El rol del periodismo
Índice
1.¿Qué es el periodismo hoy?
El futuro del periodismo"Es un tema del cual hoy se habla mucho en todas las plataformas mediáticas. Muchos artículos y blogs sobre el tema tienen el tono exagerado propio del mundo periodístico y responden a intereses particulares, pero también demuestran, me parece, una importante dosis de preocupación real por la función que el periodismo, al menos el de calidad, desempeña a la hora de generar un debate más lúcido y productivo sobre los innumerables problemas que afectan nuestro día a día. Al fin y al cabo, las noticias y la información de calidad son la piedra angular de una sociedad democrática digna de este nombre. Soy plenamente consciente de que la cuestión central que muchos se plantean, cuando hoy se habla de empresas periodísticas, es: ¿pueden sobrevivir en medio de la revolución digital que estamos viviendo y, sobre todo, teniendo en cuenta la frágil situación de la economía mundial? En efecto, en un momento en que la mayoría de empresas a duras penas sobreviven a la actual recesión económica, la industria periodística se encuentra con que, además, tiene que afrontar una profunda transformación, provocada por Internet.
No hace demasiado, el Dr. Peter Smith, subdirector general de Educación de la Unesco, habló en una columna del New York Times sobre 'La falacia del Titanic'. El Dr. Smith se preguntaba concretamente: '¿Cuál fue el mayor problema del Titanic? ¿Un capitán arrogante? ¿El iceberg? ¡No! Aunque el Titanic hubiera superado su primer viaje, estaba condenado. El iceberg, el capitán y la catástrofe no hacen otra cosa que hacer más confusa la situación. El auténtico problema del barco más grande que se había hecho nunca era el avión. Las semillas que destruirían la industria de transporte transoceánico se habían sembrado diez años antes en Kitty Hawk'.
¿La emergencia de Internet y la tecnología digital han sembrado las semillas que destruirán la industria periodística de manera similar a como la emergencia del avión hundió la industria transoceánica el siglo pasado?
Si por industria periodística entendemos la distribución de noticias en papel impreso, la respuesta es: posiblemente, de aquí a muchos, muchos años. Pero si entendemos que es la distribución de contenidos, creo firmemente que la respuesta es no. Sin embargo, si bien no creo que Internet anuncie la muerte de nuestro negocio, sí que creo que anuncia su transformación.
También pienso que ello servirá para consolidar el negocio todavía más, y que serán aquellos que persigan incansablemente la calidad del contenido y se centren en las necesidades de su audiencia, incorporando las nuevas tecnologías y plataformas, los que sobrevivirán y prosperarán.
Permítanme que me detenga un momento en el primero de estos puntos: el periodismo de calidad. El núcleo de mi optimismo lo expresa muy bien la siguiente frase de James Madison: 'El conocimiento gobernará siempre la ignorancia. Y las personas que quieren autogobernarse se tendrían que armar con el poder que da el conocimiento'. La búsqueda de este conocimiento y el poder que da nunca habían sido tan relevantes como ahora. Pero también es cierto que tampoco nunca el conocimiento había sido tan difícil de atrapar. En este siglo xxi, el rosario de noticias, llenas de desgracias y tribulaciones, parece todavía más inmediato por nuestro acceso a una amplia gama de nuevas herramientas digitales. La enorme magnitud de la información que nos llega y los medios que tenemos a nuestra disposición para recibirla generan una gran cantidad de ruido.
El director del Newsweek International, Fareed Zakaria, en su libro The Post American World, sugiere que justamente porque sabemos mucho sobre lo que está pasando en todo el planeta, podemos haber perdido cierta perspectiva por el camino. Como él señala: 'La inmediatez de las imágenes y la intensidad que comporta recibir noticias las 24 horas se suman para producir una hipérbole constante. Cualquier pequeña tormenta es «la tormenta del siglo». Cada bomba que explota hace interrumpir la programación. Es difícil poner todo eso en contexto porque la revolución informativa es demasiado reciente'.
Si bien es cierto que podemos haber perdido perspectiva por el camino, la rapidez con que se propagan y se interconectan los medios hace que los tengamos casi pegados. Con tantas fuentes de información que ahora nos buscan a nosotros en lugar de ser nosotros los que estiramos la información, ¿cómo podemos descifrar todo lo que nos llega y saber qué es verdad? Como dijo una vez Edward R. Murrow: 'Es fantástico contemplar la velocidad de las comunicaciones. Pero también es cierto que la velocidad puede multiplicar la difusión de información que sabemos que es falsa'.
En un mundo tan ruidoso, nos tenemos que preguntar constantemente qué hay que hacer para ser más claros, coherentes y exhaustivos sin perder nunca de vista lo que quiere una audiencia que siempre está esperando la próxima novedad.
Estoy firmemente convencido de que los diarios dignos de confianza, escrupulosos en sus reportajes, con análisis que hacen reflexionar y comentarios que ayudan a los lectores a entender este mundo cada vez más complejo e interconectado, son los que tienen el ingrediente básico para sobrevivir en la era digital. El otro ingrediente básico es mantener el centro de atención en nuestros clientes. Es todavía más vital saber quién es nuestra audiencia y por qué nos escuchan. Olvidarse de la audiencia y de por qué te escucha puede parecer un error demasiado evidente, pero de casos en que se actúa como si la audiencia estuviera asegurada encontramos en todas las plataformas, ya sea prensa, televisión, radio o Internet.
Nuestros lectores quieren y exigen más de nosotros. Quieren ser tratados con el respeto que se merecen. Quieren la información necesaria para tomar decisiones acertadas en todas las facetas de la vida. Quieren una información organizada de manera eficaz pensando en ellos. Y que les llegue de la manera que ellos quieren que les llegue.
Pero ahora no es suficiente con tener los dos ingredientes básicos para un periodismo del máximo nivel y de máxima comprensión de nuestra audiencia. El otro ingrediente clave es abrazar de corazón las nuevas tecnologías. Es cierto que si hablan del futuro con periodistas verán que muchos todavía tienen tendencia a pensar en el soporte de papel más que en el contenido. Nosotros pensamos en el contenido. Y la tecnología nos proporciona magníficas oportunidades de distribuir este contenido. Estamos pasando de ser diarios a ser marcas de noticias. Y sólo estamos al inicio de la revolución informativa. En cualquier caso, estamos seguros de una cosa: la novedad es la norma.
Así pues, hemos de continuar adaptando los contenidos a las webs, los lectores electrónicos, los móviles, las radios, los vídeos, los podcasts, los blogs y las redes sociales. El iPad –y otros aparatos que están llegando al mercado– proporciona una experiencia de "lectura repantigado en el sofá" y hace venir unas ganas de consumir periodismo que las webs no hacían venir. Pero también plantean nuevos retos. Por ejemplo, ¿cómo lo haremos para sobresalir y llegar a unos lectores atosigados por tanta oferta? Y eso nos hace volver al contenido de calidad y la marca de prestigio. Si tienes las dos cosas, juegas con una ventaja considerable.
Todo esto lo digo para dejar claro que la estrategia organizativa que represento arranca de la siguiente premisa: nos tenemos que sumergir totalmente en las oportunidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías, sin perder nunca de vista de las necesidades de nuestros clientes y, sobre todo, siendo obsesivos a la hora de producir un periodismo de máxima calidad.
¿Con eso quiero decir que hemos encontrado el elixir para sobrevivir, un nuevo modelo de negocio que, con o sin papel, nos permite continuar haciendo periodismo de la máxima calidad y repartir ganancias entre nuestros accionistas? Creo que todavía no es el momento de cantar victoria. Seguimos afrontando grandes retos mientras tratamos de transformar el viejo modelo de negocio en medio de una situación económica mundial que continúa siendo muy frágil.
Creo que el Ara y el modelo que su equipo promueve es un valiente paso adelante hacia la organización informativa de multiplataforma que necesitamos crear para el mundo de hoy y de mañana. [...]
Cierro con una idea de mi colega Janet Robinson, presidenta de la New York Times Co: 'Sea como sea el futuro, la gente siempre tendrá ganas de saber cosas. Siempre querrá oír nuevas historias. Y los clientes recompensarán a los que las sepan contarlas mejor'".
"El futuro del periodismo". (discurso de Stephan Durban-Johnson, Barcelona, 4 de noviembre del 2010).
2.¿Cuál es su papel en la sociedad?
3.¿Quién está haciendo periodismo hoy? ¿Existe el periodismo ciudadano?
4.¿La organización y el negocio periodísticos están cambiando?
5.La crisis de los medios de comunicación
"Frente al peligro de ser burlados por el continuo cambio de los acontecimientos y de los talantes, y para intentar resistir a una opinión pública prepotente y a un sistema político que exige fidelidad (de los gobiernos locales a las organizaciones internacionales), muchos editores se convierten en empresarios del espectáculo. La práctica requiere practicar el sensacionalismo, la variedad, la extravagancia, la comicidad y el juego".