Población y poblamiento

  • Àngel Cebollada

  • Esteve Dot

  • Ana Vera

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Introducción

A lo largo de la historia, la sociedad se ha ido transformando a partir de los cambios políticos, económicos, sociales y culturales que han tenido lugar con el tiempo. En este módulo se analizan los aspectos que se deben tener en cuenta para entender cuál es la estructura de la población y su distribución sobre el territorio. Para hacerlo, se considerarán las ramas de la geografía que estudian la geografía de la población y los paisajes urbanos, es decir, la geografía urbana.
La geografía de la población es la ciencia que estudia las poblaciones humanas en relación con los indicadores demográficos –nacimientos, defunciones, movimientos migratorios, densidad de población–, y con el lugar donde suceden estos fenómenos. Y la geografía urbana es la disciplina que estudia la ciudad, el poblamiento urbano, la morfología de la ciudad (plano, construcción y usos del suelo), la ordenación del territorio, las funciones de la ciudad, la influencia que ejerce sobre el entorno y los problemas medioambientales que presenta.
En definitiva, el módulo introduce unos conceptos que son necesarios para entender las características de la población actual y su distribución sobre el territorio. Los contenidos que se desarrollan en él están separados en dos grandes unidades: la primera hace referencia a la geografía de la población y la segunda a la geografía urbana.
En la unidad de geografía de la población, se trabajará:
  • La definición del término y las fuentes de datos.

  • La distribución territorial de la población a lo largo de la historia.

  • El movimiento natural de la población y su dinámica.

  • Las migraciones.

Y los temas principales que hacen referencia a la geografía urbana son estos:
  • La caracterización del poblamiento: espacio urbano y rural.

  • La presentación histórica del proceso urbanizador y su morfología.

  • La estructura interna de las ciudades.

  • Las redes y la jerarquía urbanas.

  • La gestión urbanística y el planeamiento territorial.

Objetivos

Los objetivos principales que se deben alcanzar son los siguientes:
  1. Describir los modelos de las características de la población y cómo estas se distribuyen espacialmente y cambian con el tiempo.

  2. Identificar los modelos, las causas y las consecuencias de las migraciones y otros elementos, como las enfermedades que las acompañan.

  3. Debatir sobre teorías de crecimiento de la población y de control, y ver cómo estas han cambiado con el tiempo.

  4. Reflexionar sobre la idea de la ciudad como el hábitat humano más complejo e históricamente cambiante.

  5. Entender el proceso de urbanización, haciendo énfasis especial en el proceso de transformación de la ciudad preindustrial a la ciudad contemporánea.

  6. Conocer y valorar la estructura urbana.

  7. Identificar y comprender la dimensión de la urbanización y la jerarquía urbanas.

  8. Valorar las externalidades ambientales, sociales y económicas creadas en entornos urbanos.

  9. Presentar las herramientas de ordenación del territorio.

1.La población mundial

1.1.Introducción

El estudio de la población mundial se puede hacer desde ópticas diferentes, y por este motivo hay varias maneras de denominarla: geografía de la población, demogeografía, geodemografía, demografía y demografía espacial. De los diferentes términos citados, los de geografía de la población y demografía son los más utilizados. El Diccionario de la lengua española define el término demografía como:

«El estudio estadístico de una colectividad humana, referido a un determinado momento o a su evolución».

La geografía de la población se entiende como la rama de la geografía que tiene la finalidad de analizar los patrones y las características espaciales de la población.
De los conceptos anteriores, en este módulo se adopta el de geografía de la población porque analiza indicadores que explican el comportamiento demográfico (densidad, distribución espacial, estructuras de sexo y de edad, formas de aumentar o disminuir de la población o la velocidad de cambio) y las estructuras espaciales que varían a lo largo del tiempo, de región a región. Así, también es posible identificar los rasgos culturales que distinguen las diferentes regiones del planeta. Las principales líneas de trabajo en las que se enmarca la geografía de la población son tres:
  • El análisis de la distribución de la población sobre el espacio, cómo estas distribuciones van cambiando y cuáles son los procesos demográficos, económicos sociales y territoriales que lo hacen posible.

  • Las técnicas y los métodos demográficos que hacen posible explicar cuáles son los patrones de los fenómenos demográficos.

  • Los estudios de la población que tratan temas relevantes para la geografía urbana y social.

Los temas que se trabajarán dentro de las líneas de trabajo son los siguientes:
  • Los movimientos de la población a partir de las migraciones, la movilidad residencial y la redistribución de la población en las áreas urbanas.

  • El análisis de las estructuras de la población a partir del trabajo de modelos demográficos, el análisis de la estructura de la población por edades, y la natalidad y la mortalidad.

  • El estudio que relaciona la disciplina con otros elementos de relevancia social, como, por ejemplo, el envejecimiento, la distribución de la población por etnias, los aspectos relacionados con la salud, los aspectos relacionados con el género o la población en las crisis ambientales.

1.1.1.¿De dónde se obtienen los datos?
Las fuentes demográficas son los diferentes documentos o métodos que se utilizan para el estudio de la población. A partir de la información que contienen las fuentes, es posible identificar y analizar las características generales, la estructura y la evolución de un grupo poblacional de un lugar concreto en un momento determinado.
La recopilación de información no es un hecho exclusivo del siglo XXI, sino que por el contrario la sociedad siempre ha tenido la necesidad de controlar qué pasa en su entorno. Las fuentes de datos se pueden clasificar en dos tipos: las fuentes históricas y las fuentes modernas.
De las fuentes históricas hay que destacar que los primeros archivos se impulsan desde la Iglesia. Los registros parroquiales que se tienen hasta el siglo XIV no son sistemáticos, su recopilación dependía de quién estaba al cargo de cada parroquia. Fue a partir del Concilio de Trento (1545-1563) cuando se pidió a las parroquias de la Europa católica que contabilizaran todos los sacramentos administrados por cada iglesia. De los sacramentos del bautismo, la confirmación, el matrimonio, los expósitos, la confesión, la unción de los enfermos y los entierros, se obtiene información sobre la estructura de la natalidad y de la mortalidad, de la actividad económica, de los movimientos migratorios y rasgos culturales de cada periodo.
Los libros de fuegos, los censos, los testamentos o los registros notariales son otros ejemplos de fuentes de datos históricos. Por ejemplo, en España los primeros censos datan de los siglos XI y XIII; su finalidad era identificar a los vecinos (cristianos, musulmanes y judíos) que debían pagar un feudo. Esto significa que el recuento tan solo iba dirigido a las personas con unas características económicas determinadas, y se ignoraba al resto de la población. Posteriormente, aunque los hay anteriores, se realizó el censo de Floridablanca (1787), considerado el primer censo español de población. Se elaboró siguiendo las técnicas estadísticas modernas, es decir, enviando cuestionarios desde el Estado a las diferentes provincias y demarcaciones territoriales. Este censo también fue innovador por el hecho de que se inventariaron todos los pueblos de España. El nomenclador resultante sirvió posteriormente para la recopilación de datos censales.
Figura 1. Censo de Floridablanca (1787)
Fuente: Elaborado por José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca.
Fuente: Elaborado por José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca.
La conclusión a la que se podría llegar es que la información de estos censos, archivos y registros históricos no era fiable. Es cierto que no se contabiliza a toda la población y que la recopilación no es sistemática, pero sí que aporta información importante para explicar cuáles son las principales características socioeconómicas y culturales de la sociedad en un momento determinado de la historia.
Las fuentes modernas son las que tienen como unidad elemental a las personas. Toda la población debe quedar incluida en el análisis del tema que se esté trabajando. En función del nivel de escala, se realizan diferentes tipos de registros. Por ejemplo, en el caso de Cataluña y España, las fuentes demográficas municipales son los padrones municipales. El padrón municipal es un registro administrativo de competencia municipal en el que se reúnen las características demográficas de base (sexo, edad, estado civil y lugar de nacimiento). Hoy en día, el padrón es continuo y lo gestiona la Administración local, los ayuntamientos.
Y las fuentes demográficas estatales son el censo, el registro civil u otras fuentes, como las estadísticas de variación residencial o la Encuesta de población activa (EPA). El censo se define como un conjunto de operaciones que consisten en recoger, recopilar, evaluar, analizar y publicar datos demográficos, económicos y sociales relativos a todos los habitantes de un país o de un territorio en un momento determinado del tiempo. Los censos se realizan cada diez años. El último censo data del año 2011, y el encargado de desarrollarlo es el Instituto Nacional de Estadística.
Otra fuente estatal es el registro civil, que recoge toda la información del movimiento natural de la población (nacimientos, matrimonios y defunciones); reúne la misma información que los registros parroquiales históricos. O la Estadística de variaciones residenciales (EVR), que se elabora a partir de las altas y las bajas de los padrones municipales por el cambio de residencia; así se obtiene información tanto de los flujos migratorios interiores como de los flujos migratorios del extranjero.
A pesar de que hay muchos registros para tener un recuento total de la población, no todo el mundo está incluido, es decir, el problema de la fiabilidad también está presente hoy en día. Elaborar un censo de población es muy costoso (tanto en tiempo como en dinero), y no siempre todos los países y todas las instituciones pueden llevarlo a cabo. En la actualidad, los países del Norte Global tienen una información demográfica excelente. Pero esto no sucede en los países del Sur Global, en los que los censos que elaboran organismos internacionales como las Naciones Unidas en muchos casos son estimaciones y pueden no reflejar la realidad.
Los organismos encargados de hacer estadísticas demográficas son diferentes en función del ámbito territorial al que se hace referencia: el Population Reference Bureau hace estudios de la población a escala global. El Eurostat, la oficina de estadística europea, se encarga de recoger, gestionar y hacer públicos los datos de la Unión Europea. A escala estatal, está el Instituto Nacional de Estadística (INE), que se ocupa de los censos, las encuestas de la población activa, las encuestas de movilidad y la redacción de informes y anuarios. Y finalmente, a escala local hay diferentes organismos; en el caso de Cataluña, está el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), que se encarga de hacer las estadísticas demográficas catalanas y de redactar y publicar los informes pertinentes. En el ámbito del Estado español, cada comunidad autónoma tiene un centro de estadística local.
1.1.2.¿Cómo se representa la información demográfica?
Para representar la información demográfica, hay varias técnicas: las tablas, los gráficos, las pirámides de edad o los mapas. De las anteriores, hay que hacer mención especialmente a las representaciones específicas de la geografía de la población:
  • Las pirámides de edad son los gráficos que representan la estructura según sexo y edad de una población.

  • Los mapas son la principal herramienta de la geografía y se utilizan para representar una región o toda la superficie de la Tierra. El mapa muestra una selección de la información existente sobre un tema específico. En este caso, indicadores demográficos como, por ejemplo, la tasa de mortalidad infantil, el índice sintético de fecundidad o la esperanza de vida. Para la distribución de la población, los más habituales son los mapas de densidad, los mapas de puntos y los mapas de círculos proporcionales a la población. Estos mapas proporcionan información del reparto de la población.

1.2.Evolución histórica de la población

El 12 de octubre de 1999, las Naciones Unidas declararon que la población mundial había superado los seis mil millones de personas. Para hacerlo público, utilizaron el rostro de Adnan Nevic, un bebé nacido en Sarajevo. Doce años más tarde, el 31 de octubre del 2011, las Naciones Unidas volvieron a anunciar que se había llegado a los siete mil millones de personas, esta vez la imagen fue la de una niña filipina, Danica Camacho. Dar una fecha exacta y un rostro fue un hecho simbólico, puesto que es imposible cuantificar con exactitud el orden de nacimientos y el total de la población que hay en el mundo. El impacto de la noticia no es quién fue o el día exacto de cuando se llegó a esta cifra, sino el ritmo de crecimiento de la población y, por lo tanto, sus múltiples implicaciones sociales, económicas y ambientales.
¿Cuándo aparecieron los primeros hombres? ¿Cuándo se llegó por primera vez a los mil millones de habitantes en el planeta? No hay una fecha exacta de la aparición de los primeros humanos; es variable en función de los descubrimientos arqueológicos y antropológicos. Diferentes investigaciones datan que los primeros seres humanos surgieron hace tres millones de años en África oriental. La aparición de estos hombres coincide con una edad de hielo, que causó la extinción de muchas especies, pero también creó otras muchas. Posteriormente, la población se expandió primero por toda Eurasia y, con el tiempo, por las diferentes partes del mundo. Fue a partir de 1800 cuando se llegó por primera vez a los mil millones de personas. La Revolución Industrial y, como consecuencia, el desarrollo social y cultural cambiaron la dinámica de crecimiento de la población.
Como se observa en la tabla 1, el principal volumen de crecimiento de la población mundial se ha generado a lo largo del siglo XX. La tabla también incluye el número de años que la población ha necesitado para llegar a mil millones de habitantes; este número de años han ido disminuyendo progresivamente, pasando de 123 años para llegar al segundo mil millón de habitantes a principios del siglo XX, para pasar a 33 años para llegar a los tres mil millones, los 14 para llegar a los cuatro mil millones, los 13 para los cinco mil millones y, finalmente, 12 años para pasar de los seis mil a los siete mil millones respectivamente, a principios del siglo XXI. Para saber cuándo se empieza a producir este crecimiento, cómo ha evolucionado y qué es lo que pasará, es conveniente hacer un repaso de la evolución de la población a lo largo de la historia.
Tabla 1. Años que pasan para cambiar de tamaño la población

Año

Tamaño de la población

Número de años

1804

1.000

??

1927

2.000

123

1960

3.000

33

1974

4.000

14

1987

5.000

13

1999

6.000

12

2011

7.000

12

El demógrafo italiano Massimo Livi Baci (1990) sintetiza en tres etapas la evolución de la población a lo largo de la historia:
1) La primera etapa corresponde al periodo del paleolítico, antes del desarrollo de la ganadería y de la agricultura. Las sociedades eran nómadas, cazaban, pescaban y recolectaban para sobrevivir. A consecuencia de esto, el crecimiento estaba limitado a la capacidad de obtener y conservar los alimentos.
2) La segunda etapa hace referencia al neolítico; es el paso de una humanidad nómada a sedentaria, se descubren la agricultura y la ganadería. En este momento es cuando se inicia un periodo de crecimiento importante, la población pasa de cuatro millones en el 10.000 a. C. a los 775 millones de 1750, fecha que se puede considerar el inicio de la Revolución Industrial. Durante este periodo, el crecimiento tiene algunas oscilaciones; por ejemplo, del 200 al 700, con la crisis del Imperio romano en el Mediterráneo, la crisis del Imperio sasánida en Oriente Medio, o la crisis del Imperio gupta la India. O a principios del siglo XIV la peste negra, que provocó una gran devastación en toda Europa y Asia.
3) Finalmente, la tercera etapa, que empieza con la Revolución Industrial y llega hasta nuestros días. La industrialización supone el punto de inflexión hacia un rápido crecimiento: se pasa de 775 millones en 1750 a los 7.300 en el 2015.
A partir de las tres etapas de Livi Baci, se pueden identificar dos grandes revoluciones en la historia de la población mundial:
  • la revolución neolítica, con un crecimiento lento de la población.

  • la Revolución Industrial, con un crecimiento explosivo de la población.

1.2.1.Las diferencias regionales a lo largo del tiempo
Como se puede observar en la tabla sobre la evolución de la población mundial por grandes regiones, la dinámica del conjunto de la población en la Tierra entre el 400 a. C. y el 2000 es diferente por regiones.
Tabla 2. Población mundial por grandes regiones del planeta (en millones)

Año

China

India, Pakistán y Bangladesh

Resto de Asia

Europa

África

América del Norte

América del Sur

Oceanía

Mundo

-400

19

30

46

32

17

1

7

1

152

0

70

46

53

43

25

2

10

1

250

500

32

33

55

41

32

2

13

1

209

1000

56

40

59

43

40

2

16

1

257

1200

124

69

65

66

48

3

23

3

401

1300

83

100

57

86

69

3

29

2

429

1400

70

74

56

65

68

3

36

2

374

1500

84

95

66

84

87

4

39

4

463

1600

110

145

83

111

113

4

10

4

580

1700

150

175

111

125

106

2

10

3

682

1750

220

165

115

146

104

5

15

5

775

1800

330

190

126

195

101

5

19

2

968

1900

415

290

197

422

118

90

75

6

1.613

2000

1.273

1.320

1.038

782

800

307

512

30

6.062

Las cifras identifican que hay tres grandes etapas en función del crecimiento de la evolución de la población por regiones:
1) Hasta finales del siglo XVI, hay una similitud en la evolución de la población para las grandes regiones del mundo. Las regiones de China, India-Pakistán-Bangladesh y Europa tienen un crecimiento similar por encima de las otras. En el conjunto de las regiones, hay altibajos de la población. Entre los principales acontecimientos históricos hay que destacar la expansión del islam (inicio, en el 622, hasta finales del siglo XVI), las cruzadas (1095 y 1276) y los viajes de Marco Polo (1271-1295).
2) A partir del siglo XVI empiezan las grandes diferencias: las regiones que crecen progresivamente, como es el caso de Asia y Europa, y las regiones que pierden población, como la región de América del Sur, que entre los años 1500 y 1600 tiene una fuerte bajada de población, pasa de 39 a 10 millones de habitantes. Es el resultado de la colonización española y portuguesa. O la región de África, que pasa de 113 a 101 habitantes entre 1600 y 1800. En este caso, la esclavitud es la causa. Las mujeres esclavas tienen entre veinte y treinta años, la edad de tener hijos.
3) A partir del siglo XIX, hay un rápido crecimiento por los efectos de la transición demográfica en Europa y las migraciones por causas económicas de la población europea hacia regiones como América del Norte, América del Sur, Australia y Nueva Zelanda.

1.3.La teoría de la transición demográfica

La combinación de los niveles de fecundidad y mortalidad da como resultado diferentes regímenes demográficos. Estos se dividen en dos: el antiguo régimen demográfico y el nuevo régimen demográfico. El primero se caracteriza por tener una fecundidad elevada, por que la población no tiene control sobre esta y, también, por una mortalidad elevada con pequeñas oscilaciones ocasionadas por crisis demográficas como, por ejemplo, brotes de enfermedades o epidemias, situaciones de hambre o de guerra. El segundo se inicia cuando hay unos valores bajos de natalidad y los valores de mortalidad se acercan a estos, lo cual hace que el crecimiento de la población se estabilice o decrezca. En este nuevo régimen demográfico, la esperanza de vida es alta debido a las mejoras sanitarias, y desaparecen las crisis demográficas del antiguo régimen.
Para explicar cómo se ha pasado a lo largo de la historia de unas tasas elevadas de natalidad y de mortalidad del antiguo régimen, a unas bajas tasas de natalidad y de mortalidad del nuevo régimen, se desarrolló una propuesta teórica a partir del comportamiento demográfico del norte de Europa. Este modelo, elaborado durante los años treinta del siglo XX, se denomina transición demográfica.
Los parámetros en los que se basa esta teoría son:
a) el descenso de la mortalidad, que marca el inicio de la transición demográfica;
b) los factores económicos;
c) los factores demográficos de la natalidad y la mortalidad, las migraciones no se contabilizan;
d) hay dos grandes fases: una primera fase en la que se reduce la mortalidad mientras que la natalidad se mantiene, y una segunda fase en la que la natalidad disminuye a los niveles de la mortalidad.
En la figura 2, están representadas las cinco etapas que definen la transición demográfica de un país. Este modelo de transición está directamente relacionado con los factores económicos, sociales y culturales y, por lo tanto, explica la evolución desde la era preindustrial hasta la postindustrial.
Figura 2. Las etapas de la transición demográfica
Fuente: Elaboración a partir de Arango (2008).
Fuente: Elaboración a partir de Arango (2008).
La primera etapa hace referencia a las sociedades preindustriales. La población es estable, tiene unos índices de natalidad y mortalidad elevados. Se trata de una sociedad agraria que depende de la mano de obra familiar; tener más hijos significa tener más mano de obra, por lo tanto, hay una natalidad elevada. Pero también hay un acceso limitado a la atención sanitaria, sobre todo para la población más joven y la población sin recursos, que tiene como consecuencia una alta tasa de mortalidad.
La segunda etapa coincide con el inicio de la industrialización (desde 1750, fecha de inicio de la industrialización, hasta principios del siglo XIX). Los avances en la medicina y la sanidad y una mejora en la alimentación y en las condiciones higiénicas hacen disminuir la tasa de mortalidad. El hambre, las guerras y las epidemias transforman los años en catástrofes esporádicas. La esperanza de vida en los países industrializados se empieza a disparar de los 35 a los 75 años. La disminución de la tasa de natalidad no es tan rápida como la de mortalidad.
La tercera etapa hace referencia al proceso de consolidación de la industrialización (hasta los años sesenta del siglo XX). Hay una bajada de la tasa de natalidad, seguida de una disminución de la tasa de mortalidad que tiene como consecuencia la reducción del crecimiento total de la población. La transición demográfica finaliza en la cuarta etapa, cuando hay una bajada intensa en la fecundidad y se iguala con la mortalidad, haciendo que el crecimiento sea cero o decrezca. Una razón de la bajada es el alto coste que supone mantener a los niños en las sociedades industriales, puesto que se alarga el periodo de dependencia de los padres. Y se inicia una segunda transición demográfica con la quinta etapa, la postindustrial: en Europa el índice sintético de fecundidad está por debajo de la tasa de reemplazo.
La disminución de la tasa de mortalidad a lo largo de la historia es relativamente fácil de explicar: va acompañada de mejoras sociosanitarias, como la potabilización del agua, el uso del jabón, el uso de la ropa de algodón o de las vacunas contra las enfermedades infecciosas. Pero la disminución de la tasa de natalidad es más compleja. Algunas de las causas de disminución de la natalidad están relacionadas con las perspectivas educativas y profesionales de las mujeres, los anticonceptivos o el coste que tiene la crianza de un hijo. Otros mecanismos de control de la natalidad son los abortos, un cambio de las creencias sobre las dimensiones de las familias o por imposiciones gubernamentales; por ejemplo, la campaña por parte del Gobierno chino de tener un hijo por pareja. Esta decisión no se puede tomar en países con gobiernos elegidos democráticamente.
El modelo de transición demográfica no es un modelo único. Hay otros modelos desarrollados por otros demógrafos y estudiosos de la geografía de la población. Actualmente es un modelo bastante cuestionado, puesto que solo está pensado para países que tengan las mismas características económicas, sociales, culturales y políticas que Europa. Algunas de las deficiencias son las etapas en las que está dividido el modelo. Por ejemplo, en China, la política impuesta para disminuir la natalidad hace que la región pase directamente a la cuarta etapa sin tener en cuenta la mortalidad. Otra deficiencia: los países que están en guerra; por ejemplo, Angola y Afganistán son dos países con un conflicto bélico histórico, y tienen dos de las cifras más altas de la tasa de mortalidad. Para poder continuar utilizando los criterios de la teoría de la transición demográfica, el Population Reference Bureau ha introducido una nueva división entre los países en los que se aplica el modelo de la transición demográfica y los otros. La principal división se centra en los países que tienen un bajo nivel adquisitivo, países en conflicto o países con enfermedades o epidemias, donde las tasas de natalidad y mortalidad no siguen los modelos de la transición demográfica.
En la figura 3 se identifican tres variaciones del modelo de transición demográfica:
1) La primera variación hace referencia a los países de Japón, Rusia y Europa oriental. En estos países el inicio del descenso de la natalidad y de la mortalidad se inicia en la segunda mitad del siglo XIX.
2) La segunda variación se da en la mayoría de los países del Sur Global. Hay una disminución de la mortalidad de manera muy rápida en un corto periodo de tiempo, debido a algunos avances sanitarios, como, por ejemplo, vacunas y antibióticos, mientras que la natalidad continúa siendo muy elevada. Este hecho provoca un rápido crecimiento de población, que se denomina explosión demográfica. Este fenómeno tuvo lugar en la década de los sesenta del siglo XX en el Tercer Mundo.
3) La tercera variación se da en los nuevos países industriales asiáticos, como Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, Taiwán y China, donde la mortalidad va disminuyendo progresivamente mientras que la natalidad lo hace de una manera muy drástica.
Figura 3. Las otras transiciones
Fuente: R. Omran. «Epidemiological transition». En: John A. Ross (ed.) (1982). International Encyclopedia of Population (págs. 172-183). Nueva York: MacMillan and Free Press.
Fuente: R. Omran. «Epidemiological transition». En: John A. Ross (ed.) (1982). International Encyclopedia of Population (págs. 172-183). Nueva York: MacMillan and Free Press.

1.4.La distribución de la población

En el año 2015, hay 7.300 millones de personas distribuidas por toda la superficie terrestre. Si consideráramos que la población está repartida de manera homogénea por todo el territorio, la densidad de población sería aproximadamente de 43 habitantes por km2. Pero no, al contrario, es muy desigual. Por este motivo hay países con valores muy diferentes, por ejemplo, Australia, con 2 habitantes por km2, frente a Bangladesh, con una densidad de 1.114 habitantes por km2 para el año 2015.
La densidad de población es un indicador demográfico que mide a la población por unidad de área, por ejemplo, kilómetro cuadrado o milla cuadrada. Este indicador es útil para unidades territoriales pequeñas, pero para regiones, países o continentes es posible que el resultado no proporcione información relevante sobre la estructura de la población. Siempre que se haga referencia a este indicador, se debe relacionar con la superficie del suelo o con medidas económicas como, por ejemplo, el PIB per cápita.
A pesar de la imagen de un mundo lleno de gente, el mapa de la distribución de la población mundial que hay a continuación muestra, por un lado, países con una alta concentración de población, como China y la India; Europa central y occidental; el golfo de Guinea, en África; el área de México. Por otro lado, podemos observar importantes áreas con nula o poca población. Estas áreas escasamente pobladas son más extensas que las que tienen una densidad más elevada.
Figura 4. Distribución de la población mundial por países (2015).
Fuente: Population Reference Bureau (2015)
Fuente: Population Reference Bureau (2015)
Algunas de las razones para explicar esta distribución desigual de la población son, principalmente, ambientales y económicas. Para las zonas menos pobladas, se deben tener en cuenta las razones ambientales:
  • Los desiertos fríos como Siberia, el norte de Europa, Groenlandia, el norte de Canadá, el continente de la Antártida; o los desiertos cálidos como el suroeste de Estados Unidos y el norte de México, el de la Patagonia, el Sáhara, el del Gobi, el australiano o el de la península Arábiga, entre otros. Las zonas montañosas, como el Himalaya, las Rocosas de Estados Unidos o los Andes. Y finalmente, las selvas tropicales, como la del Amazonas.

  • Las zonas con escasez de recursos naturales en el entorno de la alimentación, agua o recursos energéticos.

Para las zonas más pobladas también es importante tener en cuenta las razones ambientales, por ejemplo, que su localización coincide con las zonas templadas de baja latitud, la proximidad de la zona costera, pero sobre todo son decisivas las razones económicas y políticas. Por ejemplo, para los países asiáticos es importante la relación con la civilización rural que ha aprovechado las características climáticas para su crecimiento. O para Europa que, a pesar de tener una historia agrícola y rural importante, fue con la difusión del capitalismo cuando se desencadenó el crecimiento de la población hasta llegar a la situación actual. La concentración de población hizo aumentar la producción y la productividad de los alimentos necesarios, y se crearon puestos de trabajo que no están asociados a temas agrarios y permiten a la población tener ingresos para vivir. Y, finalmente, Japón y el este de Estados Unidos, que junto con Europa son los centros económicos del mundo. Las principales zonas con una mayor concentración de población se encuentran en las costas, por ejemplo, en Europa, la población está muy concentrada a lo largo de las costas, sobre todo del Mediterráneo, y en un pasillo que va de la parte meridional y central de Reino Unido a los Países Bajos, Bélgica por el valle del Rin y al norte de Italia. Las zonas con una densidad de población más baja se concentran en el noreste de Alemania y en la mayoría de los países bálticos (situados al norte de la Rusia europea).
La distribución de la población por continentes en 2015 muestra que en Europa y Asia es donde se ha concentrado el 70 % de la población. El continente norteamericano (que incluye América del Norte y América Central) supone el 7,8 % del total de la población, mientras que el sudamericano, el 5,6 %; África, el 16 %, y Australia y las islas del Pacífico engloban el 0,5 % de la población. En la tabla siguiente se observa la distribución por países; el 19 % de toda la población mundial reside en China, y el 18 % en la India, y el tercer país es Estados Unidos, con tan solo el 4,4 %. A partir de la distribución actual, la estimación de la población muestra que en 2050 la India y China continuarán siendo los países donde se concentra el porcentaje más elevado de la población, y Estados Unidos continuará en tercer lugar.
Tabla 3. Los diez países más poblados del planeta, 2015-2050

2015

2050

Países

Población en millones

Países

Población en millones (est.)

China

1.372

India

1.660

India

1.314

China

1.366

Estados Unidos

321

Estados Unidos

398

Indonesia

256

Nigeria

397

Brasil

205

Indonesia

366

Pakistán

199

Pakistán

344

Nigeria

182

Brasil

226

Bangladesh

160

Bangladesh

202

Rusia

144

República del Congo

194

México

127

Etiopía

165

Algunas de las áreas más densas de la población son las que tienen los estándares de vida más altos.
Por ejemplo, el Principado de Mónaco, al sur de Europa, es la nación más densamente poblada del mundo; paralelamente, también tiene uno de los valores más altos de ingresos per cápita, una alta esperanza de vida y una de las tasas más bajas de paro.
Esto no siempre es así, también hay regiones densamente pobladas que no pueden alimentar a su población y sobreviven a partir de tierras agrícolas marginales. En función de si se trata de una zona rural o una zona urbana, los parámetros son diferentes.
Por ejemplo, 400 habitantes por km2 es denso para un área rural, pero es escaso para un área urbana.
La capacidad de carga de un país puede aumentar cuando los recursos para mantenerlo se obtienen de otros lugares. Por ejemplo, Estados Unidos consume mucho, pero gran parte de sus productos viene del exterior.

1.5.Fecundidad

La fecundidad es un fenómeno complejo; es la medida que calcula el número de hijos que tienen los seres humanos. El indicador demográfico para calcular este valor es el índice sintético de fecundidad (ISF), que mide el número medio de hijos nacidos por cada mujer durante su periodo reproductivo (15-44 o 15-49). También está la tasa de natalidad, que mide la relación entre el número de nacidos en un año y el número de población total por cada mil habitantes; el resultado de la tasa de natalidad se expresa en tanto por mil. La tasa de natalidad junto con la ISF son dos factores determinantes para explicar el crecimiento de la población.
Entre la tasa de natalidad y la ISF, la segunda es una medida más útil, puesto que se centra en el segmento femenino de la población en edad fértil y proporciona información sobre el tamaño medio de las familias, la edad de las madres, la duración de las parejas (matrimonios) y los posibles cambios en la estructura de la población. El valor del ISF debe ser de 2,1 hijos por mujer, así se asegura que hay nacimientos suficientes para mantener a la población. Este indicador únicamente se puede calcular para aquellos países con una alta esperanza de vida porque los países que tienen una esperanza de vida baja tienen unos altos índices de natalidad.
Como se observa en las figuras 5 y 6, la historia de la fecundidad muestra que desde el año 1970 hasta la actualidad el comportamiento por regiones es diferente en función de los países:
Figura 5. Índice sintético de fecundidad 1970
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2014-2015).
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2014-2015).
Figura 6. Índice sintético de fecundidad 2014
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2014-2015).
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2014-2015).
Hay excepciones a esto: en China, la India y Cuba, viendo el crecimiento de la población, se han adoptado políticas antinatalistas.
En Europa, en 2015, el valor del ISF es de 1,8 hijos por mujer, según datos del Population Reference Bureau. Todos los países que no lleguen a 2,0 tendrán una disminución natural de la población. Lo mismo sucede con el resto de los países que se definen por ser del Norte Global, como Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Uno de los factores por los que se produce este hecho es la incorporación de la mujer al mercado laboral, que retrasa la edad para tener el primer hijo. Este es también un buen indicador para ver las mentalidades y actitudes de la población, puesto que hay un convencimiento, que se confirma con los valores obtenidos, de que cuanto más desarrollada esté la sociedad, más bajo es el nivel de fecundidad.
Contrariamente, en el África subsahariana es donde están los valores más altos de ISF, por ejemplo, un valor de 7,6 hijos por mujer en Níger; de 6,6 en Somalia, o de 6,5 en el Chad para el año 2015.
Los factores sociales y económicos que se explican a partir de los mapas anteriores son los siguientes:
a) En los países donde los hijos son una ayuda económica porque trabajan, el ISF es alto, por ejemplo, en los países africanos.
b) El ISF es bajo para los países donde el trabajo infantil está prohibido; el estado se encarga de la educación, de la sanidad y de la población anciana; se da un cambio del rol de la mujer en la sociedad; hay alfabetización y cambios en las pautas de consumo. Son los países de Europa, Asia oriental, América del Norte y Australia.
En resumen, hay una relación clara entre el nivel de desarrollo económico y la fecundidad de un país, puesto que cuanto más rico sea un país, más bajo es el ISF, y a la inversa.

1.6.Mortalidad

La tasa de mortalidad es otra manera de identificar los cambios demográficos de la sociedad. La tasa de mortalidad se define por el número de muertes por año por mil habitantes (‰). La muerte es un hecho natural, parte del ciclo de vida de las personas, y es imposible llegar a una mortalidad de cero.
Las causas de mortalidad no son las mismas en todas las regiones de la Tierra. Ni han sido las mismas a lo largo de la historia. En la actualidad, para los países más desarrollados, las causas principales de mortalidad están asociadas con el envejecimiento de la población, como, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares o enfermedades que han sido causadas por la polución industrial o ambiental; hay varios tipos de cánceres en esta última categoría. Contrariamente, las enfermedades contagiosas como la malaria, el sida o las enfermedades diarreicas son la principal causa de mortalidad en los países con un menor nivel de desarrollo.
Los valores más altos de mortalidad se centran en los países del sur de África, una de las regiones donde existen los niveles más bajos de desarrollo económico, un alto porcentaje de población con enfermedades infecciosas (sida) y conflictos civiles.
A lo largo de la historia, la tasa de mortalidad ha ido disminuyendo. En el año 2015, el valor de la mortalidad no superaba el 16 ‰ de habitantes. Los valores más altos se concentran en Sudáfrica, Lesoto (valor extremo 20 ‰ habitantes), en la República Centroafricana, a pesar de que las regiones de la Europa del Este (Ucrania y Bulgaria) ocupan el cuarto y sexto lugar en la jerarquía de mortalidad en el mundo, debido al colapso del sistema sanitario público de la era postsoviética y la contaminación ambiental. Todos estos factores van acompañados de malos hábitos de la sociedad, como el consumo de tabaco y alcohol y unas tasas elevadas de enfermedades, como la tuberculosis y el sida.
Contrariamente, países como Australia, Canadá y Estados Unidos tienen una tasa de mortalidad entre el 7 y 8 ‰ de habitantes; tienen una estructura de la población envejecida; mientras que países como Nicaragua o Guatemala tienen una tasa de mortalidad inferior, de 5 ‰ de habitantes. El envejecimiento de la población de países como Australia y Canadá son la causa de tener una mortalidad más elevada que los otros países, mientras que Nicaragua y Guatemala, a pesar de tener una esperanza de vida más corta y una elevada tasa de mortalidad infantil, tienen una elevada presencia de población joven.
Actualmente este indicador no sirve para medir los recursos sanitarios y la atención sanitaria de la población de un país, ni tampoco el nivel de vida de los países. Se necesitan otros indicadores, como el de mortalidad infantil y la esperanza de vida.
a) La tasa de mortalidad infantil calcula la relación entre el número de niños menores de un año muertos en un periodo de tiempo determinado y el número de nacimientos en el mismo periodo. En el año 2015, el máximo mundial era la República Central Africana, con un 109 ‰, seguido de la República Democrática del Congo, con un 108 ‰, y el mínimo, Islandia, con un 1,8 ‰.
Figura 7. Tasa de mortalidad infantil (2015)
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2014-2015).
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2014-2015).
Este es un buen indicador para medir los niveles de vida y el bienestar de la población, puesto que está afectado por diferentes factores: nutrición, acceso a los recursos de la sanidad pública (médicos, medicamentos, etc.), educación y condiciones de las viviendas.
b) La esperanza de vida es el número de años de media que vivirá una persona en una sociedad determinada. Se calcula a partir de las tablas de mortalidad. La esperanza de vida considerada de manera individual se sitúa en torno a los 110 años, y se cree que es difícil que la sociedad supere los 85 años como esperanza de vida del conjunto de la población. Los países con una esperanza de vida más alta son Hong Kong, con 84 años, e Italia, España, Suiza y Japón, con 83 años. Las esperanzas de vida más bajas son las de países del África subsahariana, como Lesoto y Suazilandia, con 44 y 49 años, respectivamente.
La evolución de la esperanza de vida en el mundo ha aumentado desde 1950 hasta el 2015: ha pasado de 47,5 a 71 años, respectivamente. La velocidad de mejora ha sido diferente en función del nivel económico de cada región. Las causas de muerte de las regiones que tienen una esperanza más alta son más fáciles y baratas de resolver que las causas en las que la esperanza de vida es más baja.
En resumen, existe una relación estrecha entre el nivel de desarrollo económico y social con la esperanza de vida y la mortalidad infantil. Los países ricos son los que tienen una esperanza de vida más alta y una mortalidad infantil más baja, mientras que los países con menos recursos tienen una esperanza de vida baja y una mortalidad infantil más alta.

1.7.Estructura de la población: edad y sexo

El estudio de la estructura de la población se estudia desde diferentes criterios, como el sexo, la edad, el estado civil, la situación laboral, el grado de cualificación académica y otras circunstancias económicas, sociales, políticas y culturales.
1.7.1.Estructura por sexo
El análisis por sexos permite conocer aspectos de la sociedad como las posibilidades de matrimonio o uniones, las previsiones de reproducción y de envejecimiento de la población. Desde un punto de vista económico y social, es interesante conocer cuál es la proporción que hay entre hombres y mujeres, su nivel de actividad o de dependencia.
Las estadísticas dicen que nacen más niños que niñas, una proporción de 107 niños por cada 100 niñas. Pero el riesgo de mortalidad infantil es superior para niños que para niñas, y con un registro superior de las mujeres en la esperanza de vida la proporción queda equilibrada.
El papel de la mujer en la sociedad es diferente según el contexto histórico y cultural. Por ejemplo, en determinadas culturas, la mujer se considera más femenina si tiene descendencia. Del mismo modo que los hombres se consideran más machos si tienen más de un hijo. Las mujeres son las que se encargan de la crianza de los hijos y de cuidar el hogar. Por este motivo, la casa está considerada el espacio de la mujer y los espacios públicos (calles, plazas y puestos de trabajo) son espacios que ocupan los hombres. Los cambios sucedidos en el rol de la mujer en la sociedad coinciden con una disminución de la fertilidad, una mejora en los estudios y un cambio en el uso de los espacios.
1.7.2.Estructura por edad
El análisis según la edad aporta información sobre el grado de envejecimiento de la sociedad, puesto que, en función de sus valores, se pueden considerar sociedades jóvenes o sociedades viejas. Conocer la estructura de la edad por grupos interesa para saber cuáles son los recursos potenciales, como fuente de nuevos efectivos demográficos o como fuerza de trabajo, y también sus necesidades, según el grado de desarrollo del país del que se trate.
Los grupos de edad se clasifican en tres grandes bloques: la población joven (entre 0 y 14 años), la población adulta (de 15 a 65 años) y la gente mayor (más de 65 años). Estos grupos coinciden con las etapas de formación, actividad y jubilación de las personas. Los valores se representan en porcentajes.
A partir de las dos representaciones cartográficas siguientes, se observa que hay un fuerte desequilibrio espacial en la distribución de la población por grupos de edades.
Figura 8. Porcentaje de población menor de 15 años por países (2015)
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2015).
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2015).
Figura 9. Porcentaje de población mayor de 65 años por países (2015)
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2015).
Fuente: Population Reference Bureau. World Population Data Sheet (2015).
En las regiones de África, América del Sur y Asia tropical, casi la mitad de la población tiene menos de 15 años. Por ejemplo, en Uganda, el 15 % de la población es mayor de 15 años. Y en el África subsahariana, el 44 % de la población es menor de 15 años. Mientras que en las regiones que han tenido una industrialización temprana, la tendencia es que aumente la población de más de 65 años. Por ejemplo, en los países que forman el conjunto de la Unión Europea, el 19 % de la población es mayor de 65 años. Por países, Alemania tiene el 21 % de la población. Si se comparan estos países con África, América del Sur o algunas partes de Asia, encontramos que países como Mauritania, Guatemala, Madagascar o Namibia tienen valores de una población mayor de 65 años por debajo del 4 %.
La migración ha contribuido a cambiar la tendencia del crecimiento nulo o cero, gracias a los nacimientos producidos entre este colectivo.
1.7.3.Las pirámides de población
Las pirámides de población reflejan la distribución por sexo y edad de una población. Cada grupo de edad y sexo está representado por un rectángulo, y la superficie de cada grupo es proporcional al total de la población. Es importante tener en cuenta que la pirámide es una imagen del efectivo poblacional que muestra el pasado y permite mostrar tendencias de futuro.
Los perfiles de las pirámides son el resultado de nacimientos, defunciones y migraciones en los 80-100 años anteriores a la fecha de referencia de las pirámides. Por lo tanto, cualquier irregularidad en el perfil de las pirámides se debe explicar por los factores históricos, demográficos, económicos y sociales que se han producido en los diferentes momentos.
Las pirámides de edad se pueden clasificar en las tipologías siguientes:
1) Pirámide expansiva o progresiva. Este tipo de pirámides responde a sociedades jóvenes con una elevada tasa de natalidad y mortalidad. Tiene mucha población joven y una pérdida continua de individuos de edades más elevadas con una corta esperanza de vida. La base de estas pirámides es muy ancha y tienen un vértice superior muy estrecho. Este tipo de pirámides define sociedades de países de la Europa preindustrial o países como Angola.
2) Pirámide de campana o regresiva. Este tipo de pirámide muestra un desequilibrio entre los nacimientos y las defunciones; la tendencia de estas pirámides es un ensanchamiento de la población anciana. En estas pirámides, hay un control progresivo de la natalidad.
3) Pirámide de bulbo. Es una pirámide que presenta una sociedad estacionaria en proceso de envejecimiento: el control voluntario de la natalidad hace disminuir las tasas de natalidad y produce un estrechamiento en la base, y a la vez una esperanza de vida elevada hace que los valores altos se concentren en la parte superior de la pirámide. Esta pirámide es propia de las sociedades más avanzadas.
Las pirámides que aparecen a continuación muestran para el año 2014 en la Unión Europea una población envejecida y con una tendencia a la disminución, puesto que la natalidad es baja. Este es el futuro de la pirámide del mundo si se mantienen las tendencias. Las pirámides del Chad, de Ecuador o de Filipinas muestran una población muy joven.
Figura 10. Pirámides de población en el mundo (2014)
Fuente: Index mundi (2014).
Fuente: Index mundi (2014).

1.8.Límites de crecimiento y perspectivas de futuro

El crecimiento acelerado de la población ha hecho pensar en la capacidad de carga de los territorios y se han generado debates y discusiones sobre el crecimiento de la población. Durante el siglo XIX se formularon las primeras teorías en torno a estas problemáticas. El clérigo inglés Thomas R. Malthus (1766-1834) formuló una teoría muy influyente sobre el crecimiento de la población, los problemas que puede generar y la relación entre población y recursos, sistematizada en su obra An Essay on the Principle of Population. El argumento de Malthus era que la disponibilidad de alimentos limitaba el ritmo de crecimiento de la población; es decir, no habrá bastante comida para todos. Para prevenirlo, se proponen frenos en la nupcialidad, es decir, un aumento de la soltería y, por lo tanto, un impacto directo en la fecundidad, que tendrá como consecuencia el control de la población.
Las ideas generadas por Malthus se recuperaron de nuevo con la explosión demográfica de los años sesenta y setenta del siglo XX en los países del Tercer Mundo. La nueva corriente de pensamiento, el neomalthusianismo, tuvo una fuerte influencia entre determinados organismos internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional), fundaciones benéficas y gobiernos de países europeos y Estados Unidos. Los neomalthusianos parten de la base de que con una reducción de los matrimonios no hay suficiente para frenar la fecundidad, y proponen políticas mucho más duras. Defienden el uso de los métodos anticonceptivos y promueven la esterilización masiva de las mujeres, entre otras medidas. La crítica a este modelo es que consideraban que la prioridad no era la reducción de la fecundidad y el crecimiento de la población, sino una mejor distribución de recursos y la riqueza entre la población mundial.
Por otro lado, la economista danesa Ester Boserup (1910-1999) publicó Las condiciones del desarrollo en la agricultura: la economía del cambio agrario bajo la presión demográfica. Según Boserup, la historia de la humanidad está directamente relacionada con los cambios tecnológicos. Parte de la hipótesis de que el crecimiento de la población es una variable independiente que determina el desarrollo agrícola. El progreso agrícola es el resultado de las innovaciones inducidas por la presión demográfica. En los países que tienen más densidad demográfica, es posible que haya una mayor división del trabajo, lo cual permite construir y financiar inversiones colectivas en infraestructuras dirigidas a la sociedad de diferentes tipos, especialmente en la regulación del agua, el suministro eléctrico y el transporte. Y esto se debe a que una población más numerosa es capaz de aplicar nuevas tecnologías en infraestructuras que no serían rentables en sociedades menos numerosas. En resumen, el incremento de población motiva el cambio tecnológico y la innovación para que la sociedad avance. Al mismo tiempo, esta sociedad provoca nuevos cambios demográficos, que posteriormente servirán para inducir nuevos desarrollos tecnológicos.
Hay ejemplos de sociedades que como no tienen suficiente población se quedan en la etapa primitiva del desarrollo tecnológico e intelectual porque la población es demasiado pequeña y dispersa para desarrollar las tecnologías requeridas y poder crear las infraestructuras necesarias que permitan la aplicación de niveles tecnológicos más avanzados, puesto que pueden continuar subsistiendo con los sistemas agrícolas primitivos.
En resumen, hay dos escuelas, los neomalthusianos y los antineomalthusianos. Los primeros tienen el apoyo de ecologistas y biólogos y dudan de la capacidad de los sistemas naturales para adaptarse al crecimiento demográfico, mientras que los segundos, con el apoyo de los economistas, están más seguros de la capacidad de los humanos y las instituciones para adaptarse al crecimiento de la población.
Programas de control de la población por parte de los estados
La intervención de políticas demográficas diferentes:
Políticas antinatalistas: son políticas que tienen la finalidad de fomentar el control de la natalidad entre la población. Estas políticas se impulsan de diferentes maneras, como, por ejemplo, la planificación familiar, divulgación de métodos anticonceptivos, atención a la mujer para controlar la fecundidad. También hay gobiernos intervencionistas que han decretado políticas de un único hijo por pareja, por ejemplo en China y en la India, países con un elevado crecimiento de la población. Estas políticas han sido muy duras y han conseguido los objetivos que se proponían. En el caso de China, han relajado esta política al ver que se está dando un envejecimiento de la población.
Políticas pronatalistas: se trata de fomentar entre la población el aumento de la natalidad. Este tipo de políticas, contrarias a las anteriores, son habituales entre países de Europa. En los años setenta del siglo XX, los países nórdicos fueron los primeros en darse cuenta de que una bajada de la fecundidad llevaba a un estancamiento de la población y les podía acarrear problemas en el futuro. Por este motivo, empezaron a fomentar políticas sociales de ayuda a la familia, tanto en el sentido económico como en el laboral. Algunas de las políticas que países como Suecia y Noruega practican son, por ejemplo, largos permisos de maternidad, excedencias profesionales, ayudas económicas, guarderías gratuitas. Otros países de Europa, conscientes del envejecimiento de la población, han empezado a importar estas iniciativas.

1.9.Movilidad y migraciones: causas y consecuencias

Los cambios en la estructura y el volumen de la población no dependen exclusivamente del crecimiento natural, hay otros aspectos que alteran el recuento y la distribución de la población en el mundo. Se trata de los movimientos de los seres humanos. Estos movimientos se pueden dividir en dos tipos:
a) Las migraciones, que hacen referencia a un cambio de residencia y, por lo tanto, hay una ruptura del espacio cultural habitual, y
b) la movilidad, que hace referencia a los movimientos ligados a necesidades cotidianas de la población; no hay una ruptura con el espacio cultural ni de la residencia.
Desde los primeros humanos en África hasta hoy día, la sociedad ha tenido la necesidad de moverse por diferentes motivos. Los primeros grupos humanos eran sociedades nómadas que se movían siguiendo la estacionalidad de los animales y la maduración de los alimentos. La revolución agraria supuso un primer cambio en la estructura de las sociedades. El hecho de domesticar a los animales y de cultivar la tierra hace posible acumular alimentos y frenar las migraciones estacionales. Pero hay grupos que optan por unas migraciones a larga distancia. Algunas de las migraciones de la historia responden al colapso ambiental, a persecuciones religiosas o por cuestión de etnia. A pesar de que la finalidad de la migración es buscar una mejora en las condiciones de vida presentes, sea cual sea el motivo de migración este proceso ha sido, es y será uno de los acontecimientos más importantes en la vida de las personas.
¿Cuándo se decide marchar? La migración se da cuando las personas deciden que es mejor marchar que quedarse en el lugar donde residen. En todo movimiento migratorio hay un punto de partida de donde se emigra y la persona es considerada una emigrante, y un destino al que se inmigra y la persona es considerada una inmigrante. La diferencia entre el número de inmigrantes y el número de emigrantes en un territorio se denomina saldo migratorio. Cuando el saldo es positivo significa que la población aumenta, mientras que cuando el saldo es negativo, la población disminuye. Por lo tanto, es importante tenerlo en cuenta cuando se analiza la dinámica de una población.
Las migraciones pueden ser de dos tipos: migraciones internas y externas.
  • Las migraciones internas se producen dentro de un mismo estado. En esta categoría se incluyen los movimientos entre el campo y la ciudad, los desplazamientos interurbanos (que a menudo se producen diariamente, este tipo de migración se denomina movilidad por cuestiones laborales o de estudio) y los de carácter temporal o estacional provocados por causas económicas características de las sociedades agrícolas y ligadas al calendario de siembra y cosecha, como la vendimia o la recogida de fruta.

    En el mundo occidental, las migraciones más importantes se dan entre ciudades, dentro de las regiones metropolitanas y hacia las áreas rurales que están situadas cerca de las regiones metropolitanas. Las migraciones campo-ciudad se generan principalmente en las regiones del Sur Global.

  • Las migraciones externas, en este caso, tienen lugar entre un estado y otro; la duración de estas migraciones suele ser más larga. Este tipo de migraciones pueden ser de tipo continental (estados del mismo continente), por ejemplo, las migraciones españolas de los años cincuenta y sesenta del siglo XX a Francia o Alemania por motivos de trabajo, o las migraciones de tipo intercontinental (estados de diferentes continentes), como por ejemplo las migraciones españolas del siglo XX dirigidas hacia América.

Las causas de las migraciones son varias y pueden actuar de manera combinada. Estas pueden ser:
  • Causas medioambientales, que incluyen fenómenos geológicos y meteorológicos como terremotos, inundaciones y sequías, o contaminación provocada por la acción de la sociedad, como la contaminación radiactiva o industrial.

    La sociedad se va adaptando a los fenómenos ambientales hasta que se llega a un punto en el que ya no se puede sostener y se hace necesario emigrar. Desastres ambientales como inundaciones, tornados e incendios forestales son el origen de un éxodo masivo de población. Las personas desplazadas de sus residencias por alteraciones en el medio se denominan refugiados ambientales.

  • Causas políticas o culturales, que hacen referencia a conflictos bélicos y a las persecuciones por causas culturales (religión, raza o etnia) e ideológicas que obligan a la población a abandonar los países o territorios de origen.

    Las Naciones Unidas, en la Convención de Refugiados del año 1951, declaran que las personas que se deben desplazar porque su vida queda privada de libertad, puesto que no las protege su propio estado, sino que es él quien las persigue, se denominan refugiados.

  • Causas económicas, que están relacionadas con la búsqueda de mejores condiciones de vida. Este tipo de migraciones suele producirse entre las zonas más deprimidas con pocas posibilidades de crecer económica y socialmente, con una elevada tasa de paro, hacia zonas más estables económicamente y que pueden ofrecer un mejor bienestar social.

  • Causas sociales y culturales, que están relacionadas con la oferta cultural y educativa de un país.

Las consecuencias de las migraciones son las siguientes:
  • Consecuencias medioambientales: afectan de manera directa al despoblamiento de las zonas rurales, se abandonan las prácticas de la ganadería y la agricultura y aumentan los problemas de salubridad por las malas condiciones de los recién llegados a las ciudades.

  • Consecuencias demográficas: para el lugar de origen, la emigración puede ayudar a resolver problemas de superpoblación, pero a menudo provoca una disminución de la población y, por lo tanto, el envejecimiento y despoblación del territorio. Mientras que para el lugar de destino la inmigración incrementa la población en edad fértil y hace aumentar el ISF de un país.

  • Consecuencias económicas: para los países de origen representa una pérdida de mano de obra joven, muchas veces cualificada y formada y, en algunos casos, la fuga de talentos. Para los países de destino, los inmigrantes pasan a formar parte de la población activa del país, pero con el riesgo de que se produzcan irregularidades en su integración (actividades económicas marginales e ilegales, explotación laboral, trabajo inestable, falta de cualificación, etc.).

  • Consecuencias sociales y culturales: afectan a los países de acogida, que a menudo no disponen de infraestructuras y servicios para atender a la población recién llegada. Nos referimos a la falta de vivienda, de servicios sanitarios, de plazas escolares, etc. Esto genera problemáticas relacionadas con el surgimiento del barraquismo en la periferia de las ciudades, la degradación del centro urbano, la saturación en los centros educativos y el aumento de los pacientes en los centros sanitarios. Otras consecuencias están relacionadas con los conflictos laborales (salarios a la baja por el aumento de la mano de obra), los problemas de integración en la nueva sociedad y de marginación social, el racismo y la xenofobia, etc. Desde el punto de vista de la sociedad de acogida, hay que valorar la aportación que la llegada de población extranjera representa para la riqueza cultural y lingüística del país, pero a la vez no podemos olvidar la situación de marginación que genera en el recién llegado por el desconocimiento de la lengua, la cultura y la tradición, hecho que a menudo deriva en un aislamiento voluntario con la conservación de la cultura y la religión y de los hábitos sociales propios.

1.10.Reflexiones teóricas sobre las migraciones y la movilidad

El estudio de la movilidad y las migraciones se enmarca en diferentes debates y reflexiones. Tendremos en cuenta dos: Ernest G. Ravenstein y Wilbur Zelinsky.
El demógrafo alemán Ernest G. Ravenstein (1834-1913) publicó en el Journal of The Royal Statistical Society dos artículos titulados «The laws of migration» (1887-1889), en los que propone un conjunto de leyes empíricas que describen las relaciones migratorias entre los lugares de origen y los destinos.
Los patrones de comportamiento que presenta Ravenstein se aplican en su mayoría al éxodo rural del momento. Las principales características son estas:
a) Las principales causas migratorias son económicas.
b) Las migraciones se producen escalonadamente. Los habitantes rurales cercanos a una ciudad serán los que emigrarán, mientras que los rurales, algo más alejados, irán a los lugares vacíos dejados por los primeros, y así hasta llegar a los lugares más lejanos.
c) La mayoría de las migraciones son de una corta distancia.
d) Las distancias largas son, preferentemente, a un centro urbano e industrial importante.
e) Las migraciones aumentan con el desarrollo económico y de los progresos de los medios de transporte.
f) Los emigrantes son adultos. Por sexo, las mujeres emigran más que los hombres y lo hacen a distancias más cortas, mientras que los hombres emigran menos pero las distancias son más largas.
g) La población nacida en las ciudades emigra menos que la población nacida en entornos rurales.
El conjunto de leyes que propone Ravenstein ha sido corroborado por diferentes estudios a lo largo del tiempo. Para entender los resultados es importante tener presente la importancia que da a los factores de expulsión de la región de origen, así como la visión ideal que el emigrante tiene de los lugares de destino.
El geógrafo americano Wilbur Zelinsky (1921-2013) escribió «The hypothesis of the mobility transition», publicado en Geographical Review (1971), y expone que las migraciones, además de presentar regularidades, como las leyes de Ravenstein, también presentan secuencias en tiempos.
Para explicar la movilidad de la población, Zelinsky formula la hipótesis de la transición de la movilidad, en la que afirma que las regularidades definidas y pautadas en el crecimiento de la movilidad de la población a través del espacio y el tiempo son un componente esencial en el proceso de modernización. La formulación de esta hipótesis se desarrolla en ocho proposiciones, que se resumen en:
1) Hay una estrecha relación entre el desarrollo económico, es decir, el paso de una sociedad agraria a una sociedad urbana e industrial, y la transición demográfica, es decir, el paso de una alta a una baja natalidad y mortalidad.
a) La sociedad preindustrial: hay muy poca migración, las causas más habituales de movilidad son las guerras, el comercio y los viajes religiosos.
b) La sociedad transicional antigua: hay un movimiento del campo a las ciudades.
c) La sociedad transicional tardía: hay un éxodo rural masivo; decrece la migración en el extranjero y aumenta la movilidad cotidiana.
d) La sociedad avanzada: hay una elevada movilidad residencial.
e) La sociedad futura: la movilidad y las migraciones aumentan, así como las causas.
2) Hay varios tipos de migraciones y, por lo tanto, hay varios tipos de migrantes.
3) Hay un cambio en las características de las migraciones, no se puede ir a estadios anteriores.

1.11.Evolución histórica de las migraciones

A lo largo de la historia, es posible identificar diferentes grandes periodos que muestran las migraciones a partir de las cuales se originaron los pueblos: las migraciones medievales, con la creación de los estados actuales; las migraciones causadas por la Revolución Industrial, que supuso una migración del campo a la ciudad dentro de cada país, y las migraciones contemporáneas, con causas diversas pero entre las que destacan los desplazamientos entre países del Sur y del Norte Global.
Las migraciones tienen respuestas diferentes según la escala temporal. A largo plazo, haciendo referencia a los últimos quinientos años, las migraciones se producen de zonas muy pobladas, como Europa, la India y China, a zonas poco pobladas, como América, África oriental y Oceanía. Las migraciones se dan entre áreas desarrolladas económicamente y áreas donde el desarrollo no es tan claro. La población migrante de hace quinientos años se ha convertido en población autóctona.
A corto plazo, en los últimos cincuenta años hay cinco áreas de atracción de migrantes a escala mundial: América del Norte, la Europa occidental, los países petroleros de la península Arábiga, Japón y los nuevos países industriales de Extremo Oriente y Australia. Estas cinco áreas han necesitado mano de obra para su crecimiento económico, y teniendo en cuenta que esta necesidad ha coincidido a menudo con la finalización de la transición demográfica y la estabilidad numérica de la población autóctona, la solución ha sido la llegada de inmigrantes.
Figura 11. Principales flujos migratorios a finales del siglo XX y a principios del siglo XXI
Fuente: http://sigaalosprofesores.weebly.com/migraciones.html.
La migración forzosa es un hecho histórico, por ejemplo, de la población nativa americana de Estados Unidos o de la población judía durante el Imperio romano y la Segunda Guerra Mundial. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una de las fuentes más fiables, estima que en 2015 hubo más de 59,5 millones de personas desplazadas de manera forzosa en todo el mundo como consecuencia de la persecución, los conflictos y la violación de los derechos humanos. Los refugiados palestinos son el resultado del establecimiento del Estado israelí en 1948 y la guerra árabe-israelí en 1967. La mayoría de los refugiados se desplazan a países que, en muchas ocasiones, no tienen infraestructuras ni recursos para gestionar el flujo de los migrantes forzosos.

1.12.¿Y a partir de ahora, qué? El futuro de la población

A partir de la distribución de la población actual, ¿cuál será el futuro? ¿Cómo será la población en el siglo XXI? Hay diferentes estudios que se han realizado a partir de proyecciones de población. En líneas generales, parece que la tendencia es mantener una baja fecundidad para todos los países; aun así, se mantendrán las diferencias regionales. África será la región con un mayor crecimiento, Asia, América y Oceanía tendrán un crecimiento moderado y, finalmente, Europa continuará con un estancamiento.
Las Naciones Unidas han elaborado un estudio en el que se muestra que se llegará, en el 2020, a cerca de los mil millones de personas (8.000 millones). Y los 10.000 millones de personas se prevén para el año 2050. De todos modos, se debe tener en cuenta que tan solo son proyecciones y que hay factores ajenos que pueden hacer que las predicciones cambien.

2.La distribución de la población en el territorio: poblamiento en espacios urbanos y espacios rurales

2.1.Introducción

El poblamiento es la manera en la que la población ocupa el territorio, que viene determinado por el ritmo de establecimiento de la población y por la reglamentación a través del planeamiento a lo largo del tiempo. Tradicionalmente, la distribución de la población en el territorio ha diferenciado entre espacios rurales y espacios urbanos en función del tipo de actividad económica. Hoy en día, esta clasificación ya no está tan clara, a consecuencia de la nueva estructura de la actividad económica y la nueva división internacional del trabajo que han hecho urbanizar los espacios rurales.
En la segunda década del siglo XXI, se consolida un proceso de homogeneización del territorio y, por lo tanto, una tendencia a la desaparición de los límites entre el mundo urbano y el mundo rural. Aun así, se entiende por espacio urbano el territorio donde están las ciudades que concentran el número más elevado de población (que habita en él), que está ocupada en los sectores secundario y terciario. En el interior del espacio urbano hay diferentes espacios, como el comercial y de negocios, el residencial, el industrial, el de equipamientos y servicios. En cambio, en el espacio rural el poblamiento es más bajo y la población activa está ocupada principalmente en el sector primario.
Está claro que el mundo es más urbano que nunca. Se dice que el siglo XXI es «el siglo de las ciudades», y que en 2050 dos terceras partes de la población vivirá en ciudades. Este dato contrasta con la situación que había en 1800. En aquel momento, la población urbana representaba el 2 % de la población mundial. Mientras tanto, en 2010 la mitad de los habitantes se concentran en las ciudades. Así lo corrobora el informe del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos del año 2010. Esta urbanización no es homogénea para todas las regiones del mundo. Más del 70 % de la superficie rural de América del Norte, Europa y Rusia está urbanizada. Los espacios desérticos presentan un tipo de poblamiento urbano (Australia). Y aunque Asia y África tienen una población urbana inferior a la mundial, presentan unas tasas de crecimiento de las más elevadas del mundo.
Las ciudades han ido cambiando desde su formación. La ciudad de finales del siglo XX y principios del XXI representa una nueva concepción de la ciudad que está muy relacionada con la globalización. Es verdaderamente un proceso que condiciona el desarrollo de las ciudades, tanto en su dinámica interna como en la relación con las otras ciudades del mundo. El hecho más importante de las últimas décadas ha sido el surgimiento de una red de aglomeraciones muy grandes y de tres megalópolis. En 1950, solo la ciudad de Nueva York superaba los diez millones de habitantes; en el 2000 había 19 aglomeraciones con más de veinte millones de habitantes.
En el año 2015, las ciudades globales se relacionan más entre ellas que con su entorno más cercano, y concentran todos los poderes: político, económico, financiero, informacional y cultural. Estas megaciudades están en competencia permanente para atraer y conservar capacidades de organización y poderes: aeropuertos, puertos, nudos de autopistas, plataformas informacionales, bolsas, sedes sociales de las empresas, universidades, laboratorios de investigación o centros de creación audiovisual. Los nuevos sistemas de transporte y de comunicación, como también la mecanización del sector agrario y la difusión de la industria y los servicios por todo el territorio, han facilitado que las ciudades se hayan conectado entre sí y hayan formado regiones urbanas amplias.

2.2.Los factores que inciden en el poblamiento

Los factores que inciden en el reparto de la población en el territorio son varios, y son condicionantes desde tiempos pretéritos. Como se ha introducido en el apartado de la población mundial, una primera constatación que se puede hacer es que la gran mayoría de la población mundial se encuentra concentrada en determinadas regiones del planeta que ofrecen unas condiciones naturales en general más favorables para la vida humana. El análisis de la distribución de la población en el mundo muestra unos focos de grandes concentraciones demográficas en el este y sur de Asia, Europa occidental y el noreste de Estados Unidos. Por lo tanto, el medio ambiente (y también las acciones antrópicas) son condicionantes de primer orden. Entre los factores territoriales más importantes están los siguientes:
1) Factores geográficos
a) El relieve montañoso de un país (con altitudes medias por encima de 500 metros) presenta pendientes abruptas, y son un freno a la urbanización generalizada de determinadas áreas del territorio. Por lo tanto, el marco físico (conjunto de características como el relieve o la disponibilidad de tierras fértiles) puede influir en el asentamiento humano.
b) La dureza del clima (especialmente extremo en las zonas de montaña o en las zonas desérticas y polares) es otro elemento que explica la concentración de la población en los valles de las llanuras, en el litoral y en latitudes templadas. En conjunto, se puede decir que la población mundial tiende a disminuir a medida que se aleja de los espacios litorales. Observando un mapa a escala mundial, se ve que la mayoría de la población vive relativamente cerca del mar.
Figura 12. Cara norte del Everest, la cumbre más alta de Asia y de todo el mundo
Fuente: «IMG 2124 Everest» por I. Luca Galuzzi. Licencia bajo dominio CC BY-SA 2.5 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:IMG_2124_Everest.jpg#/media/File:IMG_2124_Everest.jpg.
Fuente: «IMG 2124 Everest» por I. Luca Galuzzi. Licencia bajo dominio CC BY-SA 2.5 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:IMG_2124_Everest.jpg#/media/File:IMG_2124_Everest.jpg.
De este hecho, salen los llamados espacios vacíos. A grandes rasgos, se identifican tres tipos de espacios vacíos:
  • El conjunto de las tierras frías de los dos hemisferios (sobre todo, las regiones Ártica y Antártica), que supone el 20 % de las tierras emergidas. En cambio, tan solo contienen un 0,2 % de la población.

  • Los desiertos cálidos (como el Sáhara, Asia central o gran parte de Australia) constituyen el 12 % de las tierras emergidas. De manera opuesta, acogen solo a un 1 % de la población mundial.

  • Y por último, los bosques tropicales y ecuatoriales (como la Amazonia, las regiones de África central, partes de Indonesia y de Nueva Guinea, entre otras). En estas áreas geográficas, la presencia humana es ligeramente más elevada que en los anteriores conjuntos. Cabe decir que estas regiones son las que previsiblemente registrarán una mayor presión demográfica en las próximas décadas, hecho que exige una atención especial para preservar unos medios naturales muy frágiles.

2) Hechos históricos
Los pobladores que hubo antes de la era cristiana eran básicamente agricultores, ganaderos y comerciantes, y ocupaban principalmente las llanuras interiores y las áreas del litoral para establecer conjuntos más o menos estructurados. Un ejemplo de ello es el conjunto de pueblos de los íberos, localizados, al menos desde el siglo VI a. C., en la costa oriental de la península Ibérica, como se observa en la figura 13.
Figura 13. La península Ibérica en el 300 a. C.
Fuente: «Iberia 300BC-es» de Iberia 300BC-en.svg: Alcides Pintoderivative work: Rowanwindwhistler. Este archivo derivó de: Iberia 300BC-en.svg: Alcides Pinto. Disponible bajo licencia CC BY-SA 4.0 vía Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Iberia_300BC-es.svg#/media/File:Iberia_300BC-es.svg.
Fuente: «Iberia 300BC-es» de Iberia 300BC-en.svg: Alcides Pintoderivative work: Rowanwindwhistler. Este archivo derivó de: Iberia 300BC-en.svg: Alcides Pinto. Disponible bajo licencia CC BY-SA 4.0 vía Wikimedia Commons - https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Iberia_300BC-es.svg#/media/File:Iberia_300BC-es.svg.
El establecimiento de diferentes imperios ha estructurado históricamente el territorio. La impronta de la época romana hizo posible la aparición de las ciudades, dando forma funcional y especializada. En el caso catalán, Emporio y Tarraco son ejemplos destacados de ello.
3) Factores económicos y políticos
La actividad económica, preindustrial o industrial comporta un aumento de población y las necesidades de esta fijan unas rutas comerciales de primer orden. A escala catalana, la población se ha concentrado a lo largo del siglo XX alrededor de Barcelona por una serie de razones económicas (las instalaciones industriales se concentran en la depresión Prelitoral, en el Vallès y en el Baix Llobregat) y políticas (la planificación centralizada de infraestructuras ha reforzado la centralidad de Barcelona).

2.3.La definición de ciudad

Si diferenciar entre el espacio urbano y rural no es fácil, tampoco es posible hacer una definición de ciudad que sirva para cualquier escala territorial. La localidad de Pont de Suert, que es la capital de la comarca catalana de la Alta Ribagorza, ¿es una ciudad? Y si Pont de Suert se compara con Chicago, del Estado americano de Illinois, ¿continúa siendo una ciudad? A pesar de estas dificultades, la ciudad se puede definir como el asentamiento humano de construcción estable, cuyas dimensiones están en función de numerosas y diferentes consideraciones. Se puede decir que el espacio terrestre se divide en áreas urbanas o ciudades y áreas rurales o pueblos. Estas áreas se definen por una serie de variables como la densidad de población, la actividad económica dominante y la influencia que el espacio habitado ejerce sobre el territorio circundante.
Se pueden tomar algunas decisiones cuantitativas y/o cualitativas para definir qué es una ciudad. Los criterios cuantitativos son los más utilizados por la Administración pública de los diferentes países. Entre estos encontramos:
a) La dimensión o tamaño de la población. Este es el valor mínimo por debajo del cual una aglomeración humana no entra en la categoría de ciudad. Pero las distinciones basadas en criterios cuantitativos no son siempre fáciles de aplicar porque cambian según los países. Así, en España, siguiendo los criterios de clasificación del Instituto Nacional de Estadística (INE), los municipios con menos de 2.000 habitantes son denominados municipios rurales, y los que superan los 10.000 habitantes se denominan municipios urbanos. Los municipios que oscilan entre 2.000 y 10.000 habitantes se denominan semiurbanos o rurales, en función del porcentaje de población ocupada en el sector primario: en caso de que menos de la cuarta parte de la población activa trabaje en este sector, son municipios semiurbanos, pero en caso de que la población activa en el sector primario sea superior a la cuarta parte, estos municipios se denominan rurales.
Pero en otros países la situación es diferente. En Argentina, Portugal y Francia se considera ciudad cuando la aglomeración de población es de más de 2.000 habitantes. En el caso de Estados Unidos y Tailandia, se trata de 2.500 habitantes. Bélgica y Austria consideran que el mínimo debe ser de 5.000. En Suiza, la cifra es 10.000; en los Países Bajos, 20.000, y finalmente, 30.000 en Japón. Por lo tanto, no hay homogeneidad para identificar el número mínimo.
b) La densidad de población, la concentración de viviendas y la continuidad de la superficie urbanizada. Una característica de la ciudad es la concentración de la población, de las viviendas y del puesto de trabajo; pero a pesar de que los edificios del centro de las ciudades responden al modelo, hay algunos barrios residenciales formados por casas unifamiliares y situados de una manera discontinua y aislada. Además, algunos núcleos rurales presentan hábitats concentrados y densos. Por lo tanto, se trata de un criterio poco decisivo.
c) Otro criterio es la actividad profesional de la población urbana. Una ciudad puede ser pues una comunidad de magnitud considerable y de elevada densidad de población, que además aloja una gran variedad de trabajadores especializados, no agrícolas. Es decir, la ciudad se define por las actividades diversificadas de los habitantes, ocupados en la administración, el transporte, el comercio, la industria o servicios muy variados.
Por otro lado, los criterios cualitativos para la definición del concepto de ciudad se basan en las aportaciones que definen las disciplinas de las ciencias sociales, como por ejemplo:
a) La diversidad de la composición cultural, étnica o la diferenciación social, económica y profesional de los habitantes, frente a la mayor homogeneidad de los núcleos rurales.
b) La movilidad social y económica, es decir, la posibilidad de promoción para conseguir una ocupación más cualificada o un cambio en la tipología social, y también la movilidad diaria de los habitantes de la ciudad entre el puesto de trabajo y la residencia urbana.
Teniendo en cuenta estos criterios, un núcleo de población se entiende como ciudad según las circunstancias de cada país y de su gente.

2.4.El proceso de formación histórica de la ciudad

La ciudad existe desde la antigüedad, y tiene los orígenes en Mesopotamia y Egipto. Pero entre las antiguas ciudades y las grandes urbes actuales hay muchas diferencias, no solo en la extensión, el número de habitantes o la organización política, sino también en la manera como se interrelacionan las personas y como se ha creado una red que estructura toda la organización del territorio.
Durante siglos, la mayoría de la población vivía en el campo, puesto que las actividades económicas principales estaban relacionadas con la agricultura y la ganadería. Durante el siglo XVIII, aparecieron avances tecnológicos que fueron el origen de la Revolución Industrial. Hubo mejoras en la maquinaria agrícola, de modo que aumentó la producción. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando el crecimiento de las ciudades empezó a tomar fuerza. Los nuevos avances tecnológicos hicieron posible una mejora de las comunicaciones y de la concentración de la población, y también de las actividades económicas en las ciudades.
Esta nueva organización social repercutió de manera decisiva en el proceso de urbanización (fenómeno por el cual las ciudades crecen de una manera acelerada en número de población y superficie, y las formas de vida características de las ciudades se hacen extensivas a grandes áreas), puesto que la industrialización se apoyaba sobre la concentración humana de las ciudades, convertidas en centros de producción y de consumo. El crecimiento de las ciudades se desarrolló a lo largo del siglo XX, siguiendo las tendencias mundiales de crecimiento urbano.
1) Las aportaciones urbanísticas desde la Edad Antigua
La ciudad es, por supuesto, un producto histórico. Las primeras ciudades aparecieron como resultado de los cambios que introdujo la revolución neolítica. Desde los primeros momentos, la ciudad fue un centro de almacenamiento, de intercambio y de redistribución. Mesopotamia proviene del griego y significa ‘entre dos ríos’, y es la antigua denominación de la región situada entre el Éufrates y el Tigris. Al mismo tiempo, Mesopotamia forma parte de la región histórica del Próximo Oriente denominada Creciente Fértil. Los valles de los ríos Tigris y Éufrates, junto con el Nilo, son la cuna de las ciudades más antiguas del mundo.
Figura 14. La civilización sumeria en el 3000 a. C.
Fuente: «Mesopotamia-ciutats3000». Bajo licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikipedia, https://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Mesopotamia-ciutats3000.png#/media/File:Mesopotamia-ciutats3000.png.
Fuente: «Mesopotamia-ciutats3000». Bajo licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikipedia, https://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Mesopotamia-ciutats3000.png#/media/File:Mesopotamia-ciutats3000.png.
El proceso urbanizador conoció una época de gran expansión durante la antigüedad clásica, bajo el impulso que dieron los griegos y los romanos.
a) La ciudad griega
La ciudad griega se caracterizaba, hasta el siglo V a. C., por la falta de orden regular y geométrico en su organización. La articulada compenetración de espacios y volúmenes que seguía la disposición de los templos en la parte más alta de la ciudad, es decir, en la acrópolis, situada en la cumbre de un cerro, se contraponía con el conglomerado desordenado de casas que formaba la ciudad que se extendía a sus pies.
Figura 15. La parte más alta de las ciudades griegas servía como lugar de defensa y santuario para los dioses locales. La acrópolis de Atenas data del siglo V a. C.
Fuente: «Attica 06-13 Athens 50 View from Philopappos - Acropolis Hill» de A. Savin. Disponible bajo licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Attica_06-13_Athens_50_View_from_Philopappos_-_Acropolis_Hill.jpg.
Fuente: «Attica 06-13 Athens 50 View from Philopappos - Acropolis Hill» de A. Savin. Disponible bajo licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Attica_06-13_Athens_50_View_from_Philopappos_-_Acropolis_Hill.jpg.
Esta disposición desordenada tenía ventajas para muchos griegos. Aristóteles (384-322 a. C.) señalaba que el trazado de las calles y edificios al azar confundía siempre a los asaltadores y les impedía, si habían conseguido entrar en la ciudad, continuar avanzando.
De todos modos, el plano urbano sistemáticamente ortogonal se fue imponiendo a partir del siglo V a. C.
Posiblemente, este modelo urbano llegó a Grecia desde Mesopotamia o Egipto, pero la tradición griega lo atribuye al arquitecto Hipódamo de Mileto (498-408 a. C.). De hecho, se conoce urbanísticamente como plano hipodámico a aquel trazado en cuadrícula, compuesto de islas cuadradas definidas por calles que se cortan en ángulo recto. Las ciudades que presentan total o parcialmente este tipo de planeamiento urbano tienen una morfología urbana perfectamente distinguible en su trazado viario.
Figura 16. Mapa de El Pireo que muestra el trazado en cuadrícula de la ciudad.
Fuente: «Piraeus map 1908» por Baedeker - Baedeker’s Handbook of Greece, Leipzig. http://www.nautilia.gr/forum//attachment.php?attachmentid=31153&d=1236108867; http://www.nautilia.gr/forum/showthread.php?t=36257&page=32. Licencia bajo dominio público vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Piraeus_map_1908.jpg#/media/File:Piraeus_map_1908.jpg.
b) La ciudad romana
Los romanos asumieron los modelos griegos y extendieron la urbanización por todo el territorio de su imperio.
Sobre el esquema de Hipódamo, los romanos trazaron dos calles principales: Cardo maximus y Decumanus maximus, las cuales se cortaban perpendicularmente. En el cruce, se insertaba el forum, con las funciones de centro cívico, comercial y religioso.
Figura 17. Plano de Barcino superpuesto al plano actual del Barrio Gótico
Fuente: «Barcelona romana» por Enrique Íñiguez Rodríguez (Qoan) - Barcino/Bcn (2010). Museo de Historia de Barcelona. Ayuntamiento de Barcelona. Licencia bajo CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Barcelona_romana.png#/media/File:Barcelona_romana.png.
Fuente: «Barcelona romana» por Enrique Íñiguez Rodríguez (Qoan) - Barcino/Bcn (2010). Museo de Historia de Barcelona. Ayuntamiento de Barcelona. Licencia bajo CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Barcelona_romana.png#/media/File:Barcelona_romana.png.
Además, los romanos dotaron a sus ciudades de conducciones de agua y alcantarillado. Hicieron también toda una red de calzadas o caminos para facilitar los contactos entre varias ciudades. También tenían servicios como, por ejemplo, mercado, biblioteca, teatro, termas, circo, entre otros, siguiendo un orden urbanístico (a excepción de la ciudad de Roma, que se caracteriza por su desorden). Con la crisis económica y demográfica que siguió a la desaparición del Imperio romano, la situación urbana experimentó un importante retroceso.
El regreso de la población al campo para garantizar la subsistencia dejó muchas ciudades casi vacías. A la vez, se ponían las bases del nuevo sistema económico y político, el feudalismo.
2) El plano desordenado de las ciudades medievales
La ruralización de la sociedad convirtió a la tierra en la principal fuente de riqueza y originó nuevas formas de control político, económico y social que tenían como centro aglutinador los castillos de los señores feudales o los monasterios. A partir del siglo XI, el incremento demográfico y el aumento de las extensiones de cultivo posibilitaron la reactivación económica. En consecuencia, se produjo un nuevo desarrollo urbano.
Así fue apareciendo la ciudad burguesa, sede de intercambio comercial y artesanal, al tiempo que centro autónomo de actividad política y cultural.
La ciudad medieval cristiana es una ciudad amurallada que crece alrededor de un castillo o una iglesia, en torno a los cuales estaba concentrada la actividad política y administrativa. Este nuevo tipo de ciudad amurallada no seguía nunca esquemas geométricos ni ninguna concepción global previa. Se adaptaba siempre al medio físico, y era el plano irregular su característica más acusada. Las plazas son también de formas irregulares y los edificios singulares, por ejemplo las iglesias, se levantan dominando el conjunto urbano, protegidas por una trama de calles tortuosas, casi nunca rectas.
Su forma hace que moverse por el interior sea complejo y haya que hacer reformas interiores. También hay núcleos de trazado irregular en las zonas de ensanche o de periferia urbana; suelen ser el resultado de la anexión de antiguos pueblos a la trama urbana de una ciudad más grande. Este es el caso del barrio de Gràcia o del barrio de Sants, en Barcelona.
Estas características son también comunes en la ciudad islámica, que apareció en todo el Mediterráneo a partir del siglo VIII, aunque en esta se acentúa el fraccionamiento del espacio. La ciudad musulmana medieval se generaba alrededor de un núcleo central amurallado, la medina con la mezquita y el mercado o zoco, que concentraba la actividad económica y política principal. Fuera del núcleo estaban los arrabales o barrios amurallados, con las calles principales de forma radial e irregular (hay restos en las ciudades de Granada, Sevilla y Toledo). Las calles de este tipo de ciudades se ramifican y subdividen en callejones cortos y estrechos, que a menudo conducen a callejones sin salida como si se tratara de un laberinto. Sobre esta estructura desordenada destaca el zoco o plaza pública, rodeado de edificios singulares como los palacios o las mezquitas.
3) La asociación de arquitectura y urbanismo en el Renacimiento y Barroco
El Renacimiento es un nombre que se aplica a la época que da comienzo a la Edad Moderna y en la que se reflejan los ideales del movimiento humanista que se desarrolló en Europa en el siglo XVI. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso después de siglos de predominio de un tipo de mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media.
Las nuevas tendencias del humanismo se alejaron del ambiente teocrático, de acuerdo con los intereses de una sociedad mercantil. Las nuevas orientaciones del pensamiento influyeron en la concepción de las ciudades. Se definieron modelos de ciudades nuevas que se caracterizaban por un trazado radiocéntrico.
El plano radiocéntrico presenta un trazado en círculos concéntricos. Ordena la ciudad en torno a un punto central, de donde salen las calles que trazan radios que traspasan los diferentes círculos y comunican el interior de la ciudad con la periferia. Puede que haya un solo círculo concéntrico o que haya muchos. En el centro, convergen las actividades y las comunicaciones principales. Es el caso de la ciudad medieval de Vitoria.
Figura 18. Plano de la ciudad de París
Fuente: Google Maps (2015).
Fuente: Google Maps (2015).
4) Las fábricas hicieron crecer las ciudades
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, la Revolución Industrial produjo un cambio en las formas de vida de las colectividades humanas. El maquinismo y el trabajo en cadena que caracterizó al nuevo sistema productivo hicieron de la fábrica el centro de la actividad económica. Así, la localización de las industrias en la ciudad, en cuanto que foco de atracción multitudinaria de mano de obra, fue el punto clave del nuevo proceso urbanizador.
Por otro lado, el despoblamiento del campo, producto de la emigración multitudinaria hacia las zonas industriales, provocó la ruptura del equilibrio entre los humanos y su entorno físico. Se generalizó un nuevo modelo de vida humana, el urbano.
Un ejemplo de ello es el caso de Barcelona, que con poco más de 100.000 habitantes a comienzos de 1800, llegó a los 500.000 a finales de siglo.
La contaminación atmosférica, la degradación de las viviendas, la destrucción de los núcleos históricos y del patrimonio arquitectónico, la desaparición de los espacios libres, etc., serán algunos de los resultados de la ciudad industrial.
El plano ortogonal, denominado también de cuadrícula o de retícula, utilizado en la antigüedad por los griegos y por los romanos, se volvió a aplicar mucho a finales del siglo XVIII y durante el XIX. En este momento, muchas ciudades derrocaron las murallas y trazaron ensanches por la llanura circundante. El trazado de los nuevos ensanches permitía la parcelación fácil del territorio, un crecimiento más homogéneo de la ciudad y unas calles más amplias y soleadas para acoger a la burguesía que huía del hacinamiento del casco antiguo.
Figura 19. Vista aérea del Ensanche de Barcelona
Fuente: «Eixample aire» por Alhzeiia http://www.flickr.com/photos/ilak/3187655762/. Licencia bajo CC BY-SA 2.0 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ensanche_aire.jpg#/media/File:Ensanche_aire.jpg.
Fuente: «Eixample aire» por Alhzeiia http://www.flickr.com/photos/ilak/3187655762/. Licencia bajo CC BY-SA 2.0 vía Wikimedia Commons, https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Ensanche_aire.jpg#/media/File:Ensanche_aire.jpg.
5) El proceso urbanizador del siglo XX
El aumento de los medios de comunicación y de transporte, la mejora y la multiplicación de las infraestructuras y la irrupción del automóvil han originado nuevas formas de organización espacial. La ciudad se ha irradiado sobre un área más extensa y se ha pasado de la gran ciudad a la conurbación o continuo urbano, como resultado del crecimiento simultáneo de ciudades próximas que han llegado a hacer desaparecer el espacio rural que antes las separaba.
En este punto, se han trabajado los tipos de morfología urbana que ha habido a lo largo del tiempo como forma externa que presenta una ciudad en función de los aspectos físicos de su emplazamiento y de los condicionantes históricos (las formas de organización políticas, sociales, económicas, culturales y territoriales).
6) La ciudad del siglo XXI
A principios del siglo XXI aparece el concepto de ciudad inteligente como nueva etapa en el proceso de urbanización. El principal objetivo gira en torno al papel de las infraestructuras de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como motor del crecimiento urbano (económico, social, ambiental), a través de la gestión de los diferentes servicios como la calidad de vida de sus habitantes. Las instituciones políticas supraestatales como la Unión Europea (UE), nacionales y municipales dedican esfuerzos para la elaboración de una estrategia que consiga el crecimiento urbano en un sentido inteligente y competitivo para sus ciudades.
La etiqueta de ciudad inteligente, que se difunde también con la forma inglesa smart city, es un concepto bastante difuso que genera opiniones adversas. Así, aparecen críticas que argumentan que se produce un fetichismo tecnológico que no permite un desarrollo urbano óptimo (continúa habiendo pobreza y déficit de servicios básicos en la ciudad), con una despolitización de la gestión de la ciudad debido al peso excesivo de las empresas relacionadas con la revolución digital.

2.5.Las dimensiones de la urbanización mundial y la jerarquía de las ciudades

Hacer recuentos sobre las dimensiones de la urbanización mundial presenta problemas de medida estadística, puesto que a menudo los datos no coinciden. No es fácil saber cuánta gente vive en la ciudad de París, en São Paulo o en Al-Riyad. Esta cuestión no es meramente académica. La respuesta sirve para tomar decisiones de planificación urbanística o de política económica.
Esto se debe al hecho de que, hoy menos que nunca, la ciudad no tiene un límite real y del todo definible en el territorio. Para solucionarlo, las administraciones y los expertos recurren a aproximaciones basadas en las delimitaciones administrativas. Pero llegados a este punto, hay de nuevo contradicciones porque estas delimitaciones son complejas y varían de una región a otra, de un país a otro.
2.5.1.La urbanización mundial contemporánea
A pesar de la dificultad en los recuentos estadísticos, está claro que la urbanización mundial actual es un proceso contemporáneo que se ha acelerado extraordinariamente en los últimos dos siglos, y que está muy ligado a los cambios introducidos por la industrialización.
La realidad de principios del siglo XIX, que es cuando la inmensa mayoría de la población mundial vivía en áreas rurales, queda bien lejos. La urbanización a escala mundial se produce en espacios urbanos en el siglo XXI. Las tendencias más recientes del crecimiento urbano muestran un proceso de retardo de la urbanización en los países más desarrollados, con una cierta tendencia a la reanimación de las áreas rurales de los países desarrollados, como es el caso de Estados Unidos o Australia, frente a la vertiginosa dinámica que se registra en el Tercer Mundo. De hecho, el informe de las Naciones Unidas sobre la urbanización (el World Urbanization Prospects) señala que para el 2030 casi la totalidad del crecimiento mundial urbano tendrá lugar en los países en desarrollo.
A principios del siglo XXI, la megalópolis de Tokio es, con 26,5 millones, la más grande del planeta, seguida de São Paulo (18,3 millones), Ciudad de México (18,3 millones), Nueva York (16,8 millones) y Bombay (16,5 millones): como se ve, ya no hay ninguna ciudad europea entre las más grandes. Es muy curioso ver que estas ciudades se han convertido en las más pobladas que un buen número de los estados actuales.
2.5.2.La red de ciudades y la globalización
Este conjunto de ciudades forma una densa red que interactúa continuamente y que en realidad constituye el soporte físico a través del cual es posible la globalización. Las ciudades acogen las más variadas formas de actividad humana, son centros de decisión política y económica, son los puntos de encuentro de los flujos de comunicación física (transportes de todo tipo) y de información (medios de comunicación, teléfono, telemática).
Ahora bien, en esta red, cada ciudad tiene un peso diferente.
Las aglomeraciones multimillonarias tienden a ser también centros de más peso dentro de la red urbana. Pero no siempre es así. La posición del país en términos de desarrollo tiene una influencia decisiva, y esto significa que algunos de los países con el PIB per cápita más elevado acogen ciudades que podemos considerar de primera magnitud, a pesar de que el peso demográfico de estos núcleos pueda ser bastante modesto.
Por lo tanto, hay que buscar otros indicadores para poder entender cómo se configura jerárquicamente la red urbana mundial. Los indicadores de carácter económico son un primer elemento que hay que tener en cuenta. El sector servicios y, más concretamente, las actividades directivas generan los valores añadidos más altos dentro del PIB de los diferentes países.
Al mismo tiempo, es obvio que estas actividades de dirección implican concentración de poder de decisión sobre el resto de los flujos económicos. Sus centrales de bancos, los seguros, las empresas productivas o las compañías de servicios son ejemplos de esta actividad.
Se puede considerar que aquellas ciudades que acumulan más actividades de este tipo tendrán una mejor posición dentro del ranquin mundial. Está claro que la posición de la ciudad aumentará verdaderamente si estas actividades tienen un carácter multinacional. Las ciudades de Nueva York, Tokio, Londres y París reúnen estas condiciones. Pero también es el caso de otras como, por ejemplo, Zúrich, Fráncfort y Bruselas, mucho más discretas en cuanto al peso demográfico.
Junto con la actividad económica, también se consideran otros indicadores igualmente muy útiles, como por ejemplo:
  • La ubicación de instituciones políticas internacionales (las sedes de las Naciones Unidas, sobre todo en Nueva York y en Ginebra, entre otras).

  • La concentración de centros culturales de primer orden (los grandes museos clásicos o contemporáneos de muchas capitales europeas, pero también, cada vez más, de otras muchas ciudades).

  • La capacidad de generar acontecimientos culturales, políticos, sociales o deportivos de gran eco mundial (es el caso de las exposiciones universales, los juegos olímpicos, conciertos de rock, carreras de coches, competiciones de tenis o golf, entre otros).

2.5.3.La elaboración de clasificaciones de jerarquía urbana
La situación de las diferentes ciudades permite la elaboración de clasificaciones de jerarquía urbana. El reconocimiento del lugar que ocupan las diversas ciudades en la jerarquía urbana mundial resulta de gran interés para los responsables de la Administración pública, pero también para los agentes económicos que deben decidir la ubicación de sus empresas.
Las clasificaciones más recientes han tendido a utilizar conjuntos de indicadores cada vez más amplios, que después se sintetizan por medio de índices.
Se acepta, en primer lugar, que hay un grupo reducido de ciudades, denominadas a menudo ciudades mundiales, donde se concentra la actividad económica que rige la globalización: son ciudades como por ejemplo Nueva York, Londres, París y Tokio.
A partir de aquí, habría varios niveles de gradación en los que es posible encontrar los nombres de ciudades pertenecientes a las regiones económicas más dinámicas del planeta. En este sentido, hay un número importante de ciudades de Europa y Estados Unidos, y se van añadiendo cada vez más otras metrópolis, especialmente de Asia, pero también de América Latina y Oceanía.
Con algunas excepciones, el continente africano es el que muestra una posición más atrasada en cuanto a la posición jerárquica de sus ciudades.

2.6.El planeamiento y la gestión: el urbanismo y la ordenación del territorio

El urbanismo y la ordenación del territorio son unas prácticas que tienen como objetivo aprovechar las ventajas y reducir las desventajas como consecuencia de los asentamientos de población. El territorio se puede entender por la velocidad de sus cambios, que se materializan con diferentes formas de ocupación del suelo.
En el año 2015, a escala catalana la forma del proceso de urbanización se caracteriza por la metropolitanización, que se explica por:
a) La dispersión sobre el territorio; es decir, el esparcimiento progresivo de vivienda, de comercio y de actividad industrial, por ejemplo.
b) La interconectividad y la integración de espacios distantes métricamente.
Tal proceso de metropolitanización (creciente) presenta una mayor accesibilidad a los servicios y de desplazamiento, con la posibilidad de ir a trabajar a otro municipio, pero al mismo tiempo una ocupación muy rápida del suelo, con una fragmentación ambiental, un aumento de la movilidad con un uso intensivo del territorio o una especialización funcional que produce segregación social.
La gestión o el ordenamiento de la ciudad se hace mediante la planificación urbana (el urbanismo y la ordenación del territorio). En conjunto, la planificación urbana es el proceso de decisión a partir del cual las administraciones públicas y los ciudadanos (a partir de la participación ciudadana) regulan la utilización del suelo, la ordenación de las viviendas y los equipamientos colectivos (servicios deseados y servicios no deseados). La planificación ocupa un papel muy importante para la gestión de las ciudades, puesto que ayuda a evitar conflictos en el crecimiento y el funcionamiento de la ciudad. La planificación urbanística en Cataluña se enmarca en el contexto de la organización territorial del Estado español y el conjunto de leyes que afectan a la planificación de las ciudades: la Constitución (1978) y la ley del suelo (1992).
El urbanismo interviene para orientar, corregir y contradecir las tendencias espontáneas de las ciudades a través de los planes de urbanismo. El urbanismo tiene históricamente un origen que se sitúa en el contexto de la ciudad moderna del siglo XIX. Las necesidades de control, ordenación y gestión van ligadas estrechamente al urbanismo más higiénico ante las epidemias como la peste o el cólera, y la adaptación del centro de las ciudades a los nuevos medios de transporte como el ferrocarril y, por supuesto, a las aportaciones de Georges-Eugène Haussmann en París e Ildefonso Cerdà en Barcelona.
Ildefons Cerdà introdujo el término urbanización en su libro Teoría general de la urbanización (1867) para designar una nueva disciplina que tendría por objeto la organización y regulación de los edificios y su agrupación. El objetivo era favorecer la colectividad para procurar el bienestar de los residentes (y forasteros):

«He aquí las razones filológicas que me indujeron y decidieron a aportar la palabra urbanización, no solo para indicar cualquier acto que tienda a agrupar la edificación y a regularizar su funcionamiento en el grupo ya formado, sino también el conjunto de principios, doctrinas y reglas que se deben aplicar, porque la edificación y su agrupamiento, lejos de comprimir, desvirtuar y corromper las facultades físicas, morales e intelectuales de hombre social, sirvan tanto para fomentar su desarrollo y vigor como para aumentar el bienestar individual, cuya suma forma la felicidad pública».

Ildefons Cerdà (1867). Teoría general de la urbanización (pág. 30).

La intervención del urbanismo se hace a través del planeamiento urbanístico, que determina los usos del espacio y su regulación, así como los derechos y deberes de los agentes públicos y privados. Los instrumentos básicos de ordenación urbanística empleados por los entes locales regulan el régimen jurídico del suelo, diferenciando entre la clasificación y la calificación. Por un lado, en la clasificación hay tres tipologías previstas legalmente, cada una con un régimen jurídico diferente: suelo urbano (consolidado o no consolidado), urbanizable (delimitado o no delimitado) y no urbanizable. Las posibilidades urbanizadoras y edificatorias del suelo urbano y del suelo urbanizable no se dan en el suelo no urbanizable. Este último tipo de suelo no se puede urbanizar bajo ninguna circunstancia, con la excepción de alguna construcción autorizada. La clasificación se concreta a partir del planeamiento general: los planes directores urbanísticos (PDU), los planes de ordenación urbanística municipal (POUM), las normas de planeamiento urbanístico y los programas de actuación urbanística municipal (PAUM). Por otro lado, la calificación es una técnica que se utiliza con posterioridad a la clasificación del suelo. Supone la determinación de los usos a los que se destinará el suelo, que pueden ser lucrativos o no. Si lo son, se habla de zona; de lo contrario, de sistema urbanístico. Para desarrollarlo se hace a partir del planeamiento derivado: planes de mejora urbana y planes parciales, y planes especiales.
El urbanismo no se debe confundir con otra disciplina jurídica de competencia autonómica llamada ordenación del territorio, que a partir de los planes territoriales se encarga de integrar las áreas urbanas en un contexto económico, social, cultural y ecológico global, con el establecimiento de pautas ordenadas para la instalación de las actividades económicas, la localización de las grandes infraestructuras y la protección de determinados espacios. La ordenación del territorio se encuentra muy vinculada a la ordenación económica, y su finalidad principal es conseguir un crecimiento sostenible y equilibrado del territorio.
Las competencias en planificación urbanística territorial se han transferido a las comunidades autónomas, que establecen una jerarquía de los diferentes ámbitos de la planificación. En Cataluña, esta materia recibe tratamiento legal mediante la Ley 23/1983, que regula las finalidades y contenidos de las cuatro figuras de planeamiento territorial: el Plan territorial general, los planes territoriales parciales, los planes territoriales sectoriales y los planes directores territoriales.

Actividades

1. Consultad la biblioteca del Centro de Estudios Demográficos (www.ced.uab.cat) (en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona), único centro de investigación en demografía que hay en la actualidad en España. Muchos de los trabajos realizados en el Centro de Estudios Demográficos están publicados en los Papers de Demografia, una colección que supera (en mayo de 1997) los 115 números.
2. Consultad la página web del Instituto de Estadística de Cataluña (www.idescat.cat); ahí está la mejor compilación estadística sobre población de Cataluña.
3. En relación con los asentamientos de población (es decir, el poblamiento), completad la tabla de la superficie y la ocupación territorial según tipo de uso. Estos datos permiten responder a la pregunta ¿cuál es la ocupación y el tipo de uso de la mayor parte del territorio catalán? ¿Y comparándolos con la media catalana con la comarca del Segrià? Para resolverlo, son necesarios los datos publicados en el Anuari estadístic de Catalunya/Territori i medi ambient (año 2012), del Idescat.

Superficie y usos del suelo. Cataluña

Suelo no urbanizado

Suelo urbanizado

%

%

Forestal

Sin vegetación

Cultivos

%

%

%

Superficie y usos del suelo. Segrià

Suelo no urbanizado

Suelo urbanizado

%

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Forestal

Sin vegetación

Cultivos

%

%

%

a) Si observáis y comparáis los porcentajes de las dos tablas, ¿a qué conclusiones llegáis?
b) Y con datos de un año más antiguo, como por ejemplo el 2001, ¿se mantienen los resultados?
4. Las formas del poblamiento se pueden diferenciar a través de Google Maps, que es un servicio de cartografía en línea gratuito de Google. Este ofrece mapas e imágenes reales provenientes de satélites y aviones que se pueden consultar desde la web de Google Maps. Adicionalmente, Google Earth es un programa relacionado que integra en un programa las imágenes por satélite en forma de globo terráqueo. Asimismo, el Instituto Cartográfico de Cataluña (ICC), que es una entidad de la Generalitat de Cataluña que tiene como finalidad llevar a cabo las tareas técnicas de desarrollo de la información cartográfica, proporciona mapas y ortofotos que se pueden consultar y descargar.
a) A través de la página web https://maps.google.es se puede averiguar la distancia y el tiempo que se tarda, según Google Maps, en ir desde el Campus de la UdL a la estación de trenes Lleida Pirineus:
  • En coche

  • Con transporte público

  • A pie

b) A partir de la fotografía aérea del ICC (www.icc.cat/) se puede hacer un mapa básico con la localización del Campus de la UdL con el signo 21600_m3_022.jpg. A continuación, se puede delimitar, con la ayuda del dibujo (puntos, líneas, polígonos), el núcleo histórico de Lleida, la Seu Vella, el cauce del río Segre y algún barrio de la periferia del siglo XX.
Las ortofotos de Lleida del año 1956 y 2014 que nos proporciona el ICC pueden servir de ayuda para ver la evolución y el crecimiento del municipio.
Ortofoto de Lleida del año 1956
Fuente: Instituto Cartográfico de Cataluña, 2014 (http://www.icgc.cat/).
Fuente: Instituto Cartográfico de Cataluña, 2014 (http://www.icgc.cat/).
Ortofoto de Lleida del año 2014
Fuente: Instituto Cartográfico de Cataluña, 2014 (http://www.icgc.cat/).
Fuente: Instituto Cartográfico de Cataluña, 2014 (http://www.icgc.cat/).

Ejercicios de autoevaluación

1. ¿Por qué razones se ha producido el descenso en las tasas de fecundidad a lo largo de la historia?
2. Relacionad las diferentes variables demográficas (fecundidad, mortalidad, estructuras por edad, ramas de actividad económica, etc.) con el nivel de desarrollo económico. ¿Qué mapa de la población mundial obtendríais?
3. ¿Cuáles son las causas de los movimientos migratorios?
4. Exponed las características principales de la ciudad preindustrial e industrial.
5. Definid qué es una trama urbana de planta ortogonal y poned un ejemplo.

Solucionario

1. Ved apartado 1.5.
2. Ved apartados 1.4, 1.5, 1.6 y 1.7.
3. Ved apartados 1.9 y 1.10.
4. Ved apartados 2.4 y 2.5.
5. Ved apartado 2.4.
Ejercicios de autoevaluación

Bibliografía

Arango, Joaquín (2008). «La población mundial». En: Joan Romero (coord.). Geografía humana: procesos, riesgos e incertidumbres en un mundo globalizado (págs. 57-104). Barcelona: Ariel.
Cabré, Anna (1991). «Població i poblament». En: Primer Congrés Català de Geografia. Tomo I. Conferències (págs. 61-70). Barcelona: Publicacions de la Societat Catalana de Geografia.
Colectivo IOE (1992). Inmigrantes, trabajadores, ciudadanos. Una visión de las migraciones desde España (capítulo 1: «Etapas de los flujos migratorios internacionales», págs. 19-44). Valencia: Universitat de València.
Domingo, Andreu (2014). Catalunya al mirall de la immigració. Demografia i identitat nacional. Barcelona: L’Avenç Editor («Sèrie Assaig»).
Livi Baci, Massimo (2002). Historia mínima de la población mundial (ed. original 1990). Barcelona: Ariel.
Nel·lo, Oriol; Muñoz, Francesc (2008). «El proceso de urbanización». En: Joan Romero (ed.). Geografía humana: procesos, riesgos e incertidumbres en un mundo globalizado (págs. 57-105). Barcelona: Ariel.
Pujadas, Isabel; Mendizàbal, Enric (1991). La població de Catalunya 1975-1986. De l’explosió demogràfica al creixement zero. Barcelona: Generalitat de Catalunya.