Urbanismo y estrategias urbanísticas recientes
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Índice
Introducción
Quien quiera entender la realidad de la ciudad actual, sus problemas, sus métodos
e instrumentos de planificación no escapa de confrontarse con su desarrollo histórico.
Esto no debe significar que haya que tener que remontarse a los inicios del desarrollo
de cada ciudad o perdernos en la especificidad o anécdota, pero sí estar atentos a
las realidades que atañen a cada espacio geográfico, a cada sociedad y a cada modelo
de ciudad que se ha ido produciendo. El proceso revela la existencia de una sucesión
de «cuestiones» sobre la ciudad, es decir, la emergencia de una diversidad de problemáticas
sobre lo urbano, que, a su vez, han motivado que surjan cambios de enfoque y distintos
paradigmas.
Los casos que proponemos para indagar en esta ocasión sobre esos cambios de paradigma
en la concepción y gestión de la ciudad destacan, actualmente, por ser referentes
de importantes procesos de transformación urbana. Lejos de ser una selección arbitraria,
Copenhague, Barcelona y Medellín conforman un conjunto de urbes en donde la innovación
en las estrategias urbanísticas nos deja unas enseñanzas que valorar y que deben ser
asumidas desde una visión crítica, pues no existe un referente único para todas las
ciudades, y las reflexiones y acciones no se pueden extrapolar de manera simple y
directa. Asimismo, también debemos asumir que las mismas ciudades están sometidas
a dispares ciclos de transformación, en los cuales pueden producirse momentos destacables
y otros no tanto.
A pesar de esto, el recorrido aquí propuesto de norte a sur sí tiene la intención
de plasmar y contraponer diversas realidades y formas de intervención distintas. Por
una parte, la capital de Dinamarca ha sido tradicionalmente considerada un referente
de un urbanismo funcional y adaptado al medio por razones naturales y estratégicas;
Barcelona, por su parte, además de haber hecho un aporte clave en el surgimiento y
la formación de la disciplina urbanística, se ha constituido como un referente en
el urbanismo en las últimas tres décadas. Más reciente es la presencia de Medellín,
segunda ciudad de Colombia, como paradigma en la aplicación de estrategias para la
transformación urbanística y mejora de su imagen internacional.
Nos serviremos de estas tres ciudades para ejemplificar aquí que el urbanismo no atiende
a una lógica de soluciones únicas estandarizadas, ni tampoco sectoriales, y que la
realidad de los territorios es compleja y hay que profundizar en aquellos elementos
que la constituyen y caracterizan. Y para demostrar, también, que en la realidad urbana
actual «globalizada» es necesario asumir «lo local», la «transversalidad» y la «multiplicidad»
tanto de actores como de instrumentos, y a su vez, poner en consideración la necesidad
de proponer estrategias y acciones urbanísticas sustentadas en una visión «integral»,
en la que el territorio sea observado en sus dimensiones física, social, económica
y política.
Conceptos tales como sostenibilidad –social, económica y ambiental– y resiliencia,
que junto a otros se encuentran vinculados a los actuales paradigmas social y ecológico
y que hoy tienen influencia sobre las reflexiones y acciones sobre la ciudad, han
derivado en propuestas de modelos de urbes y barrios sostenibles. Se promueve en estos
casos la idea de planear ciudades más equilibradas, policéntricas, compactas, más
verdes y respetuosas con el medio, con mejores sistemas de locomoción. Ciudades que
atienden a una visión ecosistémica y multiescalar, en donde se intentan correlacionar
y compatibilizar los diferentes aspectos de la ciudad. Planteamientos que tendrán
que llegar a su aplicación sobre una ciudad que ya está construida, que ya ocupa y
forma parte de un territorio y que ya está planeada y/o materializada –que no es lo
mismo–, de tal manera que volverla «sostenible» se convierte en un gran desafío. Ciudad
que no es sostenible, pero que seguro que puede y debe tender a serlo.