4.Comunicació i cultura en la societat de la informació
Una de les grans transformacions dels nostres temps és la conformació de l'anomenada
societat de la informació o societat-xarxa. El que ha passat no és solament una gran transformació econòmica, política o tecnològica,
sinó sobretot un canvi cultural portentós.
La conjunció de la microelectrònica i les telecomunicacions, va generar un paisatge
comunicatiu completament inèdit. En primer lloc, és un paisatge global, en el qual el món es va fer accessible ràpidament i la comunicació
es produeix de manera instantània. El context quotidià dels éssers humans s'ha poblat de nous objectes, però sobretot
de noves relacions i processos. No és un món d'artefactes, com un món d'innovacions,
xarxes i fluxos comunicatius. Més que els objectes, les relacions influeixen en el
canvi de les formes de vida. La lentitud es reemplaça per la instantaneïtat, les distàncies
per la proximitat, l'estabilitat per la mobilitat; aquests canvis no són totals, perquè
la vida no es resol simplement en el tecnològic. Llavors queden lentituds, distàncies
i estabilitats necessàries, que contrasten amb les altres i que no formen part d'un
món passat, sinó també del futur possible.
El món de la comunicació no havia viscut una transformació tan radical possiblement
des de l'època de la invenció de la impremta. Només que ara les tecnologies permeten un accés més general, una diversitat de l'oferta més àmplia
i més possibilitats d'interacció. Si bé encara persisteix la bretxa digital, un nombre superior de persones s'està
enganxant al catàleg creixent de les noves tecnologies. Aquest enganxament no pot
fer perdre de vista la precarietat de milions de llatinoamericans que sumen una exclusió
més a les que tradicionalment han tingut. Avui el món es percep per mitjà dels fluxos
d'informació i la universalització de la cultura, i dels canvis del comerç i els moviments
de les finances.
"Las TIC se han convertido, tanto para los ciudadanos como para las empresas, en un
bien esencial al que no se puede renunciar incluso en momentos como los actuales.
Por eso, en medio de tantas cifras negativas, resalta el incremento que se ha producido
en líneas de banda ancha fija y móvil que, agregadas, casi han supuesto un millón
de accesos más en este año. No hay recuperación económica sin el uso intensivo de
las TIC, y así lo han reconocido los más destacados analistas y la propia Unión Europea
al diseñar sus planes de futuro.
Este fenómeno es global. Los países con un menor desarrollo económico obtienen incluso
más beneficios del despliegue tecnológico que los más desarrollados. En Latinoamérica,
algunos estudios atribuyen casi un tercio de su crecimiento en los últimos años al
efecto de la extensión de la telefonía móvil. Si hablamos de dimensiones globales,
casi una cuarta parte de la población mundial es ya usuaria de Internet y 4.600 millones
de los habitantes de nuestro planeta tienen un móvil. Pero también en lo local, en
nuestro día a día, es evidente el efecto de las nuevas tecnologías en los nuevos comportamientos
y, por tanto, en el cambio de la sociedad. Ya se venden en nuestro país (España) más
consolas de videojuegos que televisores y hay más hogares con teléfono móvil que con
teléfono fijo. El acceso a las redes sociales es un fenómeno de tal magnitud que España
aparece, tras Brasil, como el país del mundo con un mayor porcentaje de internautas
activos en redes sociales. Entre los más jóvenes, el aumento en el uso de este tipo
de redes se ha incrementado en un 500% en el último año y los internautas ya dedican
más del 22,4% de su tiempo en Internet a actividades relacionadas con dichas redes
sociales, que por otro lado, ya se han convertido en plataformas de posicionamiento
público para empresas e instituciones.
Si este análisis se aplica con la perspectiva de los diez años en los que Telefónica
lleva analizando, como pionera, la Sociedad de la Información en España, podemos ver
que la extensión de la banda ancha (prácticamente inexistente en el 2000) y el desarrollo
de la telefonía móvil y de accesos de televisión como la IPTV han llevado el número
de accesos en España de los 44,4 millones de 2000 a los 85,6 millones en 2009. Es
decir, casi se ha duplicado el número de accesos, mientras que la facturación del
sector de las telecomunicaciones y del de las tecnologías de la información creció
un 78% y un 40% respectivamente en ese periodo. Esto da idea de la inyección de valor
que estos sectores han introducido en la economía y en la vida diaria de los ciudadanos.
En diez años la penetración de móviles ha pasado del 50% al 109% y de ocupar el 20%
del tráfico total, los móviles han pasado a representar más del 50%, superando al
cursado desde el teléfono fijo. Todo esto lo ha hecho posible el sector de las telecomunicaciones
al aunar innovación y bajada de precios. Tomando un dato del Informe, el IPC acumulado
se situó por encima del 20% en el periodo del 2001 al 2007, mientras los precios de
las telecomunicaciones descendían un 10%.
Las TIC transforman la economía y la organización de los sectores en los que se emplean
con intensidad. Así, ámbitos como la Sanidad, la Administración Pública o la Justicia
están viviendo una profunda transformación hacia formas de mayor productividad en
el uso de los recursos y de mayor satisfacción para sus usuarios.
Por otro lado, en sólo cinco años, la velocidad de datos posible desde el móvil se
ha multiplicado por 60. El despliegue de la banda ancha móvil así como la irrupción
de los «smartphones», cuyo icono es el i-phone, han dibujado un nuevo entorno en el
que las redes móviles cobran protagonismo en el acceso a Internet."
César Alierta (president executiu de la Fundación Telefónica). Principales conclusiones y novedades del informe La Sociedad de la Información en
España 2009.
En segon lloc, la societat de la informació ha generat un mercat bigarrat de béns i serveis culturals que per la xarxa d'una manera tan instantània
com acumulativa. En el passat els béns de la cultura seguien ritmes molt més lents: el cinema es
distribuïa a les grans sales, la televisió amb prou feines tenia algunes modalitats
de funcionament, la comunicació va evolucionar del telègraf al telèfon fix i la música
s'escoltava en sistemes de reproducció anàlegs i sobretot per la ràdio. Avui aquest
ritme s'ha modificat substancialment: el cinema es distribueix per televisió, canals
de pagament, vídeos i Internet; l'instrument de la comunicació va deixar de ser fix
per a convertir-se en mòbil, la qual cosa va generar una de les grans variacions i
especialment una de les invencions que s'han articulat de manera més profunda en la
vida quotidiana de la majoria d'habitants del planeta. La televisió es va multiplicar
d'una manera vertiginosa, des de la satel·litària fins a la que transita per la banda
ampla o es produeix en les comunitats més distants i la música s'escolta per mitjà
de nombrosos suports, fins i tot els que mai no s'hauria pensat que farien aquesta
funció, com passa amb el telèfon mòbil. D'aquesta manera la societat de la informació
ha donat lloc a nous ecosistemes comunicatius, molts dels quals convergeixen en la
Xarxa i en l'ordinador; a mesura que es transformen els sistemes de distribució, es
modifiquen les rutines de consum i apropiació. La lectura, per exemple, està essent
transformada, per les noves tecnologies. No solament es llegeix més per Internet,
sinó que es fa d'una altra manera, encara que complementàriament amb la lectura tradicional.
Un tema fonamental de les relacions entre comunicació i cultura en la societat de
la informació és el concepte de convergència. Convergeixen les empreses mediàtiques que es fusionen o que busquen sinergies, convergeixen
els suports, els llenguatges i sens dubte els mateixos mitjans entre ells.
"Las convergencias generan nuevas figuras profesionales y modelos de negocios, producen
rupturas tecnológicas, crean nuevos hábitos de consumo e imponen otras formas de relacionarse
e, incluso, de hacer política. La mirada teórica debería prestar una mayor atención
a los movimientos centrífugos de divergencia; es decir, a los efectos colaterales
e inesperados que nacen en la periferia del ecosistema mediático, como consecuencia
de los procesos de convergencia.
Cuando un transeúnte camina conectado a su Ipod a través de unos auriculares de última
generación o habla por el teléfono móvil y observa los mensajes que le llegan al instante
a la pantalla de su celular, no sólo inventa unos usos que modifican sus rutinas,
sino que genera representaciones y narrativas que entrecruzan la escritura con la
movilidad, los sonidos y las imágenes con la inmediatez. El mundo se le revela de
otra manera y él lo reconstruye con otros instrumentos.
Para la gestión cultural es fundamental conocer estos modos de apropiación, puesto
que una buena parte de la cultura contemporánea transcurre por estos circuitos ya
sea de manera autónoma, es decir, generando prácticas culturales nuevas, ya sea de
manera integrada. Un ejemplo de lo primero puede ser el chateo o la participación
de redes sociales y un ejemplo de lo segundo, las estrategias en internet de los grupos
musicales que adelantan en la red la presentación de sus nuevas creaciones, la convocatoria
a sus conciertos o la venta en línea de sus producciones. Una tarea fundamental para los gestores culturales es comprender las lógicas de las
nuevas tecnologías como productoras de cultura, más allá de su simple función instrumental.
En tercer lugar, la sociedad de la información es una sociedad de flujos, muchos de ellos específicamente de carácter cultural. El fluir físico que aún persiste
en las prácticas culturales, está siendo acrecentado por el fluir informativo y de
interacciones que se da en la red. El fluir físico es fundamental como una expresión
de convocatoria, encuentro e inclusive conflicto simbólico, ya se trate de las grandes
multitudes que participan en un concierto de música, en una peregrinación religiosa
o en una fiesta popular o de las que expresan sus críticas a través de la minga, la
protesta o los movimientos de resistencia sociocultural. El fluir cultural informacional
se manifiesta en la gigantesca circulación de mensajes, la movilización a través de
las redes sociales o la descarga constante de materiales culturales. El texto de Manuel
Castells que se presenta a continuación permite tener una muy clara aproximación al
tema de los flujos, que además son fundamentales para la gestión de la cultura."
Carlos Scolari (2009, gener-juny). "Alrededor de la(s) convergencia(s). Conversaciones
teóricas, divergencias conceptuales y transformaciones en el ecosistema de medios".
Signo y Pensamiento (vol. XXVIII, núm. 54, pàg. 44-55).
Des de la perspectiva de la teoria social, l'espai és el suport material de les pràctiques
socials que comparteixen el temps. Afegeixo immediatament que tot suport material
sempre comporta un significat simbòlic. Mitjançant pràctiques socials que comparteixen
el temps faig referència al fet que l'espai reuneix les pràctiques que són simultànies
en el temps. És l'articulació material d'aquesta simultaneïtat la que dóna sentit
a l'espai davant la societat. Tradicionalment, aquesta noció s'assimilava a la contigüitat,
però és fonamental que separem el concepte bàsic del suport material de les pràctiques
simultànies de la noció de contigüitat, a fi de donar compte de la possible existència
de suports materials de la simultaneïtat que no es basen en la contigüitat física,
ja que aquest és justament el cas de les pràctiques socials dominants en l'era de
la informació.
En els capítols precedents hem sostingut que la nostra societat està construïda entorn
de fluxos: fluxos de capital, fluxos d'informació, fluxos de tecnologia, fluxos d'interacció
organitzativa, fluxos d'imatges, sons i símbols. Els fluxos no són només un element
de l'organització social: són l'expressió dels processos que dominen la nostra vida
econòmica, política i simbòlica. Si aquest és el cas, el suport material dels processos
dominants de les nostres societats serà el conjunt d'elements que sostinguin aquests
fluxos i facin materialment possible la seva articulació en un temps simultani. Per
tant, proposo la idea que hi ha una nova forma espacial característica de les pràctiques
socials que dominen i conformen la societat xarxa: l'espai dels fluxos. L'espai dels
fluxos és l'organització material de les pràctiques socials en temps compartit que
funcionen per mitjà dels fluxos. Per flux entenem les seqüències d'intercanvi i interacció
determinades, repetitives i programables entre les posicions físicament inconnexes
que mantenen els actors socials en les estructures econòmiques, polítiques i simbòliques
de la societat. Les pràctiques socials dominants són les que estan incorporades a
les estructures socials dominants. Per estructures dominants entenem els dispositius d'organitzacions i institucions la lògica interna de les
quals té un paper estratègic per a donar forma a les pràctiques socials i la consciència
social de la societat en general.
L'abstracció del concepte de l'espai dels fluxos es pot comprendre millor si se n'especifica
el contingut. L'espai dels fluxos, com la forma material del suport dels processos
i funcions dominants en la societat informacional, es pot descriure (més que definir-se)
mitjançant la combinació d'almenys tres capes de suports materials que, junts, el
constitueixen. La primera capa, el primer suport material de l'espai dels fluxos,
està formada per un circuit d'impulsos electrònics (microelectrònica, telecomunicacions,
processament informàtic, sistemes de radiodifusió i transport d'alta velocitat, també
basats en les tecnologies de la informació) que, junts, formen la base material dels
processos que hem observat com a estratègicament crucials en la societat xarxa. Així,
és una forma espacial, de la mateixa manera que ho pugui ser la ciutat o la regió
en l'organització de la societat mercantil o la societat industrial. En les nostres
societats, l'articulació espacial de les funcions dominants s'efectua en la xarxa
d'interaccions que possibiliten els aparells de la tecnologia de la informació. En
aquesta xarxa, cap lloc no existeix per si mateix, ja que les posicions es defineixen
pels fluxos. Per tant, la xarxa de comunicació és la configuració espacial fonamental:
els llocs no desapareixen, però la seva lògica i el seu significat queden absorbits
en la xarxa. La infraestructura tecnològica que aquesta conforma defineix el nou espai,
de manera molt semblant a com els ferrocarrils van definir regions econòmiques i mercats
nacionals en l'economia industrial, o les regles institucionals de la ciutadania,
amb fronteres específiques (i els seus exèrcits de tecnologia avançada), van definir
les ciutats en els orígens mercantils del capitalisme i la democràcia. Aquesta infraestructura
tecnològica és en si mateixa l'expressió de la xarxa de fluxos, l'arquitectura i contingut
de la qual els determinen els poders del nostre món.
La segona capa de l'espai dels fluxos la constitueixen els seus nodes i eixos. L'espai
dels fluxos no manca de lloc, encara que la seva lògica estructural sí. Es basa en
una xarxa electrònica, però aquesta connecta llocs específics, amb característiques
socials, culturals, físiques i funcionals ben definides. Alguns llocs són intercanviadors,
eixos de comunicació que exerceixen un paper de coordinació perquè hi hagi una interacció
uniforme de tots els elements integrats en la xarxa. Altres llocs són els nodes de
la xarxa, és a dir, la ubicació de funcions estratègicament importants que constitueixen
una sèrie d'activitats i organitzacions de base local entorn d'una funció clau de
la xarxa. La ubicació en el node connecta la localitat amb el conjunt de la xarxa.
Tant els nodes com els eixos són organitzats de manera jeràrquica segons el seu pes
relatiu en aquesta. Però aquesta jerarquia pot canviar depenent de l'evolució de les
activitats processades per la xarxa. En efecte, en alguns casos, alguns llocs poden
quedar desconnectats i donar com a resultat un declivi immediat i, d'aquesta manera,
un deteriorament econòmic, social i físic. Les característiques dels nodes depenen
del tipus de funcions que faci una xarxa determinada.
Alguns exemples de xarxes, i els seus nodes corresponents, ajudaran a comunicar el
concepte. El tipus més senzill que es pot concebre com a representatiu de l'espai
dels fluxos és la xarxa constituïda pels sistemes de presa de decisions de l'economia
global, en particular les relatives al sistema financer. Fa referència a l'anàlisi
de la ciutat global com un procés més que com un lloc, com es presenta en aquest capítol.
L'anàlisi de la ciutat global com el lloc de producció de l'economia informacional
global ha exposat el paper crucial d'aquestes ciutats globals en les nostres societats
i la dependència de les societats i economies locals de les funcions directores ubicades
en elles. Però més enllà de les ciutats globals principals, la resta de les economies
continentals, nacionals i regionals tenen els propis nodes que connecten amb la xarxa
global. Cada un requereix una infraestructura tecnològica adequada, un sistema de
firmes auxiliars que proporcionin els serveis de suport, un mercat laboral especialitzat
i el sistema de serveis requerit per la mà d'obra professional.
El que és vàlid per a les funcions gestores principals i els mercats financers també
es pot aplicar a la fabricació d'alta tecnologia (tant a les indústries que produeixen
l'alta tecnologia com a les que la utilitzen, això és, tota la fabricació avançada).
La divisió espacial del treball que caracteritza la fabricació d'alta tecnologia es
tradueix en la connexió mundial entre els mitjans d'innovació, els llocs de fabricació
qualificada, les cadenes de muntatge i les fàbriques orientades al mercat, amb una
sèrie de connexions intrafirmes entre les diferents operacions en diferents emplaçaments
al llarg de les cadenes de producció; i una altra sèrie de connexions intrafirma entre
les funcions de producció similars ubicades en llocs específics que es converteixen
en complexos de producció. Els nodes directriu, els llocs de producció i els eixos
de comunicació es defineixen al llarg de la xarxa i s'articulen en una lògica comuna
mitjançant les tecnologies de la comunicació i una fabricació programable, basada
en la microelectrònica, flexible i integrada.
Les funcions que ha de complir cada xarxa defineixen les característiques dels llocs
que es converteixen en els seus nodes privilegiats. En alguns casos, els llocs menys
probables es converteixen en nodes centrals perquè l'especificitat històrica acaba
centrant una xarxa determinada entorn d'una localitat particular. Per exemple, no
era probable que Rochester (Minnesota) o el suburbi parisenc de Villejuif es convertissin
en nodes centrals d'una xarxa mundial de tractament mèdic i investigació sanitària
avançats en una estreta interacció mútua. Però la ubicació de la Clínica Mayo a Rochester
i d'un dels centres principals per al tractament del càncer del sistema sanitari francès
a Villejuif, en tots dos casos per raons històriques accidentals, ha articulat un
complex de generació de coneixement i tractament mèdic avançat entorn d'aquestes dues
inusuals localitzacions. Una vegada establertes, han atret investigadors, metges i
pacients de tot el món: s'han convertit en un node de la xarxa mèdica mundial.
Cada xarxa defineix els seus emplaçaments segons les funcions i jerarquia de cada
un i les característiques del producte o servei que s'hi processarà. Així, doncs,
una de les xarxes més poderoses de la nostra societat, la producció i distribució
d'estupefaents (incloent-hi el component de blanqueig de diner), ha construït una
geografia específica que ha redefinit el significat, l'estructura i la cultura de
les societats, regions i ciutats connectades a ella. D'aquesta manera, a la producció
i el comerç de la cocaïna, els llocs de producció de coca de Chapare o l'Alt Beni
a Bolívia, o l'Alt Huallanga al Perú, estan connectats a les refineries i centres
de gestió de Colòmbia, que eren filials, fins al 1995, de les seus centrals de Medellín
o Cali, connectades al seu torn a centres financers com Miami, Panamà, les illes Caiman
i Luxemburg, i a centres de transport com les xarxes de tràfic de drogues de Tamaulipas
o Tijuana a Mèxic i, finalment, als punts de distribució en les àrees metropolitanes
principals dels Estats Units i Europa Occidental. Cap d'aquestes localitats no pot
existir per si mateixa en aquesta xarxa. Els càrtels de Medellín i Cali, i els seus
estrets aliats nord-americans i italians, aviat haurien de tancar el negoci sense
les matèries primeres produïdes a Bolívia o al Perú, sense els productes químics (precursors)
proporcionats per laboratoris suïssos i alemanys, sense les xarxes financeres semilegals
dels paradisos bancaris i sense les xarxes de distribució que comencen a Miami, Los
Angeles, Nova York, Amsterdam o la Corunya.
Per tant, encara que l'anàlisi de les ciutats globals proporciona la il·lustració
més directa de l'orientació basada en els llocs de l'espai dels fluxos en nodes i
eixos, aquesta lògica no es limita de cap manera als fluxos del capital. Els principals
processos dominants de la nostra societat s'articulen en xarxes que connecten diferents
llocs i assignen, a cada un, un paper i un pes en una jerarquia de generació de riquesa,
processament de la informació i creació de poder, que en definitiva condiciona la
destí de cada localitat.
La tercera capa important de l'espai dels fluxos fa referència a l'organització espacial
de les elits gestores dominants (més que classes) que exerceixen les funcions directores
entorn de les quals aquest espai s'articula. La teoria de l'espai dels fluxos parteix
de l'assumpció implícita que les societats són organitzades de manera asimètrica entorn
dels interessos específics dominants de cada estructura social. L'espai dels fluxos
no és l'única lògica espacial de les nostres societats. Tanmateix, és la lògica espacial
dominant perquè és la lògica espacial dels interessos/funcions dominants de la nostra
societat. Però aquest domini no és purament estructural. El promulguen, conceben,
decideixen i apliquen els actors socials. Així, doncs, l'elit tecnòcrata-financera-gestora
que ocupa les posicions destacades en les nostres societats també tindrà necessitats
espacials específiques quant al suport material/espacial dels seus interessos i pràctiques.
La manifestació espacial de l'elit informacional constitueix una altra dimensió fonamental
de l'espai dels fluxos. Quina és aquesta manifestació espacial?
En la nostra societat, la forma fonamental de domini es basa en la capacitat organitzativa
de l'elit dominant, que va paral·lela a la seva capacitat de desorganitzar els grups
de la societat que, encara que constitueixin una majoria numèrica, veuen els seus
interessos només parcialment representats (com a màxim) dins del marc de la satisfacció
dels interessos dominants. L'articulació de les elits i la segmentació i desorganització
de les masses semblen ser mecanismes bessons de domini social en les nostres societats.
L'espai exerceix un paper fonamental en aquest mecanisme. En poques paraules, les
elits són cosmopolites; la gent, local. L'espai del poder i la riquesa es projecta
pel món, mentre que la vida i l'experiència de la gent s'arrelen en llocs, en la seva
cultura, en la seva història. Per tant, com més es basa una organització social en
fluxos ahistòrics, suplantant la lògica d'un lloc específic, més s'escapa la lògica
del poder global del control sociopolític de les societats locals/nacionals amb especificitat
històrica.
D'altra banda, les elits no volen i no poden convertir-se elles mateixes en fluxos,
si han de preservar la seva cohesió social, i desenvolupar un conjunt de regles i
els codis culturals mitjançant els quals es poden entendre mútuament i dominar la
resta, establint d'aquesta manera les fronteres de "dins" i "fora" de la seva comunitat
cultural/política. Com més democràtiques siguin les institucions d'una societat, més
s'hauran de diferenciar les elits de les masses per a evitar la penetració excessiva
dels representants polítics al món interior de presa de decisions estratègiques. Tanmateix,
la meva anàlisi no comparteix la hipòtesi sobre l'existència improbable d'una "elit
de poder" en la Wright Mills. Al contrari, el domini social real s'origina pel fet
que els codis culturals estan incorporats en l'estructura social de manera que la
seva possessió obre l'accés a l'estructura del poder, sense que l'elit necessiti conspirar
per a impedir l'accés a les seves xarxes.
La manifestació espacial d'aquesta lògica de domini adquireix dues formes principals
en l'espai dels fluxos. D'una banda, les elits formen la seva societat pròpia i constitueixen
comunitats simbòlicament aïllades, atrinxerades després de la barrera material del
preu de la propietat immobiliària. Defineixen les seves comunitats com una subcultura
lligada a l'espai i amb connexions interpersonals. Proposo la hipòtesi que l'espai
dels fluxos està compost per microxarxes personals que projecten els seus interessos
en macroxarxes funcionals per tot el conjunt global d'interaccions de l'espai dels
fluxos. És un fenomen ben conegut en les xarxes financeres: les decisions estratègiques
principals es prenen en menjars de negocis a restaurants exclusius, o en caps de setmana
a cases de camp jugant al golf, com en els bons temps antics. Però aquestes decisions
seran executades en processos de presa de decisió immediats sobre ordinadors telecomunicats
que poden provocar les seves pròpies decisions per a reaccionar a les tendències del
mercat. Així, doncs, els nodes de l'espai dels fluxos inclouen espais residencials
i orientats al lleure que, juntament amb l'emplaçament de les seus centrals i els
seus serveis auxiliars, tendeixen a agrupar les funcions dominants en espais acuradament
segregats, amb fàcil accés a complexos cosmopolites de les arts, la cultura i l'entreteniment.
La segregació s'aconsegueix tant per la ubicació en llocs diferents com pel control
de seguretat de certs espais oberts només per a l'elit. Des dels pinacles del poder
i els seus centres culturals, s'organitza una sèrie de jerarquies socioespacials simbòliques,
de manera que els nivells de gestió inferiors puguin reflectir els símbols del poder
i apropiar-se'n mitjançant la construcció de comunitats espacials elitistes de segon
ordre, que també tendiran a aïllar-se de la resta de la societat, en una successió
de processos de segregació jeràrquics que, junts, equivalen a la fragmentació socioespacial.
Una segona tendència important de la distinció cultural de les elits en la societat
informacional és crear un estil de vida i idear formes espacials encaminades a unificar-ne
l'entorn simbòlic a tot el món, amb la qual cosa suplanten l'especificitat històrica
de cada localitat. D'aquesta manera, es construeix un espai (relativament) aïllat
per tot el món al llarg de les línies d'unió de l'espai dels fluxos: hotels internacionals
la decoració dels quals, des del disseny de l'habitació fins al color de les tovalloles,
és similar a tot arreu per a crear un sentiment de familiaritat amb el món interior,
mentre s'indueix l'abstracció del món circumdant; sales per a VIP als aeroports, ideades
per a mantenir la distància davant la societat en les autopistes de l'espai dels fluxos;
accés mòbil, personal i en línia a les xarxes de telecomunicacions, perquè el viatger
mai no es perdi; i un sistema de viatges organitzats, serveis de secretaria i de recepció
recíprocs que mantenen junt un reduït cercle de l'elit empresarial per mitjà de ritus
similars a tots els països. A més, hi ha un estil de vida cada vegada més homogeni
entre l'elit de la informació que transcendeix les fronteres culturals de totes les
societats: l'ús regular d'instal·lacions d'hidromassatge (fins i tot quan es viatja)
i la pràctica del jòguing; la dieta obligatòria de salmó a la graella i amanida verda,
amb udon i sashimi com l'equivalent funcional japonès; el color de les parets rosa pàl·lid per a crear
l'atmosfera acollidora de l'espai interior; l'ordinador portàtil ubic; la combinació
de vestits de negocis i roba d'esport; l'estil de roba unisex, etc. Tots són símbols
d'una cultura internacional la identitat de la qual no es vincula a una societat específica,
sinó a la pertinença als cercles gestors de l'economia informacional al llarg d'un
espectre cultural global.