El tratamiento de la ansiedad en la enfermedad crónica y aguda

Índice
- Introducción
- 1.Frecuentación a los centros de salud y su relación con la ansiedad y la depresión
- 2.Clasificaciones diagnósticas
- 3.Trastornos de angustia
- 3.1.Generalidades
- 3.2.Epidemiología
- 4.Trastornos depresivos
- 4.1.Generalidades
- 4.2.Epidemiología
- 5.Orientación diagnóstica desde el trabajo social sanitario
- 5.1.Uso de escalas
- 6.Tratamiento desde el trabajo social sanitario
- Bibliografía
Introducción
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Cuando la enfermedad es crónica, sus características estresantes se potencian, así como su impacto de perturbación social. Las enfermedades largas pueden incluso conducir a discordias familiares, a menudo relacionadas con problemas económicos, o con la resistencia de algunos de los miembros de la familia a participar en el cuidado del enfermo, si este permanece en casa. Los problemas más serios se plantean cuando el deterioro de la calidad de vida se hace más o menos permanente. La enfermedad crónica a menudo se relaciona con los estilos de vida de la persona, es un fenómeno social, depende no solo del paciente, sino también de la manera como los miembros de la familia y amigos reaccionan.
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En el caso de la enfermedad aguda, la situación es más simple. Una vez resuelto el proceso mediante el tratamiento adecuado, la situación queda resuelta. La aparición de la enfermedad aguda (por lo general) se debe a la exposición a agentes infecciosos. Implica una reacción de emergencia en la que se suspenden las rutinas normales y se movilizan todas las energías para afrontar el trauma durante un período de tiempo definido.
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En los pacientes de cáncer se han detectado frecuentemente niveles más altos de ansiedad y depresión que los que se encuentran en la población general en la atención primaria. Los datos no señalan que existan estados patológicos o trastornos mentales diagnosticables, sino más bien una forma de distrés no específica.
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La insuficiencia renal crónica (IRC) consiste en una disminución progresiva y global de la función renal. El tratamiento de hemodiálisis (HD) consiste en hacer circular la sangre desde una arteria del paciente hacia el filtro de diálisis o dializador; la sangre libre de toxinas vuelve luego al organismo a través de una vena canulada. La HD es un proceso lento que se realiza conectando el enfermo a una máquina. Además, implica ingerir a diario una gran cantidad de medicamentos y seguir una dieta restringida en líquidos y alimentos. Estos pacientes suelen presentar diversos grados de alteraciones emocionales, tales como ansiedad y depresión, asociadas a la sintomatología orgánica. La intensidad de las reacciones emocionales varía de un paciente a otro dependiendo de la valoración cognitiva que realice del impacto de la enfermedad renal y la HD, sobre sus condiciones de vida.
1.Frecuentación a los centros de salud y su relación con la ansiedad y la depresión
2.Clasificaciones diagnósticas
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DSM-IV- TR (1) (Asociación de Psiquiatras Americanos, APA).
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CIE-10 (Organización Mundial de la Salud, OMS).
3.Trastornos de angustia
3.1.Generalidades
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Es anacrónica, pues lleva a revivir situaciones pasadas.
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Es fantasmagórica, pues su génesis no es el mundo real, sino la representación imaginaria de un conflicto inconsciente.
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Estereotipada o repetitiva por cuanto está afincada en el carácter del sujeto.
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Ansiedad estado: como un “estado emocional transitorio, caracterizado por una percepción subjetiva de sentimientos de aprensión, temor, preocupación y una alta activación del sistema nervioso autónomo” (pág. 482).
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Ansiedad rasgo: la describió como una predisposición individual a percibir las circunstancias ambientales como peligrosas y a responder, frecuentemente, con fuertes estados de ansiedad.
3.2.Epidemiología
4.Trastornos depresivos
4.1.Generalidades
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como síntoma: puede acompañar otros trastornos psicopatológicos primarios, como las neurosis de angustia (fobias).
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como síndrome: agrupa unos procesos caracterizados por tristeza, inhibición, culpa, discapacidad y pérdida del impulso vital.
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como enfermedad: desde la óptica del modelo médico, se observa como un trastorno de origen biológico.
4.2.Epidemiología
5.Orientación diagnóstica desde el trabajo social sanitario
5.1.Uso de escalas
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La escala de ansiedad y depresión de Goldberg (EADG). Estas escalas (Goldberg y otros, 1988) se utilizan para el cribado de trastornos de ansiedad y depresión. Es frecuente su utilización en atención primaria y no requiere de mucho tiempo para su administración. Consta de nueve preguntas para cada una de las escalas, ansiedad y depresión; con respuestas sí/no. Los puntos de corte son 3/4 para la ansiedad y 2/3 para la depresión; lo que indicaría elevada probabilidad de tener un trastorno de ansiedad o depresión.
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Hospital, ansiedad y depresión (HAD) (Quintana y otros, 2003). Escala de 14 ítems diseñada para la evaluación de la ansiedad y la depresión en servicios hospitalarios de consulta externa no psiquiátricos. Se trata de una medida de estado que contiene dos escalas, una para la ansiedad y otra para la depresión. Una de sus principales virtudes es la supresión de los síntomas somáticos para que se pueda evaluar independientemente de la enfermedad somática subyacente. Se trata de un instrumento útil validado en nuestro medio, y de especial interés y utilidad en el contexto de atención primaria.
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Escala de Hamilton para la Ansiedad (HARS-Hamilton Anxiety Rating Scale) (Hamilton, 1960). Evalúa la intensidad de la ansiedad. Consta de 14 ítems que valoran los aspectos psíquicos, físicos y somáticos de la ansiedad. Un ítem evaluará el ánimo deprimido. Es una escala heteroaplicada. Dependiendo del tipo de síntoma, se medirá de menor a mayor gravedad, duración o disfunción.
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Dificultad o duda diagnóstica (síntomas físicos inespecíficos, somatizaciones, etc.).
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Comorbilidad psiquiátrica u orgánica (depresión mayor, dependencia de alcohol y/o abuso de sustancias).
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Ideación suicida (derivación urgente). Hay que proponer el ingreso urgente en caso de riesgo moderado-alto de suicidio, y en algunos casos de personas con trastornos depresivos mayores graves o trastorno bipolar, en los que la gravedad del caso o las características de su entorno familiar no hagan recomendable esperar una visita concertada. Si no existe motivo de ingreso urgente, se decidirá el abordaje terapéutico por parte del equipo de salud mental.
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En caso de persistencia de ansiedad elevada durante más de 12 semanas de tratamiento farmacológico y/o psicoterapia de apoyo.
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Síntomas muy incapacitantes (adaptación social y/o laboral).