La rendición de cuentas en el trabajo social sanitario: dimensión individual, grupal y comunitaria

Índice
- Objetivos
- 1.La rendición de cuentas en el ámbito profesional: introducción y justificación
- 2.La regulación legal de la rendición de cuentas
- 3.Breve revisión bibliográfica, cronología y evolución de la rendición de cuentas dentro y fuera del trabajo social sanitario
- 4.Revisión bibliográfica sobre la rendición de cuentas entrado el siglo xxi
- 5.Lo común y lo profesional
- Resumen
- Bibliografía
Objetivos
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Introducir los conceptos relacionados con la rendición de cuentas.
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Ofrecer una cronología de la evolución del concepto de rendición de cuentas y de su aplicación en la práctica profesional.
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Facilitar la comprensión de la idea sobre las buenas prácticas y el buen gobierno.
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Señalar la necesidad de responder profesionalmente a las acciones profesionales emprendidas para alcanzar unos fines de bienestar.
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Aportar elementos teóricos al concepto de rendición de cuentas para comprender sus pilares.
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Motivar a los alumnos a rendir cuentas en su rutina habitual sin que se les deba solicitar.
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Generar la conciencia de que estamos en las instituciones por algo y nuestra presencia (contratación) obedece a unos encargos pensados para generar beneficios sociales y económicos.
1.La rendición de cuentas en el ámbito profesional: introducción y justificación
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Es dar explicaciones de los pasos seguidos para las decisiones estratégicas tomadas (las que suponen transformaciones que se buscan deliberadamente).
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Es poder responder por qué estas y no otras, por qué con estos medios y no con otros, cómo se ha financiado, etc. Más que cómo se ha gastado el presupuesto diremos cómo se ha distribuido, y quedará claro que se ha gastado de la mejor manera posible en relación con el bien común. La idea de gastar un presupuesto es relativamente sencilla, lo importante es demostrar que el gasto se ha llevado a cabo de acuerdo al mejor servicio obtenido.
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Es justificar cómo se ha utilizado un espacio común y las prioridades de su uso, así como los resultados que se han derivado.
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Es mostrar cómo se han gestionado los recursos humanos, etc.
G. A. Rodríguez; A. Gómez (2014). “El principio de imparcialidad en la vigilancia y control de los servicios públicos domiciliarios: Una mirada a través de la situación del sector solidario”. Derecho Público (núm. 32). Universidad de los Andes. Facultad de Derecho.
En línea: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4759733 [consulta 29 de junio del 2014].
2.La regulación legal de la rendición de cuentas
“Orden de 15 de julio de 1960 por la que se clasifica como de beneficencia particular docente la Fundación Escuelas Gratuitas de Santo Tomás de Sabugo, instituida en Avilés por doña Josefina Fernández Balsera, relevándose al patronato de la obligación de presentar presupuestos y rendir cuentas anuales de su gestión al Protectorado del Estado.”
3.Breve revisión bibliográfica, cronología y evolución de la rendición de cuentas dentro y fuera del trabajo social sanitario
“Asumiendo una línea horizontal dibujada de polo a polo como la necesidad social a la prestación del servicio social adecuado para la cobertura de esa necesidad, yo sostengo que no hay ningún punto en esa línea en la que, en la naturaleza de las cosas, el sentido y el principio permanente de las responsabilidades del trabajo social público y privado se pueda dividir con seguridad. Ambos pueden funcionar de manera segura y satisfactoria en cualquier punto de toda la gama de operaciones sociales imaginables, desde los servicios más simples, más rutinarios y más objetivos a los más complicados, a los más delicados y más flexibles.
Esto presupone que las otras condiciones primarias subyacen al sentido del servicio, están mano a mano de la conciencia de la necesidad, de la aceptación de la responsabilidad, y de la rendición de cuentas profesional con relación a los medios y los fines. Tal concepto niega la existencia en la naturaleza del gobierno de cualquier barrera para un servicio altamente personalizado y exigente con las necesidades individuales, siempre y en la medida en que la propia comunidad reconozca la existencia de esa necesidad para discriminar el tratamiento individualizado, y tenga la confianza en la capacidad profesional y la integridad de los profesionales que administran la necesidad.”
“Cuando las ciencias médicas conquistaron las enfermedades agudas se dio una tasa de supervivencia mucho mayor [...] era probable que estas personas se convirtieran en víctimas de las enfermedades crónicas. […] Cuando se recorre la literatura médica y social sobre el problema de los enfermos crónicos, uno se sorprende por el uso frecuente de los términos suponemos, podríamos, queremos, lo que sugiere la inmensidad de nuestra ignorancia y la frustración que sentimos frente a esta ignorancia cuando deseamos la acción. […] Ahora surge el problema –el cuidado de los enfermos crónicos–, lo que obliga a la integración y la cooperación de estos campos... […] Por fin, el paciente se convierte en una personalidad y no solo en un caso de corazón, o un caso de pensiones, o un indigente.
[…] La naturaleza del problema es tal que es necesario un enfoque orgánico, pero los trabajadores sociales (sanitarios) saben muy bien que es necesario el examen de la situación global del paciente, de sus finanzas, de su trabajo, de su casa, de su enfermedad, y de su futuro. […] El paciente es parte de una familia y la familia es parte de una comunidad, y en la comunidad, los servicios existentes deben coordinarse con el fin de que la acción resulte parcialmente eficaz.
[…] Una cita de una bien conocida autoridad en la enfermedad crónica nos da una idea de la caótica situación actual: ‘Las instalaciones existentes para el cuidado de los enfermos crónicos presentan una imagen muy confusa. Pacientes en casa que deberían estar en los hospitales. Pacientes viviendo en hogares para las personas mayores que no están preparados para atender a sus necesidades. Pacientes en hogares de convalecencia ocupando camas necesarias para otro fin... Hay una confusión caótica de los pacientes y de las instituciones. Los pacientes luchan por encontrar un refugio donde sea, las instituciones los admiten a regañadientes y asumen que no les proporcionan el cuidado que necesitan. Es una escena de gran desorden’.
[…] Cada uno de ellos acepta a regañadientes la carga de los enfermos crónicos e intenta transferir la responsabilidad a otra agencia que no está mejor preparada para la tarea. Para poner orden en este caos, parece necesario desarrollar una logística de la atención de los enfermos crónicos […] Hasta ese momento, hemos sido incapaces de establecer un sistema de prioridades en el orden de la acción.”
“1. Un énfasis mayor en la necesidad de suscribir la confianza en las relaciones interpersonales, entre los estamentos de gobierno, y entre los organismos de los sectores público y privado del campo del bienestar social. Un ambiente de confianza llevaría a una mayor flexibilidad operativa en la satisfacción de las necesidades del cliente.
2. Un sistema efectivo de rendición de cuentas debe desarrollarse en términos de medición de resultados en lugar de medir una multiplicidad de acciones. Ese enfoque en los resultados se basa en el desarrollo de las metas del programa claramente formuladas y concisas de acuerdo a los objetivos con el cliente.”
“El concepto de rendición de cuentas es en sí mismo complejo y se deben considerar muchos componentes y circunscripciones. Sin embargo, frente a los grupos a los que los trabajadores sociales [sanitarios] deben rendir cuentas están las agencias en las que se practica, el consumidor-cliente que es el objetivo de los servicios y la profesión que provee a los trabajadores sociales [sanitarios] de legitimidad.”
“La conciencia de los profesionales del trabajo social [sanitario] sobre la necesidad de demostrar la eficacia de la práctica se ha expresado con frecuencia tanto en la práctica reciente como en la literatura de investigación. El tema es importante no solo en términos de responsabilidad profesional con relación a nuestros clientes y al público en general, sino también para el profesional individual que debe evaluar constantemente el progreso de su práctica y, en consecuencia, debe revisar el tratamiento. Los temas relacionados con la evaluación de los resultados del tratamiento son numerosos y bastante complejos”.
“La profesión del trabajo social [sanitario], por su origen y misión, tiene incorporada la rendición de cuentas. Jane Addams, Mary E. Richmond, Bertha Reynold, Harriett Barlett, sus colegas y sucesores, establecieron una profesión dirigida hacia la responsabilidad social para ayudar a satisfacer la necesidad social e individual que surge de las interacciones de las personas y sus instituciones sociales. Esta responsabilidad formó un ingrediente esencial en el uso disciplinado y controlado de uno mismo y en el reconocimiento de la esencia de la libre determinación, en cada ser humano. Se nutre de la naturaleza del aprendizaje de la educación del trabajo social, en el perfeccionamiento constante de los procesos de supervisión y consulta, en los controles sociales de la configuración de la práctica y los estándares de la asociación profesional.
[…]
El área funcional de la elaboración de normas y la aplicación se ha convertido en el lugar principal de los esfuerzos de rendición de cuentas.
El diseño de una clasificación diferencial de seis dimensiones de la intervención de trabajo social [sanitario] y su promulgación en el terreno ayudaron a esclarecer las dimensiones de responsabilidad profesional:
1) La adjudicación activa de agravios para la práctica poco ética.
2) La impresión y difusión de un registro del trabajo social clínico para promover las normas y la rendición de cuentas.
3) Revisión de los estándares de los servicios de departamentos de trabajo social [sanitario] en los hospitales con una conducción celosa por la Joint Commission on Accreditation of Hospitals (JCAH).
4) Entrada oficial y reconocimiento de la profesión de trabajo social en los consejos de acreditación de la Joint Comission en la acreditación de los hospitales.
5) Promoción de los estándares del servicio por medio del reconocimiento profesional por el Gobierno, las compañías aseguradoras y las agencias, que proveen de estatus al trabajo social [sanitario].”
“El tipo ideal de Toren de una profesión, con la que el trabajo social se mide y se ha encontrado que faltase, se compone de cinco componentes o ‘rasgos’: primero, una base de la teoría sistemática; en segundo lugar, la autoridad reconocida por la ‘clientela’; en tercer lugar, la más amplia aprobación de la comunidad de esta autoridad; en cuarto lugar, un código de ética que regule las relaciones entre los profesionales y clientes; y en quinto lugar, una 'cultura profesional' sostenida por las asociaciones profesionales oficiales”.
“Tomemos, por ejemplo, la referencia a la ‘cultura profesional’, con su énfasis concomitante en los procesos de ‘rendición de cuentas’, y consideremos su significado en la práctica del trabajo social actual. ¿Es esta la ‘responsabilidad’ de un proceso interno y esotérico que refuerza la mística de los profesionales, y por lo tanto, la exclusión de los laicos? ¿Es un proceso, por la vía del contraste total, por el cual los ‘usuarios’ llevan a cabo el ejercicio presupuestario y de control sobre los ‘ayudantes’ que emplean? ¿O, como una estrategia de empoderamiento que opera entre estos dos extremos, es la ‘responsabilidad’ de un proceso de elaboración de las diferencias de poder existentes explícita y negociablemente, a lo largo de las líneas de la ‘profesionalidad democrática’ avanzada por el propio Hugman?”
4.Revisión bibliográfica sobre la rendición de cuentas entrado el siglo xxi
M. N. Burneo (2014). “La Contabilidad como instrumento para rendir cuentas”. Auditoría Pública (núm. 62, págs. 83-87). En línea: http://www.auditoriapublica.com/hemeroteca/Pag%2083-87%20N%C2%BA%2062.pdf [consulta 22 de junio del 2014].
“Lo más probable es que el financiamiento de los servicios de salud en función de los resultados continúe en el futuro, e incluso cobre mayor importancia, debido a una serie de factores, como el interés de los gobiernos y los donantes en mejorar los resultados en esta materia y obtener una medida más exacta de esos resultados, el mayor hincapié en la rendición de cuentas frente a los clientes y los gobiernos por parte de los proveedores de atención de la salud, y también frente a los organismos donantes por parte de los gobiernos, y el convencimiento de que, a veces, las ONG y el sector privado prestan servicios de salud esenciales a los pobres con más eficiencia que el sector público. Es necesario que los interesados en el desarrollo sigan fiscalizando con suma atención estas experiencias de financiación basadas en resultados y difundan y apliquen las enseñanzas extraídas con la mayor rapidez posible para maximizar los beneficios de la asistencia para el desarrollo y tratar de alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio.”
A. Batson; R. Hecht; L. Brenzel (2004). “Salud y rendición de cuentas”. Finanzas y desarrollo (núm. 1, vol. 41, pág. 16). Publicación trimestral del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
En línea: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2417686 [consulta 21 de junio del 2014].
“La rendición de cuentas es una lucha perpetua cuando el poder de muchos se delega en unos pocos para los intereses de la gobernabilidad. Para complicar aún más las cosas, en la mayoría de los sistemas de gobierno la tarea de controlar a quién ha sido delegado el poder muestra que ellos lo han delegado también –de nuevo- a un relativamente pequeño número de individuos: los jueces de alto rango, los auditores generales, los miembros del legislativo y comisiones de cuentas públicas. La pregunta de quién va a vigilar al perro guardián es tan antigua como inevitable.
[…]
Es significativo que las críticas de la democracia, en muchos casos, se han enmarcado en términos de la falta generalizada de rendición de cuentas. Que la atención se ha centrado en las injusticias sobre las comunidades pobres y marginadas visitadas, se ha visto como un cambio radical en la comprensión popular de lo que los gobiernos democráticos deben responder. La impaciencia con las instituciones sesgadas, ineficaces y absolutamente corruptas ha llevado a las gentes a buscar nuevas formas de compromiso con los sistemas de rendición de cuentas existentes y a inventar otras nuevas cuando la necesidad parece dictarlo. Cuando no pueden participar directamente en los cerrados procesos oficiales de supervisión, los grupos cívicos a menudo han imitado sus funciones a través de, por ejemplo, las auditorías de los gastos del gobierno o audiencias públicas sobre los impactos ambientales de proyectos de infraestructura propuestos.
El cambio tecnológico ha ayudado: el ciberespacio ofrece nuevas herramientas y espacios para la investigación y la exposición de negligencias. Incluso algo tan simple como las fotocopias de las cuentas de los gobiernos locales en la India rural, o el uso de teléfonos celulares para reportar el crimen en las urbes de Pakistán puede alterar la naturaleza del intercambio de información entre los ciudadanos y los funcionarios públicos, socavando el secretismo que disfraza la incompetencia y que la corrupción permite florecer. El significado de la rendición de cuentas está cambiando gracias a los esfuerzos de los ciudadanos por destacar los actores poderosos en la cuenta”
“La transparencia de la gestión en las entidades públicas ha sido y sigue siendo una demanda constante de los ciudadanos en su triple condición de electores, usuarios de servicios públicos y contribuyentes. Los gestores públicos deben rendir cuentas de su gestión de una manera clara, adecuada y oportuna en el ejercicio de las responsabilidades que han contraído. Para facilitar la consecución de este equilibrio inestable entre lo que los ciudadanos demandan y la demostración de responsabilidades de los gestores, los pronunciamientos contables más avanzados en el ámbito de la contabilidad pública incluyen una batería de indicadores presupuestarios, económicos y financieros que pueden ayudar a la interpretación de los mensajes informativos emitidos por los Organismos Públicos.”
M. B. Morala Gómez; J. M. Fernández Fernández (2006). “Anàlisi d’entitats públiques mitjançant indicadors: Instrument de rendició de comptes i demostració de responsabilitats”. Pecunia (revista de la Facultad Ciencias Económicas y Empesariales) (núm. 2, págs. 79-100).
“La Rendición de Cuentas (RC) es la obligación de toda persona a la que le es conferida una responsabilidad, de dar cuenta del encargo recibido, haciendo un descargo que puede ser satisfactorio o insatisfactorio, debiendo provocar en el primer caso reconocimiento o efectos favorables, y en el segundo caso desaprobación o consecuencias negativas.”
J. Bolaños (2010). “Bases conceptuales de la rendición de cuentas y el rol de las entidades de fiscalización superior”. Revista Nacional de administración (núm. 1, vol. 1, págs. 109-138). En línea: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3698542 [consulta 27 de junio del 2914].
“De la función de gobierno emanan las estructuras, normas y estrategia que rigen la organización, con las cuales opera el gestor; la función de éste es la de ejecutor, es decir: ser responsable del día a día, y rendir cuentas de su gestión al órgano colegiado de gobierno (patronato, consejo de gobierno o de administración). Esta distinción, tradicional en muchas instituciones públicas, especialmente hospitales, frecuentemente ha quedado devaluada por la pérdida del papel que corresponde a los órganos de gobierno. Este punto es crucial, porque un argumento central de este trabajo es que la recuperación de la función del gobierno de los órganos colegiados tiene un gran potencial para renovar la gestión de las organizaciones públicas de servicios de salud y mejorar su desempeño.
Los principios del buen gobierno corporativo son similares en el sector público y en el privado: rendición de cuentas (accountability), transparencia, integridad, respecto a las reglas, eficiencia, efectividad, calidad, respetar los derechos de terceros (afectados, implicados, etc.). Es de especial interés práctico conocer los instrumentos (estructuras y procedimientos) del buen gobierno corporativo que contribuyen a un desempeño óptimo de las organizaciones.”
5.Lo común y lo profesional
“Las profesiones implican en esencia operaciones intelectuales con una gran responsabilidad individual. Derivan su materia prima de la ciencia y del aprendizaje. Este material lo trabajan hasta un extremo práctico y definido. Poseen una técnica educativa comunicable; tienden a la auto-organización; llegan a ser cada vez más altruistas en la motivación.”
“[…] el fundamento de la observación científica reside en la comprobación del fenómeno que se tiene frente a la vista, con la única preocupación de evitar y precaver los errores de observación que podrían alterar la percepción de un fenómeno, o la correcta expresión de éste. En tal sentido, el observador se distingue del testigo ordinario de los hechos ya que este último no intenta llegar al diagnóstico de uno de ellos y, además, son muchos los sucesos que pasan desapercibidos.”
“Ser profesional es ser responsable ante alguien o ante un grupo, de poseer una plena y completa información sobre la cual tomar decisiones. Decisiones que son resoluciones relativas a un programa, una población, o un paciente y su familia. En términos profesionales, la rendición de cuentas profesional es la capacidad y la habilidad para asumir la responsabilidad de todos aquellos actos y conductas emprendidos para lograr los objetivos identificados.”