La sociología como práctica y como saber
© Salvador Cardús i Ros
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© de esta edición, FUOC, 2019
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Realización editorial: FUOC
Índice
Introducción
Objetivos
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Descubrir que las limitaciones principales de la sociología nacen, por una parte, de la misma dificultad para definir la disciplina y, por la otra, de las demandas sociales ilegítimas que se hacen a los sociólogos.
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Poner en evidencia que, también en sociología, es conveniente distinguir la producción de conocimiento científico de su utilización práctica al servicio de intereses no científicos: la inutilidad práctica de la investigación básica, como se verá, es una condición necesaria para su posterior aplicabilidad.
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Mostrar cómo la sociología puede considerarse una práctica científica en la medida en que se superen algunas ingenuidades a propósito de qué es la ciencia.
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Descubrir cuál es en sociología el papel de la teoría en lo que respecta a la ruptura que es necesario que esta produzca con las formas de conocimiento ingenuo y espontáneo de la realidad social.
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Revisar el concepto de objetividad clásico y sustituirlo por el de objetivación, de manera que se entienda cuál es el proceso por el cual pasa de una concepción espontánea de la realidad a hacer una interpretación construida desde un punto de vista sociológico.
1.La sociología como oficio
1.1.Una ciencia que piensa
1.1.1.La conciencia de las propias limitaciones
"El tercer camino por el cual puede ir el científico social que cree en el valor de la razón y en su papel en los asuntos humanos es bastante conocido, a pesar de que sean muy pocos los que de verdad se apuntan a este. Es el camino que consiste en preservar la propia independencia, en hacer el trabajo y en elegirse los problemas, y en hacer este trabajo tanto de cara a los "reyes" como de cara al "público". Se trata, por tanto, de una concepción de la ciencia social como una especie de servicio de información de carácter público, preocupado por los problemas colectivos e individuales, así como por las grandes tendencias estructurales subyacentes a los unos y a los otros [...]."
C.W. Mills (1999, pág. 221-222).
"Alguien que crea que un partido de los intelectuales es necesario, es que ha errado en la diagnosis sobre los intelectuales. [...] Más incluso: la formación de un partido de intelectuales conduciría inevitablemente hacia el fascismo."
K. Mannheim (1987).
En efecto, desde nuestro punto de vista, hay tres formas de hacer sociología, tal y como escribimos en Plegar de viure:
"Hay quien se fija como objetivo fingir que lo que estudia se resuelve en cuatro verdades muy simples y elementales, claramente explicables y explicadas: es una especie de sociología de catecismo, que tiende a confirmar los juicios y los prejuicios vigentes y procede a simplificaciones abusivas de la realidad; es la sociología que se vende más (quizá porque es barata). Por otra parte, hay quien, a la vista de este carácter simple y elemental de las verdades a las que llega, aplica el principio de vestir y disfrazar su discurso con un lenguaje complicado, hasta darle una apariencia imponente que le viene proporcionada por su misma ininteligibilidad: es un tipo de sociología que cuesta más de vender, pero alcanza, en cambio, una gran respetabilidad. Y hay también, está claro, aquella sociología que ni se vende ni se respeta: la que en un lenguaje sencillo se propone demostrar que la realidad es mucho más compleja de lo que parece en apariencia, que todas las explicaciones (¡incluso las sociológicas!) son siempre parciales, que los diferentes análisis e interpretaciones suelen ser al mismo tiempo válidos e insuficientes; y, en definitiva, que la perspectiva sociológica tiende a problematizar las cosas más que a simplificarlas y a darles soluciones."
S. Cardús; J. Estruch (1981, pág. 11-12).
1.1.2.El problema de las definiciones
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Por una parte, la investigación sociológica utiliza todo tipo de técnicas de análisis de la realidad social.
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Por la otra, ninguna técnica le pertenece en exclusiva.
1.1.3.La sociología, una tradición de conocimiento
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Los tipos de interrogantes que debe plantearse hoy la sociología.
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Los marcos conceptuales que se encuentran a disposición de los investigadores.
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Los métodos de investigación que, a partir de las experiencias anteriores, orientan estrategias inteligentes para las nuevas investigaciones.
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La posibilidad, a pesar de los riesgos de fosilización que esto comporta, de avanzar en el establecimiento de un corpus de conocimientos específico, siempre en revisión, a partir del cual iniciar a los nuevos aspirantes al oficio de sociólogo por las vías académicas habituales.
1.2.La utilidad de la sociología
1.2.1.La paradoja de la inutilidad útil
Nos encontramos, por lo tanto, ante la paradoja de la inutilidad útil de la ciencia, que tan bien explica Leszek Kolakowski:
"Ninguna consideración práctica puede explicar los grandes momentos de cambio en la historia del conocimiento, incluso cuando sus resultados han acabado siendo de gran utilidad práctica. Que esto es así lo demuestra el hecho de que si no se hubiese esperado obtener del conocimiento nada más que utilidad técnica y no se hubiesen considerado la verdad y la certeza como valores en sí mismos, no se habría producido ciencia provechosa desde una perspectiva técnica. Esto confirma la idea de que en ciencia vale la pena prescindir de la utilidad posible, aunque no explica por qué la gente, de hecho, prescindió de ella. De esta investigación solo nos ha sido revelado el fruto, pero no las razones."
L. Kolakowski (1994, pág. 15).
Y, en este mismo sentido, se expresa Pierre Bourdieu:
"Y se puede decir, sin ningún tipo de sospecha de moralismo, que solo se pueden obtener ventajas científicas si se sabe renunciar a las ventajas sociales, y con la condición de ponerse en guardia contra la tentación de utilizar la ciencia [...] para intentar triunfar socialmente en el campo científico. O, si se quiere, que no se tiene ninguna oportunidad de contribuir a la ciencia del poder si no es renunciando a hacer de la ciencia un instrumento de poder, y en primer lugar en el mismo mundo de la ciencia."
P. Bourdieu (1984, pág. 28).
1.2.2.Ingeniería social y comprensión sociológica
"El suicidio es considerado un comportamiento desviado porque requería una norma, una regulación social: el suicidio es la transgresión del tabú de la muerte, porque en una sociedad en la que la muerte es tabú el suicida es el individuo que nos enfrenta a ella y la exhibe. La culpa del suicida es la de creer –en contra de la mayoría– que puede decidir individualmente su propia muerte, de manera que hace que se tambaleen así nuestras definiciones de la realidad y una de las verdades indiscutibles e indiscutidas en las cuales se basa nuestra visión del mundo, de la vida, y del sentido de uno y de la otra."
S. Cardús; J. Estruch (1981, pág. 210).
1.3.Los destinatarios de la sociología
"Desde hace tiempo, de hecho desde principios del siglo XIX, se ha extendido la convicción errónea de que arte y ciencia son por su propia naturaleza muy diferentes entre sí. Ya es hora de poner fin a este error, y a los sociólogos reticentes quizá les pueda convencer el hecho de que los científicos verdaderamente importantes de nuestro siglo, en física, matemáticas, biología y otros campos, ya hace tiempo que insisten en la unidad básica de arte y ciencia."
R. Nisbet (1979, pág. 19).
1.4.Pasión, rigor y compromiso
"El primer fruto de esta imaginación (y la primera lección de la ciencia social que la personifica) es la idea según la cual el individuo solo puede comprender su propia experiencia y medir su destino si sabe situarse en su tiempo; solo puede saber cuáles son sus posibilidades si toma conciencia de las posibilidades de todos aquellos que comparten su misma situación. La lección es terrible según cómo, y según cómo espléndida. Puede que no sepamos hasta dónde llega la capacidad humana para el esfuerzo supremo o para la degradación deliberada, para el dolor o para la alegría, para el placer de la brutalidad o las exquisiteces de la razón. Pero lo que sí que sabemos a estas alturas es hasta qué punto son elásticos los límites de la "naturaleza humana". Sabemos muy bien que, de generación en generación, todo individuo vive en una sociedad determinada; que su vida es una biografía, y que esta biografía se vive en una secuencia histórica determinada. Por el simple hecho de vivir, todo individuo contribuye, en mayor o menor medida, a configurar esta sociedad y su historia, a pesar de que él mismo sea un producto de su sociedad, empujado por su historia.
La imaginación sociológica nos capacita para captar la historia y la biografía, y sus interrelaciones con el seno de la sociedad. En esto consisten tanto su tarea como la esperanza que suscita".
C.W. Mills (1999, pág. 10).
2.La sociología como ciencia
2.1.Más allá de la ingenuidad positivista
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La ciencia tiene que dejar de hablar de verdades, y conformarse con proposiciones con varios grados de certeza.
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Certeza y profundidad son ideales contradictorios, es decir, el grado de certeza crece cuanto más banal sea la proposición, pero la profundidad y el poder explicativo de una proposición aumentan de forma paralela a su incerteza.
"La orientación cuantitativa y antiantropocéntrica de las ciencias de la naturaleza desde Galileo en adelante han puesto a las ciencias humanas en un incómodo dilema: o asumir un estatuto científico débil para conseguir resultados relevantes o asumir un estatuto científico fuerte para conseguir resultados de escasa importancia. [...]
Pero queda la duda de si este tipo de rigor no es, además de inabarcable, indeseable para las formas de saber más cercanas a la experiencia cotidiana."
C. Ginzburg (1983, pág. 97-98).
"Así pues, la ciencia es mucho más parecida al mito de lo que cualquier filosofía científica está dispuesta a reconocer. La ciencia constituye una de las muchas formas de pensamiento desarrolladas por el hombre, pero no es necesariamente la mejor. Es una forma de pensamiento conspicua, estrepitosa e insolente, pero que solo es intrínsecamente superior a todas las otras para aquellos individuos que ya han tomado partido a favor de una cierta ideología, o que la han aceptado sin haber considerado sus ventajas y límites. Y siendo que la aceptación y el rechazo de las ideologías se tendrían que dejar a criterio del individuo, resulta que la separación Iglesia y Estado ahora se tendría que completar con la separación del Estado y la Ciencia, la institución religiosa más reciente, más agresiva y más dogmática. Esta separación podría ser nuestra única oportunidad de conseguir una humanidad que somos capaces de tener al alcance, pero que nunca hemos acabado de conseguir plenamente."
P. Feyerabend (1981, pág. 289).
2.2.Teoría sociológica y provocación de las evidencias
2.3.De la objetividad a la objetivación
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La capacidad de partir de una duda radical en relación con el mundo dado por descontado.
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Saber autonomizarse del doble vínculo que puede atrapar todo investigador, por el que sin los instrumentos de pensamiento de su propia tradición teórica no puede hacer ciencia, pero que corre el peligro de sustituir el sentido común ordinario por la especie de sentido común que le proporciona aquella tradición.
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Alcanzar la objetivación participante, que precisa la ruptura "de las adherencias y de las adhesiones más profundas e inconsistentes" del investigador.