Análisis externo de la empresa

  • Luis Ángel Guerras Martín

     Luis Ángel Guerras Martín

    Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Ha publicado numerosos artículos sobre estrategia y organización y es miembro del consejo editorial de revistas científicas nacionales e internacionales del ámbito empresarial. Entre los libros de que es autor o co-autor destacan Gestión de Empresas y Programación Multicriterio, La Dirección Estratégica de la Empresa. Teoría y Aplicaciones, El Diseño Organizativo de la Empresa y Casos de Dirección Estratégica de la Empresa.

  • José Emilio Navas López

     José Emilio Navas López

    Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Complutense de Madrid. Autor de artículos sobre estrategia y organización y miembro del consejo editorial de revistas científicas nacionales e internacionales. Como autor o co-autor destaca La Dirección Estratégica de la Empresa. Teoría y Aplicaciones, Casos de Dirección Estratégica de la Empresa, Estrategias de Innovación y Creación de Conocimiento Tecnológico en las Empresas Industriales Españolas y Organizational Learning Dynamics in Knowledge-Intensive Firms: A Comparative Study Between USA and Spain.

  • Con la colaboración de Pedro López Sáez

     Pedro López Sáez

    Profesor de Organización de Empresas en la Universidad Complutense de Madrid. Miembro del Grupo de Investigación E.C.I. (Estrategia, Conocimiento e Innovación) e investigador asociado del Centro de Investigación Sobre la Sociedad del Conocimiento. Autor de publicaciones científicas sobre Dirección del Conocimiento, Aprendizaje Organizativo y Capital Intelectual, en revistas como Journal of Business Ethics, Technovation o International Journal of Technology Management y en libros de diversas editoriales.

  • Con la colaboración de Gregorio Martín de Castro

     Gregorio Martín de Castro

    Profesor de Organización de Empresas en la Universidad Complutense de Madrid. Postgrado en Gestión del Conocimiento y Capital Intelectual por IUEE-INSEAD (Francia) e investigador asociado del Centro de Investigación Sobre la Sociedad del Conocimiento. Sus trabajos sobre Gestión del Conocimiento, Estrategia Empresarial, Capital Intelectual y Reputación Corporativa han aparecido en revistas como Journal of Business Ethics, Technovation o Int. Jr. of Technology Management y en libros de diversas editoriales.

  • Con la colaboración de Antonio Montero Navarro

     Antonio Montero Navarro

    Profesor Titular de Escuela Universitaria en la Universidad Rey Juan Carlos, donde imparte entre otras las asignaturas de Dirección Estratégica de la Empresa e Introducción a la Empresa. Ha colaborado en varias publicaciones y libros vinculados con la dirección estratégica de la empresa.

  • Con la colaboración de María Sacristán Navarro

     María Sacristán Navarro

    Profesora Titular de Organización de Empresas, Departamento de Economía de la Empresa (Administración, Dirección y Organización) de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Autora de diferentes artículos y publicaciones a nivel nacional e internacional, entre otros, en las Revistas Papeles de Economía Española, Cuadernos de Economía y Dirección de la Empresa o Cuadernos de Estudios Empresariales. Sus líneas de investigación están vinculadas con la estrategia empresarial y la empresa familiar.

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Introducción

La empresa no es un ente aislado, sino que influye en su entorno y se ve influida permanentemente por él, al plantear retos e impactos. El objetivo del análisis externo es el diagnóstico o descubrimiento de las amenazas y oportunidades que el entorno presenta al desarrollo estratégico de la empresa. Se suele distinguir habitualmente entre dos tipos de entorno:
  • El entorno general hace referencia a todo aquello que afecta a la empresa desde un punto de vista global.

  • El entorno específico se identifica con las fuerzas competitivas derivadas del tipo de actividad que se desarrolla, es decir, el sector industrial.

En la primera parte del módulo se examina el análisis del entorno general. Se estudian diversas técnicas para el diagnóstico actual del entorno, como el perfil estratégico del entorno, el diamante de Porter, los distritos industriales, y se presenta el método de los escenarios para el análisis de la posible evolución del entorno en el futuro.
El análisis del entorno general se complementa con el análisis del sector o industria en el que opera la empresa, el llamado entorno específico. La necesidad del análisis de la estructura del sector industrial se debe al hecho de que el atractivo de éste constituye uno de los determinantes fundamentales del beneficio de la empresa.

Objetivos

El estudio de este módulo permite alcanzar los siguientes objetivos:
  1. Identificar el entorno de la empresa y detectar las amenazas y oportunidades que éste plantea.

  2. Estudiar distintas técnicas de análisis para reconocer estas amenazas y oportunidades (análisis del entorno presente y futuro).

  3. Determinar la importancia que el entorno general tiene respecto a la actuación de la empresa y cómo puede influir en su competitividad.

  4. Delimitar los conceptos de sector industrial y entorno competitivo como bases para la identificación de los competidores de una empresa.

  5. Identificar el atractivo de una industria a través de las características que determinan la forma de competir en ella, que dan lugar a los factores clave de éxito en la industria.

  6. Identificar los posibles ámbitos competitivos más reducidos en un sector y adaptar el análisis a la competencia dentro de un segmento así como a la competencia entre segmentos.

  7. Conocer cuáles pueden ser los movimientos que hagan los competidores o las reacciones que tengan ante las actuaciones de nuestra empresa.

1.El entorno de la empresa

El concepto de entorno se refiere a todo aquello que es ajeno a la empresa como organización (Mintzberg, 1984). El entorno así definido es algo extraordinariamente amplio.
De forma más concreta, el entorno de la empresa está formado por todos los factores externos que influyen sobre sus decisiones y resultados (Grant, 2006, pág. 102). Por el propio hecho de ser externos, son factores que la empresa no puede controlar pero que, sin embargo, ejercen una influencia significativa en el éxito de la estrategia empresarial. Su análisis permite identificar las influencias positivas o negativas que ejercen y, por tanto, decidir la respuesta más adecuada a las mismas.
Se suelen distinguir dos niveles en el análisis del entorno, el general y el específico, que tanto por su metodología como por los objetivos perseguidos justifican su diferenciación. Así se puede ver en la figura 1.
Figura 1. Entorno general y entorno específico
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  • El entorno general se refiere al medio externo que rodea a la empresa desde una perspectiva genérica, es decir, a todo lo que rodea a la empresa derivado del sistema socioeconómico en el que desarrolla su actividad.

  • El entorno específico, sin embargo, se refiere a la parte del entorno más próxima a la actividad habitual de la empresa, es decir, al sector o rama de actividad económica al que la empresa pertenece.

En general, puede decirse que cuanto más dinámico, complejo, diverso y hostil es el entorno, mayor es la incertidumbre con la que se tiene que enfrentar la dirección de la empresa. El entorno actual de la empresa está caracterizado por una elevada incertidumbre, debida a múltiples factores de la evolución reciente del sistema económico, político y social.
La dirección de la empresa deberá intentar conocer de la mejor manera posible cuáles son los factores del entorno que afectan a la empresa. Con esta finalidad, se presentan, en el resto de este módulo, técnicas orientadas tanto para el análisis del entorno general como para el específico.

2.Análisis del entorno general

El objetivo del análisis del entorno general es identificar los factores que, desde la perspectiva del sistema económico y social general, afectan a la actuación de la empresa. Este marco genérico determina la prosperidad y el bienestar de la economía, lo que puede afectar al potencial de rentabilidad de la empresa.
El carácter dinámico del entorno, analizado anteriormente, hace conveniente estudiarlo no sólo en el momento presente sino también en el futuro, debido a que los factores varían a lo largo del tiempo y a que es principalmente a largo plazo cuando se hacen notar estas influencias en la empresa.
A continuación describiremos cuatro técnicas útiles para el análisis del entorno:
  • Para el análisis del entorno actual: el perfil estratégico del entorno, el diamante de Porter y los distritos industriales.

  • Para la evaluación del entorno futuro: el método de los escenarios.

2.1.El perfil estratégico del entorno

El primer problema que hay que resolver para estudiar el entorno general es definir sus límites, es decir, identificar qué variables van a tener un impacto significativo en la actividad de la empresa y cuáles no.
Una primera aproximación para definir los límites tiene un carácter geográfico, determinada en función del ámbito territorial en el que la empresa desempeña su actuación. Desde este punto de vista, se suelen distinguir los siguientes niveles:
  • Mundial

  • Área económica

  • País

  • Región o localidad

La importancia de esta primera delimitación es relevante, ya que discrimina significativamente el tipo de información al que hay que acudir para llevar a cabo el análisis.
Pero la aproximación más importante es, sin duda, la relativa a los tipos de variables que se deben considerar en el análisis o dimensiones del entorno. No existe consenso entre los distintos autores acerca de cuáles deben ser estas dimensiones aunque, como síntesis de las distintas aportaciones, se pueden agrupar en torno a las seis siguientes:
  • Política

  • Económica

  • Sociocultural

  • Tecnológica

  • Ecológica (medioambiental)

  • Legal

Johnson y otros (2006, pág. 65) denominan esta propuesta con el acrónimo de Análisis PESTEL, a partir de las iniciales de las dimensiones consideradas:
1) La dimensión política se relaciona con la estabilidad gubernamental y las políticas generales que lleven a cabo las administraciones públicas en aspectos como fiscalidad, comercio exterior o bienestar social.
2) La dimensión económica afecta a la naturaleza y a la dirección del sistema económico donde se desenvuelve la empresa y viene dada por sus principales indicadores económicos.
3) La dimensión sociocultural recoge tanto las creencias, valores, actitudes y formas de vida de las personas que forman parte de la sociedad en la que se enmarca la empresa como las condiciones culturales, ecológicas, demográficas, religiosas, educativas y étnicas del sistema social en su conjunto.
4) El marco científico y tecnológico que caracterice la situación de un sistema es el contenido de la dimensión tecnológica.
5) La dimensión ecológica, que ha tomado gran relevancia en los últimos tiempos, se refiere a la política de conservación del medio ambiente de las autoridades administrativas.
6) La dimensión legal integra los factores administrativos, legales y reguladores dentro de los cuales la empresa debe operar.
Cada una de las anteriores dimensiones se concreta mediante un conjunto de variables o factores clave que ponen de manifiesto los aspectos más importantes que se deben considerar para su análisis. Este análisis se puede realizar mediante un instrumento sencillo pero muy útil como es el perfil estratégico del entorno.
El perfil estratégico del entorno es una sencilla técnica que resume y valora los factores claves del entorno que afectan a la empresa y ayudan al directivo a detectar oportunidades y amenazas de una manera gráfica.
La elaboración de este perfil consta de dos fases:
1) En la primera, se elabora una lista de lo que hemos denominado factores clave del entorno, o variables significativas del mismo. Estos factores clave suelen estar agrupados según las dimensiones del análisis del entorno antes citadas.
2) La segunda parte consiste en valorar el comportamiento de cada uno de los factores clave en una escala que habitualmente suele ser de uno (1) a cinco (5) o, lo que es lo mismo: muy negativo, negativo, equilibrado, positivo y muy positivo (Likert, 1967). Esta valoración se realiza de forma subjetiva por parte de la dirección de la empresa, ya que recoge la forma en la que ésta percibe las distintas variables del entorno.
En la figura 2 se recoge un ejemplo de perfil estratégico. En él se pueden observar y descubrir fácilmente las oportunidades (picos hacia la derecha, respecto de la situación de equilibrio) y las amenazas (picos a la izquierda).
El perfil estratégico del entorno es una herramienta sencilla de interpretar, que pone de manifiesto las influencias que el entorno general ofrece a la actuación de la empresa. Sin embargo, es subjetiva y cualitativa respecto de la identificación de tales influencias, por lo que distintos analistas podrían llegar a resultados diferentes.
Figura 2. Perfil estratégico del entorno
Clave: MN: muy negativo; N: negativo; E: equilibrado; P: positivo; MP: muy positivo.
Clave: MN: muy negativo; N: negativo; E: equilibrado; P: positivo; MP: muy positivo.
Además, para una correcta utilización de esta herramienta, es preciso considerar tres cuestiones importantes en la medición de dichos efectos para poder decidir adecuadamente:
  • Similares características del entorno general pueden tener efectos diferentes en distintas industrias (Dess y Lumpkin, 2003, pág. 60-61).

  • El impacto del entorno general varía significativamente incluso entre empresas situadas dentro de la mismo sector.

  • No todas las variables del entorno general afectan de forma relevante a una determinado sector o empresa por lo que se tendrá que realizar una identificación de los factores relevantes habrá de hacerse para cada caso.

Aplicación 1. Efectos económicos de los atentados del 11 de septiembre de 2001
Los históricos atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center de Nueva York, que supusieron la destrucción de las famosas Torres Gemelas, tuvieron importantes consecuencias de orden económico, político y social en todo el mundo. El temor a nuevos atentados y el clima prebélico que se desarrolló en aquel momento, tuvieron una influencia decisiva en determinados sectores económicos.
En especial, las compañías aéreas y todos los negocios relacionados con el turismo, como hoteles, restaurantes, agencias de viajes, etc., vieron considerablemente rebajadas sus expectativas en los meses posteriores. Destacó el impacto en el sector aéreo que, según la Agencia Internacional de Transporte Aéreo (IATA) entidad que agrupaba 275 compañías aéreas de todo el mundo, se podían evaluar en unos 12.000 millones de dólares, en cuanto a pérdidas esperadas por la caída de la demanda.
Sin embargo, sectores como los relacionados con la defensa y la seguridad se vieron favorecidos por los mismos acontecimientos. La búsqueda de nuevos mecanismos de seguridad a partir de las nuevas tecnologías, tanto en el ámbito individual como colectivo, adquirióeron gran impulso en aquel momento. Otros ámbitos de actividad también se vieron significativamente favorecidos, como la videoconferencia, ya que las multinacionales prefirieron sustituir los viajes de sus ejecutivos por estos sistemas de comunicación, o los artículos de carácter patriótico, ante el fervor nacionalista en Estados Unidos, también se vieron significativamente favorecidos.
Pero la crisis tampoco afectó por igual a todas las empresas de un mismo sector. Si como se ha expuesto, el impacto negativo entre las compañías aéreas fue tremendo, algunas compañías como las de aviones privados y aerotaxis vieron considerablemente aumentada su demanda, ante la mayor seguridad que ofrecían frente a las compañías tradicionales.

2.2.El diamante de Porter

El modelo conocido como "el diamante" de Porter (1990) explica cómo influye la pertenencia a un país y a un determinado sector de ese país en la obtención de una posición ventajosa de la empresa para competir con empresas de otros países.
Como muestra la figura 3, el modelo se representa gráficamente en forma de rombo y consta de cuatro atributos interconectados o factores básicos que caracterizan la competitividad del país y en los que permiten a las empresas alcanzar su ventaja.
Figura 3. Los determinantes de la ventaja nacional competitiva
Fuente: Porter (1990, pág. 9)
Fuente: Porter (1990, pág. 9)
Los factores que determinan la ventaja competitiva de un sector en un país son (Porter, 1990, pág. 7-15):
1) Condiciones de los factores: se refiere a la dotación que un país tiene de factores de producción relevantes como la mano de obra especializada, la infraestructura especializada o la base científica que atiendan a las necesidades específicas de un determinado sector.
2) Condiciones de la demanda: las naciones logran ventaja competitiva en los sectores donde la demanda interior da a sus empresas una imagen más clara o temprana de las nuevas necesidades de los compradores, y donde éstos presionan a las empresas para que innoven con más rapidez y logren ventajas competitivas más valiosas que las de sus rivales extranjeros. En ocasiones, las necesidades de los consumidores nacionales prefiguran o configuran las de otras naciones, a través de la adopción en los nuevos países de los valores y gustos del país de origen.
3) Sectores afines y auxiliares: se refiere a la presencia o ausencia en la nación de otros sectores que proveen, colaboran o prestan sus servicios al sector de referencia, que sean internacionalmente competitivos. En el caso de los proveedores, las ventajas surgen cuando el suministro de recursos se realiza de un modo económico, eficaz o preferente. También es importante la existencia de otros sectores afines potentes, con los que se establecen colaboraciones o relaciones comerciales, que crean competitividad nacional a partir de unas estrechas relaciones de trabajo entre sectores mediante el aprovechamiento de unas líneas de comunicación cortas, un flujo de información rápido y un intercambio constante de innovaciones y nuevas ideas.
4) Estrategia, estructura y rivalidad de las empresas: la presencia de rivales nacionales fuertes es un estímulo definitivo y poderoso para la creación y persistencia de ventajas competitivas. Esta rivalidad obliga a todas las empresas a reducir costes, mejorar la calidad y el servicio y crear nuevos productos y procesos.
El modelo del "diamante" de Porter (1990) se debe entender como un sistema interrelacionado en el que el efecto de cada uno de los cuatro factores analizados depende de la situación de los demás y de cómo se refuerzan unos a otros. Otro efecto de la naturaleza sistémica del modelo es que las naciones rara vez disponen de un sólo sector competitivo, sino que más bien, el modelo identifica un comportamiento que promueve la formación de grupos de sectores competitivos que se apoyan mutuamente.
En resumen, el modelo sugiere que la prosperidad de una nación en uno o varios sectores no se hereda, es decir, que en general no viene dada por naturaleza sino que se crea a partir de valores y actitudes de un conjunto de factores determinantes que son variados, complejos y, a veces, difíciles de explicar.
El "diamante" de Porter (1990) puede usarse de distintas formas, desde las siguientes aproximaciones (Johnson y otros, 2006, pág. 73-75).
  • A escala nacional, los gobiernos pueden analizar las políticas a seguir para fomentar la ventaja competitiva de sus industrias.

  • A escala regional, para conocer la competitividad relativa de unas regiones frente a otras dentro del mismo país.

  • A nivel de empresa, el modelo trata de identificar cómo se pueden utilizar las ventajas nacionales para generar ventajas competitivas para las empresas del país frente a sus competidores extranjeros.

2.3.Los distritos industriales

Un distrito industrial, también denominado cluster o cúmulo de empresas (Porter, 1999) es un grupo numeroso de empresas e instituciones afines, relacionadas con una misma actividad económica, localizadas en un entorno geográfico determinado.
Figura 4. Tipos de agentes de un distrito industrial
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Como muestra la figura 4, un distrito industrial suele estar compuesto por los siguientes tipos de agentes, ubicados en un mismo entorno geográfico.
  • Empresas que se dedican a la misma actividad y que ofrecen productos o servicios finales similares. En ocasiones, puede ser una única gran empresa alrededor de la cual se constituye el distrito.

  • Diversos tipos de instituciones, tanto públicas como privadas, que facilitan información y apoyo técnico especializado, como pueden ser centros de investigación, universidades, institutos de normalización, centros de formación, asociaciones patronales, entidades financieras e instituciones de la Administración.

  • Empresas situadas tanto en la fase anterior como posterior al ciclo completo de explotación del producto principal, como son los proveedores de materiales, componentes, maquinaria y servicios especializados o las empresas de distribución y empresas clientes.

  • Empresas de sectores afines, que ofrecen productos complementarios al producto principal.

A la vista de los componentes del distrito, su análisis trasciende del de un sector industrial, ya que se incorporan al mismo empresas e instituciones integradas en otros sectores industriales. Las fronteras de un distrito rara vez coinciden con las clasificaciones tradicionales de sectores económicos, pues incluyen agentes institucionales y relaciones entre diferentes sectores. La importancia de su análisis radica en determinar el papel que desempeña la ubicación de las empresas en su competitividad, como elemento del entorno en el que intervienen distintos agentes.
Una empresa puede verse favorecida considerablemente por pertenecer a un distrito a partir de diversas causas, si bien, el papel de éstas dependerá en gran medida de las relaciones o redes que existan dentro del distrito y de cómo funcionen éstas entre los distintos agentes e instituciones. Entre los factores más relevantes que favorecen a las empresas que forman parte de un distrito están los siguientes (Porter, 1999, pág. 220-231):
  • El incremento de la productividad, que proviene de la facilidad de acceso a determinados recursos especializados que la cercanía geográfica hace posible y que, en otro caso, serían muy difíciles o costosos de obtener.

  • El estímulo a la innovación de las empresas que pertenecen a un distrito puede ser mayor, ya que éstas perciben, antes que los competidores aislados, las nuevas necesidades de los clientes y las nuevas tendencias de las tecnologías, por la cercanía a centros de investigación o por las propias interrelaciones internas.

  • La creación de nuevas empresas dentro de un distrito es más sencilla que la creación de empresas aisladas, lo que lo convierte en más vigoroso y competitivo. Las barreras de entrada son más bajas, ya que se pueden reunir más fácilmente los recursos materiales y humanos especializados necesarios. Además, la financiación para la creación de empresas suele ser más barata, ya que la prima de riesgo exigida por las entidades financieras es inferior al haber un mayor número de clientes potenciales y experiencias anteriores de otras empresas que se han creado.

De todas las consideraciones anteriores es posible deducir que los distritos industriales son una combinación entre competencia y cooperación. Por un lado surgen relaciones de competencia directa, al ser empresas que compiten unas con otras en el mismo tipo de actividad pero, por otro lado, surgen relaciones simbióticas que favorecen a todos los integrantes.
Así, la complementariedad entre todos los agentes integrantes del distrito es la condición necesaria para que el distrito tenga éxito. Deben existir, por tanto, actividades y capacidades de los participantes que sean complementarias entre sí y que sirvan de apoyo mutuo de tal forma que cada agente desempeñe con mayor eficacia su actividad.
Aplicación 2. El distrito industrial del mármol en Macael
Macael es el centro geográfico de un conjunto de municipios de la comarca del Almanzora, situada al noreste de Almería, cuya economía se basa casi totalmente en el mármol, producto reconocido en la zona históricamente desde hace siglos sobre todo por su belleza, dureza y resistencia. En 2006 esta actividad afectaba directamente a once municipios y a otros dieciocho de manera indirecta. Unas 300 empresas, repartidas por los distintos municipios, desarrollan diversas actividades todas ellas relacionadas con el mármol: empresas extractoras, empresas transformadoras, talleres artesanales, suministradores de maquinaria especializada, transportistas y empresas de prestación de servicios generales.
Su extracción había sido la actividad principal desarrollada durante siglos en la región, que en las últimas décadas se ha intentado complementar con procesos de elaboración y fabricación. En efecto, la mera extracción en las canteras de la sierra de Los Filabres había constituido durante largo tiempo casi la actividad única y se comercializaba el producto sin tratamiento. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha iniciado un proceso de cambio en las empresas, hacia productos más elaborados y con mayor valor añadido, que les ha abierto a nuevos mercados internacionales.
Este proceso de cambio ha sido provocado por la introducción tanto de innovaciones de proceso como de producto. Entre las innovaciones de proceso, destaca la incorporación de nuevas tecnologías al tratamiento de la piedra, como la utilización de máquinas diamantadas que sustituyen a los explosivos para su extracción o la robótica que complementa el componente artesanal del tratamiento. Respecto al producto, se han investigado nuevas aplicaciones del mármol, además de las tradicionales en construcción y arte funerario, en ámbitos tan distintos como mobiliario doméstico (encimeras de cocina, chimeneas, baños, fregaderos), decoración urbana (monumentos, aceras, estatuas), bunkers de campos de golf, elaboración de pinturas, fabricación de papel o farmacia. En 2005 se extrajeron casi 1.800.000 toneladas de treinta variedades de mármol.
Los empresarios que forman el distrito, herederos en varias generaciones de empresas familiares, son mayoritariamente locales y están agrupados en la Asociación de Empresarios del Mármol. A través de esta asociación se realizan actividades de defensa jurídica, negociación con grupos de interés, edición de catálogos y vídeos, convenios y seminarios empresariales, entre otras. El empleo también es mayoritariamente local y la fuerte demanda por parte de las empresas de personal hace que el paro sea bajo en la región. A finales de 2002, se inauguró el Centro Tecnológico Andaluz de la Piedra en Macael, promovido por la Junta de Andalucía, para llevar a cabo proyectos de I+D, actividades de transferencia tecnológica y servicios de formación del personal a demanda de las empresas.
La colaboración de las administraciones locales se manifiesta en que el ayuntamiento de Macael, concesionario minero de las canteras, cede su explotación a las empresas, a cambio de un canon que éstas abonan en función de la cantidad y calidad del material extraído. En los últimos años se está investigando la posibilidad de explotación de minas subterráneas, ante la posibilidad de agotamiento de las tradicionales a cielo abierto, calculada para dentro de unos cincuenta años.
En resumen, la concentración geográfica de multitud de empresas todas ellas relacionadas con el tratamiento del mármol, genera una serie de interacciones internas favorecedoras del conjunto, que ha provocado en los últimos años un desarrollo espectacular de la región con un incremento generalizado de la riqueza, impensable años atrás.

2.4.El método de los escenarios

El análisis del entorno actual pone de manifiesto las oportunidades y amenazas que en el momento presente se ofrecen a la empresa. Sin embargo, parece conveniente investigar acerca de la situación que en el futuro va a afectar a la empresa, lo que permite conocer las circunstancias que diseñarán el marco de actuación para la empresa cuando la estrategia se implante. La investigación sobre el futuro es adecuada tanto para el análisis del entorno general como para el del entorno específico.
En un entorno turbulento, en el que abundan los cambios que suelen ser muy rápidos, no esperados y desconectados de la experiencia pasada, los modelos a emplear no pueden basarse en hechos o acontecimientos pasados, ni pueden partir de la hipótesis de una permanencia en el comportamiento de los factores relevantes. Se requieren métodos prospectivos, que se caracterizan por plantear una visión más global del futuro, dar una importancia especial a los aspectos cualitativos y subjetivos, suponer que las relaciones entre las variables son dinámicas y evolucionan en el tiempo, aceptar que el futuro depende del pasado y de las decisiones que se tomen en el presente y adoptar, por tanto, una actitud esencialmente activa y creativa frente al futuro (Menguzzato y Renau, 1991). Entre los instrumentos que reúnen estas características y que más relevancia y difusión han tenido en el análisis de entornos futuros altamente cambiantes está el método de los escenarios.
Podemos definir un escenario como una descripción de las circunstancias, condiciones o acontecimientos que pueden representar la situación del entorno en un momento futuro del tiempo.
Por tanto, un escenario no es una previsión del futuro sino un análisis cualitativo de cómo puede ser dicho futuro. En definitiva, se trata de crear una o varias historias coherentes y plausibles acerca del entorno futuro y de su posible evolución.
Un escenario es más bien un instrumento de enseñanza y aprendizaje que ayuda a comprender mejor la posible evolución del futuro. En este sentido, el esfuerzo que realice la dirección de la empresa para su definición tiene tanta importancia o más que el resultado final que se pueda conseguir. Su diseño obliga a pensar sobre las variables relevantes a incorporar, su interrelación y las consecuencias sobre las decisiones estratégicas, preparando así a la dirección para adaptarse mejor a las contingencias del entorno.
La construcción de un escenario no es una tarea sencilla que dependa de la capacidad visionaria de un experto, sino que necesita del análisis racional del objeto de estudio para llegar a diseños útiles. El proceso para la aplicación de los escenarios puede ser descrito a través de las siguientes fases (Schoemaker, 1993; Miller y Waller, 2003):
1) Definir las cuestiones básicas que se desean estudiar en términos de horizonte temporal, alcance de los negocios de la empresa incluidos y variables clave de decisión. Igualmente, se requiere evaluar el nivel de incertidumbre del entorno.
2) Identificar los principales grupos de interés (en inglés, stakeholders), tanto los que pueden verse afectados como los que puedan influir de forma apreciable en las cuestiones a estudiar. Identificar sus actuales roles, intereses y posiciones de poder.
3) Llevar a cabo una descripción de lo que se conoce actualmente, identificando las tendencias actuales y los factores clave del entorno que pueden afectar a las variables de interés.
4) Identificar los factores de incertidumbre claves que afectan significativamente a las variables de estudio. Conviene explicar por qué ocurren estos factores de incertidumbre y cómo se interrelacionan.
5) Construir dos escenarios alternativos, situando todos los resultados positivos de las incertidumbres clave en un escenario y todos los resultados negativos en el otro. Añadir las tendencias actuales y los factores clave a estos escenarios extremos. Se podría incluir uno o varios escenarios intermedios a los dos extremos considerados.
6) Valorar la consistencia interna y la verosimilitud de estos escenarios alternativos. Identificar en qué aspectos y por qué razones estos escenarios pueden ser internamente inconsistentes si incurren en contradicciones suponiendo, por ejemplo, que se dan simultáneamente dos hechos que es improbable que se den a la vez.
7) Analizar la dinámica de los escenarios, anticipando las acciones de los distintos agentes que participan en cada uno de ellos, tales como los competidores o cualesquiera grupos de interés involucrados. La empresa también puede intentar anticipar su propia respuesta a cada situación.
8) Formular alternativas estratégicas que permitan explotar las oportunidades ofrecidas por cada escenario y evitar las posibles amenazas, todo ello dentro de unos niveles de riesgo aceptables.
La elaboración, análisis y comprensión de los escenarios debe permitir a la dirección de la empresa analizar mejor la posible evolución del entorno. Esto debería conducir a una mejor definición de las estrategias empresariales, al permitir elegir incluso diferentes estrategias para cada uno de los posibles escenarios que puedan presentarse. De esta forma, la empresa se prepara para dar una respuesta rápida y flexible a los posibles cambios del entorno. Igualmente, podría observarse la solidez de una estrategia en función de los posibles escenarios que se pudieran presentar.
El diseño de escenarios es más necesario a medida que se hace más importante tener una visión a largo plazo de la estrategia, a medida que el número de factores clave que afectan a la misma es más reducido y cuando existe un elevado grado de incertidumbre acerca de las influencias de estos factores (Johnson y otros, 2006).
El método de los escenarios presenta las siguientes ventajas (Miller y Waller, 2003):
  • Es participativo: se construyen a partir de numerosas fuentes de información.

  • Posee riqueza de detalles

  • Es narrativo: genera una serie de historias acerca de los estados verosímiles del futuro que tienen en cuenta las interacciones dinámicas de los grupos de interés relevantes y el papel de la organización para crear el futuro.

  • Se refiere a un ámbito amplio: considera múltiples escenarios probables

  • Posee un pensamiento de sistemas porque promueve el aprendizaje acerca de las interrelaciones entre las variables clave del entorno.

  • Está orientado hacia el exterior: proporciona un marco para prever las oportunidades y las incertidumbres a largo plazo del entorno empresarial.

Junto con las anteriores ventajas, también presenta algunas limitaciones (Miller y Waller, 2003):
  • Es potencialmente difícil de gestionar: los escenarios pueden ser poco más que conjeturas imaginativas.

  • Los resultados son también cualitativos y difíciles de cuantificar.

  • Puede facilitar los sesgos: la personalidad de las personas que los elaboran puede limitar las posibilidades en cuanto a factores considerados u otras variables.

  • Puede haber falta de consenso: los participantes pueden divergir en el análisis del entorno.

Aplicación 3. El FMI elabora escenarios de ajuste y necesidad de políticas
Para el análisis de los efectos de diferentes tipos de políticas económicas (monetarias y fiscales) sobre las principales magnitudes a escala global, el Fondo Monetario Internacional (FMI) utiliza un modelo de predicción de la economía mundial (llamado GEM), que sigue las siguientes premisas:
  • El mundo está dividido en cuatro regiones: Estados Unidos, la zona euro más Japón, las economías emergentes de Asia y el resto del mundo. Cada una de estas regiones produce bienes comerciables y no comerciables, y existen corrientes comerciales bilaterales entre ellas.

  • Los mercados de bienes y de trabajo se caracterizan por una competencia imperfecta y la existencia de rigideces.

  • Los consumidores consideran una parte de la deuda del Estado como patrimonio neto. Esto implica que las políticas macroeconómicas pueden tener efectos relevantes tanto a corto como a largo plazo.

  • En tres de las cuatro regiones (Estados Unidos, la zona euro más Japón y el resto del mundo), las políticas monetarias ajustan el tipo de interés para mantener la inflación en el nivel deseado. Las economías emergentes de Asia mantienen un tipo de cambio vinculado al dólar estadounidense.

  • La política fiscal tiene la función de estabilizar la relación entre deuda y PIB a medio plazo.

En su informe de septiembre de 2005 "Perspectivas de la economía mundial", ante los diferentes desequilibrios de la economía mundial, el FMI no plantea si se va a realizar una corrección de los desequilibrios, sino cómo se llevará a cabo dicha corrección. Para ello, dentro de una situación sin cambios de política, se analizan dos escenarios alternativos:
1) Escenario Moderado: Los residentes de las otras tres regiones económicas mundiales seguirán aumentando sus tenencias de activos estadounidenses durante un periodo considerable.
Efectos:
  • En Estados Unidos, se produce una reducción del consumo privado, que permite aumentar el nivel de ahorro. Las tasas de interés reales aumentan y se reduce la inversión privada hasta 2010. Se produce una depreciación del dólar a largo plazo. Se desacelera el crecimiento económico y se reduce el déficit por cuenta corriente.

  • En las economías emergentes de Asia, el superávit por cuenta corriente se reduce paralelamente a la reducción del déficit en Estados Unidos. Aumenta notablemente el consumo privado, aunque se frena la inversión en el largo plazo. Se produce una apreciación del tipo de cambio del 15%, con el consiguiente efecto inflacionista. El crecimiento actual de la productividad tenderá a ser menor.

  • Japón y la zona euro sufren un impacto limitado. En 10 años, el superávit por cuenta corriente se reducirá ligeramente y el tipo de cambio se apreciará en torno al 5%. La productividad crecerá poco a medio plazo y más a largo plazo.

  • En el resto del mundo se produce un ajuste similar al de las economías emergentes de Asia, por su vinculación a la economía estadounidense, pero con una variación menor de los tipos de cambio.

  • Globalmente, se logra el ajuste macroeconómico a escala mundial, con una reducción del ritmo de crecimiento y ajustes ordenados de los tipos de cambio.

Premisas:
  • El déficit presupuestario de Estados Unidos se mantendrá en los niveles del 2004 (en torno al 4%). El resto de regiones llevarán políticas fiscales más ajustadas para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

  • Los desequilibrios iniciales se deben a la baja capacidad de ahorro de los hogares estadounidenses.

  • El consumo privado será el motor de ajuste de los desequilibrios existentes.

2) Escenario de ajuste brusco: Se reduce la demanda de activos estadounidenses, especialmente en las economías emergentes de Asia.
Descripción:
  • Las diversas zonas emprenderán políticas proteccionistas, que frenan el comercio entre ellas y generarán tensiones inflacionistas.

  • Las economías emergentes de Asia abandonarán el modelo de tipo de cambio fijo frente al dólar.

Efectos:
  • La actividad económica estadounidense sufre una fuerte contracción. Los inversores se decantan por activos no estadounidenses, con la consiguiente depreciación del dólar y corrección del saldo comercial de este país. El proteccionismo genera presiones inflacionistas, que requieren políticas monetarias que, a su vez, frenan aún más el crecimiento de la economía. Recordemos que el modelo de partida señala que las políticas monetarias se ajustan para mantener el nivel de inflación.

  • Las economías emergentes de Asia experimentan una apreciación del tipo de cambio real, lo que conduce a un deterioro del saldo comercial y el saldo por cuenta corriente. Acompañan a este fenómeno presiones inflacionistas, que suponen políticas monetarias restrictivas, que nuevamente lastran la economía.

  • Japón y la zona euro sufren igualmente una desaceleración de la economía, una apreciación de los tipos de cambio real y el deterioro del saldo por cuenta corriente.

  • En el resto del mundo se produce un ajuste similar al de la zona euro y Japón.

  • Globalmente, este escenario es sensiblemente más perjudicial que el anterior, como resultado de los cambios en las visiones de política monetaria y las medidas proteccionistas.

Ante estos dos escenarios negativos, ambos planteados en la ausencia de políticas monetarias de ajuste, el FMI plantea un conjunto de medidas para cada región económica que faciliten un ajuste beneficioso para el sistema económico global.

2.5.Importancia del análisis del entorno general para la competitividad de la empresa

El análisis sistemático del entorno general tiene una doble relevancia:
  • El entorno puede considerarse como un factor importante que influye en la competitividad general de las empresas de un determinado país o región.

  • El análisis del entorno general debe permitir la identificación de las más importantes variables que afecten a la empresa, de modo que ésta pueda decidir su estrategia más adecuada.

Entre los principales factores del entorno general que afectan a la competitividad de las empresas podemos mencionar los siguientes (Cuervo, 1993, pág. 364-366):
1) Dotaciones del país: hace referencia a la existencia y a la calidad de infraestructuras adecuadas en ámbitos como el transporte o las telecomunicaciones. También se incluiría aquí el nivel educativo del país.
2) Marco regulador de los mercados: incluye las normas que facilitan o dificultan el correcto funcionamiento de los mercados tanto de bienes y servicios como de trabajo o de factores.
3) Políticas públicas: dependen directamente de los gobiernos y se vinculan con aspectos tales como el nivel de gasto y el déficit públicos, la política fiscal y monetaria o el nivel de cargas sociales asignadas a las empresas.
4) Cultura empresarial: la valoración que la sociedad realiza de la actividad empresarial facilita o dificulta la tarea de los empresarios o la propensión a la creación de empresas competitivas.
5) Comportamiento de los agentes sociales: el comportamiento de agentes tales como las organizaciones empresariales o los sindicatos promueve una cultura de cooperación o de conflicto en el seno de las empresas.
Los anteriores factores deberían mover a los gobiernos, empresas y agentes sociales a favorecer con sus actuaciones la competitividad de las empresas de un país. Por otro lado, las empresas tienden a presionar a los gobiernos para que el entorno sea más favorable a sus intereses (pidiendo reducción de cargas sociales o de impuestos, solicitando nuevas infraestructuras, reclamando una reducción del déficit público, etc.).

3.Delimitación del entorno específico

El entorno específico de una empresa hace referencia a los factores externos que influyen en su estrategia según el tipo de actividad que desarrolla, esto es, a los factores relacionados con el sector industrial en el que la empresa opera.
Este concepto parece fácil de comprender pero, en muchas ocasiones, es difícil de delimitar para una empresa en concreto. La delimitación del entorno específico para una empresa debe responder a las preguntas: ¿quién es su competencia?, ¿quiénes son sus competidores?.
En una primera aproximación, el sector industrial se define como un "conjunto de empresas que ofrecen productos o servicios que son sustitutivos cercanos uno del otro" (Hill y Jones, 2005, pág. 40). En esta definición se encuentra una interpretación de quiénes son los competidores: todas las empresas que ofrezcan productos sustitutivos entre sí. Ahora bien, la característica de sustituibilidad puede medirse por dos criterios:
1) El criterio tecnológico se aplica desde el punto de vista de la oferta y define un sector como el conjunto de empresas que emplean procesos productivos o materias primas similares en la elaboración de uno o diversos productos. La clave, pues, de esta definición es el grado de sustituibilidad de los procesos productivos.
2) El criterio de mercado se aplica desde el lado de la demanda y selecciona el conjunto de empresas que fabrican productos que son sustitutos próximos unos de otros desde el punto de vista de las necesidades cubiertas a los clientes.
Ambas definiciones dan lugar a la misma clasificación de sector cuando los productos son sustituibles para compradores y productores. Pero esto no será siempre así, ya que hay casos donde el grado de sustituibilidad para unos y otros difiere bastante.
Con el fin de delimitar los distintos sectores, es frecuente acudir a las clasificaciones y nomenclaturas que han establecido diferentes instituciones a partir de desagregaciones en sectores y subsectores de todas las actividades económicas.
Algunas de las clasificaciones más conocidas son las siguientes:
  • CIIU: Clasificación Industrial Internacional Uniforme.

  • NACE-CLIO: similar a la anterior en el ámbito de la Unión Europea.

  • CNAE: Clasificación Nacional de Actividades Económicas, de ámbito español.

  • SIC: Standard Industrial Classification, de ámbito internacional, especialmente utilizada en Estados Unidos.

Además del concepto de sector industrial, existen otros estrechamente relacionados con él, como los de industria, negocio y mercado, que pueden ayudar a resolver los problemas de delimitación expuestos anteriormente.
Siguiendo el planteamiento de Abell (1980), el entorno competitivo se puede definir a partir de tres dimensiones:
1) Grupo de clientes servidos: a quién se dirigen los productos o servicios
2) Funciones que el producto o servicio cubre a dichos clientes, lo que está estrechamente relacionado con las necesidades satisfechas
3) Tecnología empleada o cómo se ofrece el producto; es decir, la forma en la que una función es cubierta
A partir de las anteriores dimensiones pueden definirse tres conceptos básicos que son útiles para definir y delimitar el entorno competitivo. Así se puede ver en la figura 5.
Figura 5. Conceptos de industria, negocio y mercado
Fuente: Adaptado de Abell (1980, pág. 197)
Fuente: Adaptado de Abell (1980, pág. 197)
1) Industria: comprende al conjunto de empresas que, a partir de una tecnología determinada, tratan de atender a todos los grupos de clientes y cubrir todas las funciones posibles. De este modo, este concepto delimita al sector industrial por el lado de la oferta.
2) Negocio de una empresa: en una industria pueden existir numerosas empresas. Cada una de ellas decide, a partir de la tecnología elegida, atender a uno o varios tipos de clientes y atender una o varias funciones. El concepto de negocio representa la selección concreta que cada empresa hace de las funciones y grupos de clientes que quiere atender. Por tanto, distintas empresas de una misma industria pueden definir su negocio de forma diferente. Del mismo modo, una empresa puede dedicarse a varios negocios pertenecientes a industrias distintas.
3) Mercado: incluye al conjunto de empresas que cubren la misma función para un mismo grupo de clientes, independientemente de la industria en la que operen, es decir, de la tecnología que utilicen. Este concepto tiene que ver con la definición del sector industrial desde el lado de la demanda
Desde un punto de vista de análisis estratégico, lo más importante es definir el entorno competitivo de la empresa. Éste está formado por los competidores, los clientes y los proveedores. El concepto de mercado que hemos definido es, por tanto, el más próximo a la definición del entorno específico o competitivo que la empresa debe analizar, ya que incluye a los competidores y a los clientes, si bien no a los proveedores.
Una vez aclarado el concepto de mercado, es necesario identificar específicamente quiénes son los competidores de una empresa. Al hacerlo, podemos encontrar tres situaciones distintas:
  • Si una industria solamente atiende una función concreta para un grupo de clientes determinado y todas las empresas de esa industria definen sus negocios de forma muy similar en cuanto a las tres dimensiones básicas, la identificación del entorno competitivo de la empresa no planteará dificultades, ya que todos los competidores proceden de la misma industria y cubren el mismo conjunto de funciones a los mismos grupos de clientes.

  • En muchas ocasiones, las empresas de una misma industria definen sus negocios de formas distintas. En ese caso, la industria es susceptible de dividirse en ámbitos competitivos más reducidos a través de la identificación de segmentos.

  • Una tercera situación se presenta cuando empresas procedentes de industrias distintas tratan de cubrir las mismas funciones a los mismos grupos de clientes (utilizando, por tanto, distintas alternativas tecnológicas). En esta situación, la competencia entre dichas empresas sólo se produce en aquellas actividades en las que coinciden por razón de la función cubierta así como por el grupo de clientes al que se dirigen. En estos casos, se suele decir que el entorno competitivo es heterogéneo

La identificación del entorno competitivo puede dar lugar a situaciones que, a primera vista, pueden parecer llamativas. Así, podemos encontrar empresas que están en la misma industria pero que no son competidoras directas, como consecuencia de que cubren funciones diferentes para grupos de clientes diferentes.
De forma similar, son frecuentes las situaciones en las que los competidores directos proceden de industrias diferentes. Tal es el caso del transporte de viajeros entre dos ciudades. Dicha función puede ser cubierta por empresas de transporte aéreo, de ferrocarril, de autobuses o, incluso, por el propio cliente con su automóvil. En estas situaciones, el concepto de sector industrial desde el lado de la oferta resulta irrelevante desde el punto de vista estratégico, ya que no ayuda a identificar a los competidores.
Aplicación 4. El modelo de Abell en los medios de comunicación
La figura 6 refleja, de forma aproximada, la aplicación del modelo de Abell a los medios de comunicación. Éstos cumplen una serie de funciones y se dirigen a distintos tipos de clientes (hemos elegido la variable geográfica para su posible segmentación). Cada tipo de medio se puede considerar una tecnología distinta o forma específica de cubrir las funciones. De esta forma, cabría hablar de distintas industrias tales como "prensa escrita", "revistas", "radio", "televisión" e "internet". Desde cada una de ellas se puede tratar de satisfacer las distintas necesidades a los diferentes grupos de clientes.
Figura 6: Aplicación del modelo de Abell a los medios de comunicación
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La mayoría de las funciones descritas son comunes a todos los medios. Sin embargo, cada empresa perteneciente a una de las cuatro industrias puede cubrir o no las distintas necesidades a todos o parte de los tipos de clientes. Por ejemplo, una radio pública – como Radio Nacional de España– no cubre la función de servir de soporte publicitario; o un periódico local – como La Rioja o El Norte de Castilla– sólo atiende a un grupo reducido de clientes.
De esta forma, las tres dimensiones del modelo de Abell quedan definidas como sigue:
1) Funciones: información de actualidad, información de servicio (farmacias de guardia, cartelera, el tiempo, el tráfico en la ciudad, etc.), ocio, cultura, soporte publicitario, compra de productos o servicios (teletienda), intermediación y contactos (teleempleo, anuncios por palabras, etc.).
2) Grupos de clientes: local, regional, nacional, internacional.
3) Tecnologías: periódicos (prensa escrita), revistas, radio, televisión, internet.
El negocio hace referencia a la forma en la que cada empresa define su campo de actividad como conjunto de funciones, grupos de clientes y tecnologías. Algunas empresas definen su negocio de forma muy amplia como, por ejemplo, el Grupo Prisa que participa en varias industrias (El País, Cadena Ser, Sogecable), trata de cubrir todas las funciones y se dirige a todo tipo de clientes (El País Internacional, edición internacional de El País). Otras empresas definen su negocio de forma muy restringida. Por ejemplo, el periódico Segunda Mano sólo cubre las funciones de "intermediación" y "soporte publicitario" desde un soporte de prensa escrita e internet.
En cuanto al concepto de mercado, éste viene definido por una función o conjunto de funciones y un grupo de clientes. Así, el mercado publicitario está referido a la función de "soporte publicitario" y dirigido, por ejemplo, al ámbito nacional, independientemente de la industria desde la que se cubra dicho servicio. Es preciso señalar que algunas de las funciones incluidas en la figura pueden ser cubiertas por empresas procedentes de otras industrias. Por ejemplo, la función de soporte publicitario puede ser cubierta también por vallas publicitarias, autobuses, etc., por lo que estas empresas compiten con los medios de comunicación por cubrir dicha función. De forma similar, la función de ocio puede ser cubierta también por otras muchas industrias, tales como el cine, el vídeo, los libros, etc. competidores directos de la radio y la televisión especialmente.
Como consecuencia de todo ello, la empresa debe definir su entorno específico para cada función y grupo de clientes, es decir, para cada mercado en el que actúa. De este modo, podrá conocer quiénes son sus competidores directos e indirectos y analizar así las características (oportunidades y amenazas) del entorno en el que actúa. Esta definición no siempre es sencilla, ya que para cada combinación de funciones y grupos de clientes pueden aparecer competidores procedentes de industrias muy distintas de aquélla en la que está situada la empresa.

4.Análisis de la estructura de la industria

El objetivo del análisis de la estructura de la industria es poner de manifiesto las oportunidades y amenazas que la misma ofrece a la empresa y que determinan su capacidad para obtener beneficios. Este análisis responde a la pregunta: ¿cómo se compite en la industria?
El análisis de la estructura de la industria tiene su origen en distintos estudios llevados a cabo en los años treinta en la Universidad de Harvard que trataban de relacionar los siguientes elementos:
  • Las características de una industria (medidas por factores como el número de vendedores y compradores, el grado de diferenciación de productos, las barreras de entrada, la estructura de costes fijos y variables y el nivel de integración vertical), a las que se denominó estructura.

  • Las decisiones de la empresa, relativas a precios, productos, inversiones y prácticas legales, denominándolas conducta.

  • Los resultados, tanto de la empresa analizada como del conjunto de la industria.

Esto condujo a la formulación del conocido modelo Estructura-Conducta-Resultados.
En una industria en situación de competencia perfecta, las alternativas disponibles para la empresa son muy escasas y se limitan a aplicar el precio de mercado, sin capacidad de influir en la oferta o la demanda. Es en las industrias en régimen de competencia imperfecta es donde surgen las posibilidades de obtener rentas superiores, si se es capaz de aprovechar las oportunidades y combatir las amenazas adecuadamente.
A continuación presentamos un modelo de análisis que parte, justamente, de la hipótesis de mercados imperfectos en los que es posible obtener resultados superiores a los competidores.
Desde este punto de vista:
  • Las oportunidades serán factores que reducen la competencia y posibilitan rentas superiores a las normales.

  • Las amenazas estarán constituidas por aspectos que pueden aumentar el grado de competencia y conducen a las empresas de la industria a rentas más limitadas.

Porter (1982) plantea un modelo conocido actualmente como el modelo de las cinco fuerzas, que constituye una metodología de análisis estándar para investigar acerca de estas oportunidades y amenazas. Según este modelo, el grado de atractivo de una industria viene determinado por la acción de cinco fuerzas competitivas básicas que, en su conjunto, definen la posibilidad de obtención de rentas superiores, siempre que se combatan las amenazas y se aprovechen las oportunidades.
Estas cinco fuerzas, representadas en la figura 7, son las siguientes:
  1. La rivalidad entre los competidores existentes

  2. La posibilidad de entrada de nuevos competidores

  3. La amenaza de productos sustitutivos

  4. El poder de negociación de los compradores

  5. El poder de negociación de los proveedores

Figura 7. El modelo de las cinco fuerzas competitivas
Fuente: Porter (1982, pág. 24)
Fuente: Porter (1982, pág. 24)
A continuación explicaremos en qué consisten y cuáles son los determinantes de estas cinco fuerzas competitivas.

4.1.Intensidad de la competencia actual

La primera de las fuerzas del modelo de Porter hace referencia a la actuación de los competidores existentes en la industria en el momento del análisis.
La intensidad de la competencia actual mide el grado de rivalidad existente entre los competidores radicados en la industria en un determinado momento. A medida que la intensidad de la competencia sea mayor, la posibilidad de obtención de rentas superiores es menor y, por tanto, el atractivo de la industria disminuye.
Para valorar esta fuerza, se analizan las características básicas de la industria que definen el marco genérico para la competencia, así como posibles acciones y reacciones de las empresas ya establecidas que puedan alterar la intensidad de la competencia. De este modo, la intensidad de la competencia es el resultado de los siguientes factores estructurales (Porter, 1982, pág. 38 y ss.):
1) Número de competidores y equilibrio entre éstos: cuanto mayor el número de competidores establecidos y el equilibrio entre los mismos, la intensidad de la competencia será también mayor.
2) Ritmo de crecimiento de la industria: a medida que el ritmo de crecimiento de la industria se reduce, la intensidad de la competencia se incrementa. Según el modelo de ciclo de vida de la industria, a medida que ésta entra en su fase de madurez o declive la intensidad de la competencia crece, ya que las ventas totales se estancan o decrecen y los competidores se ven obligados a ser más agresivos para captar nuevos clientes o incluso para mantener los actuales.
3) Barreras de movilidad: son aquellos obstáculos o dificultades que impiden a las empresas moverse de un segmento a otro dentro de la misma industria. Su existencia limita la competencia a los miembros del segmento al reducir la intensidad de la competencia del conjunto de la industria.
4) Barreras de salida: son aquellos factores que impiden o dificultan el abandono de una industria por parte de una empresa.
Las principales barreras de salida son las siguientes (Porter, 1982, pág. 40 y ss.):
  • Activos especializados, cuya utilidad fuera de la industria es muy escasa, por lo que tienen poco valor de liquidación o altos costes de reconversión.

  • Costes fijos de salida, que deben asumirse necesariamente para abandonar la actividad, como indemnizaciones por despido, liquidación de existencias, etc.

  • Interrelaciones estratégicas con otros negocios de la propia empresa, lo que obliga a continuar en todos ellos, sin posibilidad de abandonar ninguno.

  • Barreras emocionales: son factores psicológicos que fuerzan a seguir compitiendo a pesar de los resultados negativos, como la identificación personal con el negocio, la lealtad hacia los empleados, el temor por la carrera profesional, el orgullo, etc.

  • Restricciones sociales y gubernamentales, como presiones de tipo social (huelgas, manifestaciones, boicots a los productos, etc.) o político (legislación, presión política, etc.) que dificultan el cese de la actividad.

5) Estructura de costes de las empresas: un mayor peso de los costes fijos sobre los costes variables hace tender a las empresas a operar a plena capacidad para intentar reducir sus costes medios, lo que conduce a altos volúmenes de producción que intensifican la competencia.
6) Diferenciación de productos: a medida que en una industria se dé un mayor nivel de diferenciación de productos, la intensidad de la competencia se reduce, ya que los clientes son fidelizados por los distintos productos diferenciados.
Diferenciación de producto
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El hecho de que no exista diferenciación de producto ni costes de cambio es un factor que aumenta la intensidad de la competencia y, en tal caso, la elección de los compradores se basa en el precio y en el servicio.
7) Costes de cambio: se refieren al coste que un cliente tiene que asumir por cambiar de proveedor. La existencia de costes de cambio reduce la intensidad de la competencia, ya que dificulta la elección del cliente y protege al proveedor de una actuación agresiva de los competidores.
8) Capacidad productiva instalada: un exceso de capacidad productiva instalada en la industria implica un desajuste entre la oferta y la demanda, por lo que las empresas deben competir para poder dar salida a toda su producción.
9) Diversidad de competidores: cuando los competidores difieren en estrategias, orígenes nacionales, personalidad, relaciones con sus compañías matrices, objetivos, tamaño y formas de competir, la competencia suele aumentar, por la dificultad para saber a qué atenerse respecto a la competencia.
10) Intereses estratégicos: a medida que más empresas estén interesadas simultáneamente en lograr el éxito en una industria, la competencia se intensifica.

4.2.Competidores potenciales

Los competidores potenciales son las empresas que quieren entrar en una industria. En general, cuanto más atractiva sea una industria, más competidores potenciales habrá. El grado de atractivo de la industria disminuirá si los competidores potenciales logran entrar a competir en condiciones similares a los competidores actuales y aumentará si es difícil o imposible la entrada de estos nuevos competidores.
La posibilidad de entrada de nuevos competidores depende, sobre todo, de dos factores: la existencia de barreras de entrada a la industria y la reacción de los competidores establecidos a un nuevo ingreso.
1) Barreras de entrada
Las barreras de entrada son factores que dificultan el acceso de nuevas empresas a la industria, normalmente mediante la disminución de las expectativas de rentabilidad de los posibles nuevos competidores. Su existencia frena la aparición de nuevos competidores, protegiendo a los ya instalados y preservando, por tanto, sus expectativas de rentabilidad.
Se pueden diferenciar dos grandes tipos de barreras de entrada:
  • Barreras de entrada absolutas: son aquellas que resultan imposibles de superar, salvo en casos excepcionales. El caso más típico sería el de industrias en las que se requiere una concesión administrativa para operar como, por ejemplo, las cadenas de televisión o las administraciones de loterías.

  • Barreras de entrada relativas: son aquellas que pueden ser superadas, aunque ofrezcan niveles de dificultad diferentes.

Las principales barreras de entrada a una industria son las siguientes (Dess y Lumpkim, 2003, pág. 64-65):
a) Economías de escala y alcance, que puedan tener los competidores actuales derivadas de la reducción de los costes unitarios a medida que aumenta el volumen de producción (escala) o de compartir recursos entre diferentes productos o actividades (alcance). Estas barreras frenan el ingreso de nuevos competidores al obligarles a producir en gran escala, con los riesgos que ello conlleva, o a entrar en pequeña escala, soportando desventajas en costes.
b) Desventajas en costes diferentes de las economías de escala, debidas a que los competidores ya establecidos poseen tecnología patentada, acceso favorable a materias primas, ventajas de localización, curva de aprendizaje o de experiencia, etc.
c) Diferenciación de producto, cuando las empresas establecidas tienen patentes, identificación de marca, prestigio o una cartera de clientes establecida, obligan a los nuevos entrantes a realizar grandes inversiones para superar la fidelidad de los clientes existente.
d) Necesidades de capital, cuando se requieren grandes inversiones para empezar a competir bien sea para adquirir instalaciones productivas, realizar actividades de I+D, cubrir pérdidas iniciales u otras situaciones.
e) Costes de cambio de proveedor para los compradores. Si son elevados, los nuevos competidores tendrán que ofrecer una gran reducción de precios o una mejora notable en el rendimiento del producto para que el comprador cambie de proveedor.
f) Acceso a los canales de distribución utilizados por las empresas instaladas, que no están disponibles para los nuevos competidores, o que solamente lo están a un coste elevado.
g) Política gubernamental, generalmente favorable a las empresas establecidas como, por ejemplo, mayor facilidad de acceso a subvenciones, limitación de licencias, legislación ecológica o de seguridad.
En todo caso, la eficacia de las barreras de entrada depende de los recursos y capacidades que tengan los nuevos entrantes (Grant, 2006, pág. 116). Empresas con altas competencias (en recursos financieros, tecnología, imagen, marca, capacidad de innovación, etc.) podrán superar con relativa facilidad las barreras y se constituirán en amenazas reales para las establecidas en la industria.
2) Reacción de los competidores establecidos
En la medida en la que los competidores actuales sean capaces de desarrollar una reacción fuerte ante el ingreso en el sector de nuevos entrantes, éstos tienden a ser disuadidos de incorporarse a esa industria
Las condiciones que señalan una probabilidad alta de represalias contra nuevos competidores son las siguientes:
a) Tradición de represalias en la industria, como pueden ser guerras de precios, campañas de publicidad masivas, ofertas especiales u otros aspectos emocionales o localistas, que tratan de disuadir al nuevo entrante.
b) Empresas establecidas con fuertes recursos para defenderse como, por ejemplo, exceso de liquidez, capacidad de endeudamiento no utilizada, capacidad productiva excedente para atender necesidades futuras o ventajas en canales de distribución o clientes.

4.3.Productos sustitutivos

Los productos sustitutivos son aquéllos que satisfacen las mismas necesidades de los clientes que el producto que ofrece la industria. Un producto sustitutivo puede proceder de la misma industria o de otra, siempre que cubra un rango común de funciones a los mismos clientes.
A medida que en una industria aparezcan productos sustitutivos, su grado de atractivo tenderá a decrecer y, por tanto, también sus expectativas de rentas superiores a las de otras industrias. La existencia de sustitutivos obliga a las empresas establecidas a convencer a sus clientes de las ventajas que tiene consumir sus productos en cuanto a calidad, precio, características, satisfacción de necesidades, facilidad de uso, etc., frente a los provenientes de otras industrias.
La importancia de la amenaza de los productos sustitutivos en una industria depende especialmente de los siguientes factores:
a) El grado en el que los productos sustitutivos satisfacen las necesidades de los consumidores mejor que los de la industria.
b) Los precios de los productos sustitutivos en relación con los de la industria.
c) La obsolescencia que los productos sustitutivos incorporan en los productos de la industria.
d) Los costes de cambio a los productos alternativos.
En determinadas ocasiones, el nivel de precios propio de la industria marca el umbral a partir del cual se pueden hacer económicamente rentables productos alternativos como ocurre, por ejemplo, con el petróleo como fuente de energía frente a otras energías como la solar o la eólica. Por el contrario, cuando los productos sustitutivos se ofrecen a precios inferiores, las empresas de la industria se ven obligadas a reducir los suyos, diminuyendo sus márgenes de rentabilidad, salvo que encuentren formas nuevas de reducir sus costes.

4.4.Poder negociador de los proveedores y de los clientes

El poder de negociación de los proveedores o de los clientes viene dado por la capacidad de imponer condiciones en las transacciones que realizan con las empresas de la industria.
Tener este poder negociador puede traducirse en el logro de descuentos, aplazamientos de pago, exigencias de calidad, plazos de entrega, devoluciones o reclamaciones que captan parte del valor añadido que se genera en la industria y, por tanto, hacen disminuir su rentabilidad y con ella el atractivo de la industria.
Un dato que puede proporcionar un buen indicio sobre el poder negociador de una empresa, segmento o sector es el periodo medio de pago respecto a sus proveedores. Cuando las empresas de un sector tienen un fuerte poder negociador, suelen posponer sus pagos a los proveedores y conseguir, de esta forma, que éstos financien su actividad económica.
Aunque el poder negociador de proveedores y clientes no es siempre homogéneo para todos ellos, ni es igual respecto a todas las empresas de una misma industria, existen algunos factores que influyen, de manera general, en dicho poder negociador y favorecen a unos u otros agentes. Los factores más importantes que afectan al poder negociador de proveedores y/o clientes son, según Porter (1982, pág. 44 y ss.) los siguientes:
  • Grado de concentración en relación con la industria.

  • Volumen de transacciones realizadas con las empresas de la industria.

  • Grado de importancia de las compras efectuadas en relación con los costes del cliente.

  • Grado de diferenciación de los productos o servicios objeto de la transacción.

  • Costes de cambio de proveedor.

  • Nivel de beneficios del cliente en relación con el proveedor.

  • Amenaza real de integración vertical hacia adelante o hacia atrás.

  • Importancia del producto o servicio vendido para la calidad de los productos o servicios del comprador.

  • Posibilidad de almacenar el producto.

  • Nivel de información que tiene una de las partes en relación con la otra.

La tabla 1 recoge estos factores y señala en cada columna la forma en la que afecta positivamente –mejorando su poder negociador– a cada tipo de agente.
Tabla 1. Factores que afectan al poder negociador de proveedores y clientes
Proveedores
Clientes
Proveedores concentrados
Clientes concentrados
Compra de pequeños volúmenes
Compra en grandes volúmenes
Productos diferenciados
Productos no diferenciados
Altos costes de cambio
Bajos costes de cambio
Amenaza real de integración hacia adelante
Amenaza real de integración hacia atrás
No existen productos sustitutivos
Existen productos sustitutivos
Producto no almacenable
Producto almacenable
Producto importante para el cliente
Producto poco importante para el cliente
El proveedor tiene información total
El comprador tiene información total
Aplicación 5. El modelo de las cinco fuerzas en la industria del transporte sanitario
En España, existen diferentes modalidades de transporte sanitario. Por una parte, los desplazamientos que no requieren asistencia medicalizada se realizan en ambulancias individuales o colectivas. Muchos de estos traslados pueden ser programados (diálisis, rehabilitaciones...), mientras que otros no (altas hospitalarias).
En otras ocasiones, es necesario responder a necesidades de transporte con contenido asistencial. Podemos distinguir en este caso los vehículos dotados de soporte vital básico, diseñados para el mantenimiento del estado del paciente durante su traslado ante una situación grave; y las ambulancias de soporte vital avanzado, las UCIs móviles, fuertemente equipadas para atender a emergencias, con equipo asistencial avanzado tanto material como humano.
La mayor parte de los servicios de transporte sanitario en España se prestan a través de conciertos entre las administraciones públicas (normalmente las comunidades autónomas, sus servicios de salud o sus hospitales) y empresas privadas, propietarias del parque de ambulancias. Aunque el personal no asistencial (conductores y técnicos) pertenece a la empresa, si un nuevo concurso adjudica ese servicio a una nueva empresa, ésta tiene la obligación de subrogarse en los contratos que tenían los trabajadores con la anterior, es decir: los trabajadores pasan de la empresa antigua a la nueva.
Los servicios contratados por clientes privados (mutuas, empresas privadas y otros clientes) representan, en su conjunto, menos del 10% del mercado total.
1) Intensidad de la competencia
  • El número de competidores existente es muy elevado. Existen muchas empresas dedicadas a esta actividad en España, con un número relativamente pequeño de vehículos. Las diez empresas más grandes del sector no llegan a aglutinar el 25% del volumen total de negocio.

  • Las necesidades de transporte, frenadas en los años pasados, están creciendo fuertemente, por varias razones: pocos límites a la prescripción por parte de los médicos de asistencia primaria, demanda de los ciudadanos, envejecimiento de la población...

  • Existen algunas barreras psicológicas a la movilidad: tradicionalmente, las empresas han operado siempre en un ámbito geográfico limitado, "su zona". No es habitual que una empresa intente prestar servicios en otra zona, aunque es posible. Además, cada comunidad autónoma tiene sus formas de contratación y valora diferentes aspectos a la hora de concertar los servicios, lo que dificulta el salto de una comunidad autónoma a otra. No existen, en cambio, barreras importantes a la movilidad entre segmentos por tipo de transporte: muy frecuentemente, quien se dedica al transporte no asistencial cubre asimismo las necesidades de transporte urgente y de emergencias.

  • Existen algunas barreras de salida debido a la necesidad de amortizar los vehículos. La subrogación elimina los costes de personal en caso de perder un concurso.

  • La principal fuente de costes son los salarios del personal, seguidos de los consumibles y los gastos financieros, derivados en muchos casos de la compra de los vehículos a través de leasing. No obstante, los costes de personal actúan, en estas empresas, como costes estructurales: es muy difícil reducir la plantilla.

  • Hasta hace poco, la mayoría de los concursos públicos para establecer los conciertos no han valorado excesivamente la calidad de los servicios, y se centrado en el precio. En algunas comunidades autónomas, esta visión parece estar cambiando y ha crecido la puntuación de aspectos como la formación de los empleados, el parque de ambulancias o el despliegue de medios.

  • Se trata de un sector en el que sí existirían economías de escala en varios aspectos si una empresa adquiriese el tamaño suficiente para alcanzarlas.

2) Competidores potenciales
Aunque legalmente no es difícil crear una empresa dedicada a esta actividad, lo realmente complejo es conseguir acceder a la prestación de servicios.
  • Existen algunos tipos de barreras de entrada. La más importante es la dificultad para poder ser la oferta elegida en algunos conciertos, ya que se requiere haber prestado servicios con anterioridad en ese ámbito geográfico. En ocasiones, se solicita que se hayan prestado servicios en esa u otra región con una cifra de actividad mínima, que sólo puede alcanzarse, en la práctica, si se han prestado servicios concertados previamente.

  • Existen algunos costes de cambio para las administraciones. A lo largo del tiempo, se establecen relaciones de cooperación que generan un cierto nivel de mutua dependencia y de comodidad: ambas partes saben lo que quiere la otra y cómo lo quiere. Para una administración pública, cambiar de proveedor de este tipo de servicios por otro requiere, de alguna manera, una justificación ante los administrados más allá de un menor coste (mala praxis, reclamaciones...).

  • No podemos hablar de posibilidades de reacción de los competidores establecidos, aunque sí de defensa de su posición en el mercado.

3) Productos sustitutivos
  • En un país como España, uno de los países de la Unión Europea con más distancia en minutos a los hospitales de referencia, el transporte urgente y de emergencias tiene muy pocos productos sustitutivos propiamente dichos. Algunos instrumentos (máquinas de reanimación cardiovascular, por ejemplo) ayudan a estabilizar al paciente, aunque no eliminan su necesidad de traslado medicalizado.

  • Respecto al transporte no asistencial, algunas comunidades autónomas están introduciendo el taxo como alternativa a las ambulancias. Pese a ser un sustitutivo imperfecto, dado su precio y su tecnología, es una amenaza para el sector del transporte sanitario, ya que las administraciones como cliente tienen la posibilidad de ofrecer el negocio que deseen.

4) Poder negociador de los clientes
  • Los clientes están mucho más concentrados que las empresas, salvo en determinados ámbitos geográficos. De esta forma, aunque existen servicios privados, como ya se ha comentado, la mayor parte de los servicios de transporte sanitario que se prestan en España tienen lugar a través de conciertos con las administraciones. De este modo, aunque en cada zona no hay sólo un demandante, en la práctica sólo uno de ellos aglutina más del 90% de la demanda.

  • Algunas administraciones públicas se han integrado verticalmente, y han creado sus propios servicios de transporte urgente y de emergencias. En este sentido, aunque la Sanidad no pertenece al ámbito competencial básico de los municipios, el SAMUR, en la localidad de Madrid, es el caso más conocido.

  • Los servicios de transporte sanitario, como en general los servicios, no son acumulables, lo que en principio juega a favor de las empresas. No obstante, el régimen de concierto con las administraciones públicas no permite una negociación fácil, por lo que la amenaza de no cumplir los servicios podría llegar a derivar en la resolución del concierto.

5) Poder negociador de los proveedores
  • Existen muy pocos proveedores de ambulancias en España. Un vehículo de transporte sanitario es muy diferente de un vehículo comercial normal, y requiere un proceso de carrozado, equipamiento y preparación que en España prestan por un número muy reducido de empresas, de hecho, se puede decir que cuatro de ellas abarcan la práctica totalidad del mercado nacional.

  • Respecto a ellas, todos los factores indican un poder de negociación reducido: las empresas de ambulancias no suelen integrarse verticalmente (aunque algunas tienen talleres), sólo algunos clientes tienen un gran tamaño, los servicios de carrozado no son acumulables, el carrozado es esencial para el vehículo...

  • Esta situación de falta de poder negociador se produce nuevamente en relación con el combustible. No obstante, resulta paradójico señalar que las ambulancias sí son grandes clientes de este sector. De esta forma, el volumen total de combustibles consumido por todas las ambulancias del país representaría una parte relevante de la cifra de negocios de las empresas que suministran combustible. Una negociación conjunta supondría un poder negociador importante.

  • Respecto a los trabajadores, proveedores de la mano de obra, la subrogación obligatoria por parte de la nueva empresa lleva a una situación paradójica: la empresa cambia, el trabajador permanece. De este modo, el teórico poder negociador a favor de las empresas (más concentradas que los trabajadores, podrían sustituirlos por otros, etc) se vuelve a favor de éstos en una negociación colectiva. Es especialmente importante, nuevamente, la imposibilidad de acumular los servicios: una huelga de trabajadores generaría un grave perjuicio a la empresa y un menor impacto a los propios trabajadores.

  • Finalmente, las empresas aseguradoras suelen negociar fuertemente con las empresas de transporte sanitario, en una situación muy similar a los proveedores de combustible: pocas empresas, muy concentradas, imprescindibles para el negocio y, en este caso, con servicios no acumulables. Además, respecto al seguro, es relativamente difícil que las empresas de trasporte sanitario ganen poder de negociación, ya que muy pocas aseguradoras quieren dirigirse a este colectivo.

Nos encontramos, en definitiva, ante un sector relativamente poco atractivo, con diversos factores que juegan en su contra. Sin embargo, algunos de los aspectos analizados, especialmente el gran potencial de futuro de este tipo de servicios, hace que la situación, aun siendo complicada, no sea crítica. Posiblemente, la utilización de estrategias específicas para industrias fragmentadas pueda contribuir a solucionar algunos de los principales problemas del sector.
Fuente: elaboración propia, a partir del Libro blanco del transporte sanitario.

4.5.Limitaciones del modelo de las cinco fuerzas

El modelo de las cinco fuerzas, aun siendo muy consistente para el análisis del entorno específico de una empresa, puede ser mejorado o ampliado. Desde diversas corrientes teóricas se han planteado las siguientes críticas:
1) Representa una imagen estática de la competencia: el modelo ofrece una imagen de las características de la competencia en un momento determinado, pero no considera los posibles cambios que se puedan producir y que establezcan nuevas condiciones en la naturaleza de la competencia y, por tanto, en las expectativas de rentabilidad en el futuro.
La clave está en conocer la velocidad del cambio en la industria (Grant, 2006, pág. 149). Este cambio puede provenir de dos elementos:
  • El desarrollo tecnológico de la industria, especialmente significativo en industrias emergentes o de base tecnológica, que no sólo puede alterar la estructura competitiva, sino provocar la aparición o desaparición de determinadas actividades.

  • La estrategia de las propias empresas de la industria es quizás el factor que más influye en el cambio, pues con sus actuaciones las empresas pueden transforman la estructura competitiva. Las empresas compiten entre sí (con marca, tecnología, innovación, diferenciación, fusiones, alianzas, etc.) buscando posiciones ventajosas que les permitan obtener rentas superiores. Estos movimientos alteran la competencia, por lo que condicionan la estructura competitiva de un sector.

Teoría de juegos
Grant, R. M. (2006). Dirección estratégica. Conceptos, técnicas y aplicaciones

(5.ª ed.). Madrid: Thomson-Civitas.

En esta obra, Grant (pág. 150-159) lleva a cabo un análisis muy interesante de la aportación que realiza la Teoría de Juegos para explicar las estrategias que eligen las empresas en su actuación competitiva en las industrias, respecto de la identificación de las opciones de los competidores, la predicción de los resultados de las actuaciones y la elección de las estrategias óptimas.

2) No tiene en cuenta la existencia de productos complementarios: el modelo sólo contempla la existencia de productos sustitutivos que reducen el atractivo de la industria. Sin embargo, en muchas industrias existen productos complementarios que, utilizados conjuntamente con los de la industria, aumentan considerablemente el valor percibido por el cliente. La presencia de productos complementarios, frecuente en sectores como el informático, aumenta el grado de atractivo de una industria.
3) No tiene en cuenta la existencia de otros agentes: además de los proveedores y los clientes, las empresas se relacionan con otros agentes, denominados agentes de frontera, que con sus actuaciones pueden llegar a limitar el atractivo de la industria.
4) No todas las fuerzas tienen la misma importancia, ni todos los factores que componen cada fuerza tiene el mismo peso. Hay que saber reconocer los verdaderos factores críticos que influyen decisivamente en el atractivo de la industria.
5) Da una importancia excesiva a la estructura de la industria para explicar la rentabilidad de la empresa: Si el grado de atractivo de la industria fuera el determinante principal de la rentabilidad de las empresas, su estrategia se limitaría a elegir la industria correcta y a comprender las fuerzas competitivas mejor que los competidores. De acuerdo con este modelo, las empresas de éxito serían aquellas que son capaces de aprovechar en mayor grado los factores externos favorables y/o combatir los desfavorables. Ahora bien, estos factores son los mismos para todas las empresas situadas en el mismo entorno competitivo, por lo que todas ellas tienen teóricamente las mismas oportunidades de rentabilidad. Sin embargo, se observa en la realidad cómo empresas situadas en una misma industria obtienen niveles de rentabilidad muy diferentes. El análisis interno, muy especialmente la teoría de recursos y capacidades, puede explicar estas diferencias.

5.La segmentación de la industria: grupos estratégicos

En la mayoría de las industrias es posible identificar áreas competitivas más reducidas en las que la dinámica de la competencia se estructura de forma particular. Este proceso, que completa el análisis general de la industria, consiste en identificar segmentos, mediante lo que se denomina segmentación de la industria.
La forma más tradicional de realizar la segmentación consiste en elegir un criterio de clasificación, habitualmente basado en las características de los productos (por calidad, precio, tamaño físico, presentación, etc.) o en las características de los clientes (por zonas geográficas, canal de distribución, estilo de vida del cliente, tipos de población, etc.) para identificar los posibles segmentos. Sobre cada uno de estos segmentos se pueden utilizar los mismos instrumentos de análisis que en la industria para estimar su grado de atractivo.
Pero, además de esta forma convencional, que parte del punto de vista de la demanda, se puede investigar la posible división de la industria en entornos competitivos más reducidos desde el punto de vista de la oferta mediante lo que se denominan grupos estratégicos.
Porter (1982, pág. 148) define los grupos estratégicos como "el conjunto de empresas en un sector industrial que siguen una misma o similar estrategia a lo largo de las dimensiones estratégicas".
El análisis de grupos estratégicos puede contribuir a comprender la dinámica de la competencia entre los rivales directos de forma más apropiada que como se hace para el conjunto de la industria. De hecho, en la mayoría de las industrias es posible encontrar con relativa facilidad empresas que coinciden en la forma de competir en algunas de las dimensiones antes citadas y que a su vez lo hacen de distinta forma de cómo compite otro conjunto de empresas. En esta circunstancia, se puede afirmar que existen grupos estratégicos.
Seleccionando dos dimensiones relevantes, los grupos se podrían representar en un mapa de grupos estratégicos, como el que aparece en la aplicación 6. Dicha figura muestra la homogeneidad respecto de las dimensiones elegidas de las empresas incluidas en cada uno de los grupos. El diámetro de los círculos representa la participación colectiva en el mercado de las empresas pertenecientes a cada grupo estratégico.
La identificación de cada grupo permite a las empresas incluidas en cada uno de ellos conocer cuáles son sus rivales más directos que, además de estar en la misma industria, compiten de la misma forma. A su vez, permite aislarse, de alguna manera, del resto de competidores ya que, aun estando en la misma industria, compiten de forma diferente.
Por otra parte, cada grupo estratégico tiene su propio grado de atractivo, que se puede conocer aplicando el modelo de las cinco fuerzas al nivel de grupo. Por tanto, cada grupo tendrá un conjunto de oportunidades y amenazas distinto y, consecuentemente, diferentes expectativas de rentabilidad.
La forma en la que se compite en cada grupo genera una estructura competitiva propia y, a su vez, diferente de la de otro grupo. Ante estas distintas expectativas de rentabilidad hay que plantearse si es posible para una empresa trasladarse de un grupo estratégico a otro y a qué coste. Ello dependerá de la existencia o no de las siguientes barreras (Hill y Jones, 2005, pág. 57):
  • Barreras de movilidad entre grupos, que actúan como verdaderas barreras de entrada al nuevo grupo. Estas barreras derivan de la mayor o menor facilidad que exista para cambiar la forma de competir a lo largo de las dimensiones estratégicas antes citadas.

  • Barreras de salida del grupo actual, que son similares, en general, a las barreras de salida de la industria.

Si en una industria con grupos estratégicos no existen barreras de movilidad y de salida, las empresas pueden trasladarse fácilmente de los grupos con menor rendimiento a los grupos con mayor rendimiento y así se igualan las posibilidades de competir de todas las empresas lo que, como se señaló anteriormente, aumenta la intensidad de la competencia del conjunto de la industria.
Aplicación 6. Grupos estratégicos en la distribución minorista de productos de alimentación
Dentro de la industria de la distribución de productos de alimentación se podrían establecer distintos grupos estratégicos que, tomando como variables básicas el precio de los productos y la gama de productos ofrecidos, quedarían como se muestra en la figura 8 (adjunta).
Las características de los grupos representados en el mapa serían las siguientes:
  • Grupo A (hipermercados): tamaño del establecimiento muy grande, precio relativamente bajo, oferta muy amplia, atención al cliente baja, localización extraurbana, servicios adicionales a la venta reducidos, horario continuo. En este grupo entrarían empresas como Carrefour, Alcampo, Hipercor y Eroski.

  • Grupo B (supermercados): tamaño mediano, precio medio-bajo, oferta media, atención al cliente baja-media, localización urbana. Cadenas como Mercadona, Supercor, Caprabo o Ahorramás formarían parte de este grupo.

  • Grupo C (tiendas de descuento): tamaño mediano, precio muy bajo, oferta media-baja, atención al cliente baja, reducción de los servicios al mínimo. Cadenas como DIA, Lidl o Plus formarían parte de este grupo.

  • Grupo D (tiendas de barrio y de conveniencia): Tamaño tamaño pequeño, precio medio-alto, oferta reducida, atención al cliente media-alta, proximidad física al cliente, horarios amplios. En este grupo se podría incluir tanto los tradicionales colmados o tiendas de ultramarinos y las cadenas Opencor o Repshop.

  • Grupo E (tiendas especializadas): tamaño pequeño, precio medio-alto, oferta reducida (amplia en su segmento), atención al cliente alta, calidad de los productos alta. Fruterías, pescaderías o carnicerías podrían entrar en este grupo, al igual que una bodega especializada en vinos o una tienda de productos derivados del café o del té.

  • Grupo F (tiendas gourmet): tamaño pequeño, precio muy alto, oferta reducida o segmentada, atención al cliente muy alta, productos de lujo o muy seleccionados, presentación atractiva de los productos. La Tienda del Gourmet de El Corte Inglés, algunas vinotecas, panaderías o pastelerías muy selectas entrarían en este grupo.

Figura 8. Mapa de grupos estratégicos en la distribución minorista de alimentación.
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6.Análisis de los competidores

El análisis de competidores investiga el comportamiento de los rivales directos de una empresa para identificar cuál es la estrategia que están siguiendo. Esto permite definir cuál puede ser la forma más adecuada para hacerles frente, o bien predecir cuáles serían sus reacciones ante movimientos de nuestra empresa.
Este análisis suele ser muy adecuado en sectores con una elevada concentración, en los que la competencia se limita a un grupo reducido de empresas rivales y, en muchos casos, a un único rival. En estas circunstancias, donde las características de la competencia se aproximan a un oligopolio o a un duopolio, el análisis de los competidores resulta crucial para el análisis y la formulación estratégica. La presión competitiva existente entre estos pocos rivales, hace que las empresas necesiten dar respuestas flexibles y rápidas ante los movimientos de los demás competidores.
Este análisis comprende dos actividades fundamentales (Grant, 2006, pág. 160): la recogida de información y la elaboración del modelo de predicción.
1) Recogida de información acerca de los competidores. La materia prima del análisis es la información pública disponible sobre los competidores. Con este fin, se han desarrollado desde mediados de los años noventa, los denominados Sistemas de Inteligencia o Sistemas de Inteligencia Competitiva(Arroyo, 2005), que están siendo aplicados con éxito por algunas de las más importantes empresas del mundo.
Aunque los Sistemas de Inteligencia Competitiva tratan de captar información del entorno, en su más amplio sentido, muchas empresas están desarrollando unidades específicas de análisis de sus competidores directos. Incluso, en ocasiones, la recopilación de este tipo de información sobre las empresas rivales se sitúa en la frontera entre la indagación honesta y la conducta poco ética o ilegal y da como resultado informes que pueden rozar el espionaje industrial.
2) Obtenida la información, es preciso elaborar un modelo que sirva para poder predecir el comportamiento de los competidores. La idea clave es intentar comprender a los competidores, es decir, ser capaces de "ponerse en su lugar", con el objetivo de poder predecir sus estrategias.
Grant propone un modelo de predicción que se desarrolla en las siguientes fases (2006, pág. 161-165) y puede verse en la figura 9:
Figura 9. Modelo para el análisis de competidores
Fuente: Grant (2006, pág. 161).
Fuente: Grant (2006, pág. 161).
a) Identificación de la estrategia actual: Con este fin puede utilizarse tanto la información que los competidores proporcionan a los mercados (informes anuales, páginas web, mensajes de la presidencia a diferentes grupos de poder, declaraciones públicas de altos directivos, charlas con los clientes, proveedores y antiguos empleados) como, sobre todo, el estudio de sus actuaciones competitivas (lanzamiento de nuevos productos, alianzas, fusiones, contratos, nuevas inversiones, políticas de precios, campañas de publicidad, etc.). Por lo general es razonable pensar que, en ausencia de presiones endógenas o exógenas, la empresa competidora continuará compitiendo como lo hace en la actualidad, especialmente cuanto más satisfactorios sean sus resultados.
b) Identificación de los objetivos de los competidores: El comportamiento de un competidor depende de cuáles sean sus objetivos (obtener rentabilidad a corto plazo, a largo plazo, ganar cuota de mercado, entrar en nuevas industrias, etc.). Es importante tener en cuenta si la empresa rival analizada es a su vez una filial de otra empresa mayor. En estos casos, resulta vital analizar los objetivos de la empresa matriz, así como las relaciones de dependencia que existan.
c) Supuestos de los competidores sobre la industria: El comportamiento de un competidor también se ve condicionado por sus percepciones, tanto sobre ellos mismos, como sobre el mundo que les rodea y la forma de entender los negocios. Son percepciones de los directivos sobre las reglas de la competencia y los factores clave de éxito en la industria. Spender (1989) las denomina las "recetas de la industria", es decir, las creencias compartidas acerca de la forma de competir en el sector.
d) Identificación de los recursos y capacidades de los competidores: por último, un factor determinante para prever el comportamiento futuro de un competidor, así como para poder valorar correctamente la posibilidad de amenaza real, se refiere al análisis de sus recursos y capacidades, especialmente fortaleza financiera, marca y capacidades de producción y comercialización. La carencia de los recursos necesarios (por ejemplo, financieros) ha llevado a algunas empresas fuertemente innovadoras al fracaso frente a organizaciones con estrategias más conservadoras.
En resumen, cuando se tiene información sobre las estrategias, objetivos, suposiciones y recursos y capacidades de los competidores, podemos llegar a conocer, junto con un mapa de grupos estratégicos, las características de nuestra competencia más directa. En un planteamiento óptimo, el análisis de competidores debe permitir predecir los cambios de estrategia que los competidores pueden implantar, así como las posibles reacciones ante las actuaciones estratégicas de nuestra empresa.

Resumen

La empresa, como sistema abierto que es, está permanentemente influida por su entorno exterior tanto a nivel general como a nivel sectorial. El análisis sistemático del entorno general tiene una doble relevancia. En primer lugar, el entorno general puede considerarse como un factor importante que influye en la competitividad general de las empresas de un determinado país o región. En segundo lugar, este análisis debe permitir la identificación de las más importantes variables que afecten a la empresa, de modo que ésta pueda decidir su estrategia más adecuada.
Para la identificación de los factores del entorno general existen una serie de técnicas para valorar el entorno actual y el futuro. En este módulo hemos revisado algunas herramientas que permiten efectuar un análisis del entorno actual como el perfil estratégico del entorno y modelos conceptuales, el diamante de Porter o los distritos industriales. Así mismo, hemos revisado técnicas que permiten un análisis del entorno futuro, como el método de escenarios.
No obstante, es preciso completar esta visión con el análisis de aquellos factores que, siendo externos, pueden ejercer una influencia más específica sobre la estrategia de una empresa, esto es, el estudio del sector industrial. Una vez delimitado el sector a analizar, una empresa debe estudiar el comportamiento de los principales agentes de dicho sector, para lo que el modelo de las cinco fuerzas competitivas sigue siendo una herramienta de referencia.
Las posibles carencias de dicho modelo, así como la necesidad de profundizar en el análisis de los competidores más inmediatos y similares a una empresa, han llevado a desarrollar nuevas metodologías, como el estudio de los grupos estratégicos o, en el caso de la existencia de un número muy reducido de competidores, el análisis de éstos de forma individualizada.

Actividades

1.Elegid una empresa cualquiera e identificad qué factores del entorno le afectarían y cómo.
Recomendación: el Colegio de Economistas de Madrid elabora periódicamente informes de coyuntura de los que se pueden extraer los factores que afectan positiva o negativamente la actividad empresarial. (Página web:www.economistasmadrid.com)
2. Identificad algunos de los principales distritos industriales existentes en el territorio español y realizad un mapa de ellos. Seguidamente, explorad uno en profundidad, analizando sus componentes (empresas integrantes, instituciones que facilitan apoyo técnico, proveedores, etc.).
3. La sociedad actual está seriamente preocupada por las consecuencias que va a provocar el cambio climático. Elegid un sector de actividad económica y responded a las siguientes cuestiones:
a)Elaborad posibles escenarios derivados de la consideración del cambio climático.
b)Analizad el impacto que se produciría en las empresas del sector elegido en cada uno de los escenarios.
c)Elaborad posibles estrategias para cada uno de los escenarios descritos.
4. Identificad, en un sector económico cualquiera, los conceptos de industria, mercado, negocio (para una empresa determinada) y entorno competitivo.
5. Aplicad en una industria cualquiera el modelo de las cinco fuerzas de Porter e identificad sus principales amenazas y oportunidades. Por ejemplo, se puede encontrar un análisis de la industria del vidrio en Marbella Sánchez, F. (2006). "Reconfiguración de la industria española de envases de vidrio". Universia Business Review, (núm. 12, pág. 36-49).
6. Diseñad un mapa de grupos estratégicos para una industria que conozcáis.
7. Identificad los movimientos que hayan hecho los rivales directos de una empresa conocida.

Ejercicios de autoevaluación

1. ¿Cómo son los entornos actuales y por qué?
2. Formulad un análisis crítico del perfil estratégico del entorno como técnica de análisis.
3. Realizad un análisis comparado del "diamante" de Porter y los distritos industriales para medir la competitividad de la localización empresarial.
4. ¿Por qué es importante el análisis del entorno general para la competitividad de la empresa? ¿Cómo puede influir en ella?
5. ¿Cuál es la clave para identificar a los competidores de acuerdo con el modelo de Abell?
6. Exponed cuál es la utilidad del modelo de las cinco fuerzas de Porter.
7. Explicad las influencias de las barreras de entrada, movilidad y salida en las distintas fuerzas del modelo de Porter.
8. Comentad las principales limitaciones del modelo de las cinco fuerzas de Porter.
9. Explicad el concepto y la utilidad de la identificación de grupos estratégicos dentro de una industria.
10. ¿Qué puede aportar a la empresa el análisis de los competidores?

Solucionario

Solucionario

Ejercicios de autoevaluación
1.Consultad el apartado 1.
2.Consultad el apartado 2.1.
3.Consultad los apartados 2.2. y 2.3.
4.Consultad el apartado 2.5.
5.Consultad el apartado 3.
6.Consultad el apartado 4.
7.Consultad los apartados 4.1, 4.2, 4.3 y 4.4.
8.Consultad el apartado 4.5.
9.Consultad el apartado 5.
10.Consultad el apartado 6.

Glosario

Barreras de entrada
Factores que dificultan la entrada de nuevas empresas a la industria, normalmente mediante la disminución de las expectativas de rentabilidad de los posibles nuevos competidores.
Barreras de movilidad
Obstáculos o dificultades que impiden a las empresas moverse de un segmento a otro dentro de la misma industria.
Barreras de salida
Factores que impiden o dificultan el abandono de una industria por parte de una empresa, incluso en el caso de resultados pobres o negativos.
Costes de cambio
Costes que un cliente tiene que asumir por cambiar de proveedor.
Diamante de Porter
Modelo propuesto por Porter (1990) para explicar cómo influye la pertenencia a un país y a una determinada industria de este país en la obtención de una posición ventajosa para competir con otros países.
Distrito industrial
Cluster o conjunto de empresas e instituciones con una misma actividad económica, localizadas en un entorno geográficamente determinado.
Entorno específico
Fuerzas que determinan la competencia en el sector industrial en el que opera la empresa.
Entorno general
Factores externos que influyen en la empresa y ésta no puede controlar.
Factores PESTEL
Acrónimo de los factores seleccionados para realizar un perfil estratégico del entorno general: factores políticos, económicos, socio-culturales, tecnológicos, ecológicos y legales.
Grupo estratégico
Conjunto de empresas en un sector industrial que siguen una misma o similar estrategia a lo largo de las dimensiones estratégicas.
Industria
Conjunto de empresas que, a partir una tecnología determinada, tratan de atender a todos los grupos de clientes y cubrir todas las funciones posibles.
Mercado
Conjunto de empresas que cubren la misma función para el mismo grupo de clientes, independientemente de la industria en la que estén, es decir, de la tecnología que utilicen.
Método de escenarios
Método cualitativo que permite una descripción exhaustiva de las circunstancias que pueden presentarse en un momento futuro.
Métodos prospectivos
Métodos para el análisis del entorno futuro cualitativos y subjetivos que suponen que las relaciones entre las variables son dinámicas y evolucionan con el tiempo y que el futuro depende del pasado.
Negocio
Selección concreta que cada empresa realiza de las funciones y grupos de clientes que quiere atender.
Perfil estratégico
Técnica empleada para conocer las amenazas y oportunidades del entorno.
Sector industrial
Conjunto de empresas que ofrecen productos o servicios que son sustitutivos cercanos uno del otro.

Bibliografía

Bibliografía básica
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Navas López, J. E.; Guerras Martín, L. A. (2008). Casos de dirección estratégica de la empresa(4ª ed.) (Caso 4: "Rioja: un distrito industrial centenario en torno al vino"; caso 5: "La industria del transporte de mercancías por carretera"; caso 6: "La competencia en la industria del transporte sanitario"). Madrid: Thomson-Civitas.
Web
Referencias bibliográficas
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Menguzzato Boulard, M.; Renau Piqueras, J. J. (1991). La dirección estratégica de la empresa. Barcelona: Ariel.
Miller, K. D.; Waller, H. G. (2003). "Scenarios, Real Options and Integrated Risk Management".Long Range Planning, (vol. 36, pág. 93-107).
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