats tècniques, tot i que una cosa no compensi l'altra. No obstant això, admeto que la llibertat a Hollywood és més gran del que diuen si se sap llegir entre línies. I fins i tot afegiria que la tradició dels gèneres constitueix un punt clau per a la llibertat creadora. El cinema nord-americà és un art clàssic, però justament per això, per què no admirar el que té de més admirable, és a dir, no només el talent de tal o qual dels seus cineastes, sinó el geni del sistema [...]».
Citació«Auterism itself would not be worth bothering with if it hadn't been so influential, effectively stalling film history and criticism in a prolonged stage of adolescent romanticism. But the closer we look at Hollywood's relations of power and hierarchy of authority during the studio era, at it's division of labor and assembly line production process, the less sense it makes to assess filmmaking or film style in terms of the individual director –or any individual for that matter. The key issues here are style and authority –creative expression and creative control– and there were indeed a number of Hollywood directors who had an unusual degree of authority and a certain style. John Ford, Howard Hawks, Frank Capra and Alfred Hitchcock are good examples, but it's worth noting that their privileged status –particularly their control over script development, casting and editing– was more a function of their role as producers than directors. Such authority came only with commercial success and was won by filmmakers who proved not just that they had talent but that they could work profitably within the system. These filmmakers were often "difficult" for a studio to handle, perhaps, but not more so than its top stars and writers. And ultimately they got along, doing what Ford called "a job of work" and moving on to the next project. In fact, they did their best and most consistent work on calculated star vehicles for one particular studio, invariably in symbiosis with an authoritative studio boss.
[...]
The quality and artistry of all these films were the product not simply of individual human expression, but of a melding of institutional forces. In each case the "style" of a writer, director, star –on even cinematographer, art director, or costume designer– fused with the studio's production operations and management structure, its resources and talent pool, its narrative traditions and market strategy. And ultimately any individual's style was no more than an inflection on an established studio style».
Schatz, Thomas (1998). The Genius of the System. Hollywood Filmmaking in the Studio Era (pàg. 5-7). Londres: Faber and Faber.
Citació"Es con la figura del director cinematográfico que la concepción del autor tradicional sufre mayores y más radicales transformaciones. En el cine, al autor deja de ser el prototípico sujeto aislado, capaz de efectuar por sí solo un acto de creación individual que reafirma su personalidad, y se convierte en una situación estructural en el interior de un sistema creativo. El autor se despersonaliza a favor de una posición de poder creativo ligada a la técnica. La industria cinematográfica pone en marcha una serie de dispositivos técnicos y humanos que se convierten en una maquinaria capaz de gestionar todos aquellos elementos que ha sido característicos del Arte (y de las distintas artes) hasta ese momento. Y en el centro de este entramado existe una posición susceptible de ser ocupada por un único individuo o un conjunto de ellos, posición desde la que es posible gestionar todos los dispositivos que se han puesto al alcance de esa plataforma y que de hecho son los que con sus diversas características configuran las cualidades de esa posición, a la vez gestora y creativa."
Josep Maria Català (2001). La puesta en imágenes. Conceptos de dirección cinematográfica (pàg. 43). Barcelona: Paidós.
Citació"Como consecuencia del ataque posestructuralista lanzado sobre el sujeto originario, el autor de cine pasó de ser fuente generadora del texto a ser un mero término en el proceso de lectura y espectatorial, un espacio de intersección entre discursos, una configuración cambiante producida por la interesección de un grupo de películas con formas históricamente constituidas de lectura y espectatorialidad. En esta visión antihumanista, el autor se disolvía en instancia teóricas más abstractas tales como 'enunciación', 'sujetivización', 'écriture' e 'intertextualidad'."
Robert Stam (2001) Teorías del cine (pàg. 151). Barcelona: Paidós.
1.4.2.Narratari, espectador?
"Al mismo tiempo, no existe un espectador esencial circunscrito desde un punto de vista racial, cultural o incluso ideológico (el espectador blanco, el espectador negro, el espectador latino, el espectador resistente) (...) Los espectadores participan de múltiples identidades (e identificaciones) relacionadas con el género, la raza, la preferencia sexual, la región, la religión, la ideología, la clase y la generación. Además, las identidades epidérmicas socialmente impuestas no determinan estrictamente las identificaciones personales y las filiaciones políticas. No se trata únicamente de quiénes somos o de dónde venimos, sino también de qué deseamos ser, dónde queremos ir y con quién queremos ir hasta allí. En una compleja combinatoria de actitudes, los miembros de un grupo oprimido pueden identificarse con el grupo que les oprime (los niños nativos americanos que se identifican con los cow-boys en lucha con los "indios"; los africanos que se identifican con Tarzán; los árabes que hacen lo propio con Indiana Jones), del mismo modo que los miembros de grupos privilegiados pueden identificarse con las luchas de los grupos oprimidos. El posicionamiento del espectador es relacional: las comunidades pueden identificarse entre sí en función de una proximidad compartida o por tener un antagonista en común. Las posiciones del espectador son multiformes, presentan fisuras, esquizofrenias, se desarrollan de manera desigual, son discontinuas en lo cultural, en lo discursivo y en lo político, y forman parte de un territorio cambiante de diferencias y contradicciones que se ramifican."
Robert Stam (2001). Teorías del cine (pàg. 271). Barcelona: Paidós.
Cinema d'atraccions |
Cinema de narració |
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Períodes de preeminència |
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Anterior al 1906, es manté a:
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Cinema dominant a partir del 1906 |
Etnografia de l'espectador |
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Identificació amb la càmera, però per a mostrar imatges Incitació i satisfacció de la curiositat visual Focalització directa de l'espectador |
Identificació amb la càmera, però per a explicar una història Plantejament d'enigmes que demanen una solució No es reconeix un espectador |
Enfocament psicoanalític |
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Exhibicionista |
Voyeur |
Característiques estilístiques i formals |
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Absència/presència d'elements d'enquadrament |
L'element s'engloba en una entitat més gran |
Mode de recepció / Efecte sobre l'audiència |
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Confrontació Astorament La implicació de l'espectador és crítica |
Absorció en la il·lusió Seguiment del drama "Estatisme", observador passiu |
Catalogació ideològica |
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Popular |
Burgès |
Cinema modern i postmodern |
Cinema clàssic |
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Dates d'existència |
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Durant l'època de l'ús del so directe Cinema postmodern |
1930–1950 i fins al present |
Etnografia de l'espectador |
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Focalització directa a l'espectador com a membre d'un auditori social públic Diversos llenguatges Invocació a un "públic ideal" Identificació amb un esdeveniment públic |
Focalització com a "consumidor particular invisible" Llenguatge universal Invocació a "individus aïllats alienats" Identificació amb els esdeveniments a la pantalla com un únic espectador |
Enfocament psicoanalític |
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Exhibicionista |
Voyeur |
Característiques estilístiques i formals |
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Presentatiu Mostra atraccions Estimulacions sensorials constants i de curta durada Gran varietat de gèneres Ruptura amb un món tancat en si mateix Gran horitzó intertextual Esteticització de la visualització de persones eròtiques d'estrelles masculines |
Representatiu Articulació d'una història Observació prolongada d'un sol esdeveniment o objecte Els gèneres són variants d'un mode de representació relativament homogeni Distància fetitxista, pel forat del pany Narrativa autocontinguda |
Mode de recepció / Efecte sobre l'audiència |
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Distracció, diversió Instanciació de modernitat:
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Contemplació, concentració |
Mode d'exhibició |
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Competició d'espectacles variats |
Una única característica duradora |
Catalogació ideològica |
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Del vodevil Crítica de la cultura burgesa però connectada amb la modernitat ("bricolatge modernista i miratge ideològic al mateix temps") Entorn de públic femení potencial |
De les arts tradicionals Complicitat amb la societat de consum Economia patriarcal Estructuralment masculinitzada |
Cinema preclàssic |
Cinema clàssic (CC) i cinema modern (CM) |
Cinema postmodern |
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Dates d'existència |
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1896–aprox. 1917 |
CC: 1917 fins al present CM: 1950 fins al present |
1970 fins al present |
Etnografia de l'espectador |
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Disparitat de punts de vista Identitats fragmentades |
Subjectivitat fixada Identitat unificada |
Disparitat Fragmentada |
Característiques estilístiques i formals |
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Espectacles diversos |
Continuïtat narrativa Obra tancada Personatges centrals Realisme flexible CC: narració invisible CM: narració visible |
Il·legible Dramatització de múltiples identitats |
Mode de recepció / Efecte sobre l'audiència |
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Activa, relació menys codificada Performance Cop d'ull d'atenció esporàdica |
Interpretació, lectura Lectura Contemplació atenta sostinguda CC: espectador estable participant en el CC CM: espectador estable confrontat al CC |
Performance Cop d'ull d'atenció esporàdica "Més enllà del compromís perquè no estan enlloc i estan arreu alhora" |
Mode d'exhibició |
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El fet d'anar-hi importa més que el fet de veure'l |
Ritual social |
"Alternativitat" |
Citació"Generalmente, el espectador llega a la película ya dispuesto, preparado para canalizar energías hacia la construcción de la historia y aplicar conjuntos de esquemas derivados del contexto y de experiencias previas. Este esfuerzo hacia el significado implica un esfuerzo hacia la unidad. Comprender una narración requiere asignarle cierta coherencia. En el nivel local, el espectador puede captar las relaciones de los personajes, las frases del diálogo, relaciones entre los planos, etc. Más ampliamente, el espectador debe comprobar la información narrativa en busca de la coherencia: ¿se mantiene unida de forma que podamos identificarla? Por ejemplo, ¿encajan los gestos, palabras y manipulaciones de objetos con la acción de la secuencia que conocemos como "Comprar una barra de pan"? El observador encuentra también la unidad buscando la relevancia, comprobando cada acontecimiento por su pertenencia a la acción que la película (o la escena, o la acción del personaje) parece exponer básicamente. Este criterio general dirige la actividad perceptual a través de anticipaciones e hipótesis, que a su vez se modifican por los datos suministrados por la película."
David Bordwell (1996). La narración en el cine de ficción (pàg. 34). Barcelona: Paidós.
1.4.3.Gèneres i narració
«El término género no es, al parecer, un término descriptivo cualquiera, sino un concepto complejo de múltiples significados, que podríamos identificar de la siguiente manera:
el género como esquema básico o fórmula que precede, programa y configura la producción de la industria;
el género como estructura o entramado formal sobre el que se construyen las películas;
el género como etiqueta o nombre de una categoría fundamental para las decisiones y comunicados de distribuidores y exhibidores;
el género como contrato o posición espectatorial que toda película de género exige a su público.
Aunque no todos los teóricos de los géneros tienen en cuenta estos cuatro significados y áreas de influencia, los teóricos de los géneros suelen justificar su trabajo partiendo de la polivalencia del concepto».
Altman, Rick (2000). Los géneros cinematográficos (pàg. 35). Barcelona: Paidós.
«From the World in a Frame. Genre: The Conventions of Connection,
Braudy, Leo; Cohen, Marshall (2009). Film Theory and Criticism (pàg. 435-437). Oxford: Oxford University Press.
No part of the film experience has been more consistently cited as a barrier to serious critical interest than the existence of forms and conventions, whether in such details as the stereotyped character, the familiar setting, and the happy ending, or in those films that share common characteristics –westerns, musicals, detective films, horror films, escape films, spy films– in short, what have been called genre films. Films in general have been criticized for their popular and commercial appeal, seemingly designed primarily for entertainment and escape rather than enlightenment. Genre films especially are criticized because they seem to appeal to a pre-existing audience, while the film "classic" creates its own special audience through the unique power of filmmaking artist's personal creative sensitivity. Too often in genre films the creator seems gone and only the audience is present, to be attacked for its bad taste and worse politics for even appreciating this debased art.
The critical understanding of genre films therefore becomes a special case of the problem of understanding films in general. Genre films offend our most common definition of artistic excellence: the uniqueness of the art object, whose value can in part be defined by its desire to be uncaused and unfamiliar, as much as possible unindebted to any tradition, popular or otherwise.
[...]
Instead of dismissing genre films from the realm of art, we should therefore examine what they accomplish. Genre films can be the equivalent of conscious reference to tradition in the other arts –the invocation of past works that has been so important a part of the history of literature, drama and painting. Miro's use of Vermeer, Picasso's use of Delacroix are efforts to distinguish their view of the proper ends of painting. Eliot's use of Spenser or Pynchon's of Joyce make similar assertions of continuity and difference. The methods of the western, the musical, the detective film, or the science-fiction film are also reminiscent of the way Shakespeare infuses old stories with new characters to express the tension between past and present.
[...]
The joy in genre is to see what can be dared in the creation of a new form or the creative destruction and compilation of an old one. The ongoing genre subject therefore always involves a complex relation between compulsions of the past and the freedoms of the present, an essential part of the film experience. The single, unique work tries to be unforgettable by solving the whole world at once. The genre work, because of its commitment to pre-existing forms, explores the world more slowly. Its hallmark is less the flash of inspiration than the deep exploration of craft».
«Shane is often cited as a deliberately mythic representation of the western hero. As the film opens, Shane (Alan Ladd) rides into town from the mountain wilderness, descending into the realm of mortals like a buckskinned, luminous god. [...]
When Shane rides off at the end, heading once again into the wilderness like so many western heroes before him, he ascends into the mountains as if into heaven, ultimately riding out of the frame as if to some unearthly realm beyond the world of mortals. In the post-war era of escalating Cold War tensions and the rise of the military-industrial complex, Shane offered a reassuring myth of a western (American) hero who will mete swift justice on behalf of the small farmer and average citizen.
[...]
As Shane shows, while genre films function as ritual and myth, they are also inevitably about the time they were made, not when they are set.
[...]
The complex relation of genre movies to ideology is a matter of debate. On the one hand, genre films are mass-produced fantasies of a culture industry that manipulate us into a false consciousness. From this perspective, their reliance on convention and simplistic plots distract us from awareness of the actual social problems in the real world. Yet it is also true that the existence of highly conventional forms allows for the subtle play of irony, parody and appropiation. As Jean-Loup Bourget outs it, the genre's film “conventionality is the very paradoxical reason for its creativity”».
Grant, Barry Keith (2007). Film Genre. From Iconography to Ideology (pàg. 30-33). Londres: Wallflower Press.
1.4.4.Una tipologia genèrica
«En ocasiones invocamos la terminología genérica porque varios textos comparten unas mismas piezas de construcción (estos elementos semánticos pueden ser temas o tramas en común, escenas clave, tipos de personaje, objetos familiares o planos y sonidos reconocibles). En otros casos, reconocemos la afiliación genérica porqué un grupo de textos organiza esas piezas de forma similar (vistos a través de aspectos sintácticos compartidos como la estructura de la trama, las relaciones entre personajes o el montaje de imagen y sonido).
La atención a la semántica textual produce enunciados genéricos que tienen la ventaja de ser ampliamente aplicables, fácilmente reconocibles y gozar del consenso general. Si se hace hincapié en la iconografía común (incluyendo revólveres, caballos y paisajes del Oeste), una aproximación semántica al western, por ejemplo, se aplica fácilmente a un gran número de películas, produciendo un corpus tan inclusivo que puede llegar a incorporar, incluso, películas que normalmente no se consideran westerns. Si echamos un vistazo a un grupo de fotografías de películas de Hollywood, detectaremos sin vacilar un instante las que proceden de westerns, porque los elementos semánticos que definen al género se encuentran en la superficie fácilmente reconocible de la imagen. Plantear el western como un conjunto de elementos semánticos posibilita alcanzar un alto nivel de consenso relativo a la westernidad de cualquier película.
[...].
Quienes defienden un análisis sintáctico, sin embargo, señalan la relativa superficialidad de la aproximación semántica. Allí donde la atención a las cuestiones semánticas da como resultado una etiqueta y poco más, sugieren, el análisis sintáctico aporta una comprensión del funcionamiento textual y, con ello, de las estructuras profundas que subyacen a la afiliación genérica. Al hacer hincapié en un corpus exclusivo de textos que comparten unos esquemas formados por múltiples capas, la aproximación sintáctica requiere que se preste atención a muchos más aspectos, además de los distintos objetos e imágenes. Si un western es una película con revólveres (versión simplificada de la aproximación semántica), bastará con una simple mirada para identificar el género, pero si un western es una película que contrapone la naturaleza y la comunidad (la versión de Jim Kitses de una aproximación sintáctica), será necesario entonces un análisis profundo para confirmar la asociación de cualquier película con el género western. Puede que el proceso sea más complejo, y por lo tanto más lento y menos consensual, pero tiene la ventaja de facilitar las comparaciones con esquemas sintácticos extratextuales (como la historia, el mito o la psicología) que podría considerarse que explican o como mínimo contextualizan apropiadamente el texto.
Altman, Rick (2000). Los géneros cinematográficos (pàg. 128-129). Barcelona: Paidós.
Citació«The history of the development of the forms and institutions of commercial or mass popular culture is directly related to the development of a political ideology of American nationality and to the creation of nationwide networkd of production and distribution. The basic structure of this commercialized national culture were developed between the Revolution and the Civil War with the emergence of national parties and the development of nationwide trade in books, magazines, and newspapers utilizing and ever-expanding transportation network. Between the Civil War and the Great War the nascent “culture industries” took advanteg of new technologies to meet the demans of an ever-growing and increasingly polyglot culture with varied and complex needs and tastes. By the 1920s this form of cultural production was fully industrialized and had become so ubiquitous that it is fair to characterize it as the clearest »expression of our ‘national culture’; when we look beyond the family, ethnic community, or workplace for symbols expressive of our American identity we find the mythologies of the popular culture industry.
Slotkin, Richard (1998). Gunfighter Nation (pàg. 10).
Nova York: University of Oklahoma-Norman.Si Lévi-Strauss argumenta que els mites tenen un component inconscient, un mirall on es reflecteixen conflictes públics; en aquest cas el conflicte públic és el xoc entre els pobladors que ja estaven assentats al territori que avui ocupen els Estats Units amb les onades migratòries europees. L’èpica del western reconstrueix aquesta ocupació i la literatura acadèmica cinematogràfica hi atribueix coordenades geogràfiques i temporals, acotant-lo a l’última etapa de la conquesta, al segle xix i a l'oest del territori d’acord amb el sentit de la marxa dels colons.
Des del primer best-seller escrit per una de les primeres habitants dels assentaments creats arran del desembarcament del Mayflower després del seu captiveri en mans dels indis (Captivity and Restoration of Mrs Mary Rownaldson) l’any 1682, fins a l’esplendor del gènere a Hollywood i les seves posteriors revisions, el perfil del relat ha canviat. Tanmateix, el concepte de mite abraça també la idea de la seva mal leabilitat, els matisos que el context des del qual és relatat aporta.
El western, un dels gèneres que comença a definir-se iconogràficament amb el primer cinema nord-americà, tradueix l'èpica que s'ha anat teixint des d'altres disciplines.
Conèixer els antecedents iconogràfics i narratius dels quals s'ha nodrit és important per preguntar-se fins a quin punt els westerns dels anys 1950 s'ajusten al dogma iconogràfic i narratiu, o bé el qüestionen cridant l'atenció sobre la seva artificialitat i la melodramatització de la història de la qual parteixen originalment.
El cinema va tenir un paper clau en la construcció del mite de l’Oest, en recollir la tradició que havien marcat altres disciplines artístiques, però també des del poder polític i del discurs historicista per designar els actors d’aquest magmàtic xoc social, econòmic i cultural, i atorgar-los a cadascú un paper a la funció. La població indígena d’Amèrica del Nord ho tenia malament en tots aquests fronts, fins al punt d’haver d’adoptar una identitat virtual (construïda segons les necessitats de la societat hegemònica) amb un poder amenaçant a la ficció inversament proporcional al pes real a la nova societat americana. Amb raó escriu Michael J. Riley, a Hollywood’s Indian. The Portrayal of the Native American in Film, que els nadiu americans «potser són una de les creacions fictícies més creatives i duradores que s’ha donat mai als mitjans de comunicació de masses«.
El concepte de frontera es construeix perfilant qui està a banda i banda d’aquesta línia divisòria imaginària entre el territori ocupat (civilitzat) pels colons d’origen europeu i la població que es troben en arribar a l’altre costat, els salvatges.
El que el públic percep com a real està en concordança amb la imatge de l’Oest consolidada per ficcions anteriors i la frontera entre realitat i ficció sempre és borrosa. A My Darling Clementine, John Ford utilitza noms de personatges reals (com el de Wyatt Earp) però manipula la trama dels fets com vol. A Fort Apache, en canvi, utilitza noms ficticis, si bé s’ajusta a l’essència de l’episodi històric que inspira el film: la batalla de Little Big Horn, amb Henry Fonda interpretant un coronel Thrusday que encaixaria com un guant a la descripció del General Custer.
2.Els modes històrics de la narració cinematogràfica
2.1.Els primers relats cinematogràfics
"En el cine de ficción ha conseguido predominar un modo de narración. Tanto si le llamamos cine corriente, como dominante o clásico, intuitivamente reconocemos en ello una película ordinaria, de forma adecuada, con las normas extrínsecas predominantes. Nuestro ejemplo será el clasicismo más históricamente influyente: el cine de los estudios de Hollywood de los años 1917 a 1960 (...) Podemos definir la narración clásica como una configuración específica de opciones normalizadas para representar la historia y para manipular las posibilidades de argumento y estilo."
David Bordwell (1996). La narración en el cine de ficción (pàg. 156). Barcelona: Paidós.
2.2.La narració canònica: l'exemple de Hollywood
"El cine clásico de Hollywood presenta a individuos psicológicamente definidos como principales agentes causales. Tales agentes se esfuerzan en resolver problemas concretos u obtener objetivos específicos, y la historia se cierra con la resolución del problema o con el éxito –o fracaso– rotundo en la consecución de los objetivos. La causalidad que envuelve al personaje constituye el principio unificador fundamental, mientras que las configuraciones espaciales están motivadas por el realismo y por necesidades compositivas. Las escenas se delimitan con arreglo a criterios neoclásicos unidad de tiempo, espacio y acción. La narración clásica tiende a ser omnisciente, altamente comunicativa y hasta cierto punto autoconsciente. Si efectuamos un salto en el tiempo, se nos informa de ello mediante una secuencia de montaje o una línea de diálogo; si una causa desaparece, se nos informa sobre su ausencia. La narración clásica opera como una 'inteligencia editora' que selecciona ciertos períodos temporales para tratarlos a fondo y a su vez recorta y elimina otros acontecimientos 'intrascendentes'.
Robert Stam (2001). Teorías del cine (pàg. 173). Barcelona: Paidós.
2.3.Altres modes narratius
Citació"Siempre que nos enfrentamos con un problema de causalidad, tiempo o espacio, solemos buscar una motivación realista. ¿Crea la dificultad un estado mental del personaje? ¿Está la "vida" simplemente dejando cabos sueltos? Si nos sentimos frustrados, apelamos a la narración y quizá también al autor. ¿Viola el narrador la norma para conseguir un efecto específico? ¿En concreto, que significado temático justifica la desviación? ¿Qué ámbito connotativo de juicios o significados simbólicos puede producirse a partir de este punto o pauta? Idealmente, el filme vacila, suspendido entre razones realistas y autorales. La incertidumbre persiste, pero se extiende como una incertidumbre obvia. Dicho crudamente, el eslogan procesal de la narración del cine de arte y ensayo podría ser: "Interprete esta película, pero hágalo maximizando la ambigüedad".
David Bordwell (1996). La narración en el cine de ficción (pàg. 213). Barcelona: Paidós.