Las teorías críticas de la sociedad de la información

  • Miquel Rodrigo Alsina

     Miquel Rodrigo Alsina

    Catedrático de Teorías de la Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Ha sido investigador en el Research Center for Language and Semiotic Studies (Universidad de Indiana), en el Center for the Study of Communication and Culture (Universidad de Sant Louis) i en el de Études sur l'Actuel et le Quotidien (Universidad René Descartes, París V); también ha sido docente en diferentes universidades españolas y extranjeras. Ha publicado más de setenta artículos en revistas especializadas nacionales e internacionales, y diferentes monografías. Su última obra, La construcción de la noticia. Nueva edición revisada y ampliada (2005), ha sido traducida al portugués (A Construção da Notícia, 2009).

  • Anna Estrada Alsina

     Anna Estrada Alsina

    Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha obtenido el máster oficial de Literatura comparada: estudios literarios y culturales de la Universidad Autónoma de Barcelona. También ha obtenido un posgrado de Edición de la Universidad Pompeu Fabra y un posgrado de Edición de webs de la Universitat Oberta de Catalunya. Ha traducido al catalán la obra de Miquel Rodrigo Identitats i Comunicació intercultural (Edicions 3 i 4). Ha sido redactora de Aulamèdia, una revista electrónica de educación en comunicación. Ha trabajado como técnica del Servicio de Investigación, Estudios y Publicaciones del Consejo del Audiovisual de Cataluña y ha sido consultora de la UOC. Recientemente, ha publicado, con Miquel Rodrigo, el libro Les teories de la comunicació (Editorial UOC, 2008).

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Introducción

Tal como dice Mattelart (2000, pág. 177):

"El vocabulario de la sociedad de la información se ha impuesto como un logotipo de la llamada globalización. Ambas nociones adolecen de la misma ambigüedad. Su contenido se ha convertido en el desafío de una guerra semiótica. Hace que se enfrenten proyectos contrastados de integración mundial que evocan valores estéticos, éticos y políticos antagónicos."

Tanto es así que, consideramos oportuno recoger, en este módulo, la visión crítica de la sociedad de la información.
En el primer apartado, presentamos los escenarios de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Como no podía ser de otra manera, empezamos cuestionando el fenómeno de la globalización. A continuación, entramos en uno de los escenarios de discusión teórica más importantes: la definición de información, por un lado, y de comunicación, por el otro. En este sentido, pondremos de manifiesto que se trata de conceptos que pueden llegar a ser antagónicos. Finalmente, analizaremos las tecnologías como el elemento esencial dentro del escenario de la sociedad de la información.
En el segundo apartado de este módulo, planteamos un tema fundamental para la visión crítica de la sociedad de la información. Es el tema del poder; quién tiene el poder en la sociedad de la información. Así, empezamos averiguando quién controla Internet. Se trata de ver quién tiene más poder en la Red. A continuación, mostramos el tipo de sociedad que se está construyendo, según los críticos, en esta sociedad de la información. Y, para acabar, siguiendo una progresión de análisis de lo más general a lo más particular, vemos cuáles son las relaciones de las personas con las TIC en la sociedad de la información, y cómo estas tecnologías les condicionan la vida.
Finalmente, y para cerrar este módulo, en el tercero y último apartado, explicamos cuál es el papel de las teorías de la comunicación en estas nuevas realidades comunicativas que se producen en la sociedad de la información. Así, hacemos un repaso de cuál es la posición de las perspectivas clásicas de la teoría de la comunicación (interpretativa, funcionalista y crítica) con relación a las TIC. Y, para acabar, planteamos hasta qué punto las TIC originan u originarán nuevas teorías de la comunicación.

1.Los escenarios de las TIC

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación crean muchas expectativas sobre las ventajas comunicativas y sociales que aportan. Pero, a veces, estos discursos sobre las TIC tienen una cierta tendencia hacia la utopía comunicacional y desprecian una mirada más crítica sobre el fenómeno.
Cucó (2007, pág. 107) señala como algunas de las características de la sociedad de la información actual:

"[...] la proliferación de riesgos y peligros mundiales; el mantenimiento y agudización de las desigualdades sociales planetarias; la mediatización, transnacionalización e individualización de las relaciones sociales; la retroalimentación entre los nodos de reflexividad y el aumento de complejidad social; la coexistencia ambivalente e interconectada de procesos de desterritorialización y reterritorialización cultural, la destradicionalización y retradicionalización [...]."

Por nuestra parte, intentaremos recoger, a continuación, algunas de las críticas que se han hecho en la sociedad de la información.

1.1.La globalización cuestionada

La globalización está muy relacionada con la sociedad de la información. Y, tal como dice Almiron (2002, pág. 353):

"La sociedad de la información que empieza a esbozar la globalización es tan injusta y desigual como la sociedad industrial y posindustrial que la antecede [...]."

De hecho, se podría entender como su evolución lógica, ya que no cambia los principios del sistema económico y político. Aunque podríamos estar de acuerdo en que hay otros modelos de globalización.
Modelos de globalización
"Hay desde luego una contestación que se define a sí misma como movimiento de antiglobalización o, más bien, de alterglobalización. Surge principalmente en Occidente y se desarrolla como un conjunto de movimientos y actores –José Bové, Attac, algunos autonomistas...– que se oponen explícitamente a lo que consideran una globalización neoliberal" (Friedman, 2007, pág. 172).
De todos modos, está claro que hay un discurso sobre la globalización que el mismo sistema dominante pretende imponer. Tal como dice Almiron (2002, pág. 352):

"La globalización única que impone el discurso de la sociedad de la información que nos inoculan a diario los medios de comunicación, líderes políticos y magnates de los negocios es una globalización totalitaria: o se está con ella o no se está."

De hecho, la globalización es un fenómeno complejo y por eso mismo puede ser fruto de malentendidos. Aquí reunimos las miradas críticas sobre este fenómeno.
Almiron (2002, págs. 50-64) reflexiona sobre una serie de mitos que funcionan sobre lo que se entiende por globalización en la sociedad de la información y llega a las conclusiones que siguen:
a) La globalización no nace hoy ni sólo es económica.
La globalización es un fenómeno complejo que tiene muchas facetas. Una de las cuales, y seguramente muy importante, es la económica. Pero la globalización tiene aspectos tecnológicos, políticos, comunicativos y culturales que no se pueden olvidar.
Además, tal como señala Almiron (2002, pág. 51):

[...] entre el final del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial, fruto de las consecuencias del progreso tecnológico y de la política económica de las diferentes naciones, se llega ya a un grado elevado de integración, si se prefiere, de mundialización de las economías de los países de Europa y América."

b) Antes de la globalización tecnológica hay una tecnología que globaliza.
Lo que hace posible la globalización son, en gran parte, las TIC. Tal como apunta Almiron (2002, pág. 56):

[...] aunque la tecnología no es la causante de la creación de entidades y organismos supranacionales [...] la tecnología sí que es la que permite optimizar y explotar al máximo la existencia."

¿Os habéis dado cuenta hasta qué punto, tal como dice Almiron (2002, pág. 56), "[...] las nuevas tecnologías también tienen un papel esencial en la creación, construcción e impulsión de los mismos «fenómenos antiglobalización»"?
c) Hasta ahora, ésta es más una sociedad de la comunicación que de la información.
Almiron (2002, pág. 57) puntualiza que:

[...] a pesar del peso creciente de la información en las sociedad avanzadas y a pesar de la constatación de que en éstas la información es poder, si analizamos la acumulación de capital que representa la información, es decir, su capacidad de generación de riqueza, se observa que la información (el contenido) se ha visto superada, al menos hasta ahora, por la comunicación (la conectividad)."

¿En qué gastáis más durante el año, en información (libros, televisión, prensa, cine y otros contenidos) o bien en comunicación, en el sentido propuesto por Almiron, es decir, la conectividad (telefonía fija y móvil, conexión en la Red)?
d) La globalización no es sólo americanización.
Pensar en globalización como la continuación del imperialismo norteamericano no es un error, pero es una simplificación. Tal como apunta Almiron (2002, pág. 59):

"En términos más amplios, la globalización también es una occidentalización; los valores que se diseminan, por ejemplo, a través de la primera cultura de Internet no son únicamente norteamericanos, pertenecen a toda la cultura occidental: libertad, democracia, igualdad."

Además, Internet también ha sido uno de los instrumentos más importantes para la visualización de culturas y grupos que hasta ahora tenían muy poca presencia pública internacional.
e) Los ciudadanos no son más libres con Internet.
Internet nace en el sistema económico del capitalismo liberal, que defiende sobre todo una ideología individualista y de competencia en el mercado. La misma Almiron (2002, pág. 61) reconoce que el título de este punto es una provocación, porque Internet sí que ha representado más libertad de expresión, tal como hemos señalado antes. Lo que quiere decir Almiron (2002, pág. 61) es lo siguiente:

"Lo que pasa es que cada día la libertad de los ciudadanos se restringe un poco más y se amplía un poco más la de las empresas."

Como es bien sabido, en este mundo globalizado, los capitales y las mercancías no tienen prácticamente fronteras, pero las personas sí.
f) Conexión a Internet no es sinónimo de alfabetización.
Tal como afirma Almiron (2002, pág. 63):

"Alfabetizar digitalmente a la población no se consigue de la noche al día simplemente conectando a la gente en Internet. Hace falta años para que las revoluciones se integren en las vidas de las personas. Y cuanto mayor es la revolución, mayor es el periodo de asimilación que se necesita."

Recordamos que uno de los retos existentes en la actualidad es la educomunicación, que pretende precisamente la alfabetización para el uso de los medios de comunicación.
Actualmente, ¿creéis que la mayoría de la gente tiene bastantes conocimientos para hacer un uso consciente y enriquecedor de la Red?, ¿cómo se podría alfabetizar digitalmente a la población?
La globalización es un fenómeno complejo y por eso mismo puede ser fruto de malentendidos.
Hay que tener presente que:
  1. La globalización no nace hoy ni sólo es económica.

  2. Antes de la globalización tecnológica hay una tecnología que globaliza.

  3. Hasta ahora, ésta es más una sociedad de la comunicación que de la información.

  4. La globalización no es sólo americanización.

  5. Los ciudadanos no son más libres con Internet.

  6. Conexión a Internet no es sinónimo de alfabetización.

1.2.Información frente a comunicación

A menudo, se ha producido una cierta confusión entre los conceptos de información y de comunicación. Hay una discusión doctrinal sobre estos dos términos en la cual no entraremos aquí.
Lectura recomendada

Para más información acerca de la discusión doctrinal sobre los conceptos de

información

y

comunicación,

podéis ver:

M. Rodrigo Alsina (2001). Teorías de la comunicación. Ámbitos, métodos y perspectivas

(págs. 40-44). Barcelona: Universidad Pompeu Fabra.

Querríamos apuntar, sin embargo, que la información es condición necesaria para la comunicación, pero no suficiente. Tal como dice Wolton (2006, págs. 15-16), hablando de información y de comunicación,

"Durante mucho tiempo ambos términos han sido sinónimos. Ya no lo son. Independientemente del soporte, la información sigue estando vinculada al mensaje. Informar es producir y distribuir mensajes lo más libremente posible. La comunicación, en cambio, supone un proceso de apropiación. Es una relación entre el emisor, el mensaje y el receptor. De modo que comunicar no es sólo producir información y distribuirla; también es estar atentos a las condiciones en que el receptor la recibe, la acepta, la rechaza o la remodela en función de su horizonte cultural, político y filosófico, así como su respuesta a ella."

Los estudiosos de la comunicación están de acuerdo en que en las sociedades desarrolladas hay gran cantidad de información. Para Wolton (2006, pág. 32), los receptores de estas sociedades utilizan cinco tipos de información:

  • "La información-prensa, vinculada a la actualidad. Proporcionada por los medios, caracteriza nuestra condición de ciudadanos.

  • La información-servicio, en plena expansión. Cada vez más hacemos todo nosotros mismos, a partir de un terminal donde están racionalizadas las interacciones, trátese de informaciones de servicio público vinculadas a la administración en línea, al gobierno, o informaciones privadas vinculadas a la economía, el comercio, la publicidad [...].

  • La información-datos, vinculada al auge de las bases y los bancos de datos, que requieren un mínimo de conocimientos.

  • La información-entretenimiento, en plena expansión, como la información-servicio, y que, desde los juegos hasta todas las formas de interacción, aumenta las situaciones de interfaces.

  • La información-militante, también en crecimiento. Está vinculada, en particular, al uso de Internet en los regímenes dictatoriales, o a las ONG, o a los movimientos militantes críticos en las democracias."

Actividad
Buscad ejemplos de cada uno de estos tipos de información. Así, por ejemplo, una información-datos podría ser el Estudio General de Medios (EGM) (http://www.aimc.es/).
Sin embargo, en esta sociedad de la información, que nos facilita muchos más datos de los que podemos procesar, se producen, según Wolton (2006, págs. 77-82), cinco contradicciones importantes.
Primer problema: la economía
¿Quién paga en la sociedad de la información? a veces, se crea la sensación de que en Internet todo es gratuito. De hecho, el mismo periódico que tenemos que pagar en el quiosco lo podemos obtener gratuitamente en formato electrónico por Internet. Tal como apunta Wolton (2006, pág. 78):

"[...] hay, a la vez, un discurso fantástico sobre Internet y la sociedad de la información como símbolo de la libertad, y una concentración industrial sin igual. Por el momento nadie parece molestarse por esta concentración."

Más adelante, ya plantearemos el tema de quién controla Internet.
Segundo problema: la segmentación

"Los medios de comunicación de masas tienen una doble función, esencial, de apertura al mundo y de lazo social. Los nuevos medios contribuyen también a la apertura, pero refuerzan en mayor medida el individualismo y la segmentación de los espacios."

Wolton (2006, pág. 78)

Tercer problema: la necesidad de intermediarios
Una de las características de las sociedades individualistas es que la libertad y el progreso consistía en la capacidad autónoma de las personas de hacer las cosas por ellas mismas. Sin embargo, tal como apunta Wolton (2006, pág. 79):

"[...] poco a poco, se comprueban los límites de ese proceso de emancipación, e inversamente, la necesidad de intermediarios en las relaciones humanas y sociales dentro de la familia, la escuela, el sindicalismo, la empresa... La sociedad de la información no es sólo una suma de individuos libres y multiconectados; plantea la cuestión de la solidaridad y del espesor de las relaciones humanas y sociales."

Cuarto problema: la trazabilidad
La trazabilidad es un concepto muy nuevo que todavía no se encuentra fácilmente en los diccionarios. El Gran Larousse Català d'Edicions 62 hace esta definición:

"La capacidad de reproducir el historial de un producto, con el fin de poder localizar rápidamente el origen de los problemas que puedan surgir en su elaboración o distribución y evitarlos en el futuro."

Con respecto a la sociedad de la información, este concepto hace referencia a la capacidad que existe de controlar el movimiento de los internautas en la Red.
Tal como hemos apuntado antes, por una parte, parece que en la Red todo tiene que ser abierto y libre, pero por otra parte, hay toda una cultura del control y la seguridad, por ejemplo, contra la piratería.
Tal como dice Wolton (2006, pág. 80):

"[...] hay una suerte de choque entre la libertad del usuario reivindicada en todo momento y la realidad de un control político posible del internauta."

Quinto problema: demasiada información mata la información
Durante mucho tiempo ha estado totalmente aceptado el apotegma: la información es poder. En la sociedad de la información, sin embargo, hay que hacer alguna precisión. Y es que tener más información de la que se puede procesar es un obstáculo para el conocimiento.
Pensamos que la hiperinformación puede dar lugar al infraconocimiento. Una de las estrategias de control de la información, por parte del poder, es dar tanta información que no sólo no se puede procesar, sino que, además, no se tenga tiempo para pedir más. Podríamos decir que la estrategia es: "decir mucho para esconderlo todo".
El efecto polvareda
Dar mucha información para esconder información es conocido como el efecto polvareda. Se trata de crear una cortina de humo que no permita ver en realidad lo que pasa. Para más información sobre eso, podéis ver: M. Rodrigo Alsina (2005). La construcción de la noticia. Barcelona: Paidós.
Por su parte, Wolton (2006, pág. 82) afirma:

"[...] se desconfía, por otra parte, de la tendencia de todos los poderes a querer informar y comunicar constantemente. Las conferencias de prensa se han convertido, para los periodistas, en sinónimo de peroratas. Informar públicamente es casi como mentir. La abundancia de información la deslegitima. Sobre todo desde que los medios técnicos permiten su difusión instantánea y masiva."

La información es condición necesaria para la comunicación, pero no suficiente.
Los receptores de las sociedades desarrolladas utilizan cinco tipos de información: la información-prensa, la información-servicio, la información-datos, la información-entretenimiento y la información-militante.
Hay cinco contradicciones importantes en la sociedad de la información: la economía, la segmentación, la necesidad de intermediarios, la trazabilidad y el exceso de información.

1.3.Tecnología, comunicación y cultura

Tal como hemos ido viendo, la sociedad de la información también tiene un impacto cultural muy claro. De hecho, Wolton (2006, pág. 202) habla de una tercera mundialización:

"[...] la primera mundialización fue política (la ONU y la construcción del marco de la comunidad internacional), la segunda mundialización es económica (vinculada a la liberalización económica desde la década de 1980). La tercera, cultural, se refiere a la importancia creciente de los retos de cultura y comunicación. La mundialización económica no suprime las identidades culturales, pero fortalece sus papeles. Cuanto más abierto es el mundo, más necesitan los pueblos sus raíces y el respeto de las identidades culturales."

Ya hemos apuntado antes la importancia del tema de la identidad y de las relaciones interculturales en la sociedad de la información. Wolton (2006, pág. 202) denomina a las relaciones en el ámbito internacional de la identidad, la cultura y la comunicación como triángulo infernal. Quizás el adjetivo es poco afortunado, pero queda claro que los temas identitarios siempre son problemáticos, por eso hay que tratarlos con mucho cuidado.
A su vez, Sierra (1999, pág. 420) plantea una serie de problemas interesantes al respecto:

– "Si la paradoja de toda identidad es que nunca se identifica a sí misma y en sí misma, sino «lo otro», cómo son mediadas en la redes telemáticas las actuales formas de identidad colectiva, grupal e individual.

– Cómo se construye en la sociedad-red la identidad nacional.

– Si la lengua nacional pierde su centralidad como forma de anclaje territorial y se ve sometida a integraciones, mixturas y continuos desplazamientos por influencia de otras lenguas, cómo se producen hoy los diferentes sentidos de pertenencia.

– ¿El tiempo de la sociedad-red es, como plantea Castells, el tiempo de las identidades yoicas, de la identidades individuales, o el tiempo de las tribus (Maffesoli)?

– Qué implicaciones históricoculturales conlleva la transformación de la memoria colectiva a través de los nuevos medios y la redefinición de la experiencia social mediada electrónicamente.

– Qué tipo de vínculos se establecen hoy entre el imaginario colectivo, las formas materiales de producción y realización de la vida cotidiana, y las formas culturales que experimenta el sujeto tardomoderno a través de entornos como Internet."

Actividad
Reflexionad sobre algunas de las cuestiones que apunta Sierra.
Como se puede ver, el tema de la identidad y la cultura está muy presente en la sociedad de la información. Y las posiciones al respecto son diversas.
Para Levy (2007, págs. 215-216):

"[...] la diversidad cultural en el ciberespacio será directamente proporcional al compromiso activo y a la calidad de las contribuciones de los representantes de culturas variadas. Es verdad que se requieren algunas insfraestructuras materiales (redes de telecomunicación, ordenadores) y un mínimo de competencias. No obstante, el hecho mayor que hay que retener es que los frenos políticos, económicos o tecnológicos de expresión mundial de la diversidad cultural no han sido nunca tan débiles como en el ciberespacio. Esto no significa que estas barreras sean inexistentes, sino que son mucho menos elevadas que en otros dispositivos de comunicación."

Por su parte, Leung (2007) considera que las minorías étnicas que utilizan las TIC son las "tecnoelites" de sus comunidades, que utilizan Internet como una tecnología de la resistencia.

"Pero en cualquier caso hay una brecha entre la producción y el consumo de la Red. Al apelar a sus comunidades mediante la tecnología, las voces de las minorías étnicas se hacen con un acceso a ella sin obstáculos. La razón de esto estriba en que las «tecno-elites» –aquellas minorías étnicas que son miembros de instituciones y redes educativas, mediáticas, culturales y políticas de Occidente– se encuentran con muy pocos obstáculos para acceder a la Red. Son quiénes viajan y emigran virtual y geográficamente. Son también quiénes exigen el derecho a hablar en nombre de sus comunidades étnicas."

Leung (2007, pág. 219)

Pero la Red también puede servir como espacio de conflicto cultural o de civilizaciones. La construcción de las identidades en la sociedad de la información se ha representado, a veces, como un territorio que va del cosmopolitismo a la libre adscripción identitaria. Así, Bauman (2005, pág. 68), cuando habla de la globalización, afirma que:

"Se ha dado plena libertad a las identidades y ahora son los hombres y mujeres concretos quienes tienen que cazarlas al vuelo, usando sus propios medios e inteligencia", pero él mismo recuerda que "la mayoría está excluida del festín planetario. No hay un 'bazar multicultural' para ellos".

Bauman (2005, pág. 204)

Tampoco García Canclini (2004, pág. 214) considera que la sociedad de la información sea una modelo de respeto cultural e identitario.

"La expansión planetaria de los intercambios económicos y culturales, las migraciones diseminadas en todos los rumbos y los enlaces informáticos globales quitan eficacia al relativismo respetuoso de las especificidades culturales aisladas. Cuando las fronteras entre los grupos, las etnias y las naciones se vuelven tan borrosas, e inestables, y las competencias enfurecen, la tolerancia humanista –como simple apelación ética– es insuficiente. Se abre entonces la pregunta de si seremos capaces de construir un orden intercultural globalizado en el que las dimensiones sociales, económicas, políticas y culturales se reorganicen a fin de que aprendamos a descubrir el valor de lo diferente, para reducir la desigualdad que convierte las diferencias en amenazas irritantes y para generar conexiones constructivas a distancias."

Vemos, a partir de estas reflexiones, sobre todo la última, de García Caclini, que en esta cuestión de la identidad y la cultura, en la sociedad de la información, tenemos más interrogantes que respuestas, más incógnitas que certezas. Así, las teorías de la comunicación se encuentran ante nuevas realidades y situaciones sociales que les plantean muchas dudas.
No es fácil encontrar respuestas a los retos que plantea la sociedad de la información. Así, pues, tal como dice García Canclini (2004, pág. 210)

"Si no hay respuestas, discutamos las preguntas [...]."

Finalizamos, pues, esta unidad, recogiendo esta propuesta. Es Sierra (1999, pág. 422) quien nos propone una serie de preguntas muy interesantes sobre el problema que tratamos.

– "Qué limites y posibilidades tienen las culturas locales de reconocerse y de relacionarse en el espacio global. En las formas de multiculturalidad, qué tipo de articulaciones se establecen entre lo global y lo local.

– Qué características, tendencias y lógicas sociales se producen hoy en la red, en las formas de mestizaje cultural e hibridación cultural.

– La comunicación intercultural, en el escenario de la globalización, ¿es un factor de multiplicación de la diversidad o de simplificación, de cambio social o de reproducción, de reconocimiento o de alienación?

– ¿Internet es un espacio de pluralismo cultural o de multiculturalismo?

– Cómo se articulan e integran lo local, lo nacional y lo regional culturalmente.

– En el espacio-mundo, en el nuevo atlas virtual de la telepolis posmoderna, ¿los límites de expansión y expresión cultural de las diversas identidades nacionales, locales o regionales son indeterminados?

– ¿Cómo están siendo transformados los imaginarios urbanos y las culturas juveniles en un tiempo de reinvención de la ciudades de lo material a lo virtual?"

Actividad
Reflexionad sobre algunas de las cuestiones que apunta Sierra.
La sociedad de la información tiene un impacto cultural muy claro, que se observa en el auge del debate sobre la identidad y las relaciones interculturales.
Las cuestiones identitarias siempre son problemáticas, por eso hay que tratarlas con mucho cuidado.
El debate actual sobre la cuestión de la identidad y la cultura en la sociedad de la información genera más interrogantes que certezas.

2.El poder en la sociedad de la información

Tal como hemos visto hasta ahora, el discurso sobre la sociedad de la información está lleno de paradojas. Las TIC pueden ser utilizadas al mismo tiempo por dos tendencias opuestas. Sin embargo, finalmente, quizás tenemos que recordar que, tal como dice Almiron (2002, pág. 345):

"Sobre esta inmensa infraestructura tecnológica se sustenta, en realidad, todo el proceso globalizador neoliberal."

Aunque las TIC sean utilizadas con finalidades liberadoras, desde el punto de vista de la economía política:

"Al final, lo que estamos engendrando entre todos juntos es una red mundial de información y comunicación sin precedentes, pero de ninguna manera una nueva realidad social. La realidad sigue siendo la misma de siempre y en eso reside el fraude de esta ideología: es una ideología que enmascara la desigualdad latente y crece bajo el manto de progreso y libertad."

Almiron (2002, pág. 343)

Para fundamentar estos principios, en primer lugar, recordaremos quién controla Internet. Se trata de mostrar quién ostenta el poder en esta sociedad de la información. En segundo lugar, haremos un esbozo del tipo de sociedad que se va perfilando en el mundo actual. Y, para acabar este apartado, mostraremos cómo los ciudadanos gestionan su vida en la sociedad-red y cómo les condicionan las TIC.

2.1.Quién controla Internet

La globalización se inserta, en gran parte, dentro del sistema capitalista. Este sistema, en principio, tiene dos actores principales: los consumidores y las empresas.
De la relación de los consumidores con las TIC hablaremos más adelante, pero hay que recordar, tal como señalaba Cebrián (1998, pág. 135) que:

"La concentración empresarial también es correspondida por la de los mercados: el 85% del volumen mundial en el negocio de las telecomunicaciones tiene lugar en los Estados Unidos, la Unión Europea y en Japón. Las oportunidades de trabajo, educación, ocio y bienestar para los que formen parte del sistema aumentarán de manera casi exponencial, mientras que los que se queden al margen verán cómo aumenta su marginación y alienación con respecto a la sociedad en la que, inútilmente, pretenden integrarse."

Con respecto a las empresas, nos encontramos con corporaciones cada vez mayores y con más poder, que se pueden enfrentar no sólo con estados sino, incluso, con la Unión Europea. Recordamos el conflicto que, durante muchos años, la Unión Europea tuvo con Microsoft por su situación de abuso de posición dominante, porque rompía el juego de la libre competencia del capitalismo: es decir, reducía la capacidad de elección del consumidor y producía una situación que tendía al monopolio. Aunque las normas del libre mercado no se aplican siempre y de la misma manera por todos, tal como veremos más adelante.
Actividad
Buscad información sobre el conflicto entre la Unión Europea y Microsoft, que duró aproximadamente desde el año 2004 y hasta prácticamente el año 2009.
Tal como dijo, hace más de diez años, Cebrián (1998, pág. 134):

"La convergencia de tecnologías, la complementariedad de los medios y la integración de actividades, y también la necesidad de aumentar la dimensión de las operaciones, impulsará, en todo caso, las alianzas entre compañías, las fusiones y las adquisiciones. A escala planetaria, cada vez menos personas decidirán sobre un número mayor de cosas."

De todos modos, se tiene que decir que los estados, dentro del sistema del capitalismo de mercado, no se enfrentan con estas empresas, por el contrario, les dan apoyo. Es decir, las grandes corporaciones transnacionales no actúan contra los estados sino de connivencia con éstos. Tal como señala Almiron (2002, pág. 347):

"[...] el poder privado transnacional con sus múltiples parásitos (con los bancos de inversión), ideólogos (pensadores a nómina del Sistema) y lobbies (el interés corporativo inoculado en las esferas políticas) no está solo. Han sido políticas públicas las que han dirigido el ultraliberalismo de las últimas décadas [...]. A lo largo de las últimas dos décadas la economía mundial se ha liberalizado, pero los países más ricos han aumentado su proteccionismo. Tal como afirma Chomsky: el capitalismo de mercado tiene que estar absolutamente libre de riesgos para los dueños. Libre comercio sí, pero los riesgos para los pobres. Los Estados Unidos (y la Unión Europea le va a la zaga) han sido los primeros en imponer una mezcla de liberalización y protección orientada a conservar bajo su control las principales tecnologías de futuro, aquéllas que permiten mantener la riqueza y el poder (y el control del proceso globalizador)."

En fin, queda claro que controlar las TIC es fundamental para controlar la sociedad de la información y, en definitiva, el mundo. Mattelart (2007, pág. 143) apunta que:

"El paradigma tecnoinformacional se ha convertido en el pivote de un proyecto geopolítico cuya función es la de garantizar la reordenación geoeconómica del planeta en torno a los valores de la democracia de mercado y en un mundo unipolar".

Pero, a veces, en esta sociedad de la información es difícil averiguar claramente quién ostenta el poder. Por ejemplo, cuando hablamos de las TIC, ¿de quiénes estamos hablando exactamente?

"Las TIC, en su definición más amplia, abrazan las industrias de las telecomunicaciones, los equipos informáticos, el software y los servicios informáticos, la totalidad de la industria electrónica, el sector audiovisual y la industria de los contenidos y, para algunas personas, incluso el nuevo y emergente sector biotecnológico." (Almiron, 2002, pág. 64)

Evidentemente, el mundo actual no es dominado sólo por las industrias de la sociedad de la información, pero Almiron (2002, pág. 224) analiza unas tendencias lo bastante plausibles. Así, apunta que hay algunas empresas tradicionalmente hegemónicas que pueden perder poder. Es decir, en la sociedad de la información, las hegemonías pueden ir cambiando. Concretamente, esta autora recoge las tres tendencias siguientes:

  • "Los que se están marchando: los viejos dueños de la economía basada en los precios del petróleo y la cultura de la contaminación (y ejemplarizados en las compañías petroleras, las automovilísticas, las tabaqueras, etc.).

  • Los que se están adaptando: los viejos dueños de siempre que transitan hacia el entorno digital (las empresas eléctricas, la banca y las servicios financieros, principalmente).

  • Los que están llegando: los nuevos dueños de la, en apariencia, esterilizada y ecológica economía digital [...]."

Concretamos, sin embargo, un poco más sobre los nuevos dueños de la sociedad de la información. Aunque puede haber cambios permanentes en el nombre de las empresas, a grandes rasgos podemos recoger la lista que hace Almiron (2002, págs. 225-226):

  • "Los propietarios de las redes, las infraestructuras que conectan el mundo [...].

  • Los fabricantes de los dispositivos, del hardware que nos conecta a estas redes [...].

  • Los fabricantes de componentes electrónicos indispensables para el funcionamiento de los dispositivos que nos conectan a la sociedad de la información [...].

  • Los desarrolladores de las aplicaciones, del software con el que nos comunicamos con la tecnología, destacando especialmente aquí el mercado de los sistemas operativos, el de las aplicaciones de productividad y el de la navegación y uso de Internet.

  • Los generadores de contenidos, de la información que se consume a través de las redes: por descontado aquí están todos los creadores de contenidos on-line y off-line, medios de comunicación, audiovisuales, servicios informativos de cualquier índole.

  • Los pilares de todos los anteriores, es decir, las entidades financieras que ayudan a construir la sociedad de la información [...] y los organismos e instituciones que ayudan a mantener y perpetuar el sistema de capitalismo liberal oligopolizante actual, basado en una ideología de pensamiento único que pretende justificar la legitimidad del dominio de la esfera económica sobre la pública."

Para acabar este punto, quizás vale la pena recordar que, a pesar de los cambios que hay en la sociedad de la información, en el fondo, quizás, todo sigue igual. Mattelart (2007, pág. 168) lo explica de esta manera:

"Uno de los principales temas de enfrentamiento durante la Cumbre de la Sociedad de la Información que tuvo lugar en Túnez, en noviembre de 2005, fue la reforma del 'gobierno de Internet'. La Red, en efecto está gestionada por la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN). Dotada de un estatuto singular (sociedad de derecho californiano con finalidad no lucrativa) este organismo controla, desde 1998, el acceso a cualquier dominio virtual ya sea genérico (com., org., gov., edu., etc.) o nacional [...]. De hecho, depende en última instancia del departamento norteamericano de Comercio que le ha delegado este cometido. [...]La palanca que le permite a la administración norteamericana ejercer su influencia geopolítica sobre Internet y que le confiere, al menos en teoría, la prerrogativa de excluir a un país de la red mundial es, ante todo, técnica: los 'servidores-raíces', cabeza de puente del sistema de direccionamiento. Incluso la topografía de estos servidores-raíces se asemeja al tropismo de los flujos en el mundo y de la realidad de la Global Information Dominance ejercida por la hiperpotencia solitaria: trece poderosos ordenadores instalados en Estados Unidos (cuatro en California y seis cerca de Washington), uno en Estocolmo, uno en Londres y uno en Japón."

Hasta qué punto en la sociedad de la información no se produce aquella paradoja formulada por Guiseppe Tomasi di Lampedusa en El Gatopardo que dice que "alguna cosa tiene que cambiar para que todo siga igual". ¿Creéis que, en la sociedad de la información, la estrategia con respecto a las relaciones de poder estructural es "cambiar alguna cosa para que nada cambie"?
La globalización se inserta, en gran parte, dentro del sistema capitalista, basado en la existencia de empresas y consumidores que se relacionan bajo la lógica del mercado.
Las empresas se configuran en corporaciones cada vez mayores y con más poder.
El control de las TIC es fundamental para el control de la sociedad de la información.
En la sociedad de la información, las hegemonías empresariales pueden cambiar.

2.2.Tecnópolis

Hecho un recorrido crítico sobre la estructura de la comunicación en la sociedad digital, hay que echar una ojeada al tipo de sociedad que conforma la sociedad de la información.
A principios de la década de 1990, diferentes analistas empezaron a analizar la nueva ciudad de los inicios de la sociedad de la información. Algunos pusieron el acento en el nuevo determinismo tecnológico que la acondicionaba (Postman: tecnópolis), otros en los cambios en la ubicación espacial (Echeverria: telépolis). Por nuestra parte, recogemos el título de la obra de Neil Postman (1994) porque hace una crítica al nuevo determinismo tecnológico surgido a raíz de las TIC y a la seducción tecnológica que se impone a la creatividad cultural.
Uno de los puntos más interesantes de la obra de Postman es que proporciona una perspectiva histórica del fenómeno. De hecho, la humanidad tiende a no tener mucha memoria histórica y piensa que todo lo que le pasa es nuevo. Pero las tecnologías forman parte de la historia de la humanidad y, desde siempre, han condicionado nuestras vidas. Con eso, Postman intenta analizar el coste del progreso tecnológico.
Las tecnologías aportan beneficios a la humanidad, si no fuera así difícilmente serían adoptadas por los usuarios, pero también implican unos costes. El mismo Freud (1978, pág. 32) recuerda que los avances técnicos pueden producir consecuencias no deseadas, que otras tecnologías pretenden apaciguar:

"Sin el ferrocarril que supera la distancia, nuestro hijo jamás habría abandonado la ciudad natal, y no necesitaríamos el teléfono para poder oír su voz. Sin la navegación transatlántica, el amigo no habría emprendido el largo viaje, y ya no haría falta el telégrafo para tranquilizarme sobre su suerte."

Harold Innis proporcionó numerosos ejemplos históricos sobre cómo una nueva tecnología acababa con el monopolio del conocimiento tradicional. Tal como dice Postman (1994, pág. 20):

"[...] los beneficios y perjuicios de una nueva tecnología no se distribuyen equitativamente. Por así decirlo, hay ganadores y perdedores. Resulta asombroso y conmovedor que, en muchas ocasiones, los perdedores, por ignorancia, incluso hayan animado a los ganadores, y algunos todavía lo hagan."

Así, por ejemplo, seguramente la digitalización de los periódicos ha sido, para muchos, un progreso importante; pero la tecnología informática ha desplazado la figura de los linotipistas. La aparición de las TIC en las redacciones de los periódicos hizo innecesario el trabajo de los linotipistas y desaparecieron. No se tiene que entender, sin embargo, que la aparición de los ordenadores en las redacciones periodísticas buscara la extinción de la figura de los linotipistas. Sin embargo, sólo queremos expresar que los cambios sociales empujados por la aparición de las nuevas tecnologías no son siempre previsibles, no siempre está claro qué es lo que se gana y qué es lo que se pierde. Pero tal como dice Postman (1994, pág. 26) "[...] en cada herramienta hay inscrita una tendencia ideológica, una predisposición a construir el mundo de una manera y no de otra, a valorar una cosa más que otra, a desarrollar un sentido o una habilidad o una actitud más que otros". Y, difícilmente, se tiene el antídoto contra esta ideología.
Más allá de casos concretos sobre ganadores y perdedores de la sociedad de la información, lo que se plantea Postman es hasta qué punto las TIC han significado una ayuda para la mayoría de la gente. Aunque también reconoce que las nuevas tecnologías despiertan una cierta tecnofilia entre la población. Es decir, que las TIC suelen suscitar el entusiasmo, sin el cual no se entendería el gran desarrollo. Por eso, se está construyendo Tecnópolis –la ciudad tecnológica por excelencia.
Para Postman (1994, pág. 74) Tecnópolis implica la sumisión de todas las formas de vida cultural a la soberanía de la técnica y la tecnología, es una tecnocracia totalitaria.

"Tecnópolis es un estado de la cultura. También es un estado de ánimo. Consiste en la deificación de la tecnología, lo que significa que la cultura busca su autorización en la tecnología, encuentra en ella su satisfacción y de ella recibe órdenes."

Postman (1994, pág. 74)

Es fácil imaginar que las TIC son el corazón de Tecnópolis.

"La relación entre la información y los mecanismos que la controlan es fácil de describir: Tecnópolis aumenta la oferta disponible de información; a medida que se incrementa la oferta, los mecanismos de control se ven superados; se hacen necesarios controles adicionales para hacer frente a la nueva información; cuando estos nuevos mecanismos de control son ellos mismos técnicos, a su vez incrementan la oferta de información; cuando ésta se vuelve incontrolable se produce un hundimiento generalizado de la tranquilidad psíquica y de los objetivos sociales."

Postman (1994, págs. 97-98)

En todo caso, no es posible imaginar a la sociedad de la información sin las tecnologías de la información y la comunicación. En esta sociedad, es casi imposible evitar la influencia de los discursos sobre las tecnologías y sus bondades. Porque, en última instancia, ¿quién está dispuesto a renunciar a las TIC? Sin embargo, tal como advierte Postman (1994, pág. 231):

"El relato de Tecnópolis carece de centro moral. En su lugar coloca la eficacia, el interés y el avance económico. Promete el cielo en la tierra gracias a las ventajas del progreso tecnológico. Descarta todos los símbolos y narraciones tradicionales que sugieren estabilidad y disciplina, y habla, en su lugar, de una vida de técnicas, pericias mecánicas y del éxtasis del consumo. Su objetivo es producir funcionarios para una Tecnópolis en curso."

Finalmente, y para terminar este punto, querríamos reproducir cinco advertencias que alertan sobre el cambio tecnológico que, derivadas de las ideas de Postman, encontramos, como una paradoja más, en la página web dedicada a este autor.
1) Primera advertencia: todo cambio tecnológico implica compromiso.
Eso quiere decir que cualquier ventaja que aporte la tecnología, siempre comporta alguna desventaja. Las ventajas pueden superar a las desventajas o al revés. Aunque, a menudo, se habla más de las ventajas que de los problemas. Con respecto a las TIC, no se tiene demasiada conciencia de las desventajas que pueden representar. Siempre se paga un precio por la tecnología y cuanto más importante es la tecnología, más alto es el precio que se tiene que pagar, aunque no nos damos cuenta.
2) Segunda advertencia: las ventajas y los inconvenientes no son nunca distribuidos equitativamente entre la población.
Es decir, toda nueva tecnología beneficia a algunos y perjudica a otros. Siempre hay ganadores y perdedores en los cambios tecnológicos. Por eso, hay que preguntarse a quiénes benefician las TIC y a quiénes perjudican, ya que los ganadores siempre intentarán persuadir a los perdedores de que ellos también son ganadores.
3) Tercera advertencia: toda tecnología tiene dentro una idea-fuerza, o incluso más de una.
Estas ideas no siempre son evidentes porque son abstractas, pero a pesar de eso tienen consecuencias prácticas. Toda tecnología lleva un prejuicio epistemológico, político o social incrustado. Es decir, toda tecnología marca, implícitamente, cómo tenemos que utilizar nuestra mente, nuestro cuerpo, cómo se codifica nuestro mundo y cuáles de nuestros sentidos se amplifican con su uso. De la misma manera, aglutina algunas de nuestras emociones y tendencias intelectuales.
4) Cuarta advertencia: el cambio tecnológico no es aditivo, es ecológico.
Es decir, una nueva tecnología no se suma sencillamente a las existentes, sino que se relaciona e, incluso, las modifica. Internet ha cambiado las antiguas tecnologías de la comunicación.
5) Quinta advertencia: hay una tendencia a mitificar las nuevas tecnologías.
Es decir, las nuevas tecnologías son percibidas como si formaran parte del orden natural de las cosas. A menudo, se olvida que son una invención humana construida en un contexto histórico y de acuerdo con determinados intereses. La mitificación de las tecnologías hace que se acepten sin más y que, con eso, sea mucho más difícil la modificación o control. La mitificación anula nuestro espíritu crítico.
Más allá de posiciones tecnofílicas o tecnofóbicas, lo que tiene que quedar claro es que, en nuestro país, las TIC han tenido un impacto evidente sobre nuestra vida.
Las tecnologías aportan beneficios a la humanidad, pero también implican unos costes.
Las nuevas tecnologías despiertan una cierta tecnofilia entre la población. Por eso, se está construyendo Tecnópolis –la ciudad tecnológica por excelencia–, cuyo corazón son las TIC.
Las cinco advertencias de Potsman que alertan sobre el cambio tecnológico son:
  1. Todo cambio tecnológico implica compromiso.

  2. Las ventajas y los inconvenientes no son nunca distribuidos equitativamente entre la población.

  3. Toda tecnología tiene dentro una idea-fuerza, o incluso más de una.

  4. El cambio tecnológico no es aditivo, es ecológico.

  5. Hay una tendencia a mitificar las nuevas tecnologías.

2.3.Los ciudadanos ante las TIC

Postman (1994, pág. 24) señalaba que:

"[...] las nuevas tecnologías cambian lo que entendemos por «saber» y «verdad»; alteran esas maneras de pensar profundamente arraigadas que dan a una cultura su sentido de lo que es el mundo: un sentido de cuál es el orden natural de las cosas, de qué es razonable, de qué es necesario, de qué es inevitable, de qué es real."

Con eso, podemos estar seguros de que las tecnologías que llegan a la vida cotidiana de las personas provocan cambios importantes.
Wolton (2000, págs. 112- 117) recoge cuatro aspectos de las relaciones entre el individuo y las TIC.
1) El primero es la soledad interactiva.

"En una sociedad en la que los individuos se han liberado de toda regla o restricción, el riesgo de la soledad es real, igual que es doloroso darse cuenta de la inmensa dificultad para entrar en contacto con los otros [...]. El símbolo de este aumento de poder de la soledad interactiva se ve en la obsesión creciente de muchos por estar en contacto continuamente: el teléfono móvil y la Red." (Wolton 2000, págs. 112-113)

Pensad hasta qué punto esta conectividad permanente que nos permiten las TIC nos puede hacer sentir muy aislados si, durante un periodo de tiempo razonable, nadie nos llama al teléfono móvil o bien no recibimos ningún mensaje de correo electrónico. Entonces, quizás es que nos hemos olvidado de las posibilidades de la comunicación interpersonal.
2) El segundo es el paso del tiempo.
La comunicación requiere tiempo. Las TIC provocan la impresión de que el tiempo se anula.

Navegar por la Red, no hace falta decirlo, pide tiempo, pero hay tanto desfase entre el volumen de aquello a lo que accedemos y el tiempo que transcurre, que entramos en otra dimensión temporal [...]. La aniquilación de la duración, la desaparición del paso del tiempo inherente a toda experiencia comunicativa plantea el problema desde el punto de vista antropológico, porque el tiempo que requieren las nuevas técnicas es homogéneo, racional y liso, mientras que la dimensión temporal humana es siempre discontinua y diferenciada" (Wolton 2000, págs. 113-114).

3) El tercero es la transparencia imposible.
Wolton (2000, pág.115) afirma que:

"[...] los hombres, las organizaciones, las instituciones inventan procesos burocráticos constantemente porque la transparencia social es imposible. A pesar de los discursos que defienden relaciones más directas, todo el mundo introduce intermediarios burocráticos, filtros, reglas, prohibiciones o signos de distinción con el fin de proteger su relación con los otros."

No podemos olvidar que, en la sociedad de la información, la burocracia técnica se añade a todas las otras.
4) El cuarto son las distancias infranqueables.
Si se parte de la premisa de que la tecnología favorece siempre la comunicación humana está claro que, en la sociedad de la información, la comunicación tendría que estar en una situación excelente. Pero tal como dice Wolton (2000, pág. 117):

"La hipótesis que sostiene la idea de una comunicación mejor gracias a las máquinas comporta otra hipótesis falsa: la de una ausencia de distancia entre el emisor, el mensaje y el receptor. Evidentemente, la historia de la comunicación, humana o mediatizada, demuestra lo contrario."

Las TIC no han roto la distancia entre el emisor, el mensaje y el receptor. La interactividad muchas veces lo que hace es precisamente informar a los emisores de que los receptores se han apropiado del mensaje y le han dado un sentido muy diferente de lo que se había pretendido inicialmente.
Las tecnologías que llegan a la vida cotidiana de las personas provocan cambios importantes.
Hay cuatro aspectos relevantes que marcan las relaciones entre el individuo y las TIC:
  1. La soledad interactiva.

  2. El paso del tiempo.

  3. La transparencia imposible.

  4. Las distancias infranqueables.

3.El papel de las teorías de la comunicación

Para empezar, hay que advertir que las teorías siempre van detrás de la realidad social. Es decir, primero se produce el fenómeno social y después los investigadores intervienen para describirlo, interpretarlo y valorarlo. Aunque de sus análisis se puedan deducir tendencias o plantear nuevas hipótesis, la mirada de los investigadores difícilmente irá mucho más allá en el futuro. Si eso fuera así, en lugar de ciencia, harían ciencia-ficción.
Por este motivo, muchos de los fenómenos que se están produciendo en la sociedad de la información quedan sometidos, todavía, a la mirada atenta de los investigadores. De todos modos, las teorías de la comunicación no pueden rehuir el reto de analizar esta realidad comunicativa apasionante. Además, la sociedad de la información, el mundo digital, la cibercultura plantea muchos problemas como objeto de estudio.

3.1.Las diferentes perspectivas de la comunicación

Scolari (2008, pág. 127 y sigs) se plantea hasta qué punto las teorías clásicas de la comunicación son utilizables para estudiar las nuevas realidades mediáticas en la sociedad de la información. A partir de la propuesta de este autor podríamos establecer la clasificación siguiente:
Perspectiva
Conceptos clave
Temas de estudio
Métodos y técnicas
Aproximaciones teóricas
Interpretativa
Cibercultura
Simulaciones
Realidad virtual
Mediaciones
Videojuegos
Modernidad y posmodernidad
Producción Distribución y consumo en entornos de medios digitales
Las subculturas
Las resistencias y las hegemonías en la cibercultura
Sobre todo cualitativos: entrevistas en profundidad,
historias de vida, etnografía, grupos de discusión, etc.
Antropología cultural
Economía política
Semiótica
Teoría política
Historia
Estudios culturales
Estudios de los nuevos medios
Funcionalista
Efectos
Opinión pública
Audiencias
Rutina productiva
Utilidad de las redes
Hipertexto
La utilidad y las competencias comunicativas
Los perfiles profesionales
Audiencias y usuarios
Interacciones persona-ordenador
Sobre todo cuantitativos:
Tests de utilidad
Encuestas
Análisis de contenido
Análisis de datos, etc.
Psicología cognitiva
Ingenierías del software
Sociología
Crítica
Globalización
Transnacionalización
Contracultura
Identidad
Seguridad (hacking)
Poder y control
Mundialización
Pérdida de identidad
Fractura digital
Privacidad
Crítica a la razón informática
Análisis de datos
Análisis ideológico
Análisis de la producción
Análisis de las tendencias a la sociedad
Economía política
Sociología
Filosofía
En su esquema, Scolari incorpora otra perspectiva (el paradigma semióticodiscursivo) y los autores de las diferentes perspectivas.
Lecturas recomendadas

Una referencia bibliográfica para cada uno de estas perspectivas podría ser:

Interpretativa

D. Morley (2008). Medios, modernidad y tecnología. Hacia una teoría interdisciplinar de la cultura

. Barcelona: Gedisa.

Funcionalista (positivista)

N. Negroponte (2000). El mundo digital: un futuro que ya ha llegado

. Barcelona: Ediciones B. Versión digital del libro en:

Crítica

A. Mattelart (2007). Historia de la sociedad de la información

. Barcelona: Paidós.

Tenemos que recordar, también, que estas clasificaciones son un intento de ordenar la producción científica de los estudios sobre comunicación, que no deja de ser una propuesta convencional, no siempre totalmente exacta. Hay autores que se podrían colocar en diferentes perspectivas al mismo tiempo. El mismo Scolari (2008) sitúa a Manuel Castells como enunciador de dos perspectivas diferentes.
De todos modos, cada perspectiva tiene, a grandes rasgos, unas características determinadas. Para acabar de concretarlas, recogemos, a continuación, algunos de los postulados de cada una.
3.1.1.La perspectiva interpretativa
Tal como apunta Morley (2008, pág. 178):

En los últimos años, el advenimiento de los 'nuevos medios' parece haber ocasionado el renacimiento de una tendencia de determinismo tecnológico en los estudios culturales."

Los estudios culturales, una de las corrientes que podríamos situar dentro de la perspectiva interpretativa, y al mismo tiempo dentro de la crítica, distingue entre los inventos técnicos por sí mismos y los procesos sociales por los cuales los inventos son apropiados para los usuarios e institucionalizados como tecnologías. Para los estudios culturales, el desarrollo de una tecnología es el resultado de las luchas sociales por su aplicación entre intereses diferentes.
Tal como afirma Morley (2008, pág. 182):

Sin duda, las tecnologías tienen diversas consecuencias tanto positivas como negativas, sobre todo porque crean "oportunidades" de comunicación que antes eran impensables, para bien o para mal. El problema es cómo producir un modelo viable que permita comprender cómo suceden esos efectos tecnológicos en toda su complejidad."

En definitiva, lo más importante para esta perspectiva es analizar las interacciones sociales de las personas con las TIC en su contexto de vida cotidiana.

"Todos estos abordajes de la geografía subjetiva de la tecnologías y su lugar en nuestras vidas comienzan su análisis no examinando directamente una tecnología y sus supuestos efectos, sino el sistema interaccional en juego en un contexto particular, y luego cómo las tecnologías particulares encajan en ese contexto, o qué se hace para que encajen."

Morley (2008, pág. 193)

Es decir, se trata de estudiar cómo las tecnologías son percibidas, apropiadas y utilizadas por cada uno de nosotros en diferentes contextos.
3.1.2.La perspectiva funcionalista
La perspectiva funcionalista o positivista suele poner de manifiesto los nuevos tipos de comunicación que surgen a raíz de la aparición de las TIC. La sociedad de la información es entendida como una revolución en el mundo de la comunicación. Además, desde esta perspectiva se tiene una visión muy optimista del futuro, ya que se considera que la digitalización permitirá la construcción de una sociedad mucho más libre. Tal como el mismo Negroponte (2000) manifiesta que ésta es la era del optimismo.
Para Negroponte (2000), las TIC permitirán que cada persona sea un transmisor en potencia, frente a los antiguos medios de comunicación unidireccionales. Además, la interactividad permitirá obtener una retroacción (respuesta del receptor al mensaje del emisor) inmediata. De esta manera, se produce el paso del poder del emisor al poder del receptor, que podrá interpelar al autor del mensaje. La idea es que muy pronto no habrá diferencia entre el ordenador y el aparato de televisión y eso implicará mucha más libertad de elección y de uso, porque los programas estarán al alcance del consumidor cuando éste los quiera. También se hace una defensa de las nuevas comunidades electrónicas, a las cuales se las considera capaces, incluso, de cambiar los valores de los estados-nación.
En definitiva, la perspectiva funcionalista ve con buenos ojos las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, a las cuales considera instrumentos de emancipación de los ciudadanos, ya que les otorgan mucho poder comunicativo.
Como resumen, podríamos recoger el esquema que Scolari (2008, pág. 77) hace del trabajo de José Luis Orihuela: "Los weblogs ante los paradigmas de la eComunicación: 10 principios del nuevo escenario mediático", V Foro de Investigación en Comunicación, Universidad Complutense de Madrid (24-26 de noviembre de 2003).
Los diez paradigmas del e-comunicación
De audiencia a usuarios
La imagen del teleespectador pasivo enfrente de la pantalla se desplaza hacia el usuario activo, que navega en una red hipertextual y produce contenidos.
De medios a contenidos
Ahora los medios se definen a partir del reconocimiento de su autoridad en materia de contenidos (por ejemplo, la marca CNN) y no desde sus condiciones técnicas de producción (radio, televisión, etcétera).
De monomedia a multimedia
Diferentes formatos y lenguajes (texto escrito, audio, fotos, etcétera) hasta ahora autónomos confluyen en el mismo soporte.
De periodicidad a tiempo real
Los medios tradicionales estaban anclados en ritmos y restricciones temporales (diario, semanal, mensual, etcétera), mientras que los medios digitales se tienen que actualizar en tiempo real. Eso da lugar a nuevas formas de escritura y lectura (soft writing, soft reading).
De escasez a abundancia
El incremento exponencial de la información a disposición de los usuarios hace difícil su gestión, cosa que genera situaciones de infoxicación o infocontaminación. Para paliar esta sobreabundancia informativa se han generado recursos que aceleran la investigación y localización de la información (motores de investigación, blogtracking, sindicación de contenidos).
De intermediación a desintermediación
Al descentralizarse la comunicación, las figuras intermedias estudiadas por los teóricos que gestionaban los flujos informativos (como el gatekeeper) tienden a desaparecer.
De distribución a acceso
Del modelo punto-multipunto se pasa al paradigma de la red, que permite el acceso (multipunto-punto) o el intercambio de usuarios (multipunto-multipunto).
De unidireccionalidad a interactividad
El usuario puede escoger entre diferentes contenidos, manipularlos, reproducirlos, retransmitirlos y regular el tiempo y el consumo.
De lineal a hipertexto
De la linealidad temporal del texto tradicional se pasa a la no linealidad espacial de las redes textuales.
De información a conocimiento
En el ecosistema de la comunicación digital aparecen nuevas formas colectivas de generación de saberes. La tecnología favorece este proceso, el resto lo pone la inteligencia y la creatividad de los usuarios.
¿Creéis que las TIC ayudarán a promover una sociedad del conocimiento al alcance de todo el mundo?
3.1.3.La perspectiva crítica
Por una parte, no se tiene que pensar que la perspectiva crítica es tecnofóbica. Pero es muy crítica con los discursos eufóricos sobre la sociedad de la información. Tal como afirma Mattelart (2007, pág. 178):

"Los discursos que acompañan a la sociedad de la información han elevado a rango de ley el principio de tabla rasa. Nada hay que no sea desuso. El determinismo tecnomercantil engendra una modernidad amnésica y exenta de proyecto social. La comunicación sin fin y sin límites se instituye heredera del progreso sin fin y sin límites."

Por otra parte, la perspectiva crítica no es tecnofóbica porque defiende otro tipo de sociedad con la ayuda de las TIC.

"La noción y el proyecto de «sociedad de la información» han adquirido la condición de evidencia sin que los ciudadanos hayan podido ejercer su derecho a un verdadero debate. La situación ha empezado a cambiar al comienzo del presente milenio. Hacer inteligibles las contradictorias apuestas de la construcción social, no ya de una «sociedad global de la información», sino de la pluralidad de las «sociedades del conocimiento»: es lo que intentan, a lo largo y ancho del mundo, las fuerzas vivas de una abigarrada sociedad civil, decidida a sustraer los nuevos yacimientos de la riqueza inmaterial del control de las doctrinas y estrategias hegemónicas."

Mattelart (2007, págs. 12-13)

Un ejemplo claro de análisis crítico sobre la sociedad de la información es el que hace Sierra (1999, págs. 428-429):

– "La era de la sociedad-red es en realidad, la era de la subsunción real de la sociedad por el capital. De ahí la centralidad del trabajo inmaterial. La llamada era postindustrial es la etapa de desarrollo capitalista marcada por la constitución y emergencia del obrero-social y de la sociedad-fábrica en la que se generaliza la producción informatizada y la cooperación y explotación intensiva del conjunto social. [...]

– El capital es global y el trabajo está fragmentado, en la misma medida que el capital se regionaliza y concentra y el trabajo se extiende socialmente creando nuevas redes de cooperación productiva que regeneran y tejen nuevos lazos y vínculos de interacción en la sociedad (transversalidad). [...]

– La economía de las redes no es una economía interdependiente. Las críticas a los modelos centro-periferia (Norte/Sur) son pertinentes, pero informacionalmente se constata en la comunicación internacional nuevos desequilibrios y el reforzamiento de formas de dependencia estructural más poderosas. En otras palabras, unos países [...] son más interdependientes que otros. La economía red crea formas de dependencia estructural más profundas y excluyentes. [...]

– La empresa-red y la producción flexible responden a las necesidades de valorización del capital, lo que explica las formas internas (las internalidades) de organización e interacción en la red, no como un proceso indeterminado y azaroso, propio de la economía del caos, sino como resultado de las contradicciones y determinaciones de la valorización capitalista. [...]

– La nueva economía virtual se describe como un laberinto, una red, un tejido de flujos e interacciones prácticamente sin actores. Se abstrae el valor como medida y las estructuras de producción por el intercambio, contraponiendo la economía casino a la economía real [...]."

Las teorías siempre van detrás de la realidad social. En la sociedad de la información, la perspectiva interpretativa de las teorías de la comunicación dedica sus esfuerzos a analizar las interacciones sociales de las personas con las TIC. A su vez, la perspectiva funcionalista considera a las TIC como instrumentos de emancipación de los ciudadanos, ya que les otorgan mucho poder comunicativo. Y la perspectiva crítica, lejos de la tecnofobia, trata de desenmascarar las contradicciones de los discursos eufóricos sobre la sociedad de la información.

3.2.¿Nuevos medios, nuevas teorías?

El campo de estudio de las teorías de la comunicación no ha sido nunca una balsa de aceite. Las discusiones entre las diferentes perspectivas han sido constantes. Por lo tanto, no es fácil imaginar que las tres perspectivas lleguen a un acuerdo sobre las TIC y su influencia en la sociedad.
Scolari (2008, pág. 66) señala que:

"Si consideramos que las teorías son un conjunto de conversaciones científicas sobre un determinado tema debemos reconocer la existencia de un campo discursivo que habla científicamente sobre la comunicación de masas. Este territorio, a lo largo de su historia, ha generado diferentes enunciadores, discursos e interpretaciones. Esta inestabilidad discursiva marcada por el conflicto entre concepciones a menudo radicalmente opuestas, ha dejado su impronta en la historia de los estudios de comunicación. Hasta sus mismos hablantes terminan por reconocer la existencia de trayectorias, intereses y objetivos diferentes."

Hace falta decir que el consenso total en el seno de la comunidad científica no sucede casi nunca. Puede haber algunos puntos de acuerdo, pero, generalmente, lo que domina es la divergencia porque ésta es la manera en la que la comunidad científica controla su propia producción y avanza en el conocimiento.
Tal como dice Collins (2005, pág. 1):

"La vida intelectual está hecha, antes de nada, de conflictos y desacuerdos. La enseñanza, donde los iniciados relatan a los novicios aquello que creen saber, puede que produzca la impresión contraria, pero la vanguardia, allí donde se crean las ideas, siempre ha estado hecha del diálogo entre opuestos."

Otra cosa que hace falta tener en cuenta es que la comunicación es un fenómeno complejo y multifacético. Tal como señala Mc Quail (2000, págs. 564-566), en la comunicación de masas podemos encontrar diferente lógicas:

  • "Hay una lógica industrial, que ubica los fenómenos mediáticos en el marco más amplio de las instituciones y empresas mediáticas. Podemos interpretar los procesos de producción, selección de contenidos, formación de audiencias e innovación tecnológica a la luz de factores económicos o institucionales. La clave de esta lógica es lo que tiene sentido en unas circunstancias dadas de mercado mediático y en el contexto político y económico general.

  • La lógica organizacional actúa en algunas de estas mismas operaciones de producción y selección, pero dentro de unos límites mucho más estrechos y con otros propósitos. Su clave es el buen funcionamiento de las organizaciones mediáticas, según las convenciones establecidas y tradicionales y los hábitos familiares de una labor en cooperación, que o bien resulta satisfactoria para quienes la realizan o bien se percibe como la mejor manera de lograr los objetivos sectoriales inmediatos.

  • La lógica tecnológica concierne a las capacidades y cualidades percibidas de una tecnología dada para reunir, procesar, producir o transmitir contenidos mediáticos. Su clave radica en lo que cada medio "hace mejor" en cualquiera de las actividades mediáticas normales de comunicación de masas: informar de la realidad, transmitir información, contar historias, captar la atención, etc. [...] la consecuencia teórica general de esta lógica es una tendencia al determinismo y al centralismo mediáticos.

  • La idea de lógica cultural es más compleja y difícil de definir con exactitud. Puede referirse en sentido amplio a la cultura de los medios de comunicación de masas, en cuyo caso coincide (o subyace en ellas y las explica) con las características recurrentes de las prácticas mediáticas, por ejemplo, ciertas formas de contar historias o los atractivos para los sentidos de la vista y del oído (sensacionalismo). Son ejemplos de esta faceta de la lógica de la cultura mediática el estrellato, la producción y el reciclaje de famosos de todo tipo y, en el mundo de la publicidad, el conjunto más bien limitado de objetivos y técnicas y los cambiantes estilos y modas. [...]. Otra faceta de la lógica cultural se deriva de la cultura de la sociedad o de los destinatarios de los mensajes. Las audiencias definidas socialmente y en función de la cultura o subcultura de gustos proporcionan la clave de la coherencia y de una dirección alternativa de análisis.

  • Algunos de estos puntos se superponen a la lógica política, que se refiere sobre todo a las demandas que unos intereses poderosos y organizados plantean a los medios, tanto dentro como fuera de las instituciones políticas formales, la lógica política pretende aprovechar los medios para lograr los fines propios de los aspirantes a cargos y de los que tienen poder. Esto implica, a veces intentar imponer un control democrático [...]. En general, la lógica política actúa en contra de la autonomía de los medios de comunicación de masas, por mucho que se invoque el elevado principio de la libertad de prensa.

  • Y finalmente está la lógica informativa, que se aplica a los medios de comunicación de masas en algunas de sus actividades [...]. Esta visión de los medios está vinculada a una definición de la comunicación como 'transferencia de información' e implica los criterios de eficiencia que se puedan aplicar. Muchos medios especializados operan principalmente según este modelo, que también interviene en las percepciones públicas de los medios de comunicación de masas, incluso cuando no logran estar a la altura de las expectativas.

    Aunque se pueden analizar por separado, en realidad estas lógicas operan conjunta y competitivamente. [...]. La idea de una lógica directriz es, sobre todo, una herramienta de análisis, pero también contribuye a esclarecer la diversidad de propósitos y prácticas que intervienen en este complejo fenómeno. Asimismo, abre nuevas vías alternativas para la exploración teórica."

Cuando se habla de las TIC, hay que aclarar un malentendido. A veces parece que la desaparición de los medios de comunicación tradicionales sea inminente. Y, a pesar de algunas predicciones discutibles, parece lo bastante evidente que estos medios convencionales son unos moribundos bien saludables.
Web recomendada

Philip Meyer ha vaticinado la desaparición de la prensa tradicional (imprimida en papel) para el año 2043, que será sustituida por la comunicación digital.

Con el fin de ampliar la información sobre este autor, podéis ver:

De todos modos, se tiene que decir que hacer predicciones en ciencias sociales es siempre muy arriesgado. Mc Quail (2000, pág. 562) considera que la comunicación de masas todavía tiene muchos años de vida y, por lo tanto, la teoría de la comunicación de masas continúa teniendo vigencia, a pesar de la existencia de otros tipos de comunicación.
Es cierto que las teorías de la comunicación, como todos los campos científicos, avanzan lentamente porque la fuerza de este tipo de conocimiento es el rigor y la discusión entre los miembros de la comunidad científica. Sin embargo, tal como dice Mc Quail (2000, pág. 563)

"Los motivos de este lento desarrollo teórico son prácticamente los mismos que en otros campos: el carácter esencialmente intersubjetivo de las prácticas y actividades de la comunicación de masas, su multiplicidad y diversidad y el cambio continuo del entorno social en que evolucionan."

No es difícil adivinar que las investigaciones sobre los nuevos medios darán lugar a muchas nuevas teorías, pero lo que no queda tan claro es la obsolescencia de las teorías clásicas.
Para Scolari (2000, pág. 66) no está claro que haya una mirada comunicacional entendida como un campo de conocimiento autónomo y unificado.

"Esta mirada comunicacional estaría fundada en una transdisciplinariedad donde convergerían las diferentes teorías y ámbitos del saber que estudian la comunicación. De esta manera, la mirada comunicacional nacería de un movimiento centrípeto que tiende ilusoriamente a integrar saberes que, en el fondo, habla diferentes lenguas científicas. Desde nuestra perspectiva preferimos considerar la comunicación como un campo centrífugo, que tiende a expandirse y a abrir nuevas conversaciones."

Pero ya sabemos que la ciencia avanza a partir del diálogo entre puntos de vista opuestos, por eso recogemos la opinión de Mc Quail (2000, pág. 563).

"Los conceptos teóricos barajados por la corriente convencional de las ciencias sociales siguen siendo el camino más cómodo para establecer prioridades, dirigir investigaciones y ordenar unos resultados dispares y fragmentarios. Una de las señales de dicho progreso ha sido el creciente grado de cooperación y tolerancia mutua entre los exponentes de los diversos paradigmas, sobre todo los basados en cuantificaciones y mediciones sistemáticas y los basados en interpretaciones y métodos hermenéuticos, descripciones exhaustivas y perspectivas críticas."

El campo de las teorías de la comunicación es un campo vivo y activo que se enfrenta constantemente a la mutabilidad de su objeto de estudio. Esta vitalidad es un problema grave pero al mismo tiempo es, también la fortaleza, porque su objeto de estudio tiene una importancia incuestionable. Las nuevas realidades comunicativas generan en los investigadores de la comunicación nuevas preguntas que, posiblemente, desembocarán en nuevas teorías.
Sierra (1999, pág. 424) nos plantea algunas de las preguntas que la teoría de la comunicación se podría hacer con relación a la sociedad de la información:

– "Si en verdad estamos asumiendo una cultura cosmopolita discrepante o, por el contrario, estamos siendo sometidos a un proceso de desterritorialización que terminará por desintegrar toda posibilidad de anclaje de la experiencia de conservación de la memoria colectiva y las culturas locales. Esto es, cómo y en qué medida se avanza hacia una cultura nómada intercultural dialógica.

– Las culturas locales deslocalizadas ¿cómo pueden reconocerse y encontrarse en la imagen del laberinto que proyecta la telaraña electrónica?

– Qué tipo de sujeto está produciendo la actual cultura nómada [...].

– Qué características presentan culturalmente los interfaces de producción de vínculos y de producción virtual de los imaginarios en el ciberespacio [...]."

Actividad
Pensad si, con todo el conocimiento acumulado hasta ahora sobre la sociedad de la información, se os puede ocurrir alguna otra pregunta que pueda originar un estudio interesante para el campo de las teorías de la comunicación.
Es difícil que las tres perspectivas clásicas de estudio de la comunicación lleguen a un acuerdo sobre las TIC y su influencia en la sociedad.
La comunicación es un fenómeno complejo y multifacético, por eso el estudio de la comunicación de masas puede obedecer a lógicas diversas: organizacional, tecnológica, cultural, política e informativa.
El campo de las teorías de la comunicación es un campo vivo y activo que se enfrenta constantemente a la mutabilidad de su objeto de estudio.
Las investigaciones sobre los nuevos medios darán lugar a muchas nuevas teorías, que no dejarán obsoletas algunas de las teorías clásicas.

Bibliografía

Bibliografía básica
Mattelart, A. (2007). Historia de la sociedad de la información. Barcelona: Paidós.
Postman, N. (1994). Tecnópolis. La rendición de la cultura a la tecnologia. Barcelona: Circulo de Lectores.
Bibliografía complementaria
Almiron, N. (2002). Els amos de la globalització. Barcelona: Plaza & Janes.
Bauman, Z. (2005). Identidad. Madrid: Losada.
Cebrián, J. L. (1998). La xarxa. Barcelona: Edicions de la Universitat Oberta de Catalunya.
Collins, R. (2005). Sociología de las filosofías. Una teoría global del cambio intelectual. Barcelona: Editorial Hacer.
Cucó, J. (2007). "Espacio-tiempo". En: A. Barañano; J. L. García; M. Cátedra; M. J. Devillard (coords.).Diccionario de relaciones interculturales, diversidad y globalización(págs. 106-108). Madrid: Editorial Complutense.
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García Canclini, N. (2004). Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad. Barcelona: Gedisa.
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Lévy, P. (2007). Cibercultura. La cultura de la sociedad digital. Rubí (Barcelona): Anthropos.
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Wolton, D. (2006). Salvemos la comunicación. Aldea global y cultura. Una defensa de los ideales democráticos y la cohabitación mundial. Barcelona: Gedisa.