Desarrollo cognitivo en niños y niñas de 2 a 11 años
Índice
- Introducción
- Objetivos
- 1.El desarrollo cognitivo en niños de los dos a los seis años
- 1.1.Introducción
- 1.2.La visión de Piaget sobre la inteligencia y su desarrollo: discusión crítica
- 1.3.El período preoperacional de Piaget
- 1.4.¿Es realmente egocéntrico el niño de los dos a los seis años?
- 1.5.Estructuras, estrategias y esquemas interpretativos
- 1.6.Representaciones mentales y pensamiento
- 2.El desarrollo cognitivo en niños desde los siete años hasta la preadolescencia
- 3.Desarrollo cognitivo. Interacción y contexto social
- Actividades
- Bibliografía
Introducción
Objetivos
-
Disponer de elementos para conocer y comprender el funcionamiento de la mente de los niños y niñas.
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Disponer de elementos para reconocer el desarrollo cognitivo infantil y sus mecanismos.
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Conocer y comprender los procesos de construcción social en el conocimiento infantil.
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Analizar el desarrollo cognitivo infantil desde diferentes perspectivas teóricas.
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Hacer una lectura sistémica de los temas que se tratan en el módulo.
1.El desarrollo cognitivo en niños de los dos a los seis años
1.1.Introducción
1.2.La visión de Piaget sobre la inteligencia y su desarrollo: discusión crítica
Por ejemplo, el dominio de la percepción probablemente se establece sobre diferentes módulos. En particular, la percepción de la profundidad se articula según tres módulos que se ponen a punto sucesivamente entre los tres y los seis meses: el de la información inherente al movimiento (colisión por aproximación, cambio de paralajes), el de la disparidad binocular y el de los índices de perspectiva (Yonas y Granrud, 1985).
1.3.El período preoperacional de Piaget
Aquí os presentamos una de estas conversaciones. Piaget pregunta a los niños: "¿Dónde se encuentran los nombres de las cosas?". El niño a quien se lo pregunta (de cinco años y tres meses) empieza a decir que "un nombre sirve para nosotros, para nombrar, para cuando nos quieren hacer ir". El entrevistador: "¿Y dónde se encuentra el nombre del Sol?". El niño: "Arriba, en el cielo". El entrevistador: "¿Dónde?". El niño: "En el Sol". El entrevistador: "¿Y tu nombre dónde está?". El niño señala su pecho: "Aquí". Enseguida, y en relación con la montaña, Salève dice que el nombre de Salève es Salève "porque en ella se puede caminar por encima". El entrevistador: "¿Por encima de qué?". El niño: "por encima del nombre".
Piaget ilustra sus proposiciones con los ejemplos clásicos de conservación que extrae de su trabajo con A. Szeminska sobre la génesis del número en los niños. Los niños –de cuatro y cinco años– van introduciendo, una por una y de manera alternativa, unas piezas para hacer collares, unas de color rojo y otras verdes, en dos recipientes iguales. El experimentador les pregunta qué pasaría si trasladasen las piezas a otro recipiente más estrecho pero más alto; o, puestos a fabricar un collar, cuál sería más largo cuando se extrajeran las piezas de ambos recipientes. Los pequeños se contradicen continuamente, no demuestran tener ni idea de la biunivocidad de los conjuntos. Piaget comenta: "El nivel diferente (uno más alto que el otro) o la estrechez de la columna engaña a los niños. No se trata de ilusiones perceptivas, sino que es un efecto de una construcción intelectual completa". (Piaget. La psychologie de l'intelligence, pág. 40. París: Armand Colin, 1967.)
"El pensamiento intuitivo es una simple prolongación de la inteligencia sensoriomotora [...]. Es un pensamiento en imágenes, aunque más refinado que el de aquel período. [...] Sus limitaciones son claras: construye relaciones, pero no las puede recomponer entre sí; no consigue la reversibilidad, dado que cada acción, traducida en simple experiencia imaginada, la concibe en un sentido único. Se centra en una sola configuración perceptiva, la única que asimila. Esto provoca la deformación o la supresión de las otras configuraciones perceptivas (ausencia de transitividad) y la asociatividad (dado que las relaciones dependen del camino que el pensamiento recorre para elaborarlas). Y si no existe una composición transitiva, reversible o asociativa, no hay manera de asegurar la identidad de los elementos ni su conservación." (Piaget, 1967, pág. 148)
Piaget narra muchos casos (situaciones que él propone a los niños) que resaltan esta dimensión del egocentrismo infantil. A continuación, añade experiencias controladas para asegurarse de esto. Una de las más conocidas es el "problema de las tres montañas" (un tema accesible a los niños de un país alpino, como Suiza...). Piaget presentaba a los niños una maqueta con tres montañas; en la cima de cada una puso una señal distintiva. Una cruz, una casa y nieve. Pidió a los pequeños que las reconocieran cada una por su señal. A continuación, les hizo considerar que existían otras personas que vivían detrás de las montañas (en la parte opuesta a Ginebra). ¿Cómo –en qué orden– verían estas personas las tres cimas? Una buena parte de los niños afirmaron que las tres montañas se veían en la misma posición relativa, tanto "desde Ginebra" (donde realmente se encontraban) como "desde la parte opuesta" (adonde se tenían que trasladar con la imaginación y ponerse en la posición de los paisanos del lugar). Es difícil para los niños, concluye Piaget, adoptar el punto de vista de los demás, condición que es necesaria para un mínimo entendimiento mutuo.
1.4.¿Es realmente egocéntrico el niño de los dos a los seis años?
1.5.Estructuras, estrategias y esquemas interpretativos
En otra investigación del grupo de Margaret Donaldson aparece aún más claro el papel que realiza la interpretación del texto y cómo ésta va muy ligada al universo mental del niño. Presentábamos a los niños unos coches delante de unos garajes. Colocaban los coches uno en cada garaje (quedaba un garaje vacío) y preguntaban a los niños "¿Todos los coches están en el garaje?". De manera sorprendente, muchos respondían que no. Buscando la razón, se llegó a la conclusión de que, dado que aún había un garaje vacío, un coche no había llegado todavía a casa y, por lo tanto, no todos los coches estaban en el garaje... En otras palabras, los niños pensaban en las personas que llegan a casa por la noche y lo primero que hacen es meter los coches en el garaje. Ésta era para ellos la única explicación plausible de un garaje vacío (no se construye un garaje para que no entre ningún coche...).
1.6.Representaciones mentales y pensamiento
En 1996 se celebró el centenario del nacimiento de Piaget. Algunas escuelas de Ginebra se reunieron para tal efeméride e incitaron a los niños y a las niñas a expresar a su manera "¿Qué es pensar?" ("Qu'est-ce qui se passe par la tête quand je pense?"). La exposición de sus trabajos, paralela a los congresos internacionales, le hubiera encantado a Piaget... Los niños crearon una colección de dibujos de una gran riqueza y colorido en los que se reflejaba claramente la influencia de las representaciones actuales sobre la actividad mental. La idea central y generalizada es la del procesamiento: unos lo representan mediante un duende dentro de la cabeza que aprieta los botones en un tablero, tiene ficheros, etc. La información se transmite por tuberías, redes o por mensajeros. Las ideas de circuito con entradas y salidas, control, almacenaje, distribución se ven plasmada de manera muy imaginativa. Pensar es dar un tiempo de pausa. El pensamiento se manifiesta en la palabra (circuitos con salida en la boca), la solución de problemas es una "iluminación" (bombillas que se encienden). En una palabra, los niños conciben la existencia de una "maquinaria" mental que se activa, que produce (procesa), cuyos productos son el saber (escolar) manifiesto.
2.El desarrollo cognitivo en niños desde los siete años hasta la preadolescencia
2.1.Piaget: el período de las operaciones concretas
En el apartado anterior ya hemos hablado de las pruebas de "conservación". Se refieren a ejercicios que propone Piaget a los niños, como el siguiente. Se les presenta una colección de vasos cilíndricos de diferentes alturas y diámetros de base, pero de la misma capacidad. Se llena uno de líquido y le hacen que echen una bebida sabrosa en otro vaso idéntico para que los niños aprecien que "todo continúa igual" (se "conserva" la cantidad de bebida). Una vez los niños están de acuerdo en el hecho de que, al tratarse de recipientes iguales, el trasvase no produce ningún cambio (la cantidad de la bebida es la misma), se les hace que echen la bebida en otro vaso, del mismo volumen, que sea más alto aunque más estrecho. La pregunta es entonces: "¿Cuál de los dos vasos contiene ahora más bebida? ¿Si puedes escoger entre los dos, cuál escogerías?" Hasta los seis años aproximadamente, los niños responden casi de manera invariable que se quedarían con el vaso más alto. Se realizan unas pruebas análogas con plastilina. Primero, se hacen bolas del mismo volumen, se comparan, se convencen de que son iguales y, enseguida, una de las bolas se convierte en "salchicha". La pregunta otra vez es: "¿En cuál de las dos –bola o "salchicha"– hay más cantidad de pasta? De nuevo, los niños más pequeños se dejan seducir por la dimensión longitud y responden que en la "salchicha".
Ya es clásico el experimento realizado por el antropólogo Price-Williams con los niños de una región de Guatemala, cuyos habitantes subsisten gracias a los trabajos de cerámica. Él mismo describe así el marco de sus indagaciones. "El proceso de la cerámica consiste en modelar de una forma determinada el barro en su estado natural con agua, y así se le concede un cierto grado de elasticidad hasta que el agua se evapora. Cuando el barro se expone a temperaturas elevadas, se producen cambios físicos que dan durabilidad a la forma y que producen, además, cambios de color y contextura. Desde el punto de vista de las cantidades, la misma cantidad de barro en su estado plástico original ha sufrido una transformación de forma, textura y color. [...] Para un niño, ¿la noción de identidad del barro permanece constante durante toda la secuencia o bien cada etapa de la fabricación constituye una nueva identidad? ¿Las variaciones de color dan lugar a una noción de diferencia del mismo barro? Aquí tenemos los elementos, no sólo para conceptualizar la conservación de la sustancia sino también la del peso". Como se puede sospechar, los resultados de todos estos experimentos, realizados según el conocimiento práctico que estos niños guatemaltecos tienen con el barro, fue que muy pronto tienen una idea clara de que la cantidad de barro continúa siendo la misma a lo largo de todas las operaciones (Price-Williams,1975).
2.2.Las teorías del procesamiento de la información
Tres misioneros y tres caníbales tienen que cruzar un río en una barca que sólo admite dos pasajeros. Si cuando se divide el grupo en el paso del río el número de caníbales es en un determinado momento más grande que el de misioneros, se los comerán. ¿Cómo se puede hacer el transbordo para que esto no pase? Este enunciado constituye el ambiente de la tarea. La manera como se lo plantea el sujeto es el espacio del problema. (El "espacio del problema" no sería el mismo para el matemático que para los caníbales...). Esta "interfaz" entre ambiente y espacio es un problema de comunicación e interpretación. Recordad sobre este aspecto los casos que se han comentado en el apartado anterior, el de los garajes y los coches. En la terminología de Karmiloff-Smith, el niño tiene que redescribir la representación del experimentador en la mente propia.
2.3.Los neopiagetianos
2.4.Mecanismos de cambio en el desarrollo cognitivo
3.Desarrollo cognitivo. Interacción y contexto social
3.1.Introducción
3.2.El desarrollo cognitivo como internalización de significados sociales
En la presentación de la zona de desarrollo próximo hemos evitado expresamente centrarla en la pareja profesor-alumno escolares. El antropólogo Carlos Castaneda, en su fascinante libro autobiográfico Las enseñanzas de Don Juan (1974), describe cómo es iniciado por este indio yaqui en la cultura ancestral de los alucinógenos. Se puede hacer una lectura (aunque no sea la más cautivadora) de su aprendizaje en los términos de la zona de desarrollo próximo vygotskiano.
3.3.La interacción social entre compañeros como promotora del desarrollo cognitivo individual
3.4.Desarrollo cognitivo y marcos culturales
"Todo individuo nace dentro de una estructura social objetiva, en la que encuentra otros significantes que se encargan de su socialización y que le son impuestos. Las definiciones que los otros significantes hacen de la situación del individuo le son presentadas como realidad objetiva. De esta manera, él nace no sólo dentro de una estructura social objetiva, sino también en un mundo social objetivo."
El problema de los desfases es especialmente importante en la comparación intercultural. Varias investigaciones (Dasen, 1974) demuestran que las condiciones ecológicas y el predominio de determinadas actividades parece estar relacionado con el desfase en la adquisición de operaciones, diferentes en una cultura de cazadores (donde se necesita un procesamiento espacial eficiente) que en una cultura de mercaderes (en la que son imprescindibles nociones numéricas consistentes).
Cuando Jahoda (1980) estudió el razonamiento de los pueblos "primitivos" por lo que se refiere al parentesco, llegó a la conclusión de que utilizaban el pensamiento formal aunque no lo aplicaran a cuestiones del mundo físico, que es lo que hacen las pruebas piagetianas.
A la hora de reproducir modelos en barro, lápiz y papel, y alambre los niños de Zambia y los niños ingleses se encontraban en el mismo nivel cuando se trataba de barro; los niños ingleses eran más buenos utilizando el lápiz y el papel (tenían un gran entrenamiento gracias a la escuela) y los niños de Zambia sobresalían con el alambre, material con el que su cultura les ha familiarizado.
Algo parecido se ha encontrado en relación con las conservaciones. En determinados poblados mexicanos en los que los niños colaboran con los adultos en el modelado con barro, la adquisición que tienen de la noción de conservación de sustancia es muy precoz. En los pueblos donde los niños colaboran en la comercialización de la cerámica, esta precocidad se generaliza en otras tareas de conservación y la noción de número. Es igualmente interesante el hallazgo de las diferencias en la ejecución de las tareas de memoria entre niños y aborígenes australianos y niños blancos australianos. Después de una breve presentación de varios objetos en un orden espacial determinado, se pedía a los niños que intentaran reproducirla. Obtuvieron unos resultados más buenos los niños aborígenes, lo que se corresponde con las necesidades ecológicas de la manera de vivir de su comunidad, cuyos sujetos son especialmente hábiles en orientarse en el desierto a partir de la observación del entorno y la detección de pequeños detalles. Pero lo más interesante fue la estrategia utilizada: mientras que los aborígenes se guiaban por la representación visual, por el "aspecto" de los objetos y la relación espacial entre éstos, los blancos utilizaron estrategias verbales de memoria en las que tenía mucha importancia la categorización y la clasificación.
"Una de las fuerzas más intensamente motivadoras en psicología es la idea de un artificio central de procesamiento. Este procesador –se supone– está por encima, trasciende toda la materia bruta sobre la que opera. En su contenido se incluyen materiales de la cultura, el contexto de éstos, las tareas y los estímulos físicos. Esto significa que se tiene que describir como una entidad cuyas características no se ven afectadas por el contexto o el contenido de su procesamiento (posee capacidades formales, abstractas, estructurales) o bien una entidad cuyas características son aplicables a todo contexto y contenido (tiene propiedades invariables, universales)." (Shweder, 1990)
Como curiosidad se tiene que decir que ni siquiera conceptos que se refieren a la mente son equiparables en las diferentes culturas. "Conocimiento" en la cultura hindú o en la de los indios yaquis que manejan plantas alucinógenas (ved Castaneda, 1974), no tiene nada que ver con el "conocimiento" en nuestra cultura. Una cosa similar pasa con "inteligencia". En muchas culturas no existe un término equivalente y, cuando se encuentra, a menudo parece que está relacionado con habilidades muy concretas (ved Lutz y LeVine, 1983). Hay sociedades tradicionales que asimilan la inteligencia a la capacidad para recordar narraciones. Entre los baganda de Uganda el hecho de ser inteligente incluye calidades como ser mesurado, cuidadoso, activo, intrépido, sano, fuerte, constante, amistoso, etc. Entre los ifaluk del Pacífico una persona inteligente es la que prevé las consecuencias de sus acciones, las anticipa y las modela, de acuerdo con los valores morales de la sociedad. La inteligencia entre los indios cheyennes de América del Norte se encuentra relacionada con la adquisición de un poder espiritual, de carácter sagrado.